Ante la amenaza de su casi-suegro, Dagomaru no pudo más que balbucear nervioso buscando una respuesta coherente que no le hiciera parecer más estúpido de lo que ya estaba pareciendo mientras balbuceaba. Los nervios mezclados con el miedo mezclados con una dosis de intolerancia al enfrentamiento le hicieron quedarse callado finalmente. Incluso se encogió ligeramente cuando Kruger le gritó.
Lo pero llegó cuando Aratani le soltó un tortazo, y Roures le dió aquel toque de atención. Lo peor de todo es que después de todo, sería él quien recibiera los palos. Resignado, lanzó un largo suspiro quedando en un segundo plano, en silencio. - Creo que llamaré al otro grupo para ver si han encontrado algo. - murmuró, mientras se dirigía a la salida de la habitación y sacaba el teléfono móvil, para llamar.
Aratani se encogió de hombros.
Es mejor que nos vayamos, parece que aquí no hay nada. Posiblemente esté por ahí por el hotel o tal vez haya ido a visitar la ciudad. -Comentó suspirando y yéndose hacia la puerta-. Deje las tecnologías, joven -Decía en un inglés sin acento-, o las neuronas le comerán la tecnología... Bueno, no sé como se dice... Lo mejor es ir al restaurante.
Y así, sin dar a que el bueno de Dagomaru pie a que llamase a sus compañeros, les obligó a irse para dejar que la limpiadora limpiase el desorden de la clienta.
Tras pasar por recepción y dejar la llave de la habitación, el resto del equipo se reunió con los tres que ya estaban en la mesa de antes hablando de sus cosas. Por sus expresiones no parecían que estuvieran conversando sobre algo feliz...El caso es que allí, estaban todos reunidos, dispersados por la mesa con ideas diferentes con respecto a las diferentes habitación.
No postear, os paso a una nueva escena.