Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E7.- Del signo de Géminis

Cargando editor
25/11/2017, 21:25
Akintos

Las palabras del general pusieron en su lugar los detalles que faltaban. Menos discusión y más órdenes, le calmó oir claramente lo que debían hacer, asintió con respeto.

- Entendido, habrá que aprovechar el tiempo que tengamos mañana para preparar el terreno y si es posible tender una trampa - pensó, esperando que aquellos de hábito de cazar tuviesen más detalles de como armarla de manera efectiva.

Se retiró a dormir, pensando en las herramientas que tenían disponibles, las cuerdas y demás elementos. Se dejó acunar en los brazos de Morfeo.

Cargando editor
26/11/2017, 09:39
Atreo

Atreo, tras haber escuchado a todos, asintió. Había pensado largo y tendido sobre las distintas posibilidades que se les planteaban, y cada vez estaba más convencido que atraerlo fuera y lejos del agua era una buena idea. Aquella bestia era marina, y allí sería invencible. Mantenerla fuera del agua era esencial. 

- Quizá sería buena idea centrar todos los ataques en las patas de un lateral, si todas las patas de un lateral se le rompen, no podrá moverse y será presa más fácil. - dijo, a modo de comentario final. - Buenas noches, y que los Dioses estén con nosotros.

Buscó un lugar apropiado y se acostó a dormir, no sin antes elevar un rezo a Artemisa. - Dame fuerza, puntería y discernimiento para poder clavar mis flechas en mi presa, y abatirla.

- Tiradas (1)

Notas de juego

PVida: +12

Pdivinos: estoy full

Cargando editor
28/11/2017, 05:50
Morfeo [Narrador]

Con la idea clara para la batalla al amanecer, el grupo de héroes se retiro a descansar, aunque para algunos fue más difícil que para otros dado lo que les esperaba, ese fue el caso de Ifianasa, quien, mirando las estrellas, estuvo mas tiempo despierta que la mayoría, llegando a dormir menos de lo que debería para tener un buen descanso durante aquella noche.

Con la luna en todo su esplendor, los sueños envolvieron a los héroes. Algunos soñaban con ver de nuevo reunida a su familia, otros soñaban con justicia o incluso venganza para los suyos, había quienes soñaban con gloría y riquezas, e incluso había quienes soñaban simplemente con el amor por llegar o el amor perdido. Fue de este modo, que todos los sueños se fueron tornando en uno mismo, en un gran valle lleno de flores de distinta índole y de múltiples colores, el cual era bañado por un gran resplandor multicolor que dio forma a un amplio arcoíris.

Allí montada en un camino que parecía formar parte del mismo arcoíris, se encontraba una bella mujer de gran dulzura que claramente pertenecía a los dioses. Se trataba de Iris, tal como se los hizo saber, la mensajera de Hera; que con sus brillantes alas como de mariposa y su bella túnica multicolor se presentaba ante ellos, ante todo, como una amiga y aliada.

-El Olimpo tiembla- les advirtió, -los dioses conspiran entre si y Zeus parece perder fuerza y autoridad, algo está cambiando, algo está sucediendo, y todos estamos muy preocupados y nerviosos- les exclamó la diosa con cierta alegría en su expresión a pesar de las noticias que les traía.

-Muchos dioses son uno con ustedes y les apoyan con cierta fidelidad. Pero deben tener la certeza de que eso no implica que les apoyen a toda costa y que tampoco que apoyen su causa. Llegado el momento, si su propia causa- dijo refiriéndose a los doce héroes - es una misma, tendrán que convencer a los dioses de que se unan a ella- profetizó.

-Mañana no estarán solos. Hera sabe lo que les aguarda y quiere que sepan que Poseidón no intervendrá para bien o para mal, pero les advierte que matar al centollo podría provocar su ira. En su odisea, muchas circunstancias similares tendrán que pasar y muchos sacrificios tendrán que hacer. No elijan un bando, elijan hacer lo correcto bajo sus virtudes, y tarde o temprano, los dioses estarán con ustedes- explicó la diosa Iris, dejando por sentado que, si bien podrían enfadar mañana a Poseidón, a la larga podrían ganárselo cuando sus motivaciones cobraran relevancia en el Olimpo.

Tras esto, el sueño parecía tambalearse, tal como si fuese a difuminarse en sus mentes y perderse en el amanecer que ya estaba por alcanzarles.

Notas de juego

Todos: Adelantándome a los hechos, les comento que atacar a una zona especifica tendrá un penalizador que dependerá del lugar desde el que ataquen y la zona que ataquen.
Todos: Tienen tiempo para preguntas, algunas de las cuales podrían ser respondidas a ustedes de forma personal. Recuerden que la diosa Hera es mas que nada una sirvienta y mensajera de Hera.
Todos: Hera les trae un regalo, pero lo dejaré para el final; se los cuento ahora mas que nada para no olvidarlo.

Cargando editor
28/11/2017, 05:53
El Oráculo [Director]

Notas de juego

Les dejo los datos actuales de sus personajes a fin de que no haya malos entendidos al inicio del combate. Si no se reclama ahora, se estarían aprobando dichos valores.

Akintos:
Vitalidad: 78/78
Puntos divinos: 24/24

Anatolius:
Vitalidad: 33/55
Puntos divinos: 16/34
Flechas Madera: 31/31

Atreo:
Vitalidad: 61/70
Puntos divinos: 28/28
Flechas Madera: 10/10
Flechas de Hierro: 8/8

Dareios:
Vitalidad: 108/108
Puntos divinos: 36/36

Ebalo:
Vitalidad: 78/78
Puntos divinos: 32/32

Hypatia:
Vitalidad: 52/52
Puntos divinos: 35/35
Flechas Madera: 19/19

Ifianasa:
Vitalidad: 78/78
Puntos divinos: 34/34

Ischyros:
Vitalidad: 78/78
Puntos divinos: 21/21

Lykaios:
Vitalidad: 74/74
Puntos divinos: 28/28

Spyridon:
Vitalidad: 85/92
Puntos divinos: 25/25

Talios:
Vitalidad: 110/126
Puntos divinos: 22/22

Theron:
Vitalidad: 103/103
Puntos divinos: 23/23

Talios: Los valores que ves son correctos, los que estaban en la ficha no eran actuales. Pero no te preocupes, si Ebalo acepta gastar un poco de puntos divinos en ti, te cura facilmente.

Cargando editor
28/11/2017, 17:33
Talios

El gigante se levantó un poco alterado por el sueño que había tenido, al parecer los dioses seguían apoyándoles, pero les había dejado claro que si tenían que darles de lado por sus propios conflictos lo harían sin ningún tipo de remordimiento, algo que lo dejaba bastante intranquilo, pues en esas horas bajas los necesitaban más que nunca; además parecía que como mínimo se iban a granjear la animadversión de Poseidón, que sumada a la de Hécate parecía que la lista de dioses enemigos se iba agrandando, lo que los dejaba en una situación peliaguda cuanto menos.

No obstante, preocuparse por cosas que podían o no podían pasar no era del interés de Talios por lo que optó por centrarse en el tema que tenían entre manos y dejar los posibles conflictos con los dioses cuando tocaran. Así pues, al levantarse se dirigió a su hermano, con el que gozaba de mayor confianza y le dijo:

-Anatolius, esta noche he tenido un sueño extrañísimo, me ha hablado la propia Iris advirtiéndonos de varios temas divinos, y aunque los dioses siguen con nosotros no me ha dejado una sensación muy agradable en mi corazón... -concluyó por si su hermano sabía algo más de todo aquel turbio asunto.

Acto seguido, y comprobando que el sueño no había sido tan reparador como había esperado, se dirigió al espartano diciéndole en tono animoso:

-Saludos buen Ébalo, perdonad que os asalte tan pronto, pero mi cuerpo aún padece las dolencias de nuestro difícil viaje, y aunque esta noche he descansado como ninguna, si pudierais aplicar el don de Apolo en mi lo agradecería en demasía de cara al encuentro que tenemos por delante -concluyó a modo de humilde petición esperando que el guerrero aceptase.

Cargando editor
28/11/2017, 19:02
Talios

Talios se arrodilló en el suelo en cuanto la bella diosa mensajera hizo acto de presencia, sus sabias palabras no tenían parangón y el ateniense agradecía de corazón que una diosa como ella les dedicara esos valiosos instantes. Así pues, intentando asimilar todo lo que las enigmáticas palabras traían consigo, sólo acertó a preguntar aquello que le parecía más obvio, pues descifrar enigmas no era su fuerte:

-Oh gran Iris, llegas a nosotros en los momentos de más necesidad y no existe gratitud suficiente como para que te lo agradezca este simple mortal -expuso en tono respetuoso esperando que con aquel preámbulo pudiera hacer su pregunta sin molestar a la diosa- mas una gran duda azota mi mente, y como fiel siervo de Zeus que soy me gustaría preguntaros, ¿de qué dioses sospecha el mayor de los olímpicos? si supiéramos quien se ha declarado ya cómo enemigo podríamos estar preparados por si nuestra camino nos lleva hasta él... -concluyó esperando que la enviada de Hera les aclarase algo más de dicha guerra para saber quien estaba en su bando y quien no.

Notas de juego

Dire, mi mensaje anterior guárdalo o que Ébalo lo interprete para cuando despertemos si es posible.

Cargando editor
28/11/2017, 19:49
Anatolius

Tras mencionar la descripción de Mentor sobre el Centollo y hablar sobre una estrategia dejé que Spyridon formara una estrategia final: Yo me quedaría cerca de retaguardia para disparar desde lejos, junto a Atreo, Hypatia e Ifianasa. El resto estarían dispersos entre nosotros y el centollo:-General, aunque prefiero la larga distancia, no tengo ningún problema en la lucha cercana, por eso que adquiriera una de las espadas a nuestros asaltantes.-expuse para dejar claro que si hiciera falta moverme para dar apoyo a cualquiera del grupo podía contar conmigo. 

Tras exponer la estrategia nos retiramos a descansar. Antes de dormir observé que Ifianasa se quedó despierta más tiempo que el resto pero después me dormí. No sé con qué propósito la diosa Iris, Mensajera de Hera se apareció ante nosotros pero su mensaje podría trastocar nuestra estrategia contra el centollo, pues es una criatura de Poseidón:-Diosa Iris, tus noticias sobre el origen de Carakginius dificultan nuestras posibilidades de salir con vida de esta. Pero ten por seguro que haremos lo correcto.-dije ante la diosa alada.

- Tiradas (2)

Notas de juego

PV: 43/55

Puntos divinos: 25/31

Flechas de Madera: 31/31

Master te recuerdo que tengo flechas de punta de Hierro en mi equipo, son pocas pero las tengo

Flechas de punta de Hierro: 10/10

Cargando editor
28/11/2017, 23:21
Ischyros

La noche avanza en calma cuando aquella visión me asalta. Un sueño, un mensaje o solo una ilusión, es difícil de diferenciar para un simple mortal como yo con poco o nulo conocimiento de los dioses y sus dones. Pero el hecho es que, en este mundo u otro, ahí estamos todos reunidos frente a la diosa Iris y las cosas ocurren mientras las palabras de la mujer inundan nuestros ojos, trayendo preocupación y calma en partes iguales. Asiento con mi cabeza, feliz de saber que al seguir nuestros valores, conseguiremos encontrar siempre el camino correcto:

"Pues yo solo me guío por la justicia y eso será así hasta que Caronte me llevé y más allá. En esta vida y la eternidad."

Las palabras y preguntas de mis compañeros me hacen pensar en las posibles facciones que hay entre los dioses y como podemos discernir en quienes confiar y en quienes no. No pierdo mi tiempo y le hablo acerca del último episodio sucedido:

 - "Diosa Iris, antes de vernos con el rey de Asine, en nuestro cautiverio fuimos visitados por la diosa Hecate. Nos ofreció protección en el conflicto que viene y nos amenazó con dolor y muerte si le rechazábamos. Me pareció que es enemiga del Olimpo y por eso la rechacé, pues mi lealtad siempre ha estado y estará con Zeus padre. ¿Es ella una enemiga e hicimos bien?"

Digo mientras me ronda en la cabeza que mi hermano Atreo sí le juró lealtad y se vendió a la diosa oscura, abandonando a los dioses del Olimpo en los que creemos. Espero la respuesta de la diosa mientras espero, de todo corazón, que el error de Atreo se pueda solucionar y no se haya sellado aún.

Cargando editor
29/11/2017, 14:30
Akintos

Una vez más, acunado bajo el hechizo de Morfeo, Akintos viajaba junto a sus compañeros a un reino onírico compartido, dónde la divinidad se manifestaba y el mundo mortal se marchitaba en un olvido lejano.

Iris se manifestó con un abanico de colores que se le antojaba interminable al escudero; no era simplemente belleza sino al mismo tiempo un paseo de deleite contemplar aquello. La sensación de aquella visión le punzaba fuerte muy dentro, quizá llevándolo nuevamente a un mundo infantil de juegos.

Todo aquello si bien diferente, no era nuevo, Akintos creia que algún día se acostumbraría si los dioses seguían llevándolo de aquí para allá al comunicarse con él. Deseó que fuese más seguido.

Inspiró, lo que fuese que respirase allí, el mundo se expandió ante sus ojos, la belleza y alegría de la diosa lo llenó de esperanza.

- Bella y noble Iris, ¿Conoce el Olimpo la identidad del asesino de Penélope de Micenas? - preguntó intentando alejar las preguntas de interferir en los bandos de los dioses como la misma Iris había aconsejado. Prefería dar luz al motivo principal de aquella gesta, la tragedia que había movido a los miembros de aquella familia. No era relamente para él, pero si para aquellos que eran como hermanos y familiares del corazón.

Cargando editor
29/11/2017, 21:29
Spyridon

Spyridon había comido poco, pero suficiente para recuperar fuerzas. Se durmió profundamente, como solía hacer antes de las batallas, esperaba una noche sin sueños.

Pero una visión se había formado frente a él. Sus compañeros estaban en el mismo lugar y frente a ellos tenían a una mensajera de los Dioses, concretamente de Hera, que tanto les estaba ayudando.

Spyridon escuchó atentamente a la mensajera. Era bueno saber que Poseidon no intervendría, pero ponerse a malas con el Dios del Mar no era buena idea. Estaba claro que tendrían que luchar pero esto dificultaba más las cosas.

Preguntó con respeto a la mensajera.

- Poseidón es celoso de sus criaturas y no es bueno contrariarle. ¿Es posible provocar que Carakginius huya ya sea por algo que le aterre, si es que existe ese algo, o por que si conseguimos herirle lo suficiente, sea capaz de comprender que es mejor huír? ¿Es posible vencer sin matar?

Después de formular la pregunta, se atrevió a enviar un mensaje a los Dioses.

- Por favor, expresa nuestra profunda devoción por la ayuda que Hera nos está prestando y si puedes pide a Ares que nos mantenga firmes y decididos en el ataque y generosos en la victoria. Pídele su bendición a estos guerreros que van a luchar por una noble causa.

Cargando editor
29/11/2017, 23:14
Atreo

El sueño le cogió rápidamente, pese a estar en lugar extraño, encerrado en una jaula de oro y en territorio enemigo. Pronto el sueño se convirtió en algo vívido, algo con lo que podía interactuar más allá de lo "normal" en un sueño...aunque, ¿quién sabe qué es normal en un sueño? A pesar de estar rodeado de sus compañeros, la sensación onírica persistía, como si fuera un puente entre un mundo y otro, entre el de los dioses y los mortales. 

Contempló la belleza de la diosa, los colores que la rodeaban y el poder que ostentaba, que emergía de ella. Los que le rodeaban comenzaron a lanzar una pregunta tras otra. La única que le llamó la atención fue la de su hermano menor, Ischyros. 

 - "Diosa Iris, antes de vernos con el rey de Asine, en nuestro cautiverio fuimos visitados por la diosa Hecate. Nos ofreció protección en el conflicto que viene y nos amenazó con dolor y muerte si le rechazábamos. Me pareció que es enemiga del Olimpo y por eso la rechacé, pues mi lealtad siempre ha estado y estará con Zeus padre. ¿Es ella una enemiga e hicimos bien?"

Se sintió incómodo. Allí no tenía ciertas ataduras, era al fin y al cabo, un sueño. Pero sentía que se había dejado llevar por la impotencia, la situación lo había superado y pese a ser fiel a su Diosa favorita, Artemisa, había caído y se había aliado con Hécate. Dudó un momento si hablar, pero esperó a escuchar la respuesta de Iris, ya que lo que dijera a su hermano sería una guía importante para saber si había actuado bien o mal. 

A fuer de ser sincero, si lo que tuviera que hacer servía para liberar a su padre y que recuperara su buen nombre, además de encontrar al asesino de su madre y que la justicia cayera sobre él....estaba dispuesto a todo, excepto a ir en contra de los suyos. Si tenía que sacrificarse para eso, lo haría. 

De alguna forma sentía que le debía un extra de fidelidad a Ischyros, pues había estado junto a él en todo momento, así que se puso a su lado y miró de forma desafiante a la enviada de Hera. 

Cargando editor
30/11/2017, 01:19
Theron

Se había terminado de exponer el plan que tendríamos que realizar en la batalla contra el centollo, el cansancio ante la tensión mantenida durante el día hizo acto de presencia antes de lo que creía, y con el estomago lleno, resistirse al sueño era un batalla perdida.

Una voz y una imagen celestial fué lo primero que ví cuando abrí los ojos, una especie de ensoñación en la que la enviada de Era nos avisaba sobre lo que el nuevo día nos traería. Los dioses no intervendrían, pero un aviso nos daba ... mejor no matar al centollo si queríamos que Poseidón no nos diese la espalda. Nada podía ser fácil, si vencíamos al centollo ganaríamos al pueblo pero perderíamos a la familia real y si matábamos al centollo viviríamos pero Poseidón podría pedirnos cuentas al respecto.

Diosa Iris, de salir victoriosos ... ¿Cumplirá el rey Karsten y sus hijas su palabra o seguiremos estando amenazados?. ¿Y obtendremos lo que hemos venido a buscar, una princesa para el rey Alameo?. 

Una negativa en cualquiera de las dos preguntas, significaba que nuestra misión había sido un fracaso y que la suerte de mi hermano estaba echada.  

Cargando editor
30/11/2017, 15:08
Hypatia

El descanso y la negrura del sueño se va transformando en lo que ya han vivido otras veces. Ese sueño vivido en el que pueden interactuar con los dioses. En el sueño se presenta Iris, tal y como Hera les dijo, para mandarles el mensaje de la diosa madre. Y parece que todo va más allá de lo pensado en un principio. El Olimpo ha comenzado a caer o eso es lo que parece que está diciendo. El poder en los cielos se rompe por momentos y pronto llegarán momentos de oscuridad. Y no pueden flaquear. Ese es el mensaje. 

Poco a poco, todos los presentes van preguntando dudas a la diosa mensajera. Ella poco tiene que preguntar. Prefiere escuchar y mantenerse a un lado para poder sacar las conclusiones y las ideas principales. Para ella, dejar vivo al centollo no es una opción. Dejarlo vivo, significaría ser condenados y ejecutados. Deben acabar con él. Y si luego deben ganarse a Poseidón, sabe que habrá otra forma de hacerlo.

Cargando editor
01/12/2017, 01:27
Morfeo [Narrador]

El primero en hablar fue Talios quien agradeció de sobre manera a la diosa por su mera presencia y mensaje, a lo cual, la diosa simplemente se limitó sonreír con alegría. A su pregunta, la diosa Iris le respondió -sombras oscuras avanzan al Olimpo y la tierra se estremece. Difícil conocer los pensamientos del dios supremo pero innegable es la oscuridad y misterio que se acrecienta en el Inframundo. El Hades es una entidad a la que todos temen y muchos desconfían-. Luego mirando los alrededores, continuo -los verdes prados de su hogar pueden ser su enemigo según como se agite el viento, tiempos difíciles se aproximan. Elegir a sus aliados es adecuado, conocer a sus enemigos será importante, pero impedir que ellos les conozcan a ustedes será inteligente-.

Anatolius, hermano del gigante de Atenas, fue quien tomó la palabra en ese momento. -Los mortales ven correr a un conejo y creen que es comida, ver correr a un león y creen que son la comida. Sed sensatos en sus juicios-.

El tercero en turno fue Ischryros quien plasmo sus preocupaciones a la diosa referentes a Hecate. -La lealtad es decisión propia. Hera será con ustedes si ustedes son con ella. Muchos dioses se presentaran ante ustedes a su manera y con sus propias motivaciones. Juzgad con la ración y sed fieles a sus virtudes; solo eso los llevará por el camino correcto. El cual puede estar lejos de la victoria- le respondió Iris.

-No hay nada que esté oculto al Olimpo- dijo la diosa deteniéndose un momento a reflexionar, como si sus propias palabras le hicieran dudar, -Los seres mortales no pueden ocultarse de la vista de los dioses- concluyó respondiendo a la inquietud de Akintos.

-¿Es posible vencer sin matar?- preguntó el general Spyridon, provocando una tímida sonrisa en la diosa.

-Los hilos del destino son bastos y se entremezclan con la marea. No hay forma de saber a donde te llevarán si no los has recorrido. No obstante, puedo aseverar que el corazón de un hombre no se derrota fácilmente. Pensad cual es su verdadera meta, a quien desean complacer realmente, y entonces el camino indicado se aclarará ante ustedes-. Al resto de palabras del general, la diosa se limitó a asentir, sin formular palabra alguna.

Hubo otros que no hablaron, Atreo entre ellos, pero esta ultimo por el contrario optó por retar con su mirada a la diosa, a lo cual Iris simplemente le sonrió, no parecía haber malicia en ella, o bien en su mente solo cabía el contemplar la belleza de cada cosa que observaba.

El ultimo en hablar fue Theron y sus palabras fueron mas allá intentando vislumbrar lo que habría de ocurrir en el futuro. -No está en mi el poder de discernir lo que hay mas allá de la noche- le respondió la diosa. -Bien podría ser que alguno de ellos cumpliese su palabra, que todos la cumpliesen, o que ninguno aceptase el cumplirla. Ya os los he dicho, pensad bien cual es su objetivo, pues agradad a todo ser mortal o inmortal que se les presente les será imposible, y mas aun sin han de ser fieles a mi señora Hera. Si desean que el rey cumpla su palabra, al menos deberán cumplir lo que el les pide, y probablemente tendrán que dejarlo sin opción de incumplirla. En cuanto a su misión en esta ciudad, ya Hera os los ha dicho, habrán de hacerse con la princesa a como de lugar si desean salvar no solo su destino, si no le de toda la existencia. Pero cuidado, quizá sus ojos estén enfocados en la princesa incorrecta. Pensad Héroes, pensad. Pensad y descansad, que mañana este sueño será lo único bello que podrán vislumbrar hasta que el sol se asiente en lo alto de los cielos-.

Cargando editor
01/12/2017, 02:08
Morfeo [Narrador]

El sueño se fue difuminando cada vez más mientras que afuera, el sol iba acercándose, y con él el amanecer.

-Mantengan firme su fe, Hera está con ustedes. MI señora me ha pedido que les entregue esto- en su mano, Iris sostenía un extraño polvo que se deslizaba entre sus dedos y que era llevado por el viento a lo largo del valle. -Es polen de los jardines del Olimpo, lo encontrarán junto a ustedes al despertar. Viertanlo sobre sus cabezas cuando consideren que necesitan una ventaja en la batalla. Yo también tengo un regalo para ustedes, he dejado junto al polen, un pequeño trébol de cuatro hojas, atenlo en sus prendas durante las batallas y les traerá suerte-. Y tras estás palabras, la figura de Iris pareció ascender a través del arcoiris donde se asentaba, desvaneciéndose junto con el mismo sueño.

Uno a uno los héroes fueron despertando, era aun de noche, pero ya no quedaba mucho para el amanecer. Junto a cada uno de ellos, tal como Iris les había prometido, se encontraba un pequeño saco con polen en su interior, y junto a él, un bello trébol de cuatro hojas. Afuera se escuchaba ya a los guardias acercarse para llamarles y llevarlos hasta la batalla. El momento había llegado.

Notas de juego

Todos: Estamos por terminar de momento la escena (realmente la partiré en dos). Considerad que es su ultima oportunidad de coger algo, mas adelante solo podrán coger sus armas.
Todos: El polen de los jardines del olimpo, al verterlos sobre ustedes le regenera 1d6+1 de vitalidad por turno durante 3 turnos y a su vez, durante un número igual de turnos les aumenta los PA en +1. Usarlo es una acción gratuita.
Todos: El trébol tiene un efecto durante 6 horas y les otorga un +1 al ataque. A su vez, puede anular un ataque contra ustedes, de cualquier tipo, pero al hacerlo el trébol se marchita y pierde su poder.
Todos: Finalmente, al despertar, siente que su lazo con los dioses se ha fortificado. Todos desbloquean un nuevo punto de bendición (el quinto si no mal recuerdo). Han de invertirlo ahora mismo, antes del inicio de la próxima escena o volverá a bloquearse. Para aplicarlo, solo indíquenme en la escena de "Evolución del personaje" a que bendición y a que rango desean aplicarlo. No olviden que el rango máximo para usar estos puntos es 3 (no se puede aplicar a bendiciones de rango 4).

Cargando editor
01/12/2017, 20:26
Ischyros

Mis ojos se abren cuando el sueño termina y miro a mi alrededor, un poco confundido de saber si estas cosas ocurrieron o fueron solo una ilusión que Morfeo puso en mi descanso. Entonces veo el pequeño saco y el trébol, tal como la diosa Iris nos prometió. Veo como todos tienen uno igual y entiendo de inmediato que lo que la diosa nos habló en sueños era real, al igual que cuando Hera nos hablaba.

Medito las palabras que nos dijo anoche, junto con las preguntas que todos hicimos y concluyo lo que creo:

"Al final, no nos dijo nada. Increíble como los dioses nos hablan mucho sin ayudar en lo más mínimo ni dar respuestas claras."

Es por eso que hablar bien con los dioses es un don que solo tienen los sacerdotes pues yo no entiendo en lo más mínimo sus enigmas.

Me pongo de pie, tomo el trébol y el saco, los que guardo entre mis cosas, listo para la batalla. Como un poco de pan y queso de la mesa para no luchar con el estómago vacío, pero solo un par de bocados para no sentirme pesado. Ese es un lujo que no puedo darme en esta batalla.

Espero a que todos estén listos mientras hago unos ejercicios de estiramiento, preparándome para lo que se nos viene y que puede que sea lo último que hagamos en esta vida. Por lo menos algunos de nosotros.

Cargando editor
02/12/2017, 01:23
Atreo

- Artemisa, perdóname... - susurró apenas audiblemente el joven Atreo al despertar y alejar la telarañas del sueño de sus párpados. 

Se sentía compungido, con un dolor en el pecho, así como una sensación de culpabilidad en su interior. Artemisa siempre le había favorecido en todo, desde que tenía memoria...y Hera se les había presentado y con libertad les había apoyado para su causa, aunque también ella fuera beneficiada por aquello encomendado. Sin embargo, Hécate se había presentado a ellos en un momento de debilidad, les había amenazado y aún así, él había prometido fidelidad. - ¡Qué error, muchacho! - pensó, sacudiendo la cabeza al poner ambos pies en el suelo y levantarse. 

Con presteza, cogió la bolsa con el polen y el trébol, escondiéndolos entre sus ropas y otras pertenencias. Cogió varias frutas, bebió agua y buscó unos pocos hilos o cuerdecillas con los que poder atar el trébol, repartiendo entre todos los que encontró, empezando por sus hermanos y hermana y terminando por el resto. - Ésto para el trébol, usadlo bien - decía, entre entrega y entrega. - ¿Qué princesa pues es a la que buscamos, General? - preguntó al General Spyridon. Ni por asomo iba a aceptar que Ébalo se erigiera como líder, al menos no en privado. El General asignado desde un principio, amén de superior suyo, era Spyridon, y así seguiría siendo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Cojo el trébol y el polvo, los escondo entre mis ropajes. Busco algo con lo que atar el trébol a nuestras ropas (hilo de las sábanas o de las cortinas). Cojo varias piezas de frutas (4-5) y bebo agua. 

Cargando editor
02/12/2017, 13:30
Lykaios

Lykaios estuvo callado tras despertar, pues todas esas palabras no decían nada directamente pero podían decir mucho más. Vencer sin matar, eso se había dicho en muchas ocasiones y también que si mataban al centollo ellos tendrían que apaciguar a Poseidón, no el rey, sino ellos, por lo que podrían tener en contra a dos dioses, Hécate y Poseidón. 

Y para colmo el enfrentamiento entre los dioses.

Guardó los regalos de Iris antes de empezar a prepararse para el enfrentamiento.

-Tal vez -comentó en general- el centollo ataque estas tierras como castigo. ¿Podría el rey haber agraviado al dios de los mares y ese ser sería su castigo?  Si matamos al ser, tal vez solo cambiaríamos el objetivo de la furia de Poseidón.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Lógica: 17. ¿Sería posible que el centollo fuera una maldición de Poseidón al rey o reino por un desagravio?

Conocimiento Mítico Dioses: 15. Averiguar todo lo que pueda de mitos sobre agravios a dioses y castigos, centrándome en Poseidón.

Cargando editor
02/12/2017, 14:05
Akintos

Tras un críptico discurso, la visión de la divinidad se desvaneció para dar paso a la mañana en la tierra de los mortales. Akintos reafirmó su sentimiento de mantenerse leal a Hera, pues ella velaba por ellos y cumplía sus promesas.
El sentir sus huesos y músculos lo hizo desperezarse con ganas. Seguía dando vuelta en su mente todo lo mencionado, aunque a muchas cosas poco sentido podía encontrarle, algunas resaltaban sobre lo demás...
- Ha sido obra de mortales la muerte de Penélope - afirmó para si mientras se restregaba los ojos. No tenía mucho tiempo para meditaciones calmadas al respecto pues había demasiado por hacer.

Saltó rápidamente hacia el lecho de su general y colocó prestas las armaduras, tomó una bandeja de la mesa y colocó pan, queso, fruta y agua, dejándolas junto a las armaduras para que Spyridon tuviese a mano todo lo que necesitaba para la jornada. Luego se colocó las suyas - Esta obsesión de los dorios por no dejarnos las armas a mano va a terminar mal - pensó con cierto disgusto, pues no dejaba que nadie pusiera a punto sus armas ni las de Spyridon.
No se olvidó de sujetar el trébol dentro de su pechera, junto a su corazón, y guardar el pólen en su brazal, mientras se acercaba a los pertrechos que habían traido con ellos.

- Toma, Atreo - le lanzó varios rollos de cuerda gruesa - vamos a necesitar todo lo que tengamos a mano para que tu conocimiento de cacería nos disponga de una buena trampa - comentó, haciendo al muchacho responsable de tal tarea. Luego recogió las herramientas, pala, hachuela, sierra, palancas y las colocó en su saco.
- Ischyros, ¿me puedes ayudar? - le señaló el lugar dónde se guardaban las antorchas que habían llevado - Las antorchas, lo que haya quedado de aceite, leña seca... - hizo una muesca y miró al resto - quienes quieran pueden ayudar también ¿tenemos pedernal para prender fuego? - intentó juntar lo que pudiese él y ver si algún otro pretendía dar una mano en llevar el material que tuviesen a mano para construir alguna trampa.

- Yo tampoco quiero enemistarme con el señor de los mares, pero no tenemos otra salida por el momento - comentó con una mueca mientras sepraba un desayuno para él mismo, pues el estómago le comenzaba a rugir y necesitaría fuerzas. Pan, queso, fruta, agua, desayuno de héroes.

Notas de juego

Voy  llevar:

 

  • Frasco de Aceite (más el aceite que pueda haber sobrado en el farol, más otro frasco de aceite que llevaba Ifianasa)
  • Herramientas: pala, palanca, Sierra, Hachuela
  • Leña (30kg)
  • 8 antorchas
  • 2 cuerdas (15 mts c/u)
  • 2 Yesca y pedernal (de Ifianasa)

Pido a mis compañeros que ayuden porque es mucho :P

 

Cargando editor
02/12/2017, 18:19
Spyridon

El general se despertó de su extraño sueño para comprobar que todos habían compartido ese extraño mundo onírico en el que la portavoz de Hera les había hablado.

La Diosa había cumplido su promesa y junto a su cabecera tenía el polen y el trébol. Tomo la delicada hoja y la enganchó en su armadura con lo que Atreo le había dado. El polen lo puso a mano... nunca se sabía cuándo lo iba a tener que utilizar.

Comprobó su arma, su escudo, ajustó su armadura y pidió a su asistente Akintos que le repasara que la armadura estaba bien sujeta. A su vez supervisó a su compañero.

Ya estaba todo dicho y preparado. Rogaba a los Díoses que protegiera a todos aunque era consciente que, posiblemente, no todos sobrevivirían al evento. Se prometió a si mismo que Carakginius tendría que pasar por encima de su cadáver antes de matar al siguiente.

Miró a todos. Un requisito del Rey era que Ebalo fuera el que dirigiera el combate. A Spyridon no le importaba, si todos sabían lo que había que hacer no sería un problema y en la batalla él impartiría las órdenes que considerase. Pero ahora había que cumplir.

- Ebalo, te seguimos. - Una mirada a sus hombres indicó claramente que, de momento, Ebalo estaba al mando.