Partida Rol por web

¿Requerimento? Tan solo raciones para sobrevivir. dice con un gesto de confianza máxima.

Señalando una mochila hecha de hojas, el chamán te dice

-Ahí esta tu equipo.

Luego el chamán se saca su collar hecho de dientes de monstruos. Es una posesión preciadísima que ha pasado de chamán en chamán.

-Que Truth te acompañe... lleva este símbolo, él te guiará a tu destino.

El Chamán mira para abajo hacia su fuego que ilumina la sala en señal de respeto hacia ti.

-Ve...

Cojo todo lo que me da y me levanto, para salir de la tienda e ir a cumplir la misión.

Sales de la carpa y miras a tu alrrededor. Un día extraño y húmedo. La tensión puede sentirse en el aire que te rodea.

Siempre fuiste muy perceptivo con el aire y con la naturaleza. Podías sentir cosas como que iba a llover, o si iba a haber un terremoto. Incluso la llegada de la primavera.

Tu equipo básico pesa en tu espalda, es bastante comida. Tienes suficiente, no tienes preocupaciones. Es el deber de los guerreros hacer estas cosas, y tu vida sirve de entrenamiento y prueba para un círculo interminable de repeticiones.

Pero hoy es diferente. Lo sientes, y te embarcas a la aventura.

Las selvas son espesas, siempre lo fueron, y parece como si se fueran a comer el mundo. Los árboles son altos y los pájaros siempre viven a lo lejos y alto, como buscando al dios. "Truth" piensas, si hubiera otro nombre para el dios, no sería tan bueno.

La selva es conocida para ti. Por lo menos el primer día de caminata. Nada es inseguro y los animales tienden a mantenerse lejos.

En el horizonte, parado a lo alto de un morro, ves tu destino. La jungla blanca. Llamada así por el color más claro de sus plantas.

El día pasa, la noche se acerca, y montas campamento. A la hora de dormir, cubierto, protegido y con un buen y duradero fuego, sientes algo extraño... una presencia cerca, pero no parece amenzante.

El camino en bajada es así, en bajada. La tierra es blanda y húmeda. Cuesta levantar las piernas.

La presencia de ayer parece un sueño.

Por fin te encuentras en la selva blanca, el color cambia. Debes dirigirte al oeste varios kilómetros para llegar a tu destino, la tierra de los monstruos...

Ahora notas algo diferente. Sabes que los monstruos estan por aquí. Estas alerta...

Sigues tu camino. A lo lejos ves una luz brillando. Parece que esconde su brillo y luego vuelve, varias veces. Es pequeña, no es una estrella o un sol, es como si alguien escondiese un fuego varias veces.

Pero esta en una dirección un poco desviada de tu camino...

Fuego... ¿puede que sean enemigos? murmuro para mis adentros, en el momento que me pongo a caminar en esa dirección.

Vamos allá, no se quien es pero debo descubrirlo, y si es un enemigo mejor... pienso con una sonrisa en mis labios.

En tu camino hacia el desvío notas que extrañamente no hay monstruos a la vista. Es de muy buena suerte. Tal vez el Chamán se equivocó de misión?

Lo que si ves son algunos animales. Grandes y peludos en manadas de a diez, los Wikifalos, seres negros de muchas trompas; pequeños Manos, trepando entre los árboles... todos es su sitio, sin mirarte siquiera.

El brillo sigue estando un poco lejos. Continía misterioso un poco más, pero luego se apaga.

Estas en el sitio donde se supone que estaba el fuego.

Es una construcción de hierro maderado, de los árboles, resistente. En lo alto una ventana. Es una torre de vigilancia. Los Otros estan cerca.

!

Escuchas algo, como una respiración... viene de arriba.

Sin dudarlo un segundo, empiezo a escalar por la torre de madera...

Cuando llego arriba, desenfundo mi arma y me pongo en guardia, ¿Quién anda ahí?

Una mujer, jóven como tu. Diferente. De ojos negros pero piel verde y cabello de color. Esta asustada, en un rincón, lleva una piedra en forma de arma, decorada, pero manchada con sangre.

Junto a ella un cadaver, un monstruo? no... si... algo que no puedes definir bien. Tiene una cortada enorme en la cara. Varios cortes similares se esparcen por el cuerpo. Esta vestido diferente a ti, es más grande, y alto. Su color de piel varía entre el verde de la muchacha y el gris de la muerte. No se mueve.

Ella te grita, en un idioma que no comprendes

¡Khumlhu!

Te apunta con el cuchillo tembloroso asustada...