Partida Rol por web

Ella se dejo tocar y cuando entrelazaste tus dedos con los suyos, sentiste una conexión de paz que aumentó cuando se miraron a los ojos. Indira era gentil, ingenua e inocente.

Sonrió inocentemente cuando le dijiste que era tu primer beso también, se acurruco contra ti y te dio un par de besos tiernos en la mejilla.

- ¿tú... ? -respiró rápido- ¿t...te gustaría que...que... fuésemos novios? no tienes que responder si no quieres.. yo...

Me gustan mas las abogadas que las porristas-digo mientras la beso una vez mas.

¿Porque habria de rehuirte? Lo importante no es de donde vienes sino como eres. Y de lo poco que se de ti no tengo queja.No debes de hacer caso de los que te rehuyan o te hagan sentir diferente no valen la pena.

Digo mientras paso la mano por su espalda buscando su sosten y parandome a esperar un poco a su aprobacion.

 En la oscuridad solo podía ver lo que la poca luz que se filtraba por la ventana me permitía; gracias a Gaia lo único que podía ver era el resplandor de la belleza de Faye cegarme de cualquier otra cosa que pudiera distraerme, de cualquier pensamiento que pudiese invadir mi mente y no se tratase de ella. Mi corazón sabía bien por quien estaba latiendo tan fuerte y por lo que haciamos con esa persona.

 Su piel era como un regalo después de tantas noches añorando su calor, su aroma, ella misma en su totalidad nada que poseiera resultaba de poco agrado, cada parte de ella tanto física como mental me encantaba y quizas eso era lo que mas me hacía sonreir y reir entre cada caricia y cada beso que nos regalabamos.

 Me sentía seguro estando unido a ella, incluso mas cuando ese giro la posiciono sobre mi cuerpo; ahora podía deslumbrar mis ojos con la visión de su ser que me era ofrecida como presente. Mi cuerpo estaba condenadamente caliente y no era por haber ingerido dignas cantidades de vodka, solo ella lograba traer color a mi palido rostro con tanta facilidad como lo lograba con esa mirada provocativa que podía encontrar en sus ojos mientras nuestros cuerpos no detenían su danza. Mi propio cuerpo se acompasaba a sus movimientos, mis manos tomaban posesión de su cuerpo para elevar por momentos mi torso y disfrutar de la aterciopelada piel de su cuello. Mil y un tipos de emociones positivas me llenaban con ese instante que nos habiamos dedicado a espalda de todo el mundo, solo ella y yo.

 Caería nuevamente con ella sobre mi torso, dejandola reposar mientras el extasis me alejaba de esa cama mi mente por unos instantes, hasta que sería atraido nuevamente por el calor de sus sentimientos expresados en ese contacto directo y esas dulces palabras que no dude en silenciar con un porfundo y amoroso beso, riendo al terminar este y ayudar a que ella acomodase su cabeza en mi pecho solo para dedicarle el ritmico pero acelerado sonido de mi corazón. -Y yo te amo mi querida Faye Blackwell, jamas pense que perdería la cabeza por una porrista, bien hecho dandome ese reves en mi vida jeje- Ella sabía que llamarla así jamas sería un insulto, solo decía la verdad pues con ella podía desnudarme en todo sentido de la palabra.

 Me quedaría así un rato, regando por su cuerpo las caricias que mis manos esparcían con dedeciación y con la mayor delicadeza que podía en esos momentos. -Que buena forma de empezar nuestra nueva vida no?- Agregaria robandole un beso de esos preciosos labios.

El joven Theurge se quedo unos minutos, no recordaba bien que significa aquello; pero después recordó rápidamente de las clases de idioma.
- Te refieres de ir a la par, de pareja; ser parentela...Pues claro que si, más aun cuando eso significa poder concerté más y poder verte en el aquí y en el allá, en el presente y el futuro; y juntos estar - contesto un poco emocionado Quimey a Indira. La abrazo con fuerza reclamando con su espíritu el calor de la muchacha el amor eterno de la misma.
Volvió a besarlá dulcemente, con fervor y amor; reflejado en sus ojos cerrado al momento del beso. - Disfrutemos de luna reflejada en el lago, ven caminemos por la playa - propuso a la chica frente aquel momento.

- ya sabes lo que soy, nos dicen que hacer, que decir, que comer y con quien tener críos, si pudieran me dirian cuantas respiraciones tengo permitidas al dia... me iría si no fuera porque dicen que el mundo es peligroso ¿es cierto eso? ¿estamos siendo cazados? - sintió el movimiento hacia su brassiere, sonrió y ella misma se quitó la prenda y te lo puso sobre la cabeza. Se pego a ti, sentiste su cuerpo junto al tuyo - Te queda bonito- te da otro beso, con más sentimiento e intensidad y te rodea con sus piernas- ¿hay tortugas en tu habitación? 

- Sssi, si pareja ¿parentela...? no entiendo eso, pero sí. Siento que quiero estar contigo... siempre -se dejo abrazar por ti y te rodeó con un brazo, miró hacia atrás unos momentos a ver si su hermana seguia dentro y al comprobarlo, se dejó guiar por tí a traves de la noche.

El ruido de la fiesta se fue alejando cada vez más, hasta que caminaron junto al lago, a lo lejos pudiste divisar a bryan en el agua, con una chica de cabello rubio que le colocaba su brassier sobre la cabeza, reía y lo besaba con un beso muy diferente al que Indira y tú habían tenido.

Ella se quedó mirando la escena colorada, se le escapó una mueca nerviosa - Va..vamos por allá, hay un bote ahí, mira- dijo señalando una embarcación que pertenecía a la casa -o... vamos a echarnos en el suelo y mirar las estrellas, eso me gusta hacer a mi, pero en la ciudad solo brillan las luces artificiales...-su rostro seguía sonrojado por la escena del lago que habían presenciado juntos.

También había quedado estupefacto con la imagen de Bryan con aquella chica. No se lo esperaba que hicieran eso ahí, acaso no les molestaba el agua o no les daba pudor que los vean. Rápidamente caminaron hacía otro lado; la idea de ver las estrellas fue algo que sintió como un sentimiento compartido.
- A mi también me gusta ver las estrellas; y si las luces artificiales te lo impiden hoy y cada noche juntos aquí disfrutaremos de la hermosa vista celestial - comento a Indira mientras mantenía su mano aferrada, para que nada los separé.
Fácilmente pudo divisar un campo abierto a la vista de la cabaña, para no alarmar a Indira por la lejanía o preocupar a la hermana. Quimey se quito su campera para colocarla en el suelo y la muchacha, ahora su novia, se sintiera más comoda. Ambos acostados con sus manos entrelazadas miraban las estrellas, Quimey con su otro mano señalaba un constelación - mira aquella Orion y esas tres juntas son el cinturón de Orion; a su lado esta Tauro - para luego girar su cara mirarla y dedicarle una sonrisa. - Me las enseñaron para poder volver a casa cuando estaba de noche en la reserva - dando a enseñar un poco más de su vida. Para luego mirar el cielo contemplarlo y concentrarse unos segundo, mientras la escena era adornada con el canto de los grillos.

-Asi es el mundo es bastante mas duro de lo que uno cree. Si solo fuera que estuviesemos siendo cazados.-depsues correspondo cuando me besa con otro.

Si tengo unas tortugas me recuerdan a cosas en parte.Aqui al final acabaras pillandote un resfriado y se te pondra la nariz roja-digo mientras le beso en esta en un descuido 

Podemos ir alli a que te enseñe las tortugas y continuar nuestra conversacion.-le digo sonriendo dando a entender el terminar lo que tenian entre manos.

Niko, si pudiera largar todo lo haría. Si por mi fuera me cambiaría el apellido a Petrov, imagina, mi nombre es Faye, Faye Petrov bromeo jadeante y desnuda a su lado, le acaricio el pecho, lo beso He decidido vivir esta vida por los dos, llegaremos alto y trataremos de ser felices, mantener esto entre los dos.

Los dos sabemos que vendrán momentos difíciles seguramente pero tenemos que tener la mente abierta, cuajaremos todo. Porque si tu madre o mi padre se enteran, nuestra cabezas terminarán en una pica y esa cabeza que tienes es muy linda me subo sobre el y le beso el rostro como para estar en una pica. Esta casa es nuestra, tuya y mía, prometo amarte siempre.

Con el poder del totem Quimey se concentro para comunicar a los demás.

- Chicos, tengo parentela =D -

Se rie cuando le das el beso, vuelve a tirarte agua pero se deja a guiar por ti, cuando salen del lago. A un lado del puente hay un compartimento de donde extraes toallas para ambos, tiritando caminan y se dirigen a un lado, a un cuarto cerca del muelle, donde hay menos gente aunque el ruido de la música los alcanza igual.

Esa habitación es para invitados y también para guardar cosas, afortunadamente esta sin llave.

Ella, que tambien cargaba su ropa la coloca sobre una mesa, se encarama sobre la cama - dime que tienes aire acondicionado caliente...- se seca el cabello.

- Tortugas... vienes a presumir de tu six pack conmigo -se acerca al borde de la cama y se sienta- si estuvieramos ante un tribunal, estarías en falta por distraer a la jueza -da un aplauso juguetón pero sonríe.

- Bueno, al menos ahora se que lo que me dicen de ir solos por ahí no es solo por evitar que nos marchemos. Solo me queda prepararme, no podremos mudar de piel pero no somos inútiles.

Se levanta y toca tu cuerpo, las cicatrices sobretodo, las mira como quien mira algo admirable, pasa los dedos por los relieves de las marcas - ¿dolieron? -pregunta abstraída, una pequeña lágrima amenaza por salir de uno de sus ojos, pero lo contiene. No cae.

 -Me gusta como suena, hasta ya me imagino mirando la alianza con felicidad- Comentaría juntando mis manos entre mi nuca y mi almohada dejandole descanzar sobre mi como mas le plazca. Respondo el beso sin dudarlo y me dedico a divertirme con sus ultimas palabras, si bien no era broma lo de nuestros padres, mientras ambos nos esforzacemos podriamos tener momentos como este mil y un veces mas e incluso uno cada vez mejor que el anterior.

 -Lo mismo digo, aunque si me decapitan prometo sacar la lengua en el ultimo segundo, al menos así les arruinaría la pica- Comente divertido sacando mis manos de donde se encontraban para poder dejarlas reposar en la zona lumbar de su espalda. Así podía sentir mejor que nunca su cuerpo y cada parte del mismo. Si bien ya habiamos tenido un momento de saciar nuestro deseo, solo sentir su pecho comprimirse contra el mio me tenía en un calor bochornoso que ni las tundras de Caucaso podrían enfriar. -Oye, me gusto mucho....se puede repetir el plato?- mis labios se acercaron a los suyos, pero los esquivaría, mi objetivo era apoderarme de su oreja y susurrarle una mezcla de palabras dulces y candentes, las ultimas dichas en mi lengua madre, sabía que eso le gustaba. 

Culpable de eso señoríadigo cuando comenta lo de la falta
No se como os podrán enseñar donde estáis aunque si quieres estar preparada podría enseñarte algún truco.

Después nota como pasa los dedos por las cicatrices y me quedó con esa lágrima que no cae.
Siempre duelen, pero es mejor que las tenga yo a que dañen a otros.

Señor Petrov, es usted un tramposo sabe que me gusta cuando me habla asi y lo hace igual me pide hacer el amor de nuevo por favor, si suplico dandole un beso en el pecho pero ¿te quedan más... ya sabes?

- Tortugas -murmura, la lágrima cae mientras ella se para sobre la punta de sus pies para alcanzar tus labios, te rodea con sus brazos con empatía, con cierto cariño, el justo que tienen dos personas que acaban de conocerse. Pero algo en ella es pacífico, una mansa marea que añora ser un mar embravecido.

Y se embravece entre los brazos del Fenris, entre sus cicatrices, sus momentos de dolor, de odio, de rabia, de lucha. Su cuerpo pugna como pugnan los grandes héroes del primer bastión de pelea.

Ella se encarama en tus brazos, el ardor de su urgencia te asola, se funde en cada demostración de caricia. No, no es una mujer común y corriente, es una chica que ha sido atraída por un imán, como una polilla a la luz, al mundo que es natural para ella, pero al mundo que ella ha elegido tener, no el que le han impuesto.

La nobleza de sus besos es tan puro como su porte, su aliento sobre el tuyo se funde como la gnosis en el cuerpo de un garou. De pronto sientes sed, pero ella está igual de sedienta que tú.

Sus manos se deslizan despojándose de cualquier prenda que le impida sentir el contacto con tu piel, te mira a los ojos, aguarda, espera, alguna señal en ti...

¿si amantes o no? eso solo lo decidirá la noche.

¿Parentela? ¿cómo?

Indira caminó contenta de tu mano, el campo abierto no le asustó pero cuando te quitaste la campera dudó un poco 

- ¡tendrás frío si te la quitas! -se acostó igual junto a el y apoyó su cabeza sobre el pecho del joven hijo de gaia. Los ojos de la muchacha miraban allí donde el señalaba - ¿la osa mayor donde está? -pregunto mirando el cielo con una sonrisa, en esos labios carnosos y de un natural color rojo cereza. Su largo cabello caia a un lado, con un aroma a jazmines y rosas.

Los grillos miraban, tan curiosos como los espíritus que miraban a través de los ojos de ellos, curiosos, como siempre lo habían sido desde hace eones.

Quimey podía sentir, con esa sensibilidad aguda, el corazón de Indira latiendo deprisa, su respiración muy ligeramente agitada, la tibieza de su alma. Ella volvió a darle un tímido beso que apenas alcanzaron los labios de Quimey por la posición en la que estaban - ¿si pasa una estrella fugaz pedimos un deseo?

- Si, Indira la hermana de una de tus amigas, creo.... Me dijo ella de ser parentela, pareja...novios dijo...parentela en fin. Aun no eh visto su reacción a mi forma Crinos, supongo que supera el Velo; es una chica muy inteligente y de gran corazón -

¿ya creció? ¡joer Quimey novios! eso es fuerte no se si sean parentela, nunca le he preguntado, pero que bueno que sean novios. Mejor no vayas a cambiar a crinos todavía ¿ya la besaste? ¿la tocaste? ¿algo? 

 -Pero amas a este tramposo- Respondería a su broma depositando un beso en su cabeza y estirando el brazo hasta alcanzar el cajon de la mesita de luz, esperaba que aun no lo hubiese llenado por nadie pues ahí estaba el boleto a mas tiempo de calidad juntos, cada alcoba tenía uno de esos boletos en la mesita de luz por las dudas. -Ta dah- Como si hubiese hecho un truco de magía ahí estaba ese preservativo que no dude en abrir con el cuidado de no romperlo. Depositaría un beso en sus labios antes de abrazarla y girar para que ella quedase debajo.

 Pronto mis manos actuarían de guia para que ella se recostase dandome la espalda, tomando todos los preparativos necesarios antes de acomodarme sobre ella. Mis manos se volverían mas lujuriosas al apoderarse de su pecho, reclamandolo como cada parte de su cuerpo en el tiempo que una vez mas volvía a fundirme con ella, regalandole mi primer suspiro de gusto directo a su oido antes de retomar la danza de nuestros cuerpos. La voz de Quimey resono en mi cabeza pero no podía centrarme en responderle, en ese momento todos mis sentidos estaban focalizados en mi compañera y en el calor que no aminoraba en lo mas mínimo su resurgimiento.