Partida Rol por web

El camino de las agujas

Pasado

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18/11/2012, 18:28
La oruga azul

Haces demasiadas preguntas -contestó la oruga malhumorada-. Y ya va siendo hora de que descubras las cosas por ti misma. ¿Por qué crees que debería saberlo? Yo, a diferencia de ti, tengo el tamaño adecuado para una oruga y no quiero ni crecer ni encoger, así que nunca se me ha pasado por la cabeza comer estas setas. 

La oruga azul volvió a darle una honda bocanada a su pipa cuando se dio cuenta de que no había respondido a la segunda pregunta de Lily.

¿Que dónde están? ¡Parece como si nunca hubieras ido a la escuela, niña! Los conejos están en sus madrigueras, los gatos en sus gateras, los sombrereros en sus sombrereras y las reinas... ¿Cómo se llamaban esos agujeros enormes donde se meten? Ah sí, en sus palacios. ¿Has acabado ya o tienes alguna otra pregunta enojosa que hacerme?

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18/11/2012, 23:25
Pequeña Lily

La pequeña Lily se cansó de tantas impertinencias. Cogió la seta y sin pensarlo, le pegó un mordisco pero por el lado equivocado. Y encogió aún más, siendo la mitad de pequeña de lo que ya era. Entonces, le dio la vuelta a la seta y le dio dos bocados seguidos. Y a medida que creció, se echó a un lado para no aplastar a la oruga y por fin, había recuperado su tamaño real, junto a Engel. Se acomodó el camisón roído y sucio. Acarició a su felino amigo y miró a la oruga con el ceño fruncido.
-Muchas gracias por su ayuda -dijo irónica por primera vez en su vida.

Se echó a caminar sin rumbo fijo a ningún lugar, donde encontrar a alguien y no tuvo que caminar mucho pues el conejo con chaleco y el reloj de bolsillo en la mano, apareció ante ella.
-¡Espera! -le gritó cuando el conejo comenzó a echarse a correr con su lindo chaleco.

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19/11/2012, 18:49
Engel

La pequeña Lily echó a correr detrás del conejo blanco hasta que lo vio entrar en una extraña casa con un techo a dos aguas hecho con la piel de algún enorme animal y los marcos de la ventanas torcidas. El conejo blanco cerró tras de sí la puerta ignorando las llamadas de la niña.

Junto a la casa había un buzón de correos con un letrero que decía: "casa del conejo blanco". Mientras que la pequeña Lily lo leía, Engel la interrumpió:

- ¡Vamos, Lily! Ya lo tenemos atrapado. Cuando lo hayamos cazado me pido un muslo para mí - le dijo relamiéndose-.

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19/11/2012, 21:28
Pequeña Lily

La niña se le quedó mirando mientras pensaba en la idea.
-Pero yo no se hacer fuego -le dijo pensando en la cena de esa noche.-Necesitaremos a un mayor.-Comentó más para si misma que para el gato.

La pequeña Lily se acercó a la casa que ahora volvía a ser bastante pequeña para ella y llamó a la puerta suavemente, recordando que es lo que estaba buscando.
-¿Cómo salgo de aquí? -preguntó a la puerta.-¿Cómo vuelvo con mi mamá?

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20/11/2012, 21:47
El conejo blanco

La puerta de la casa no le respondió nada a Lily, pero el conejo blanco acudió a su llamada y abrió la puerta:

- ¡Oh! ¡Gracias al cielo! ¡Eres tú Mary Ann! -le dijo a Lily visiblemente nervioso-. Precisamente te estaba buscando. ¡Rápido! ¡No hay tiempo que perder! Ve a la casa de la duquesa y pídele el abanico de la reina de corazones que me dejé en su casa la última vez que la fui a visitar. Te espero en los jardines palacio. Y por favor, ¡no tardes! Si la reina se entera de que he perdido su abanico me cortará la cabeza.

Y sin escuchar siquiera la objeciones de la pequeña Lily, el conejo blanco cerró la puerta de su casa con llave y volvió a emprender su precipitada carrera por el camino de baldosas que cruzaba al lado de su casa.

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21/11/2012, 16:25
Pequeña Lily

La niña se quedó sorprendida y anodada.
-¿Dónde está la casa de la duquesa?-fue lo único que llegó a preguntar, tratando de cumplir con el recado. Pero el conejo blanco ya estaba lejos y no le escuchó. Lily miró a Engel y ambos levantaron los hombros indecisos.-¡Vamos a seguirle!-propuso la pequeña.-Quizás regrese al agujero por donde hemos caído.

Se echó a andar junto a Engel a paso rápido y cuando pareció que iba a perder de vista al conejo, se echó a correr pero el conejo corría demasiado. Lily estaba cansada y hambrienta y las fuerzas le abandonaron enseguida. Y lentamente relentizó hasta que tuve que sentarse junto un árbol.

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23/11/2012, 19:10
El gato de Cheshire

La carrera había sido agotadora y la pequeña tuvo que hacer un descanso para recuperar fuerzas frente a une encina. Mientras que descansaba empezó a ver algo realmente raro en una de las ramas del árbol que tenía enfrente: primero no era más que la silueta de una boca, pero poco a poco le fueron saliendo dientes hasta revelarse claramente la cara de un felino. Era un gato gordo con los dientes afilados y mucho más feo que Engel que no dejaba de sonreir de forma estúpida. Cuando toda aquella cabeza acabó de materializarse se dirigió a Lily:

- Hola niña. Veo que estás agotada de tanto correr ¿Acaso llegas tarde a algún lugar? Si ya llegas tarde, por mucho que corras seguirás llegando tarde. Y si no llegas tarde, ¿para qué corres?

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24/11/2012, 14:54
Pequeña Lily

La pequeña Lily se quedó mirando al gato mágico, después se limitó a fijar su mirada en Engel.
-¡Anda, Engel!-dijo- Otro gato que habla, ¿lo conoces?
Engel negó con la cabeza, y ambos olvidaron las pregunta del gato sonriente. La pequeña alzó la mirada para verlo.
-Me llamo Lily y estoy buscando el camino de regreso a casa, a Coche, Alemania. ¿Podrías orientarme?

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24/11/2012, 23:05
El gato de Cheshire

- ¿A la cueva de las arañas? ¡No! ¿Para qué querría ir a ese horrible lugar? ¡Detesto las arañas! -contestó aquel gato sin dejar de sonreír-. Pero sé de un lugar donde guardan libros y mapas de lugares lejanos. Quizás allí encuentres la respuesta. ¿Que dónde es? Te lo diré en forma de acertijo:

Aunque no me veas

Contigo estoy.

Marcando el paso

Siempre voy

Dip-dap, dip, dap.

Adivina,

¿Quién soy?

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25/11/2012, 14:24
Pequeña Lily

La pequeña se quedó mirando al gato y a sus afilados dientes. Estaba demasiado cansada y hambrienta para acertijos. Y apoyándose contra el tronco del árbol, bajo el que se había sentado, se levantó lentamente para hacer un gesto a Engel con la cabeza para reanudar el camino.
Lily se sentía que todos se burlaban de ella, y no conseguía nada en claro. La pequeña Lily se daba cuenta de lo injusto y cruel que era el mundo, y parecía que sobre todo con ella.
-Encontraremos el camino solos -le comentó a su pequeño amigo con voz débil. Apenas lograba caminar en línea recta, las tripas el rugían y comenzaba a temblar de frío a medida que el sol se ocultaba tras las montañas.

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25/11/2012, 18:11
El lacayo pez

Al final la oruga iba a tener razón y este lugar está lleno de majaderos.

La pequeña Lily siguió su camino casi desfallecida hasta que llegó a una enorme verja que daba acceso a una bonita casa de campo con unos jardines llenos de flores coloridas y pintorescas. Pero lo que más le agradó fue que de dentro de aquella casa salía un apetitoso olor a estofado, aunque casi imperceptible por estar camuflado entre el intenso aroma de la pimienta.  

Mientras permanecía frente a la verja de aquel caserón debatiéndose entre si entrar o seguir con su camino, un pez se le acercó. Aquel era el primer que la pequeña Lily había visto fuera del agua, aunque lo cierto era que también era el primero que había escuchado hablar y vestir como un lacayo de palacio con un gracioso chaleco rojo. El lacayo pez traía sobre sus aletas un elegante cojín sobre el que reposaba una carta con un sello de cera.uques

- Señora duquesa, -le dijo aquel pez a Lily al parecer confundiéndola con otra- le traigo una invitación de la reina de corazones para ir a jugar al cróquet esta tarde en los jardines de palacio.

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25/11/2012, 23:12
Pequeña Lily

-Gracias-dijo la niña mientras recogía la carta. Lily tenía un plan, no podía salirle mal porque ya estaba demasiado cansada para seguir. Así que, subió la escalinata sin dejar de sonreír.- Engel,-llamó a su peludo amigo-cuando le entregue la carta a la señora de la casa, te colarás por la ventana de la cocina y cogerás algo rápido: tocino, salchichas,... Lo que puedas transportar, ¿lo has entendido?-le preguntó al gato y este asintió.-Ya se que está mal robar-se lamentó.-Lo se perfectamente pero necesitamos sobrevivir y nadie va a hacer nada por nosotros, ¡haremos las cosas a mi manera!-Subió el último peldaño pesadamente.-La distraeré lo máximo posible-se quedó mirando a su pequeño amigo-ahora... todo depende de ti-se acercó a la puerta y llamó con sus nudillos-confío en ti.

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27/11/2012, 21:33
La Duquesa

El trato que Engel había hecho con Lily cuando la niña se encontraba encerrada en la jaula de la bruja de la casita de chocolate pasaba porque ella lo alimentara a él y no a la inversa, pero en aquel momento a Engel no le importaba tener que robar para que su pequeña ama no pasara hambre.

Engel estornudó y frunció los morros, pues su fino olfato soportaba peor que el de Lily el intenso olor a pimienta procedente del interior de la casa y aupado por su amiga humana se deslizó por la rendija de una de las ventanas de la casa. 

Cuando Lily llamó a la puerta tardaron un rato en abrirle, pero al fin pudo escuchar la voz de una mujer acercándose a la puerta:

- ¿En qué casa se ha visto que la señora tenga que ir a abrir la puerta mientras la criada se queda parada como una pasmarota?

- Señora duquesa, no puedo echarle la pimienta al guiso, cuidar del bebé y abrir la puerta al mismo tiempo.

- Calla, insolente, y no vuelvas a rechistar.

La puerta se abrió y detrás de ella la pequeña Lily pudo ver a una señora pelirroja con un vestido granate adornado con una enorme gola que ocultaba su cuello. Lily ladeó el cuello para comprobar si Engel había conseguido entrar en la casa, pero lo que vio en el interior fue una enorme habitación muy desordenada donde se amontonaban sacos de harina, especias, cacerolas, la cuna de un bebé y un enorme caldero hirviendo. A un lado del caldero humeante una muchacha vestida con un uniforme de sirvienta, hacía malabarismos para sujetar con una mano un enorme pimentero que vertía sobre la olla y con unos paños en los que parecía estar envuelto un bebé. Al otro, descansaba un gato sonriente que la miraba. ¡Era el odioso gato de los acertijos

- ¿Y bien? -preguntó la duquesa mirando a Lily con altivez-. Si eres otra de esas niñas huérfanas que pretende saquear mi despensa con sus lamentos te diré lo mismo que a las demás: ¡Esto no es una casa de caridad!

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28/11/2012, 01:35
Pequeña Lily

-¡Oh, no, señora!-Exclamó casi ofendida.-Yo jamás pediría caridad.-Siguió haciéndose la ofendida. Le tendió la carta con vehemencia. La pequeña Lily aprendía deprisa, más de los que algunos desearían mientras sentía la afilada sonrisa de ese odioso gato a espaldas de su ama.-¡Es más! Le traigo una invitación de la reina para esta tarde.-Hizo une elegante floritura mientras se adelantaba para acercarle la carta a la mujer. Cuando cogió la carta, Lily se inclinó hacia la ventana para ver si Engel había salido.-Para ir a jugar al cróquet-dijo con irritante parsimonia.-En el jardín de palacio-concluyó lentamente. Escuchó a la criada quejarse detrás de ella y entonces se le ocurrió una idea.-¿Qué le parece si trabajo para usted por un trozo de pan y un techo donde cobijarme?

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28/11/2012, 23:36
La Duquesa

- ¿Una invitación para jugar al cróquet? -preguntó la Duquesa con voz chillona-¿Así que esa maldita bruja aun tiene el valor de invitarme después de tres años sin dirigirnos la palabra? ¡Y seguro que estará encantada de decirle a las demás que he rechazado la invitación! ¿Pues sabes lo que te digo? Que voy a ir. ¡Ja! Esa harpía aún no sabe con quién está jugando.

La pequeña Lily miraba con los ojos muy abiertos a aquella mujer sin entender la mitad de lo que decía.

- ¿Quieres trabajar para mí? Dime... ¿cómo te llamas? O mejor pensado no me lo digas. En realidad no me importa cómo se llamen mis criadas. A partir de ahora te llamaré Elisa. ¿Sabes cuidar de un bebé, Elisa? Por muy mal que lo hagas no creo que puedas hacerlo peor que la inútil de Magdalena.

- Me llamo Dorothy, señora, no Magdalena -respondió la criada-.

- ¡Te he dicho que no me rechistes! -gritó enfurecida la duquesa-. ¡Te llamas como yo te diga! ¿Y sabes lo que te digo? Que quedas despedida. ¡Fuera de mi casa o suelto a los perros! -amenazó la duquesa apuntando con su dedo a la puerta-.

Entonces Dorothy rompió a llorar, le entregó a Lily el bebé que tenía acunado entre sus brazos y se marchó corriendo. Lo cierto era que Lily nunca había hecho de canguro. Ni siquiera había cogido nunca a un bebé entre sus brazos, así que le entró la curiosidad por ver la carita de aquel recién nacido que emitía unos extraños gruñidos envuelto entre paños. Cuando los descubrió vio una carita rosada con unos ojillos diminutos y un prominente... ¿morro? Aquello no era un bebé. ¡Era un lechón!

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29/11/2012, 12:08
Pequeña Lily

-Bien.-Afirmó la pequeña.- Pues Elisa es mi nombre, señora.-Dijo acunando el fardo en el que estaba el lechón. Y aunque Lily sólo tenía cuatro años y el animalito pesaba mucho para ella, siguió tratándolo con mimo sin hacer caso a sus doloridos brazos.

Entró en la casa y dejó el lechón en el moisés que comenzó a acunar suavemente para que volviera a dormirse. Cuando se quedó dormido, fue directamente a la cocina.
-Voy a seguir con la comida, señora.-Le comunicó mientras entraba. Vio una sombra agazapada bajo la mesa.-Engel, soy Lily.-Musitó y el gato salió de debajo de la mesa con gran longaniza. Lily se inclinó para mirarle, cogió la longaniza y partió la mitad mientras le entregaba el restante al felino.-Descansaremos y comeremos, después nos iremos, ¿de acuerdo? -Le dijo a su amigo y este asintió con la boca llena. Y Lily le hincó el diente a su trozo.

Resopló cuando cogió el pimentero y empezó a echar pimienta a la olla como había visto hacer a la otra criada. Lily aunque era sólo una niña pequeña, era lista a rabiar y aprendía rápido por sobrevivir. Y este caso, no iba a ser distinto.

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30/11/2012, 23:19
El gato de Cheshire

La duquesa había subido a arreglarse para asistir al partido de cróquet dejándole a la pequeña Lily dos instrucciones muy claras: acunar al niño para que no llorara y echarle pimienta a la sopa. Cuando al cabo de un rato bajó, aquella mujer traía un extravagante vestido rosa de frufrú que a Lily le pareció totalmente inapropiado para hacer deporte, pero no se atrevió a decirle nada. 

La pequeña, asomada por la ventana, contempló como aquella extraña mujer partía hacia palacio en una linda carroza tirada por ponys, pero entonces volvió a escuchar la voz de aquel gato que volvía con sus estúpidas preguntas sin dejar de sonreír:

- Dime, pequeña ladronzuela: ¿cuánta pimienta hay que echarle a la sopa para que deje de ser una sopa de pimienta y se convierta en una pimienta de sopa?

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02/12/2012, 01:18
Pequeña Lily

La pequeña frunció el ceño molesta. Miró al gato.
-Si no vas a ayudar, te sugiero que cirres la boca-le pidió de malas maneras.-Estoy cansada de que todos me traten como una marioneta-protestaba mientras se hacía un ovillo en un sofá junto a Engel para dormir un rato.-¡Estáis todos locos! Y parece que yo soy la única cuerda, la única con un objetivooooooooo-Bostezó soñolienta.-Sólo quiero volver a mi casa, con mi mamá-dijo con voz pastosa. Engel se acomodó sobre su regazo y en seguida, niño y gato se quedaron dormidos después del atracón. La pequeña Lily soñó que era una criada que se convertía en cisne y que debía acabar con la vida de su usurpadora. Soñó con un príncipe al que debería rescatar. Soñó que era infeliz, estaba llena de odio y rabia. Soñó que amaba.

Notas de juego

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07/12/2012, 22:12
Engel

Al cabo de unas horas, la pequeña Lily sintió como unas pequeñas garras la arañaban en el brazo a la vez que olía un fuerte olor a quemado.

- ¡Lily, despirta! ¡El estofado se está quemando!

Tosiendo por el humo, la niña se acercó al caldero para comprobar que el agua se había evaporado hace tiempo y que sobre el fondo, lo antes habían sido carne y verduras se había convertido ahora en una carbonilla negruzca y malholiente. Pero aquello no era lo peor: cuando se acercó a la cuna pudo comprobar cómo el cerdito había saltado de ella y no daba señales. 

- ¡Ahora sí que la has hecho buena! -comentó Engel-. Vámonos de aquí cuanto antes o esa duquesa tan malencarada nos soltará a los perros. 

Engel dio un salto sobre la mesa de la habitación y recogió con su boca el abanico del conejo blanco:

- Y llévate esto, que casi se nos olvida.

Mientras tanto, el otro gato los miraba sentado sobre un sofá y sonriendo como siempre:

- ¡Qué desastre, pequeña dormilona! ¿Pero estás segura de que acabas de despertar y esto es real o será todo un sueño que empiezas a soñar? 

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08/12/2012, 12:52
Pequeña Lily

La pequeña tomó el abanico entre sus manos y se quedó mirando al gato de la casa, con el ceño fruncido. El olor a quemado le había picar la nariz y llorar los ojos. Apagó el fogón rápidamente y se acercó a Engel que cogió entre sus brazos.
-¿Quieres venir con nosotros?-Le preguntó Lily al gato.-Necesito salir de este sueño o ensoñación.

Salió por la puerta sin esperar respuesta y comenzó a andar despreocupada de dejar la casa sola, el lechón perdido y la comida seca. Estaba harta de todo y de todos, a partir de ahora, haría lo que le diese le gana, y lo que quería era volver a casa.