Partida Rol por web

El Concilio de los Cinco Clanes

Refugio del Círculo de Plata

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05/09/2015, 16:02
Benjamin "Ben" Zarpa-compasiva Hutchinson

Se mantuvo al margen mientras Alex les daba la explicación, su faz cansada ahora además demostraba encontrarse consternada y hambrienta. Caminó hasta donde estaba lo que había quedado de la comida que con tanto esmero Alex había estado cocinando toda la mañana.

Miró su reloj: 4:00pm

En un par de horas empezaría a oscurecer.

Cuando Tyler bajó del segundo piso, Zarpa-compasiva le dedicó una mirada, tenía que decirle algo, si no se lo decía sería tan cómplice del funesto destino que podía esperarles, si acaso el pilar, uno de los bastiones que conformaban la manada se caía. 

No, los chicos no tienen que vivir las angustias de aquella silenciosa enfermedad. 

"No debes inmiscuirte Ben" le había dicho Larissa antes de marchar, sin saber que no tenía porqué decírselo, pues era algo que el ya mismo había concluido. Pero había algo en lo que sí debía inmiscuirse. 

Continuó oyendo los cliath tenían buen corazón, eso nadie lo podía cuestionar. Era quizás su punto más fuerte...

- Halcón y búho han pedido que la lleven al norte. Will ha dado su palabra ¿sabes que pasaría si no la cumple? -interviene el athro, dejando que los chicos se tomen el tiempo de pensar en lo que acarrearía semejante cosa- No hay lugar más seguro para Helen que el protectorado del Norte, está la manada del Rey, los soldados del Rey, el mismo Rey Albrecht. Se que no lo conocen, pero denle una oportunidad para que puedan entender porqué algunos lo admiramos...

Se acercó a Jane y la rodeo con un brazo, el athro notó la ansiedad creciente de la joven y decidió mantener su presencia junto a ella, hasta que la sensación le pasara; secretamente a él y a ella. Tanto odio, tanta matanza, tanta frialdad empezaba a carcomerle el alma, se hundía cada vez más en ese fangoso "momentum" que se alargaba y con alarma lo empujaba hacía una depresión de la que quizás no pudiera salir intacto si lograba salir en lo absoluto.

Pero no tenía que suceder en ellos. No semejante cosa entre tanta juventud.

Sonrió de manera paternal, una sonrisa triste, sí. Pero de una calidez paternal, de unas ganas de contagiar un optimismo por el que él luchaba y creía.

Soltó a Jane y se paró frente a Tyler, lo miró con esos ojos que revelaban que acababa de llorar, que había sido removido desde los cimientos. Si nadie se lo había dicho, era momento de decírselo y era el deber de Ben hacerlo, no moral sino por amor.  Allí de pie, inspiró hondo, su mirada se suavizó, su voz se volvió gentil, más de lo que ya era. Lo tomo de los hombros mirándolo directamente y se lo dijo, si nadie lo había dicho ya o si lo habían hecho antes, se lo dijo:

- No fue tu culpa -es todo lo que salió de sus labios. El resto fue más bien sentido, de una manera mística y extraña dentro de cada uno.

¿Quién podía anticiparse? ¿quién podía saber que el espíritu atado en tu nacimiento, de existir, desaparecería? ¿o que ningún garou de la zona detectara la cercanía del primer cambio de Tyler? que nadie estaría para leer esas pequeñas pistas que revelaban su verdadero origen, que vaticinaban su primer cambio. 

No, no es culpa tuya. Es esta guerra que afecta a tantos que hace que cachorros como tú se pierdan, que terminen en las manos de gente equivocada o de gente buena que sufre las consecuencias de la ira primaria del primer cambio de piel. 

Ni los mejores ahroun pueden controlar tanto su rabia. Los he visto. 

No, no es culpa tuya tyler.

Y sin embargo, eres el ahroun con más temple y fuerza interior que he visto en mi vida.

Con cada decisión que tomas, me siento más orgulloso de ti.

En ustedes hay esperanza.

Con ustedes volví a creer.

Una lágrima rueda por el rostro de Ben, se la limpia y termina con una sonrisa bobalicona en el rostro. La misma sonrisa que a veces pone Will, será cosa de theurges.

Y los mira y les vuelve a decir algo más, con sus ojos llorosos, logra sacar lo mejor de sí

- Y seguirán teniendo momentos malos, terribles, dolorosos pero siempre lograrán despertar y ver todas aquellas cosas buenas, hermosas y maravillosas a las que no les estaban prestando atención -su sonrisa melancólica se dirige a todos.

Hay unos momentos de silencio.

Interrumpidos por el sonido del timbre.

¡Pizza! -grita alguien desde el otro lado.

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05/09/2015, 16:13
Helen Harcourt R.

Tus manos se deslizan ávidas sobre el cuerpo de Helen, pero ella misma esta vez no se queda quieta, y cuando tú te despojas de la camiseta ella lo hace de tu sweater y con los mejillas sonrojadas, también del vestido que trae puesto, tan solo para volver a buscarte urgente para recibir el sabor de tus labios sobre los suyos.

Su respiración se acelera, en un crescendo de sentimientos que seguramente van desde la ternura hasta crecer en una vorágine apasionada. Es natural que se deje llevar hasta yacer sobre el suelo de tu habitación, reacciona presta e inmediatamente se pega a ti, sintiendo además también la traición de tu cuerpo que se alza en la búsqueda de la intimidad del suyo. Pero no protesta, no existe ni un ápice de rechazo ante tu exploración, todo lo contrario, la sientes inhalar fuertemente, mover su cuerpo y permitirte avanzar más intimimamente, de una forma que te permite estar más cerca de ella. 

En esa danza silenciosa que empieza a llenar cada rincón del cuarto, una de sus piernas se enlaza sobre tu cuerpo, aceptándote y atrayéndote hacia ella y cuando tus labios tocan la piel de su cuello la sientes vibrar debajo tuyo, liberarse, disfrutar del beso, de las cosquillas y el ardor que le causa cada una de tus caricias, responde inclinando su cabeza hacia atrás mientras te aprisiona más fuerte contra ella.

Y si parecía imposible su respiración va más rápido, sus mejilla se sonrojan más, pero no logra decir nada y no lo necesita, pues sus manos se aferran a ti añorando el contacto contra cada tramo de tu piel, aunque te tengan allí mismo.

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05/09/2015, 16:42
William Thomas Elliott "Guardian-del-Tiempo" [H]
Sólo para el director

Necesito fundirme con ella.

Vuelco, todas las palabras que callo, todos mis sentimientos hacia ella en cada beso, en cada caricia, en cada suspiro ahogado...

Cuando se desprende del vestido, yo hago lo mismo con el pantalón, como si cada segundo sin notarla tan íntimamente fuese insoportable.

Nunca he sentido esa necesidad tan imperiosa de entregarme a nadie de este modo. Helen, un beso suyo ahoga su nombre en mis labios, y de no ser por ese beso, habría roto mi promesa sin importarme las consecuencias.

Muevo mi cuerpo acompasándome a sus movimientos, siento su pierna atrapándome, no quiero escapar nunca. Me despego de sus labios un instante, de la la intimidad de su boca, y comienzo a bajar mis labios por su cuello, su clavícula, para deslizar el tirante del sujetador, liberando su pecho, y poder besar el pezón.

Mientras beso su cuerpo, muevo una de las manos hacia abajo, hacia las caderas, topando de nuevo con su ropa interior.  Mierda. Me libero de sus piernas unos segundos que aprovecho para levantarme y terminar de desnudarme por completo sin perder un segundo, para regresar de nuevo a la seguridad de sus caricias y la calidez de su cuerpo. Además de mi erección, ya imposible de ocultar, mi respiración entrecortada denota mi excitación. 

Necesito perderme en tu interior Helen, ser uno contigo, de la forma mas intima y definitiva posible. Hay dulzura, entrega y cierto sufrimiento en mis pensamientos.

Desciendo entonces sobre sus labios de nuevo, y besándole acaricio su torso desnudo, notando la calidez de su pecho, y deslizando la mano trato de retirar sus panties* hacia los tobillos, me fijo entonces en ella, en sus ojos, sus mejillas rojas y en su pecho subiendo y bajando por el deseo, es preciosa.

Notas de juego

*lo puse en ingles que me sonó mas fino

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05/09/2015, 17:14
Helen Harcourt R.

Ahi está de nuevo, no se detiene, no protesta, no duda, es ella la que te sigue, si al principio tímida ahora incontenible incluso cuando te despegas de sus labios, hay cierta desesperación en el apremio de volver a sentirlos pero se hunde pronto, olvidadiza, por el nuevo calor que empieza a sentir al disfrutar del roce de la dulzura de tus labios descender por cada tramo de su piel.

Nuevamente cuando el calor de tu boca toca la frialdad del nacimiento de uno de sus senos ella parece palpitar como una flor zarandeada por el viento, su cuerpo se arquea agitado, mientras un gemido delicado, tímido, novel, bajo, escapa de su garganta y el calor de su cuerpo se incrementa, lo puedes sentir en cada toque incluso cuando intentas desprenderla de la única prenda que la separa de tu cuerpo y cuando dudas es ella, quien te mira con unos ojos perdidos extraviados de la racionalidad y ahogados por los instintos, la que levantando ligeramente su cuerpo te permite continuar, hasta que la prenda por fin queda a un lado y ambos yacen sobre el suelo de la habitación, tal y como llegaron al mundo.

Con la revelación de sus cuerpos desnudos juntos. Aún así no sale palabra alguna de su garganta.

Y cuando vuelven a unirse, cuando aquella parte traicionera de tu cuerpo roza el interior de uno de sus muslos, ella, si acaso es posible, se estremece aún más anticipándose a aquello que le es desconocido pero ahora mismo añorado por su propio cuerpo. 

Te aprisiona con sus brazos, se mueve impetuosa, pegando todo lo que puede su cuerpo al tuyo sintiendo otra vez el roce de aquella parte de tu cuerpo que se roba furtivamente cualquier resquicio de racionalidad que le quedaba. En sus besos puedes sentir su respiración incontenible, su exhalación agitada y la clara necesidad de entregarse a ti, totalmente, en aquella danza pasional que no ha bailado jamás con nadie.

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05/09/2015, 16:34
Tyler "Escudo-Incandescente" Jackson

Jane toma la palabra, demostrando el noble corazón que descubrí en ella a la culminación de nuestro rito de iniciación, hará ya tres años atrás. Noblesse obligue. Cuantos de entre nuestra tribu, tan orgullosa de su nobleza, han olvidado ese concepto, si es que alguna vez lo aprendieron. Yo el primero. Jason me enseñó lo que era el honor, pero sin darse cuenta me mostró otro camino. Guiarse únicamente por el corazón. No voy a proteger a Helen porque mi honor me obligue a ello. Voy a protegerla porque no se actuar de otra forma.

Analiza las posibles salidas, algunas de las cuales descarté de inicio por la distancia. Desplazarnos a Japón o Australia es una movida, una pasta, y ninguna garantía. Hemos estado allí, pero no contamos con tanta confianza como para que se inmiscuyan en estos asuntos por nosotros. Y Ben e Isaac representan a un clan de dos miembros que ya está bastante castigado por la falta de efectivos como para dejarles sólos y con tamaña responsabilidad. No, es Larissa nuestra única opción.

O no.

Ben desmorona con una sola frase todo el plan. Bueno, amago de plan. Tampoco es que tuviéramos gran cosa. Pero los espíritus piden que vaya al norte, ¿qué más podemos hacer? Y el mismo nos ofrece una respuesta: Albretch, el ¿rey? Albretch...

M-me suena ese nombre, pero no estoy seguro de quién...

No termino lo que voy a preguntar, qué quién es, pues veo a Ben estrechar a Jane con un brazo, con ese gesto paternal que su rostro tiene la virtud de mostrar. Acto seguido, se acerca a mí, y parece que quiera decirme algo, por lo que me pongo de pie. Y entonces, pone sus manos en mis hombros, y con tan sólo cuatro palabras me detiene el corazón.

No fue culpa tuya.

Algo se rompe dentro de mí. Algo forjado y encerrado durante demasiado tiempo. Mis ojos se clavan en los suyos mientras éste los mantiene en mí, sin reaccionar, sin poder hacer otra cosa que sentir el dolor, y al mismo tiempo la liberación de por esas palabras. No las creo, no las puedo creer, pero oírlas en voz alta tiene un efecto distinto a guardarlas dentro, creando una bola que va creciendo cada día. Mis ojos se humedecen, pero no quiero llorar, no puedo. Delante de ellos no. No quiero que me vean así, tan débil, tan derrotado. Tengo que ser fuerte para ellos, tengo que aguantar, tragarme todo esto...

Ben dice algo, para todos, pero casi no puedo oírle. Sólo me concentró, lucho contra el dolor y el vacío. ¿No fue culpa mía? ¿Cómo no iba a serlo? Yo lo hice, fueron mis garras las que destrozaron sus cuerpos, y mi boca la que saboreó su sangre. Fui yo quien los mató ¿Cómo no va a ser mi culpa? ¿CÓMO NO VA A SERLO?

¡Pizza!

Doy un respingo, ante el grito que llega de fuera. Estoy temblando, quiero llorar, mi cuerpo me lo pide, mi corazón me lo pide, mi cabeza grita NO. No lo hagas. No delante de tu manada. No delante de tus hermanos. No seas débil, Tyler, se fuerte...

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05/09/2015, 17:50
William Thomas Elliott "Guardian-del-Tiempo" [H]
Sólo para el director

Necesito mantener el contacto cada vez que me separo, aunque sea a través de una caricia, pero es ya tan apremiante la necesidad de sentirla, que las caricias y los besos dejan de ser suficientes.

Todo es tan intenso, que casi siento vértigo. Mi pecho asciende y desciende agitado por el deseo. Todos sus gestos, sus gemidos ahogados, sus suspiros, me incitan a entregarme, a fundirme con ella, a dejar de ser solo yo, y comenzar a ser nosotros. A explorar ese dulce camino que es el Amor, donde no existe el egoísmo, ni el reproche.

Veo su cuerpo arquearse y sus ojos, sus ojos, que no hacen mas que atraerme hacia ella. El deseo es tan fuerte, tan arrollador que casi resulta doloroso.

Observo su cuerpo desnudo cuando se desprende de lo único que nos separaba en ese momento, Gaia bendita, abro y cierro los ojos un par de veces, como quien busca asegurarse de que no está en un sueño.

Cuando regreso a ella, puedo notar con mi sexo la calidez de su interior, su humedad, apenas un leve roce, y todo comienza a dar vueltas de nuevo, inflamado mi deseo. Beso sus labios de nuevo, con locura y sin freno, buscando su lengua con la mía.

No quiero que este momento termine nunca. Y conteniéndome desciendo. Mientras lo hago, recorro con mis manos su cuerpo hasta llegar al suave vello de su sexo, prodigándole una intima caricia, notando su excitación. Helen... bajo un poco mas con deseo, sintiendo el corazón desbocado, hasta que mi boca termina por ocupar el lugar de mi mano.

Después respondiendo a sus gemidos, subo otra vez. Regresando a sus labios, y buscando ahora si la unión tan intima que ambos estamos deseando. Con toda la dulzura del mundo, no como un bestial acto de intromisión, sino como un acto de entrega hacia esa persona con la que ya soy uno.

Te quiero Helen, te quiero...

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05/09/2015, 18:24
Helen Harcourt R.

Sus besos tímidos son inexistentes, explora ardorosa el interior de tu boca sintiendo el roce de tu lengua junto a la de ella, la humedad de ambas y luego la separación con la despedida breve que se arrastra hasta el borde tus labios. Ahí esta su exhalación nuevamente, llega un pequeño mordisqueo en tu barbilla, falto de fuerza pero no de sentimiento.

Cuando la caricia de tus labios desciende, el cuerpo de ella se agita ante otra novedad que la despoja de cualquier ingenuidad que le quedase, si acaso. Sus dedos se deslizan entre las hebras de tus cabellos siguiendo hasta cierto punto, hasta su máximo alcance el destino hacia el cual has descendido, avezado, curioso pero por sobre todas las cosas, sediento.

Algo se quiebra dentro de ella, inspira profundamente, sus labios se abren mientras su mirada se pierde en el techo de aquella habitación que alguna vez solo fuera tuya y ahora no es más sino un testigo mudo e inerte que no podría plasmar ni en mil años lo que acaece bajo sus dominios. Helen aguanta la respiración mientras andas en tu jugueteo, se controla por no hacer ruido, por mantener ese momento en un secreto privado, en el obsequio que te estaba regalando solo a ti.

Lucha y se enciende por ese impedimento, sus ojos se cierran nuevamente pero solo es durante unos pocos segundos, el tiempo suficiente que le toma sentir que te has detenido, el tiempo suficiente para que sus miradas se encuentren y entonces notas como una lejana sombra juiciosa vuelve a su mirada, la justa que lleva una de sus manos a acariciar tu rostro y a cubrir tu boca, mientras la otra se desliza delicada pero firme por tu espalda.

Y entonces sabes que está bien.

Ocurre, aquel momento que pronto es ya, con tan solo segundos, un recuerdo del pasado, pero valioso, indescriptible, de una parte de tu cuerpo ahondándose por primera vez en la tibieza húmeda del dulce y tibio interior de ella. Apenas encuentras resistencia de aquel lugar jamás antes explorado. Ella muerde uno de sus labios, su rostro se contrae, su ceño se frunce, pero es tan solo unos momentos, los momentos que dura el descubrir una novedad,una nueva sensación, un ardor placentero. Se abandona pronto en una exhalación liberadora, su mirada en ningún momento se ha apartado de la tuya y entonces vuelves a sentirlo, a sentir aquella conexión mística que lo único que hace es arremolinar y zarandear los sentimientos de ambos.

Y si, porsupuesto que tu cuerpo empieza a moverse, en aquel baile que ya conoces pero que tu compañera recién empieza a descubrir, pronto la mano que cubría tus labios para impedir que hablases y que causaba que quizás te hiciera contener un poco la respiración, se deslizó junto a la otra sobre tu espalda, abrazándote con fuerza, buscando el imposible modo de que sus cuerpos estén más cerca el uno del otro.

Los reemplaza con el roce de sus labios, mientras el resto de su cuerpo te sigue, al ritmo que has marcado para ambos en la cadencia empujada por la experiencia pero también por los sentimientos que afloran salvajes e incontrolables y que se los llevan con ellos y que causaban que las mejillas, los labios y todo el rostro de Helen se plagaran de un rubor acalorado.

Te siguió, lentamente primero, más segura después, agitada finalmente, con sus brazos y sus piernas atrapándote sin querer soltarte, con sus labios contra los tuyos, con sus besos desesperados que además de placer buscaban impedir que ninguno de los dos se revelase y que tú no incumplieras tu promesa.

Se movió debajo tuyo siguiéndote, hasta que en aquella íntima agitación, el rubor alcanzó su límite máximo en Helen cuando la tibieza, la calidez de tu interior escaló dentro de ella.

Pero ella no pudo, no pudo cumplir su silenciosa promesa, porque exhaló finalmente en el éxtasis de su primer encuentro, con un nada tímido, artero y traidor gemido de su garganta que llenó con osadía tus oídos y la habitación.

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05/09/2015, 19:14
Amber "Aurora-insolente" Browning [H]

La promesa de esa ducha se desvanece casi tan rápido como apareció, pero apenas me doy cuenta de ello, envuelta en intentar comprender lo sucedido. Mi mirada vuelve a fijarse en los muebles rotos tras la explicación de Alex. No puedo evitarlo y mi ceño se frunce con preocupación. Y ver bajar a Tyler con los ojos enrojecidos no ayuda a disminuirla, más bien al contrario. Contemplo uno a uno a todos los presentes mientras ellos siguen hablando. Me fijo más en sus gestos que en lo que dicen. En cómo Alex parece estar al borde de un precipicio, conteniendo los nervios por pura fuerza de voluntad mientras sirve los restos de la comida. En la forma en la que Tyler agacha la cabeza, arrepentido por algo. Incluso Ben parece estar afectado. Miro a Jane con seriedad. - ¿Pero qué coño ha pasado mientras no estábamos? 

Me siento cuando Alex nos lo pide, en el primer sitio que pillo, enfrente de él, nunca me he preocupado demasiado por cuál es el lugar de cada uno alrededor de la mesa. Sin embargo, no empiezo a comer todavía. Siento un nudo en el estómago de pura aprensión. Es entonces cuando algunas de las palabras de Tyler calan en mi mente y lo miro sorprendida. - ¿Will se ha enamorado... de una chica? - Pestañeo al terminar la pregunta con una pizca de incredulidad. Sorpresa tras sorpresa. Ni siquiera comprendo cómo puede alguien enamorarse de repente de alguien que no conoce. Probablemente Will haya visto demasiadas comedias románticas y no sea más que un encaprichamiento. 

Mientras le doy vueltas a todo empiezo a jugar con la comida de mi plato, pensativa. Sé que Tyler ha pedido nuestra opinión, pero necesito digerir todo esto antes de poder dársela y con cada una de las intervenciones de los chicos llegan más porciones de información que entrelazar con las anteriores. Cuanto más hablan, más se complica el tema y más profundo es mi silencio. 

Hasta que Ben interviene. Se levanta, habla y todo parece más sencillo. Alzo la mirada de mi plato justo a tiempo para verlo acercarse a Tyler. Me siento un poco mal mirando, como si estuviese observando un momento de intimidad, pero hay algo en la intensidad de ese intercambio de miradas que atrapa la mía y estremece algo en mi interior. 

Cuando Ben se calla, sigo en silencio, pero la nube negra que había sobre mi cabeza empieza a disolverse y mis labios se curvan levemente con una sonrisa entre triste y tierna. Mis mejillas empiezan a sonrojarse entonces mientras me doy cuenta de lo que el theurge ha hecho con sus palabras. Se supone que yo debo dar ánimos y esperanza a mis hermanos con mi voz, ¿no? En eso consiste, la manada funciona si cada uno hace su parte... Pero yo no la estaba haciendo, me había dejado llevar por el silencio. Niego levemente con la cabeza, recriminándome a mí misma. 

El sonido del timbre me sobresalta y doy un pequeño respingo al salir de mi ensimismamiento. Pizza, cierto, Alex lo había dicho. Sin embargo, es en ese momento cuando me doy cuenta de que Tyler está temblando. - ¿Qué nos está pasando? -No estoy segura de quién abrirá la puerta al repartidor y de repente no consigo preocuparme por algo tan banal cuando mis hermanos están tan afectados. 

No es una decisión consciente lo que me mueve entonces. No hay un pensamiento formado para que mis ojos se cierren y mis labios se abran. Sencillamente es esto lo que sé hacer, es lo que puedo aportar a mi manada -a mi familia- en un momento de confusión y dolor. Es una necesidad casi física, abandonarme durante algunos instantes para poder pensar con claridad después. Dejo que la melodía vibre en mis venas y una canción suave brote de mi garganta. 

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05/09/2015, 20:50
Benjamin "Ben" Zarpa-compasiva Hutchinson

Zarpa-compasiva no se mueve de donde está, sus ojos cariñosos, tristones y apenados siguen mirándolo a los ojos, aún cuando lo siente temblar como una hoja bajo el viento producto de esos pesados fantasmas con los que se atormenta, él no deja de mirarlo.

Yo estoy aquí Tyler, entiendo tu dolor... ¿quién si no yo... el que...? mi hermano... mi pobre hermano... apretó sus labios, no era su momento. Era momento de Tyler, de la roca más fuerte que Gaia había regalado a la tierra, del muchacho más fuerte que había visto en su vida.

La canción de Amber, esa hermosa melodía nacida del alma, llegó como una caricia que envolvió y oprimió sus corazones. Benjamín sabia que Tyler tenía una profunda herida, sabía que debía de aceptar aquello que lo atormentaba, de ver la verdad de dejar de atormentarse para poder sanar.

- Tyler... No fue culpa tuya -se ve repitiendo en un susurro comprensivo, pero cargado de amor, de mucho amor.

La canción de amber seguía calando en el ambiente y se esparció en la sala, aliviando y tocando de muchas formas las almas, la parte espiritual de todos.

- Mírame hijo... -repitió a Tyler con la misma voz suave, calma, paternal - No fue tu culpa -por si le quedaba duda alguna.

Dejó de tomarlo de los hombros, metió la mano a sus bolsillos y avanzó despacio hasta tyler, quién parecía no entenderlo, quién parecía continuar pugnando por algo que sería obvio para todos menos para alguien con una cicatriz tan profunda en el alma. Que tenía que encontrar a alguien a quien echarle la culpa, asi ese alguien fuera él, así se destruyera.

No puedo dejar que hagas eso hijo, no tú...

- No, no... -dijo Benjamin como si adivinara sus pensamientos- No... fue... culpa tuya 

Respiró hondo, se acercó más a él, dispuesto a recibir cualquier reacción de Tyler sobre él mismo. 

- no hijo... no... -susurró manteniendo el tono paternal, tyler debía acallar sus voces, escuchar la verdad- no fue tu culpa... 

Lo vio en sus ojos, en sus ojos que se anegaban de lágrimas, sus ojos que demostraban el castigo injusto al que se sometía todos los días de su vida. Aquel castigo que se auto-inflingía y que horadaba más en la herida de su alma rasgada por el dolor.

Dio otro paso hacia adelante, hasta estar muy cerca de Tyler, su voz si acaso disminuyó otro tono más, hasta que para el resto la voz con el dulce canto de amber fue más fuerte.

Benjamin estiró la mano delicadamente hasta alcanzar la nuca de Tyler, como lo hace un padre hacia su hijo cuando quiere decirle algo importante, un pequeño secreto entre dos amigos. Se puede ver la expresión de amor paternal en su rostro y una serenidad que llena por completo la sala.

- ... no es tu culpa -susurró ya, tan solo para el muchacho herido, remendado y roto por el interior- no fue tu culpa -volvió a decir por última vez Zarpa-compasiva, traspasando con su mirada pura a Tyler.

Haciendo todo el esfuerzo posible por esquivar los demonios del muchacho y tomar esa mano que estaba desesperada por encontrar consuelo. En el interior de su mente, estiró la mano hacia él, buscaba tomarlo para halarlo de ese infierno...

Aquí estoy hijo, aquí estoy contigo tyler

Benjamín se vio de pie sobre un precipicio, Ven hacia mí hijo, solo tienes que estirarte un poco y alcanzar mi mano...

aquí estoy hijo mío... acércate, vamos, yo se que puedes

...aquí estoy.

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05/09/2015, 22:20
Tyler "Escudo-Incandescente" Jackson

Sigo en pie, temblando, luchando por mantener la escasa entereza que me queda. Debo ser fuerte, debo aguantar, tranquilizante, olvidar mis problemas. Mis pecados. Esto no va sobre mí, va sobre Helen. Que su trágica historia haya removido mi propia historia, reabierto las heridas de mi interior, es secundario. Estoy aquí para protegerles, no puedo permitirme...

Esa voz...

Amber comienza a cantar, sobreponiéndose al silencio que se adueñaba de la cocina. Su voz dulce, melodiosa, ligeramente rasgada por el bajo tono del tema, es extraordinariamente emotiva. Justo lo que no necesito. Lo que no quiero. No me giro hacia ella, no quiero mirarla a los ojos. Ni a ella ni a ninguno, no quiero comprobar que me estén mirando, viendo en mi rostro cómo me muevo al borde del precipicio. No puedo derrumbarme. No puedo dejar que me vean hacerlo. Busco algún punto donde fijar mi mirada, pero no lo encuentro. Porque ante mí sigue Ben, y me llama, y vuelve a repetir esas malditas cuatro palabras.

No me hagas esto...

Le miro con temor, viendo cómo insiste en sacar esto delante de ellos. ¿No había otra forma? ¿Otro lugar, otro momento? Soy el alfa, deben confiar en mí para que vele por ellos, tengo que ser fuerte...

Aparto la mirada, buscando una escapatoria que no encuentro, alejando mi atención de él. Pero vuelve a llamarme, a pedirme que le mire, a repetirlo otra vez. Y me llama... hijo.

No, eso no... No me hagas eso...

Doy un paso atrás, inconscientemente, negando con la cabeza. Me veo obligado a mirarle, pero lo hago con horror, con vértigo. Con indignación. Una lágrima resbala por mí mejilla. Otras esperan su turno.

¿Como puedes insistir en que no tengo la culpa?

Pero vuelve a hacerlo, lo niega una y otra vez, con voz tranquila, pausada, llena de ese aura de sabiduría y paz con que tiñe todas sus lecciones. Le miro fijamente, pero porque no quiero mirar a los otros. Temo ver decepción en sus ojos, verles perder su confianza en mí, lo único que tengo.

No, Ben, no lo hagas...

¿P-por qué me haces esto...?

Mi paso atrás es seguido por otro, pero Ven me alcanza antes de poder alejarme de él. Su mano toma mi cuello, y se acerca lo bastante para susurrarme al oído, una y otra vez, lo que para mí es una mentira.

El cree en ella, pero se equivoca.

N-no... Delante de ellos no...

Mis labios se aprietan, temblorosos, mientras mis ojos se anegan de lágrimas torrenciales. Cierto mis puños a ambos lados de mi cuerpo, en un último y desesperado intento de aguantar.

Y-yo los maté... -Admito finalmente, entre sollozos, cerrando los ojos y agachando la cabeza- Yo los maté, fue mi culpa... -Finalmente, ya no puedo más. El peso de mis heridas me hace caer, siento un profundo mareo y me fallan las fuerzas. En ese momento siento un brazo rodeándome y mi cabeza termina apoyada en un hombro. Mis brazos buscan a qué agarrarse, y termino abrazado a Ben, llorando desconsoladamente- Le dije que le odiaba... Y luego le maté...

Y así es como siento que lo pierdo todo. Toda mi fuerza, mi entereza, mi voluntad, el respeto de los míos.

Así es como me derrumbo.

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05/09/2015, 22:44
William Thomas Elliott "Guardian-del-Tiempo" [H]
Sólo para el director

Permanezco un rato sobre ella, apoyado sobre los brazos, para que no tenga que soportar todo mi peso, y mientras le miro, trato de hablarle con la mirada, te quiero Helen. Continuando con las caricias instantes antes los dos nos regalábamos, pero ahora de una manera mas tímida, llenas todas ellas de un dulzura inmensa y profunda.

Me retiro un poco tumbándome a su lado, apoyo el codo para sostener mi cabeza con la mano, sin dejar de mirarla, mientras con la otra recorro su vientre desnudo. Al rato, cuando ya el rubor de sus mejillas y de su pecho, ha desaparecido.

Señalo con la cabeza y los ojos hacia la puerta, para después mirarla y hacer un gesto con la mano indicándole comida.

Me levanto y antes de vestirme le presto algo de ropa cómoda y unas zapatillas de estar por casa, por si desea cambiarse.

Una vez vestidos, tomo una libreta de mi mesa y un bolígrafo antes de bajar.

Aun dentro de la habitación le doy otro beso y escribo, Helen, te quiero. No se si tú lo has sentido, pero hay una especie de conexión entre nosotros, y eso es algo maravilloso.

Le doy otro beso y abro la puerta cediéndole el paso.

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05/09/2015, 23:02
William Thomas Elliott "Guardian-del-Tiempo" [H]

Comienzo a bajar las escaleras, le hago un ademan a Helen con la cabeza indicándole, vamos, tranquila, en una mano llevo una libreta y un bolígrafo, y mi otra mano se encuentra entrelazada con la de Helen. Me llega un sonido que no termino de identificar.

Cuando llego abajo muerdo mi labio inferior para tratar de disimular una sonrisa, acto seguido miro a Helen fugazmente, con la complicidad que miran los enamorados.

Para mirar después a mis hermanos, y lo que veo me deja anonadado. Abro los ojos sorprendido, con genuina preocupación, ¿qué ha pasado?

Escucho en ese momento que llaman a la puerta, pero no soy capaz de reaccionar, tan solo me quedo ahí de pie, y miro a Helen sin soltarla de la mano, y sin entender nada. Mirando a unos y a otros, esperando que alguien me explique que ha sucedido.

Tras unos segundo reacciono y sin soltar a Helen tiro de ella acercándome.

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06/09/2015, 05:25
Helen Harcourt R.

Helen se queda muy quieta y sus ojos grandes mirándote, se sonroja cuando le acaricias el vientre , luego cuando te levantas deprisa y nuevamente cuando se da cuenta de su propia desnudez.

- También lo siento, siento que te conozco desde hace mucho y que hay algo entre nosotros que no puedo explicar. Por eso yo... por esto tu y yo hemos... 

Deja las palabras en el aire y busca la toalla para darse otra vez un baño, pero desiste cuando parece que tú quieres bajar. Duda un poco pero empieza a vestirse, se calza con lo que hay de momento. Entra al baño a lavarse el rostro y teñir sus labios con el carmesí de siempre.

Y entonces, te sigue descendiendo por las escaleras halada por ti.

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06/09/2015, 05:45
Helen Harcourt R.

Desde la escalera desciende una chica de larga cabellera rubia que le cae lacio en el nacimiento y luego en una cascada de suaves bucles desde la zona media hacia la cintura. Tiene un rostro ovalado con pómulos altos que le dan un aire sofisticado, sus labios teñidos de rojo tienen una atractiva voluptuosidad muy armoniosa, sus ojos grandes eran de un color color celeste con destellos de jade que tiraba de las miradas de cualquiera como dos cautivadores imanes. 

Llevaba un vestido sencillo de color oscuro sobre su cuerpo esbelto y sobre los hombros ella tenía puesto uno de los sweaters de Will de color beige. En los pies calzaba unas gastadas botas militares que aparentemente no eran suyas.

Era una muchacha muy bella, tanto como aquellas que aparecen en los anuncios de fragancias de lujo.

Está tomada de la mano de Will y sonríe cuando este le sonríe de manera cómplice. Pero se le borra en el acto cuando ve al muchacho que ha sido tan amable con ella, el que se llama Tyler.

Se queda muy quieta mientras oye que alguien llama a la puerta, observa a todos muy tensos. Hay dos chicas una pequeña y otra más grande, deben de ser las muchachas de las que Alex, Tyler y Will han estado hablando todo este tiempo.

Se muerde uno de los labios sin saber que hacer, el llanto del muchacho casi le recuerda su propia tragedia, cierra los ojos y se deja halar cuando Will avanza.

Pero de pronto se suelta con suavidad, introduciendo una de sus manos en su bolsillo y de un pequeño monedero de piel, extrae un billete de 100 dólares, camina hacia la puerta de puntillas y la abre apenas lo suficiente para llegar a ver a la persona del otro lado.

Ella extiende el billete, algo sucede el repartidor balbucea algo y le devuelve el dinero. Ella duda pero con tal de no causar una escena acepta el dinero de vuelta. Recibiendo las cajas de pizza y colocando las cajas en el suelo cerca de la puerta, la cual cierra despacio.

Se queda quieta, pero su rostro se ha sonrojado aparentemente por algo que le dijera el repartidor de pizza.

Vuelve con Will y lo toma de la mano en silencio.

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06/09/2015, 06:17
Benjamin "Ben" Zarpa-compasiva Hutchinson

Benjamin Zarpa-Compasiva recibe a Tyler entre sus brazos, con el calor y el cariño que sólo alguien como él puede dar. Observa la llegada de Will y Helen, pero no dice nada. Ni siquiera cuando la muchacha se mueve hacia la entrada a atender la inoportuna aparición del repartidor.

No, no fue tu culpa -le da unas palmaditas en la espalda, reconfortándolo- sé que lo sabes -le acaricia los mechones del cabello corto, dejando que se desahogue, que deje salir todo lo que tiene dentro, que acepte que no había forma de saber que él cambiaría, que no era más que una discusión trivial de padres frente a adolescentes.

Que no hubiera llegado a mayores si no hubiera sufrido el primer cambio ¿cómo iba a detenerse? ¡Un luna llena encima!

No, la culpa no es tuya. Si no de la guerra, de las rencillas que causan que se pierdan cachorros, sólo hay que verlo... para darse cuenta que no eres un cachorro al azar. Alguien te amó lo suficiente para despojarse de tu amor, para dejar que otros te críen y amen por ellos, seguramente para mantenerte a salvo de los demonios y de la maldad de la vida.

Volvieron a sentir a Zarpa-Compasiva.

Confío en que lo sabes.

No tengas miedo, el llanto no es un signo de debilidad, es un símbolo de fortaleza, de aceptación, de curación, de renacimiento.

Las cuerdas vocales de Benjamin cambiaron, lo supieron porque de pronto sosteniendo a Tyler, inhaló profundamente para dejar escapar de su garganta un auténtico aullido lobuno, al principio, uno de lamento, de dolor, de rabia y luego de sensaciones positivas, de optimismo, de alegría de esperanza, de curación del alma, de liberación.

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06/09/2015, 09:43
Jane Kershaw "Arte-de-la-Guerra" [H]

¿Tienes que hacerlo aquí, Ben? Estoy a punto de preguntar. Todos sabemos que Tyler carga con muertes en su conciencia, pero también tiene una imagen de alfa que mantener ante nosotros y ante la tal Helen. Supongo que quiere demostrar algo, como cuando a mí me pregunta el por qué alguna cosa que doy por hecha en la Nación y, cuando le respondo, insiste, "¿Y eso por qué?" y responde, "¿Y eso por qué?". Maldito sea mi mentor y sus métodos.

Entonces aparece Helen. Joder si es guapa. Yo también me hubiera enamorado. Vale, Jane, tienes que empezar a plantearte esas cosas que dices. En fin, tengo que hacer que se sienta bienvenida y...¿Eso eran cien pavos? Vaya, igual vuelvo a poner sobre la mesa lo de esconderla en Japón, si va soltando pasta por donde quiera que va estoy segura de que a nuestros amigos de allí no les parecerá tan mala idea. Bueno, ya basta de bromas. Es la chica de Will, por lo que parece, y la vamos a proteger. Sé lo que ha dicho Ben del rey de los Wyrmfoe, pero no es mi rey, no es de mi Casa. Y sigo en mis trece: hasta que no sepamos más, no pienso poner una rehén potencial en manos de nadie que pueda querer un rescate, y eso es todo el maldito mundo.

- ¡Hola! - saludo con alegría, algo falsa, pero bueno -. Bienvenida a casa - no digo "nuestra" ni digo "esta", esto es casa para quien lo necesite. Noblesse obligue -. Soy Jane, Jane Kershaw - hago una breve inclinación de estilo oriental

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06/09/2015, 11:06
Alexander "Argumento-Justo" Van Der Höffen[C]

Hay momentos en los que uno, en su insignificancia, debe callarse.

Hay momentos en los que uno, en su insignificancia, debe observar en silencio.

Hay momentos en los que uno, en su insignificancia, solo puede hacer una cosa... "Tocar fondo"

Sentado en mi silla, encaramado como si fuese una gárgola, en silencio, mientras presencio la caida de un dios. Si no tuviese la boca tan seca o tuviese algo en el estomago, estaria echando la papilla.

"Palos y piedras quebraran mis huesos, pero las palabras..."

Empiece a barruntando cuan responsable soy en la situación que se esta fraguando y maldije mi bocaza y mi casta Garou... Y maldije la inapelable lógica de nuestro Mentor. "No ir seria malo. No llevarla con nosotros, seria un error de proporciones... Mierda"

Clavado en mi rincón, a un solo paso de convertir la expresión "Con el rabo entre las piernas" en una certidumbre bíblica o matemática, veo a Tyler enfrentandose a sus demonios, con la inestimable ayuda de nuestro Mentor. Cada vez que Ben le remarcaba que no habia sido culpa suya, un estremecimiento recorria mi espalda. Cada vez que Ben repetia esas cuatro simple palabras, me encogia de hombros, como si estuviesen clavando la tapa de mi ataúd.

El timbre de la puerta atruena por toda la casa... Sin que ninguno de nosotros le haga mucho caso.

"Madre mia..."

Helen baja tras William, cogida de su mano y temblando como... "Como temblaria cualquiera que hubiese sufrido lo que ha sufrido ella en estos cuatro últimos días y que se encontrase arrastrada, medio en sueños, a una casa aislada, rodeada de desconocidos amenazadores o, como poco, completamente chalados..."

En una especie de broma cosmica, Tyler se derrumbó en ese preciso instante, llorando sobre el hombre de Ben, que lo sostenia como quizas su padre pudiera haberlo hecho en el pasado... "Y como nunca más podrá hacerlo."

Un ardor sube desde mi estomago, incendiando todo a su paso. Mis manos se crispan en dos pequeños puños y mi mandibula se tensa, mientras aprieto los dientes y cierro los ojos con fuerza para evitar aullar como un loco, para corear la pena de nuestro Alfa.

Cuando abro los ojos, lentamente, desde mi rinconcito, veo a Helen volviendo cargada de pizzas y con un puñado de billetes asomando entre sus dedos. Jane, con una naturalidad que no le habria sospechado jamas, da la bienvenida a nuestra casa... "A la casa de todos, pequeño capullo... Noblesse Oblige..  Nobleza obliga... Oh, si... Vaya que si..."

El olor de la piña enturbia un pelín el satisfactorio olor de las pizzas calentitas, pero contribuye a hacer las cosas un poco más simples. "Estamos malhumorados... Enfadados... Dolidos... Molestos... Asi que vamos a hacer las cosas bien..."

Me dejo caer de mi silla con un saltito y me presento como es debido, siguiendo el ejemplo de Jane.

- Bienvenida a casa, Helen.- Sonrio calidamente a nuestra invitada, a pesar de cierto poso de tristeza en mi tono de voz.- Me llamo Alexander Van Der Hoffen.

Me muevo discretamente para sacar los cubiertos necesarios para la pizza y sacar las cervezas de la nevera... Solo para darme un palmetazo en la frente al recordar el resto de la comprar calentandose en el maletero del coche.

- C´est la vie, mon ami"- Chamullo en frances entre dientes, resignado...- C´est la vie...

Vuelvo a la reunión, distribuyendo los cubiertos y demás cacharros sobre la mesa. Aprovecho un momento para palmearle el muslo a Tyler y tratar de transmitirle parte del apoyo que me ha dado durante estas últimas horas.

- No fue tu culpa, jefe...

Con esas cinco palabras, me encaramo de nuevo a mi sitio y aprovecho para lanzar una ojeada general a mis camaradas y compañeros, evaluandolos primero y tratando de transmitirles una fuerza y un coraje que a duras penas soy capaz de mantener.

- Bien, bien, bien... Chicos y chicas... Madamme et monsieur... Tenemos ante nosotros uno de los mayores crimenes contra la sagrada herencia italiana.- Con gesto teatral, levanto la tapa de una de las infames pizzas Hawaianas que nos han traido.- Piña...- Hago un mueca de asco lo más exagerada y teatral posible, intentando arrancarles una sonrisa.- En fin... Creo que, como rito iniciatico, el pedazo más grande de... esto... corresponde a nuestro Romeo particular...- Acto seguido, corto una generosa ración de pizza... el equivalente a tres porciones, más o menos y se las sirvo a William.- Peroooo, como soy un poquito cabrón, te condeno a retirar los pocos trozos de bacón que te hallan tocado y darselos de comer al búho que os habeis traido. Venga... Vamos, que no tenemos todo el dia.

- Para nuestro chico grandote, otro trozo de pizza con piña...- Corto la mitad de la pizza y se la sirvo a Tyler. Lo que queda, se lo paso a Ben.- Y para nuestro amigo y consejero espiritual... ¡¡Otro trozo generoso!!

Hago desaparecer la caja de pizzas de la mesa, para dejar sitio.

- Con suerte, mis hermosas señoritas...- Guiño el ojo teatralmente a todoas y cada una de ellas.- Nosotros podremos disfrutar de pizzas de verdad... Con carne, bacón, pepperonni... Yumm... Se me hace la boca agua...- Limpio figuradamente mi barbilla antes de repartir la siguiente pizza entre nosotros cuatro. Cuando sirvo a Helen, aprovecho para acercarme a ella en plan conspirador...- Cuentanos tu secreto, Helen... ¿Cual es tu sabor de helado favorito?.

Termino la frase con un guiño y me sirvo una porción de pizza, mientras sonrio en un remedo de astucia diabolica...

 

 

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06/09/2015, 13:28
Tyler "Escudo-Incandescente" Jackson

Me siento hundido, perdido, sólo. ¿Por qué? ¿Por qué tenías que hacer esto, Ben? ¿Por qué aquí, delante de todos, arrebatándome lo poco que tengo...?

Me aferro a él con fuerza, desahogando mi llanto, mi debilidad, pero también ocultando mi rostro. Ocultándome de los míos, avergonzado, sabiendo que no estoy a la altura. Mi entrada en el mundo de los hombres lobo me ha marcado como indigno, débil, peligroso. Y ahora lo saben, todos lo saben...

El aullido de Ben sólo empeora las cosas. Le sujeto con más fuerza deseando que se me trague la tierra, que Gaia abra sus fauces y me lleve a la más profunda fosa. Es un aullido triste, herido, rabioso, tal como me siento, pero que pronto se ve cargado de una esperanza que me falta, un arco iris que veo en blanco y negro.

Oigo voces a mi alrededor. Jane presentandose ante Helen. ¿Han bajado ya? Esto va de mal en peor, ¿también ellos tienen que presenciar mi caída? ¿También ella, después de por lo que ha pasado? ¿Qué más necesitas, Ben, que toque fondo? ¡YA HE TOCADO FONDO!

Alguien golpea mi pierna, y vuelvo a oír esas malditas cuatro palabras, en otra voz. Esa mentira, procedente de otra persona, de alguien en quien confío incluso más que en Ben, de mi amigo, de mi hermano. Pero añade algo más. Jefe, así me llama. ¿Aún me considerado así? ¿Puedo realmente ser tu alfa después de esto, de mostrarme ante vosotros tan débil y hundido? Cómo puede nadie creer en alguien como yo...

El propio Alex comienza a hablar como si tal cosa, a mi lado, repartiendo la pizza entre bromas. Es como si todo esto no estuviera pasando, como si yo no estuviera aquí. No se si lo hace a propósito, si es su sabiduría pretende darme una oportunidad de conservar un mínimo de dignidad desviando la atención, pero lo agradezco igualmente. Me separo un poco de Ben, mirando al suelo, hundiendo la cabeza mientras posó mis manos en sus hombros, cerca del cuello. Quisiera ser capaz de decir algo, algo que le diera significado a todo esto, que me hiciera conservar una mínima apariencia de fuerza y orgullo.

No es posible.

Me aparto de él, abatido, suplicando con la mirada que me deje, que me de tiempo, que no me retenga ni me torture más con este asunto. Echo una mirada a la mesa, a Alex tomando el control de la comida, a Jane tan controlada, a Amber y su magnífica voz aún en mi cabeza, a Will y Helen... Ellos deberían ser el centro de todo, no yo, ellos... No estoy a la altura de mi manada, no me estoy demostrando digno de ellos.

Me giro como puedo y me alejo hacia el cuarto de baño, avergonzado de mí mismo.

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06/09/2015, 15:39
William Thomas Elliott "Guardian-del-Tiempo" [H]

Poco a poco se va abriendo camino en mi mente una fragmentada imagen de lo que puede haber sucedido.

Cuando noto que Helen me suelta la sigo con la mirada, y no dejo de hacerlo hasta que de nuevo regresa a mi lado. Puedo notar que se ha sonrojado, ¿qué ha pasado?

Enseguida Jane se acerca a saludarla, presentarse y darle, como ya hicieron Alex y Ty, la bienvenida, cosa que agradezco. Pues no deseo que se sienta mal, y cuanto antes recuperemos la normalidad, será mejor para todos.

Joder la que se ha liado. ¿Por qué Ben no ha buscado un sitio mas discreto?

Las palabras se mezclan con el llanto de Ty en una sacudida de colores que me desoncierta, no se bien dónde mirar y me agarro la mano de Helen con mas fuerza, buscando aferrarme.

Me gustaría acercarme a Ty, pero entiendo que pueda necesitar espacio, y cuando Alex se aproxima me sorprende de veras.

Abro y cierro los ojos, tratando de alejar todos los destellos, que empiezan a resultarme demasiado molestos. Sacudo entonces la cabeza, como espantando un insecto molesto. Cuando los abro de nuevo, me fijo en los ojos de Helen, sintiendo la necesidad de perderme en ellos, de escapar de todos aquellos colores.

Poco a poco, el llanto va remitiendo, y los colores van desapareciendo. Todo comienza a calmarse de nuevo.

Alex nos invita a sentarnos y comenzar a comer, pero veo como Ty se retira cuando nos sentamos. Me siento al lado de Helen, y cuando Alex me ofrece el primer trozo, frunzo un poco el ceño, primero a Helen. Pero entonces me desarma con sus palabras...Romeo.

Y sin poder evitarlo me sonrojo un poco. En un gesto característico, que denota que estoy nervioso o avergonzado, paso la mano por mi pelo, frotándome la cabeza. Me apresuro a morder el trozo de pizza para ocultar una sonrisa, con la cabeza algo gacha. Dedicándole al mismo tiempo una mirada furtiva a Helen.

Y mientras lo hago, puedo ver a su espalda a Ty, alejándose. Joder, macho... lo siento de veras.

Poco a poco la preocupación que sentía, se va alejando de nuevo. Pues al lado de Helen, y tras haber escuchado sus palabras, no puedo sentir pena.

Mientras mastico escribo unas pocas lineas mostrándole solo a Helen.

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06/09/2015, 16:32
William Thomas Elliott "Guardian-del-Tiempo" [H]
Sólo para el director

Tranquila, de verdad, es lo que te explique.

Es mejor dejarle espacio, lo necesita.

Me siento muy feliz a tu lado Helen.

Y yo, bueno...me gusto mucho.

Frunzo el ceño antes de añadir.

¿Qué paso con el pizzero?