Cuando las guerras sacudieron a La Nueva Tierra, la antigua ciudad de Tarsis resultó virtualmente incólume. Sus altas murallas, el elegante palacio del gobernador y el mercado parecido a un laberinto sobrevivieron todos a las últimas guerras en buen estado.
La ciudad se vio sin embargo afectada en el sentido que el bondadoso río - la fuente de alimentos de la ciudad y su vía de comunicación con el mundo - retrocedió dejando paso al desierto. Ahora una polvorienta carretera conduce a lo largo de 60 kilómetros hasta el agua más cercana y la población de Tarsis ha disminuido a una fracción de su anterior número. La mayor parte de la gente vive en el centro de la ciudad; las zonas de los arrabales se hallan a menudo desiertas.
Tarsis se halla protegida en tres lados (norte, este y sur) por una muralla de 6 metros de altura, con torres de 15 metros a intervalos irregulares a todo lo largo de ella. Cada uno de los tres lados amurallados tiene una amplia puerta flanqueada por dos torres en el centro de la muralla. Normalmente cada torre era custodiada por una docena de guardias.
El punto débil en la defensa de la ciudad es el lado occidental, antes el puerto. Cunado el río retrocedió, esta zona quedó desprotegida, y ahora es un área de terreno liso que eleva gradualmente hasta algunos muelles y almacenes de madera y una muralla de 1.5 metros de alto.
Viejo puerto:
Un bajo rompeolas se extiende a lo largo de la orilla. Ahora la pared divide simplemente la parte superior de la ciudad de la inferior. En el viejo puerto, un cierto número de cascos de embarcaciones han sido volcados y puestos boca abajo para ser usados como casas, tiendas y posadas. Varias brechas en el rompeolas permiten un fácil acceso entre la ciudad superior y la inferior.
La gente que habita en las embarcaciones puestas boca abajo son generalmente los residentes más pobres de la ciudad vieja. Esta parte de la ciudad es también la zona donde tiene lugar la mayor parte de la vida nocturna, así como donde se producen la mayoría de los crímenes.
Los ladrones son comunes aquí, al igual que los adivinos, bailarinas, guerreros, borrachos y prostitutas. En general la atmósfera es tosca pero amistosa, y nadie está interesado a hacer preguntas a los desconocidos.
Ustedes se acercan por este lugar, aquellas descripciones son tan precisas porque a los ojos de aventureros tan avezados pueden notarlo, más aún aquello que todos conocen sobre esta importante ciudad.
Desde el este llegan Fendoriel, Akin y Dominic.
Desde el norte, Ryo y Gunter.
Un humano de mediana edad con coloridas ropas señalo a Akin, Doninic y Fendoriel.
Llevaba un sombrero con una gran pluma roja en un costado del mismo, colgando en su espalda y además de su mochila, colgaba un laud.
Mira pequeña, aquellos son tan extranjeros como nosotros preguntémosles donde hay una posada de calidad para una celebridad como yo.
El bardo hablaba en vos alta, todos pudieron escucharlo.
Luego de decir eso, se acercó presuroso a los tres aventureros.
Saludos nobles caballeros, mi nombre es Gunter, podrían indicarme donde encontrar una posada? El humano hizo una reverencia quitándose el sombrero.
- Mi nombre es Akin. Saludos. Me temo que no conozco ni posada ni celebridad.
¿Gunter Fragg? Cuidado, Johan Sebastian Mastropiero te va a robar algunas obras... incluída tu autobiografía.
Una niña de unos dieciséis años, de ojos rasgados y estrechos, cejas muy delgadas, color marrón oscuro. Reflejaban diversión y alegría. Vestía ropas alegres y divertidas, su piel presentaba un tono dorado. Acompañaba al humano de mediana edad de coloridas ropas.
¿ Seguro que no conoces ninguna? Somos nuevos en la ciudad y necesitamos un sitio para descansar -Dijo esbozando una enorme sonrisa
No se si Dominic haya estado antes en esta ciudad, pero por mi parte tampoco ha tenido la oportunidad de visitarla. Seguramente podamos buscar alguna posada juntos, así evitaremos el interés de algunos rateros.
El elfo que hablaba mostraba marcas de lucha reciente.
Y una vez más estaba en un lugar extraño para él. Dominic había viajado bastante, o eso creia, pero en las últimas horas ya había pasado por tres portales y visitado dos sitios nuevo. Por lo menos el frio de la zona no le afectaba y no tenía ningún problema en caminar por la nieve.
Al acercarse a la ciudad de Tarsis vieron que no eran los únicos en llegar. Un humano y una joven se apróximaban desde el norte. La joven era extraña, no sabía por qué. Pero el hombre era indudablemente un bardo, como confirmaron sus primeras palabras.
Lo que nos faltaba. Un bardo. Espero que no se nos pegue, porque si no adios a cualquier tipo de discreción.
Pues no, no he estado nunca en esta ciudad lo siento. Aunque sin duda alguna nosotros buscaremos un lugar tranquilo y apacible, y no una posada lujosa y espectacular para alguien de vuestra categoria maese Fragg.
Akin? Akin Sabosanco? JA!! Yo sin embargo si que te conozco! Y a Lord Shaguerrak por su puesto!
Dice el jubiloso bardo estrechando tu mano y sacudiéndola con fuerza.
Cuando quieras hacemos un concurso de tiro al pichon eh? Dice Shaggy que eres bueno, muy bueno ...aunque claro...de todo lo que dice el Lord la mitad lo inventa...y de la otra mitad..pues...la mitad es mentira JA!
El bardo observa entonces, por primera vez a los tres extranjeros...los observa atentamente...y agrega.
Y que hacen ustedes tres por aqui? Tan lejos de..¿Ginea?
-De veras? ...Pfff...Cuando vea a ese Mastropiero lanzaré un quiken esfera de aniquilacion a él y a todos sus estúpidos instrumentos informales...-responde molesto.
(aun me estoy riendo...:)
Akin no puede evitar sonreír.
- En este caso tiende a exagerar mucho, no es cierto que yo sea un gran tirador, he conocido a unos cuantos bastante mejores que yo.
Yo me llamo Ryo. – dijo llevándose la mano al torso. – Y el… –Dijo señalando a su acompañante. - …Es Celem. –Ryo miró al elfo y sonrió. – xiiiiiiiii, asi no correremos peligro de que nos roben. Por lo que veo ya habéis tenido algún problema. –dijo señalando al elfo. La chica se ajusto los ropajes para protegerse del clima del lugar.
- Nada que no pudiésemos solucionar, un regalo de un general orco.
Fendoriel se fijó en las raspaduras de sus ropas por las cuchilladas recibidas y aunque las marcas de su cuerpo habían desaparecido gracias a los cuidados de Azrael sus ropas no habían corrido la misma suerte.
De camino tuvimos un pequeño percante como bien ha apuntado mi compañero.
EL bardo se cayo por un instante y declaró exaltado...
Ya me acordé!!! El Galeón Hundido!!! Así se llama una buena posada que hay por aquí... Seguimos con esta divertida reunión allí dentro? Ya hasta me acordé como llegar.
Gunter da unos pasos hacia las casas (botes dados vuelta), como esperando que lo sigan.
- ¿Orcos dicen? Mi familia también tuvo problemas con los orcos. -Su rostro risueño cambio y se volvio ceniciento. - ¿Que me pueden decir de ellos?
- Mmmmm, no tengo pruebas definitivas, pero... parece que preparan la Gran Guerra.
¿ por casualidad a alguno de vosotros le suena el nombre de jackings ?
No me gustaría sonar como una persona insistente...
Peeeeeeeeroooo, está fresquito y se haría bien algo caliente.
Repito, podemos continuar la charla dentro de la posada no?
El bardo da unos pasos más alejándose del resto, se que que realmente tiene frío ya que se ha envuelto aún más con su capa.
La pluma roja en su sombrero se mueve agitadamente por el viento que se ha levantado.
Dominic no le prestaba demasiada atención a la conversación, cuanto menos caso se les hiciera a los bardos antes se alejaban. Aunque al conocer a uno de sus acompañantes las posibilidades de deshacerse de él habían disminuido drasticamente.
Ajeno como era a las inclemencias del tiempo no sabía cuanto frío hacía hasta que vio a la chica abrigarse un poco más.
Pero lo que más le sorprendió fue el cometario de la tal Ryo.
Cita:
Ignorando nuevament al bardo, Dominic se acercó a la chica un poco nervioso.
Perdonad, pero... ¿Donde habeís escuchado ese nombre? ¿Teneis alguna relación con él?
Sus palabras sonaron un poco más bruscas de lo que pretendia, con lo que trató de amenizar la pregunta con una sonrisa.
Fendoriel da unos pasos tras el bardo..
Seguramente hagamos mejor memoria en la posada que propone el señor Fragg.
Se dió cuenta de que tras la batalla contra los orcos no había tenido un momento de descanso, y además necesitaba recuperarse mentalmente de todo lo sucedido.
Ryo miró a Dominic, era evidente para ella que el había oído hablar de el. Ese monstruo mato a toda mi familia, y lo hizo deuna manera atróz regocijandose de ello, Ahora solo me queda mi padre, y lo tengo por que una poderosa clérigo le devolvió la vida. -Penso en añadir algo mas, pero no les conocía asi que se calló, aunque su rostro demostró el dolor que sentía al recordar esos hechos
Dominic asintio al comentario de la chica. Podía entender perfectamente sus sentimientos.
Mis condolencias por vuestra perdida. Yo le busco por motivos similares. Y aunque la gente de Escudo no se lo crea, también está relacionado con el ataque de los orcos. Pero bueno eso es problema de ellos.
Por unos intantes se quedó pensativo, recordando las imágenes de su mente. Al poco acabó con su ensimismamiento y volvió a la realidad.
Al parecer tenemos cosas que contarnos. Vamos a tener que ir a la posada que comenta el bardo.