Partida Rol por web

Salgo del bosque después de mi búsqueda frustrada de las hiervas. En el libro decía que en esta zona habia abundante madreselva, mañana tendré que intentarlo de nuevo. Me fui alejando del bosque hacia el pueblo. Seguro que Lutros estará bien en el bosque digo mirando hacia atrás.
Me dirijo por la calle principal del pueblo y encuentro una posada, por su aspecto parece bastante concurrida, parece el lugar ideal para tomar un descanso. Cuando me adentro en El ojo del Tuerto me quedo sorprendido ante la variedad de su concurrencia, pero una mujer llama especialmente mi atención. No tenia ni idea de la presencia de otros druidas por esta zona Me acerco a ella y comienzo a presentarme.
-Hola mi nombre es Amirgin. Me sorprende encontrarme con otra druida por la zona.

El posadero recorre su posada sirviendo según le han ido pidiendo, "dos aguas, un palillo, dos vinos, una de comida. Espero llevarlo todo.

Con suma diligencia sirve las comandas a cada persona, "su agua y su palillo, señor", se acerca a la señorita, "tenga su vino", ya así hasta repartir el resto.

Con un leve cabeceo, Airem saluda al druida recién llegado. Buenos días, soy Airem Shaleen -dice mientras sonríe, al darse la casualidad de encontrar uno de los suyos- Supongo que no te lleva nada concreto aquí, nuestros bosques quedan algo lejos... -susurra algo ausente, desviando la atención hacia otra parte. Pero entonces, el enano deja delante suyo el vino y Airem lo olfatea levemente. Arruga un poco la nariz al darse cuenta que ese vino era peor de lo que pensaba, pero le da igual. Sin esperar a que Amirgin reciba su pedido, alza la copa y brinda formalmente.

Por los druidas!

Y vacía la copa de un buen sorbo.

Termina de comer y se alza ante su plato ya vacio y se acerca a la barra frente al enano y pide la cuenta de lo consumido (*).
-Perdone posadero, ¿puede indicarme de alguien en este pueblo que desee el fiel servicio de una persona fuerte en la que pueda ayudar para ganar un poco de salario? o si conoce de algun empleo temporal aun mejor, pero porfavor, nada que sea degradante...- con una ceja arqueada y mirando al enano desde su altura espera pacientemente una respuesta.

Virgil recoge con agrado el vaso de vino que le ofrece el posadero a la vez que escucha las palabras de un monje, el cual esta buscando un trabajo para ganarse algo de dinero.

"Señor, lo suyo..., 5 piezas de plata", responde a Namesis al pedirle la cuenta.

"Hombre, si se acerca a alguna de las ciudades más grandes seguro que encontrará algo de lo que busca", responde encogiéndose de hombros.

"¿No ha oído hablar de Bajomontaña?. Podría ir allí en busca de aventuras", dice con una risa que parece ocultar algo.

Escucho en nombre de BajoMontañas. y de repente noto como una luz cercana empieza a iluminar más y más.

Debe de ser este una señal de Pelor

Me acerco hacia la barra.

Digame buen enano, que cosas importantes están ocurriendo es ese pueblo que acaba de mencionar

¡¡¡Bajomontaña!!!, Virgil se gira hacia el monje y el clerigo tan rapido como puede...No vayais a bajomontaña, pase cerca de alli hace escasos 2 dias, los lugareños de la zona hablaban de algo demoniaco, algo habia pasado en bajomontaña. Si apreciais vuestra vida no asomeis vuestra presencia por aquellos lares. Virgil mira al posadero intentando encontrar algun gesto de desaprobacion por el inoportuno comentario que acababa de hacer.

Mira al clérigo alborotador que entró predicando en su posada y le dice con tono irónico, "pueblo, pueblo, me parece que Bajomontaña más que un pueblo es el mayor de los cementerios de todo Faerun".

Algo más serio continúa, "muchacho, Bajomontaña se encuentra en las entrañas de Aguas Profundas, y dada vuestra pregunta creo que estáis aún muy verde para poder siquiera llegar a la taberna por la que podéis descender allí"

¡Ja, ja,ja! Mira al paladín, que se nos ha hecho caquitas. Me ofrezco voluntario a acompañar a quién no se acobarde ante unas absurdas historias de viejas.

Si hubieras visto el rostro de aquella gente contando lo acontecido cambiarias de opinion. Pero si he de demostrar mi valentia y haceis una peregrinacion hacia el lugar, tened por seguro que os acompañare en vuestro camino.... Dijo Virgil vivazmente al Guerrero mientras se terminaba el vaso de vino que minutos antes le habia servido el posadero.

... ¿Era yo quien iba en busca de aventuras no?... Piensa para si mientras ha contemplado la escena, pregunto por un lugar en donde podía ganar alguna que otra moneda de oro y ha visto como mas de un aventurero se le a echado encima para irrumpir su conversación con el enano que se ha visto avasallado por las preguntas y la locura del soldado (*) aun así, el miedo se le acerca, lo rodea y lo envuelve mas no penetra en el, su curiosidad innata por conocer el mundo le hace perder aveces el juicio razonable e ir directo a la muerte segura. Pero esta vez… tiene un sentimiento agradable rondándole el ambiente...
Aun así Suelta el dinero (*) y sale de la taberna a tomar un poco de aire fresco, con su mochila aun al hombro se sienta a la sombra de un árbol mirando uno de los extremos del camino, justo el camino por donde no vino, y acomodándose en el musgo del árbol, descansa respirando aire limpio y tranquilo sin nadie a su alrededor…

Virgil se da cuenta que su intrusion en la conversacion ha molestado al monje y sigue sus pasos hasta fuera de la posada, una vez fuera, se acerca a Namesis y se presenta.....Perdona que te moleste, me he metido en una conversacion que no era de mi incunvencia y he notado tu molestia al respecto, vengo a presentarte mis disculpas y a presentarme.

Soy Virgil Bayard, un iniciado paladin que ha dejado de ser el pobre escudero de Fardius Singlar para forjar su destino a traves de estas tierras. Soy seguidor de Heironeus el dios del valor.

Virgil alzo su cabello a la altura de la nuca para enseñarle al monje el tatuaje que se habia hecho grabar de su Dios.

Se mantiene tranquilo si vista fija en el horizonte y parece que esta próximo a alcanzar el zem (*) pero una figura que se aproxima a el hace volver a poner su espíritu en el interior de su cuerpo y seguidamente se pone en pie ante el paladín. - "Asi que paladín..." -Saludos Virgil Bayard mi nombre es Namesis Oglan, pero puedes llamarme Nam para abrevia- sonríe de medio lado y respira profundamente antes de volver a pronunciar palabra, como buscando que decir, pero de repente irrumpe en su cabeza una pregunta que suelta como si fuese una bala, sin pensar en consecuencias o en daños colaterales...
¿Que sabes de Bajomontaña? - mira a los ojos al paladín buscando toda la sinceridad en su respuesta.

mientrastanto, dentro en la posada...
después de la conversación acalorada y de que el hombre silencioso y el guerrero llorón salieran de la taberna, me levanto y digo en voz alta... -Ya que algunos se hacen el valiente, quiere alguien demostrarlo con un duelo? he oido al posadero decir que hay una arena detrás... mira a su alrededor a la expectativa... un poco de ejercicio antes de ir a dormir no me irá mal

-Encantado de conocerte Airem Shaleen.
Cuando Airem propone el brindis me doy cuenta que todavía no he pedido nada, así que le hago un gesto a la druida para que me espere mientras voy hasta la barra a pedir.
-Una buena jarra de aguamiel posadero. Espero a que me la sirva, hoy parece que tiene bastante trabajo y luego vuelvo a sentarme junto a Airem, cuando de repente una mujer se levanta en busca de un duelo.

Spoiler (marca el texto para leerlo):

le digo a Airem.

Luego de recorrer un largo camino durante varios días mis energías están agotadas. -Debo hallar un lugar para descansar. A lo lejos diviso una construcción,- Parece haber una casa me dirigiré hacia halla tal vez puedan ofrecerme un lugar para descansar y algo de provisiones, al acercarme veo que en realidad es una posada –El Ojo del Tuerto, dice un cartel en el frente, -¡que suerte al fin podré comer algo decente! Me dirijo hacia la entrada con cautela, paso junto a dos sujetos que están ablando algo de bajomontaña, los miro disimuladamente y entro. Una vez adentro me dirijo al mostrador, dejo mi bastón a un lado y mi mochila en el suelo -me da una coca zero⁽¹⁾ y el menú por favor, le ordeno (amablemente) al enano que atiende, parece muy amable por cierto. Mientras hablo con el posadero los gritos de una mujer llama mi atención, dice que si alguien se quiere pelear con ella, lo que me hace dibujar una sonrisa que intento disimular, Giro mi cabeza hacia ella la observo un instante y vuelvo a mi asunto (la coca).

Virgil con voz tembloros y algo agitado comienza a narrar las historias que habia oido de camino a la posada........Dicen los lugareños que...............................y poco mas puedo contarte, solo que parece estar infestado de maldad cada rincon y cada orilla de Bajomontaña.

Lo siento dama, pero mi código me impideatacaros. Sin embargo si alguien desea entrenar las artes bélicas un poco conmigo para engrasar los musculos y perfilas lo arcano. Estoy dispuesto a ello.

Que me dice posadero.