Partida Rol por web

El cetro de la Ola de Frío I (La muerte de Haldir)

E3.- Un éxodo para el guardián

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09/02/2014, 03:44
Director

El grupo de mercenarios avanzó hasta donde se encontraba la guarnición de la ciudad, justo a un par calles de inmensa puerta y aun por sobre la muralla. La edificación que la ciudad presentaba como hogar y base para sus tropas era un lugar amplio, bien fortificados, de gran altura, aunque claramente viejo. Para entrar había que cruzar una pequeña barricada de metro y medio de altura cuyo portón era custodiado por 4 hombres que no se mostraban realmente muy despiertos y casi habían permitido el paso por costumbre. De las torres de vigías a los costados del portón se podían ver también guardias, aunque de nuevo, no parecían muy concentrados en vigilar lo que sucedía en los alrededores. Para los mercenarios empezaba a hacerse notorio que la férrea vigilancia que había en el exterior no se presentaba de igual forma en el interior.

Ya dentro de la guarnición, fueron conducidos hasta las cocheras en las cuales se les ordeno, aunque sin mucha insistencia que dejasen sus armas junto a la carreta para ser conducidos al interior del edificio. Y aunque los mercenarios se mostraban poco gustosos de llevar a cabo tal acción, les era claro que la tranquilidad en las palabras de los guardias, fácilmente podría cambiar.

Así, dejando atrás la carreta en el exterior, el grupo de adentró al edificio no sin antes percatarse de que los guardias en las cocheras ya empezaban a conversar a viva voz sobre los extraños personajes que acaban de llegar y el extraño cargamento que llevaban consigo.

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09/02/2014, 05:00
Director

-No, no hay ningún indicio de que sea esa cosa y no me interesa saberlo. Si se acercan a las murallas los recibiremos como se merecen- dijo una voz al otro lado de la puerta de la habitación hasta la que los habían conducido.

-El conde elector no estará contento con eso, tu trabajo…-

-Mi trabajo es dar seguridad interior y exterior a la ciudad, nada más. Yo no soy uno de ustedes, ustedes son los que se dedican a buscar amenazas hasta debajo de las piedras, es una lastima que sirvan a una sola persona y no a todo Stirland- sentenció la misma voz con tono severo e interrumpiendo a una segunda voz que había surgido momentos atrás.

Uno de los guardias que acompañaba a los mercenarios llamó al comandante de la guarnición, quien al parecer era un capitán del ejército imperial cuyo nombre era Bram Suler, y quien resultó ser el propietario de la primera voz que habían escuchado. El hombre a su lado, que era quien había hablado en segunda ocasión, vestía ropa de civil de aspecto común y tenia un aspecto poco llamativo, si lo hubieran encontrado en las calles de la ciudad en otro momento, no le habrían tomado importancia a su presencia.

El capitán, quien tenía un aspecto de estar molesto y muy apurado, fue quien empezó la conversación. –Carezco de tiempo por lo que iré al grano y les pediré lo mismo a ustedes. Se que no son una amenaza para la ciudad o al menos no una amenaza perceptible; y mas importante aun, no son orcos- indicó mirando a su acompañante, casi como quisiese resaltar ese hecho.

-Seamos concisos, necesito saber que buscan en Wurtbad, de donde vienen, a donde van y que llevan en su carreta. Esto es mero tramite, así que por favor, eviten contar esa historia del ataúd, si quieren salir sin problemas de aquí les aconsejo hablar con soltura-.

Notas de juego

Grii: Tira entonces percepción +15, dado que no tienen ningún conocimiento que te sirva, si superas la tirada has consecuentemente otra de inteligencia -10.
Todos: He abusado un poco con el avance en la trama para recuperar el tiempo perdido.

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10/02/2014, 01:30
Grii XI Melenarroja

Avanzaban por las calles de la ciudad a paso lento y sin quitar el ojo de los establecimientos que allí se encontraban. Una ciudad era una oportunidad que no podían desaprovechar, porque era allí donde un artesano, y sobre todo un enano podía sacarse una buena suma solo por poner su habilidad en una forja. No todos los días tiene uno la suerte de tener un menestral enano en su forja... 

Cuando llegaron y les obligaron a dejar las armas fuera la situación se volvió un poco mas tensa para el. Apartarse de nuevo de sus armas, le hacía sentirse desnudo, y si encima llevaban lo que llevaban... 

Así que esperó a un lado esperando a que "los mas versados en el arte verbal" decidieran que hacer y decir. El sin duda podría meter la pata hasta el fondo y empeorar la situación así que siguió mirando cuantos eran, como iban armados, sitios por los que escapar y demás datos que uno siempre necesita tener analizados antes de que llegue el momento de poner otras acciones en marcha.

- Tiradas (2)

Notas de juego

- Percepción bien superada y con mucho margen.

- En la ficha no tengo daga, no tengo verdad? Me tendré que hacer con una.

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10/02/2014, 09:49
Sir Gerard LeBlanc

Aunque el edificio de la guarnición se veía algo antiguo a la vista cuando apareció ante sus ojos, sí que parecía más que apto para poder usarse como posición segura en caso de ataque. De lo que ya no estaba tan seguro es de a cuántas personas podrían refugiar allí dentro, pero esperaba que en ningún momento se tuviera que llegar a eso. Es decir, esperaba que el peligro que hubiera fuera de los muros no fuera tan peligroso como para que hubiera que tratar de poner a salvo civiles dentro de ese edificio. Al menos, en Bretonia las cosas se hacían así: cuando atacaba una gran amenaza, los campesinos se refugiaban en el castillo de su señor para protegerse.

Una vez estuvieron dentro y dejaro n el carruaje en los establos, los guardas les pidieron de la mejor manera posible, pero con firmeza, que dejaran las armas allí. Comprensible, aunque resultaba incómodo. Gerard se quitó el cinto con la espada y lo dejó en su montura, con cuidado. La espada natal era muy importante para él y no quería que le pasara nada. Una vez solucionado eso, les metieron en el edificio, sin disimular muchos de ellos al hablar sobre el grupo y sobre lo que llevaban.

Cuando llegaron a la puerta que parecía ser su destino, el bretoniano pudo escuchar parte de la conversación que ocurría allí dentro. Alguien no parecía demasiado contento... ninguna de las dos personas que se oyeron. Al entrar por acción del guardia que les acompañaba, una de dichas personas quedó claro que se trataba del comandante de la guardia, un capitán imperial de nombre Bram. Se le veía algo preocupado o nervioso y fue directamente al grano con ellos. Quería una explicación y habría que dársela, pero quizás era mejor no entrar en ciertos detalles.

- Mi nombre es Sir Gerard LeBlanc, caballero bretoniano del ducado de Carcassone - dijo, de nuevo notándosele el acento al hablar -. A mis compañeros y a mí nos han pedido que llevemos el féretro que portamos en nuestro carro hasta Bechafen, por orden de un noble, desde el lugar en que se encontraba, en la Asamblea. Dentro del mismo sólo hay un cadáver, nada más. Y en Wurtbad no buscamos más que, en todo caso, pasar la noche para poder seguir nuestro camino, que aún es largo.

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10/02/2014, 19:55
Aenalor

Una vez en la guarnición, espero tranquilamente, escuchando las voces que llegan de la otra sala. Por lo que parece, nuestros temores eran ciertos y este pueblo era acosado por lo que parecía una partida de orcos, o quizás algo más vista la preocupación que se veía en sus rostros y comentarios.

Lo cierto es que, lo que habíamos visto había dejado mucho que desear. Guardias poco profesionales que parecía que odiaban su trabajo, en vez de preocuparse de la seguridad de aquellos que pagaban sus sueldos.

Cuando por fin se dirigen a nosotros, di un paso hacia adelante para saludar y hablar, pero entonces el caballero se adelantó a mis intenciones, lo que hizo que retrocediera ese paso y permaneciera esperando a que la explicación de Gerard fuera de su satisfacción. A pesar de todo lo que pudiera parecer, era la pura realidad.

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11/02/2014, 00:29
Gurnik Revientacraneos

A pesar de las tranquilizadoras palabras del alto elfo, Gurnik no podía dejar de tener la mosca detrás de la oreja. Fue todo el camino pendiente de que sus escoltas no hicieran nada raro. Poco tardaron en llegar a su destino, la guarnición de la ciudad, que pese a tener un aspecto en cierta manera imponente, era un edificio ya viejo, con un muro de escasa altura por el que no costaría saltar y unos guardias poco predispuestos... menos mal que los muros y vigilancia externa eran de fiar.

Nada mas entrar les condujeron hacia los establos, donde "aparcaron" el carromato, y les pidieron depositar las armas. La mosca que el matador llevaba detrás de la oreja terminó por picarle. Aun consciente de que negarse podía ser peligroso, el enano se pronunció en su tono mas cordial, pero con cierto deje (no intencionado) de reticencia:

-No dejaré mi arma aquí tirada, si así lo deseáis entraré sin empuñarla o portarla, pero la quiero tener a la vista. El que nos vaya llevar a donde se nos solicite, que la lleve... - dijo al mismo tiempo que la tendía hacia los guardas, dando por hecho que aceptaría, pues ya bastante había cedido el enano.*

Una vez dentro, escuchó una voz marcial hablar contra otra mas apagada, poca atención prestó hasta que escuchó la palabra Orco. Tras dejar hablar a su compañero, que dió lo solicitado por su interlocutor, habló:

-Orcos, mierda, esos jodidos estan en todos lados. Os están atacando? Donde, cuantos son?

El matador hablaba como un perro rabioso, deseoso por que lo soltasen para atacar a su presa.

Notas de juego

* Asumo que no hay problema en esto, de haberlo, corrige como creas conveniente master.

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11/02/2014, 14:06
Resha Leva

Una vez cruzadas las puertas y llegados hasta la guarnición, los guardias nos indicaron que dejásemos los caballos en las cocheras. Antes de continuar se solicitó que dejáramos las armas junto a la carreta, esto causo malas miradas y respuestas airadas por parte de mis compañeros.....el poder está en mí esto es una mera vara..... pienso mientras dejo el bastón junto a la carreta.

Nos llevaron a la presencia de su capitán, este sin andarse por las ramas preguntó por nuestro propósito en la ciudad y lo que llevábamos con nosotros. Gerard adelantándose a nosotros empezó a contestar a estas preguntas, ya que había sido él el reconocido por los guardias era lo mejor que se podía hacer.

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20/02/2014, 22:42
Director

-Maldita sea- gritó el capitán Bram Suler, -es que me están tomando por imbecil?- preguntó sumamente molesto. –Ni el niño mas imbecil de la ciudad confundiría esa cosa con un féretro, si así lo fuera, no sería tan grande, o es que llevan allí a un importante noble o un legendario héroe?- preguntó el capitán con sarcasmo y molestia.

-Es posible, mira quienes conforman a su grupo, tienen con ellos hasta a un matador- dijo el otro hombre en tono de asombro y cuestionamiento.

Gurnik por su parte, dando por hecho que la respuesta de Sir Gerard había sido suficiente hizo sus comentarios propios, exasperando aun más al capitán.

Atacándonos?, has visto algún tipo de batalla del otro lado de las murallas?-. Apuntó de saltar en ira el capitán optó por calmarse y explicar un poco mas las cosas a fin de darles oportunidad de recapacitar. –Orcos han asediado a los pequeños poblados a las afueras de la ciudad por sobre el camino que viene de Worden, han saqueado granjas y asesinado a los pobladores. Mucha gente se ha atrincherado en sus comunidades o han decidido refugiarse en la ciudad, por eso estamos hasta el tope; y para colmo ahora hay una plaga de ladrones- refunfuño mirando a su acompañante como si se quejase.

-No tememos un ataque pero hemos preferido mantenernos alerta, sobre todo por si optan por infiltrarse de algún modo. Hasta donde hemos conseguido informarnos, el grupo de orcos es pequeño, no superior a dos docenas. Curiosamente quienes han sobrevivido aseguran que un espectro los lidera, lo cual simplemente no tiene congruencia- detalló el capitán dando por sentado que les había dado suficiente información como para que ellos hicieran lo propio.

-Ahora, les preguntaré de nuevo, que es lo que llevan en su carreta?-.

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20/02/2014, 22:59
Leopold

-Decimos la verdad, llevamos a un cadáver; pertenece a un noble elfo tal como usted supone. Lo llevamos a Talabheim, allí nos pagarán por entregarlo. Lo hemos envuelto en telas porque su féretro es realmente un ataúd de hielo. El elfo que viene con nosotros es realmente un poderoso mago alto elfo, el ha creado un ataúd de hielo para conservar su cuerpo hasta nuestra llegada a Talabheim- Indicó Leopold hablando con soltura y una voz algo mas firme de la que solía caracterizarle.

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20/02/2014, 22:59
Director

Sin mirarle siquiera ni preguntarse por quien había hablado, el capitán Suler se mostraba sorprendido. –Has escuchado?- le preguntó al otro hombre el cual cabria decir estaba entre sorprendido e intrigado, no obstante este no parecía reaccionar al contenido de las palabras sino a las mismas, mirando con sus ojos en todas direcciones, se mostraba claramente confundido, como si no entendiera que había pasado.

-Un alto elfo! Ahora lo entiendo, son un grupo como aquellos que existieron la guerra de la tormenta del caos, aquellos clanes variopintos de mercenarios que se formaron durante la guerra. Lo recuerdas?- preguntó el capitán, -yo mismo vi combatir a algunos de esos grupos-.

Ahora, con un gesto cambiado en su expresión, el imperial no se mostraba ofensivo sino más condescendiente. –Desconozco cual es camino final, pero considero que su presencia aquí es bienvenida. Id en paz entonces y no den problemas. Ah, y cuiden sus cosas, los ladrones están a la orden del día y un grupo tan llamativo seria un objetivo invaluable-.

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20/02/2014, 23:01
Director

Notas de juego

No sabes si puedes ayudarles de algún modo trabajando para ellos, pero ves lo siguiente en su vestimenta:
 

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20/02/2014, 23:37
Sir Gerard LeBlanc

Gerard estuvo a punto de darse una palmada en la cara con fuerza tras las palabras del matador. Con lo bien que había empezado él intentando expresarse de la mejor forma posible ante el capitán y tenía que salirle la vena de buscador de muerte en ese momento. ¿Por qué no había esperado, simplemente, a que les pidieran ayuda si la necesitaban? Actuar así dudaba que fuera a ayudarlos.

De hecho, inicialmente Suler desconfió abiertamente, porque no se creía el que llevaran realmente un féretro. Ya iba a intentar LeBlanc intentar convencerle con su mejor tacto, o dejar que lo intentara Aenalor, cuando Leopold entró en juego y, seguramente para sorpresa de todos (para él desde luego) les salvó la situación. De nuevo, parecía que el chico era toda una caja de sorpresas. Tras su intervención, Bram estaba mucho más relajado y tranquilo, permitiéndoles marchar, así como aconsejando que tuvieran cuidado con sus cosas por los ladrones que había en la ciudad.

Antes de alejarse, el bretoniano no pudo evitar preguntar algo:

- Monsieur, si no es molestia que le pregunte, ¿una sóla docena de orcos han atacado tantos poblados y causados tantos problemas? ¿Y qué es eso de que mencionan a un espectro?

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23/02/2014, 15:04
Resha Leva

Las preguntas realizadas por el capitán de la guardia eran las normales que cualquier protector haría a unos desconocidos que entran en su ciudad en tan excepcionales condiciones. Ahora las respuestas siempre podían causar un problema, era difícil aceptar que un "féretro de hielo" contenía a un mago elfo. Y así nos lo confirmó el capitán, cuando parecía que esto nos causaría un problema Leopold silencioso hasta ese momento intervino......Parece que traerlo con nosotros no ha sido tan malo.....

Un ligero suspiro sale de mi boca....la que se podía haber liado... El nerviosismo que mostraban los habitantes de la ciudad podía ser demasiado tan solo por unos pocos orcos, otra cosa era la aparición de un espectro como líder de estos seres. La verdad es que esto no era nuestro problema y si que lo podrían ser los ladrones de los cuales nos había advertido. Estoy apunto de dar las gracias al capitán por su bienvenida y sus consejos, cuando Gerad hizo una pregunta mas sobre los problemas que acuciaban a la ciudad.

 

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23/02/2014, 21:58
Aenalor

Al oír las palabras del muchacho no puedo más que sonreír mientras niego con la cabeza. Finalmente, y de nuevo, se demuestra que ir con la verdad por delante te abre más puertas que intentar engañar.

Como cabía esperar, un grupo como el nuestro no era algo que pasara desapercibido, y a pesar de la advertencia del capitán, no creía que nadie fuera tan estúpido como para atacarnos. Sería casi como un suicidio ¿y para qué? 

El tema de los orcos era harina de otro costal, y el que hubiera una patrulla orca dirigida por un espectro hacía que me pareciera mucho más raro todavía. ¿Acaso no fueron huellas de orcos lo que vimos en el bosque de los elfos? ¿y acaso no fue una magia poderosa e imbuida de caos la que rompió las protecciones del templo? con esos tenebrosos pensamientos, miro a Resha para transmitirla mi inquietud, aunque tras un primer vistazo parece que sus preocupaciones no son las mismas que las mías.

De esta forma, vuelvo mi atención de nuevo al capitán y a la pregunta realizada sobre el espectro.

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25/02/2014, 02:01
Grii XI Melenarroja

El pequeño le había sorprendido con la madurez con la que había hablado.

Sin duda este niño es una caja de sorpresas...

El hecho de que la zona estuviera infestada de orcos no tenía por que tener relación con ellos, pero cuando mencionaron el tema de un espectro la cosa cambió. No estaba seguro hasta donde podría haber afectado su paso por el templo, pero probablemente esos engendros estuvieran buscándoles a ellos, al niño, al báculo o a cualquiera que tuviese relación...

O no... Pero nunca estaremos seguros de ello si no arreglamos esto y de todas formas, los caminos estarán infestados de orcos y no podremos ir a ninguna parte...

Así que Grii se dirigió al Capitán:

- Capitán, me presento. Soy Grii XI del clan de los Melenarrojas. He podido observar que utilizais armas de fuego, y he de decir que soy un experto en ellas. Estaría encantado de echar un vistazo y reparar las que estuvieran mal al precio adecuado si lo necesitáis. No todos los días cuenta uno con un experto enano en ingeniería de este tipo...

Dichas estas palabras, esperó a que el capitán o sus amigos abrieran la boca. Sin duda ellos también sabrían con certeza el peligro de salir con orcos alrededor, y con una mirada de preocupación al escuchar las palabras sobre orcos así les hizo saber como se sentía. Había que pensar en que hacer, tampoco convenía quedarse en esa ciudad asediada para siempre.

 

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25/02/2014, 22:54
Gurnik Revientacraneos

Gurnik enarcó una ceja al escuchar al joven. Sin duda tenía mas cambios de los que cabría imaginar de un niño humano. No obstante este le había sorprendido para bien.

Estaba un saliendo de su asombro el matador cuando escuchó la contestación de su interlocutor y se fijó en los gestos de unos y otros, en especial la del elfo. Las palabras orcos y espectro resonaban en su cabeza. Allí se cocía algo fijo, y seguramente tenía que ver con ellos, su misión, y los extraños hechos del templo.

-Quizá pudiéramos ayudar con el tema de los orcos y los espectros, a cambio de ayuda para nuestro viaje.

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28/02/2014, 09:19
Director

-¿Tantos?- preguntó el capitán con cierta curiosidad ante la expresión del bretoniano. –La cuestión no está en cuantos son y cuantos lugares han atacado en la realidad, lo importante son los hechos y como atenderlos. En cuanto al espectro, no es asunto mío, llámalo fantasma, cadáver, o lunático vestido con telas; para mi esa historia no es mas que producto de la histeria y no me interesa hablar al respecto-. Dijo el capitán tajantemente regresando parcialmente a su comportamiento anterior.

Luego escuchando las palabras del señor enano, el capitán Suler respondió –Es verdad un experto enano en ingeniería de armas de fuego no es algo que se vea todos los días, pero tampoco se ve todos los días el dinero suficiente para pagarle por su trabajo. La palabra adecuado no me gusta y no la entiendo. Puedo decirte que aquí tenemos ingenieros, podrán no estar a la altura pero hacen su trabajo; si tu intención es ayudar puedo pagarte el salario diario de cada uno ellos por trabajar a su ritmo mañana, solo preséntate conmigo al amanecer-. Sus palabras probablemente no habían gustado del todo al enano, aunque este entendía que era verdad, si tuvieran realmente dinero ni siquiera se necesitaría de su ayuda. –No obstante- hizo una pausa el capitán mirando a su silencioso acompañante, -pueden intentar molestar al conde elector y si consigues que el te pague, por mi puedes trabajar al precio que gustes para mejorar nuestro equipamiento. Yo lo he solicitado por largo tiempo sin respuesta alguna así si lo consigues hasta te sumaria el doble salario de un armero de la fortaleza a lo que te pague el conde-. Concluyó sonriente, como quien a contado un chiste para si mismo.

-El enano no conseguirá siquiera cruzar la puerta- murmuró el otro hombre sin prestar mucha intención a la conversación y mas interesado por descifrar algún enigma que solo el veía en los allí presentes.

El último en hablar fue Gurnik quien formulaba una propuesta un tanto audaz y que quizá podría sonar tentadora, aunque estaba olvidando probablemente que ya tenían una misión encima la cual los obligaba a estar en las próximas horas muy lejos de Wurtbad.

-Creo que he de responderle lo mismo que al otro enano, si esperan una recompensa cuantiosa por ello, lo mejor es que busquen a alguien con dinero para que acepte su trato, por mi parte puedo ofrecerles los viáticos para su excursión, el pago diario de un soldado y la certeza de que a su regreso se hará publica su hazaña con la recompensa moral que eso implicará con respecto a los habitantes de la ciudad. Por otro lado, si las cosas siguen así, probablemente en dos o tres días mas, los nobles de la ciudad se verán obligados a ofrecer recompensas a grupos de mercenarios o incluso a enviar grandes contingentes para acabar con el problema; así que si su interés es hacer dinero, esperar un poco sería lo mas conveniente-. Concluyó el capitán con la noción de que un grupo tan especial como aquel no trabajaría por poco dinero.

Notas de juego

Todos: Disculpen la tardanza, espero ahora recuperar el ritmo. Por lo pronto estoy dándole prioridad a las partidas que deben terminar pues en teoría para Junio o Julio ya prácticamente solo debería quedarme con ésta.

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28/02/2014, 18:22
Sir Gerard LeBlanc

Ante la respuesta y, especialmente, el tono del capitán, Gerard decidió no hacer más preguntas ni insistir más en el asunto. No quería cabrear al hombre y tampoco tenía ganas de acabar siendo ofendido. Asintió, pues, como respuesta a lo que Suler dijo, esperando a que respondiera sus compañeros enanos, que eran los únicos que habían hablado aparte de él.

Algo le decía que, ante la posibilidad de que pudieran ganar más dinero por hacer frente al grupo de orcos, ambos enanos, Gurnik sobre todo, querrían quedarse un poco más allí por poder lograrlo. Y él no estaba nada seguro de que fuera recomendable.

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02/03/2014, 19:51
Resha Leva

Aunque supongo que el ofrecimiento de los enanos ha sido con la mejor de las intenciones y debido también ha su odio por los orcos, quedarnos en la ciudad mas tiempo del necesario podría obligarnos a retrasar innecesariamente el viaje. No se hasta que punto podríamos retrasarnos antes de que el bloque de hielo donde se encontraba el "guardián" empezara a descongelarse.

 - Le agradecemos el ofrecimiento de trabajo y las recomendaciones que nos ha dado ante el peligro de los ladrones. Pero deberíamos retirarnos y buscar un lugar donde descansar esta noche. Gracias por atendernos capitán.

Intento acabar con la entrevista, antes de que terminemos con varios del grupo encabezando una patrulla de castigo contra los orcos o peor que todos vallamos en esa patrulla. Esto debería hablarse en privado y que el grupo decidiera que era la mejor manera de actuar.

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02/03/2014, 23:08
Aenalor

Finalmente, el capitán había demostrado que era otro capitán más que no sabía prestar atención a los comentarios de la gente. Si de verdad supiera lo que es un espectro, no creo que estuviera tan tranquilo e intentaría averiguar si realmente había uno o no.

El caso es que no teníamos tiempo de investigar y averiguar qué estaba pasando en la zona, por lo que sus opciones eran totalmente inaceptables, pues había cosas más urgentes que hacer y que requerían de toda nuestra atención, por no mencionar a Leopold, que no me gustaría tener que llevarlo a una misión de esa índole.

Así, sin decir ni una palabra, mire a los presentes antes de seguir a mis compañeros y abandonar los aposentos de la guarnición.