Partida Rol por web

El cruce de caminos

*Los cuervos de Neverville*

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18/11/2010, 20:36
Vania

Comimos con tranquilidad, entre risas y cosas que no podía explicarme, luego podríamos beber en café con un poco de cognac en el salón que también estaba tibio.

-El postre lo haré mañana, no he medido bien los tiempos y... ¡Pero tengo una sorpresa! Un rico pan de naranja, lo hice esta mañana pero está listo para comerse...

Puse el pan y el café en una bandeja y luego me volví a mirarlo.

-No hemos sabido nada de Neverville, ¿crees que estará todo bien?

Sostenía la bandeja mientras lo miraba fijamente a los ojos, la verdad es que Neverville me importaba poco.

-Lo siento, no quise arruinar la cena con esto, vayamos al salón.

Le hice una seña con la cabeza para que me siguiera y caminé hasta el salón, una de las ventanas estaba abierta y dejaba que se colara el frío, además, el fuego estaba casi apagado.

-Será mejor que volvamos a la cocina o...

Pero al darme media vuelta para volver, topé con él de frente, sosteniendo la bandeja para que nada cayera al piso.

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18/11/2010, 20:45
George Wellington III
Sólo para el director

Andaba detrás de ella, distraido pensando en como irán las cosas en el reino. No en la gente del castillo, sino las justas...los asuntos de estado...cuando de pronto me encuentro con la nariz hundida en su pelo levemente perfumado.

Mi mano acaricia la tersa piel se su mejilla, y antes de darme cuenta mis labios prueban la miel prohibida de los suyos, solo tras hacerlo, busco su mirada, su aprobación o negativa.

El martilleo del latido de mi corazón es atronador en mis oidos, seguro lo debe escuchar.

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18/11/2010, 20:52
Vania

Y de pronto todo se obscureció, sabía que no iba a desmayarme porque lo primero que hubiera soltado era la bandeja pero entonces me descubrí en la tibieza de sus labios con los ojos cerrados, esa era la obscuridad y entonces, sólo entonces, a punto de soltar la bandeja. Abrí los ojos lentamente, me di cuenta de que no odiaba aquel contacto, de que por primera vez, contando incluso a Charles, sentía que merecía aquel beso.

-George...

Pero era él y yo no sabía qué quería, olvidar, jugar, amar. Mi cabeza era un mundo de contradicciones, puse la bandeja en la mesita, el fuego se había apagado por completo y hacía cada vez más frío allí, luego volví a mirarlo esperando su reacción. Quizás me diría que se había equivocado y se disculparía, seguramente era eso, le daría lo mismo que fuera yo o cualquier otra. Y yo, mi corazón entendía que había lazos que yo había creado más fuertes en mi mente que en mi corazón y ahora me lo demostraba sintiéndose como se sentía por George.

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18/11/2010, 21:00
George Wellington III
Sólo para el director

Noto sus dudas, los escasos instantes para soltar la bandeja, para pensar. Pero por extraño que me parezca, mis dudas, aunque siguen ahi, es como si no estuvieran. no aparto mi mirada de sus ojos.

-Lo lamento si te he ofendido Vania. Sé que no me amáis a mi yo...te pido disculpas, no quería hacerte sentir incómoda.-

Pese a todo, no me muevo, por que quiero besarla de nuevo, simplemente besarla y pasar el tiempo así, sin dudas. Con alguien que me corresponda en igual medida.

Por que aunque aún es pronto, siento algo más que amistad o mero deseo de hombre por Vania.

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18/11/2010, 21:07
Vania

-¿Incomoda?

Lo miré con displicente sonrisa en el rostro, la primera en mucho tiempo. Me acerqué a él y tomé su mano.

-Pensarás que estoy loca o que...

Lo abracé con fuerza, recargando mi frente en su cuello, llenándome de su olor. Cierto era que habíamos llegado amando a personas tan distintas, personas que no eran lo que nosotros creímos pero ahora, ahora que sentía su corazón latir no estaba tan segura de amar a otro que no fuera él.

-No sé qué hacer, no sé cómo controlar mi cuerpo y mi corazón pero, George, una cosa es segura yo nunca amé a Charles al menos no de la manera en que estoy sintiendo amarte a ti en este momento... Eres tú quien ama a alguien más...

Me quedé mirándolo a los ojos, lo habría besado si hubiera sabido que aquel desespero de mi corazón era correspondido por el suyo pero no, debía esperar.

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18/11/2010, 21:13
George Wellington III
Sólo para el director

Las palabras sobran ya, pero aún así, digo algunas.

-Ahora, solo existes tú para mi, Vania.-

La beso de nuevo, acariciando su rostro perfecto, sus cálidos hombros, abrazando su delicado cuerpo contra el mío.

No sé cuanto tiempo pasamos así, besándonos simplemente, adorando sus labios, oliendo su pelo, sintiendo sus pequeñas manos en mi pecho.

Pero acabo sintiendo que hace frio., por lo que la cojo en brazos, como a una recién casada, y subo a la habitación, allí estaremos calientes. La dejo en la cama y me tumbo a su lado, simplemente admirándola, acariciando la curva de su hombro, disfrutando de mi dicha.

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18/11/2010, 21:24
Vania

Me miraba en sus ojos, apenas podía creerlo y de pronto estábamos allí, el uno tumbado al lado del otro. El hogar crepitaba, casi con alegría.

-Quiero ser tu mujer, George...

Y luego lo besé suavemente, nada me importaba más en la vida.

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18/11/2010, 21:29
George Wellington III
Sólo para el director

-Tengo un buen amigo obispo...le mandaré una carta mañana mismo...-

Tras esas palabras la beso, de la forma más dulce y calmada que he besado nunca a nadie, tanto me hace vibrar la intensidad, pero a la vez la calma que me invaden que dudo de si alguna vez habré sabido lo que son el amor o la pasión.

-Pero solo si estás segura de casarte con alguien mayor que tú...-

Con los ojos cerrados, la huelo, paso mi nariz por su cuello, mandibula, labios....hasta acabar nariz con nariz, con los ojos abiertos, mirando los pozos de luz y vida que son sus preciosos ojos azules.

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18/11/2010, 22:14
Vania

-No imagino casarme con nadie más pero... George, tú estás casado...

Sus caricias me llevaban a un mundo lejano, donde sólo existíamos él y yo, me dedicaba a recorrer su espalda con mis manos y cuando su nariz quedó junto a la mía le sonreí con alegría y comencé a besarle la punta de la nariz.

-A mí lo de tu edad no me importa, te amo y aceptaré pasar el resto de mi vida contigo, tanto si podemos o no casarnos...

Fui besando sus mejilla, sus ojos, su frente. Toqué sus labios con uno de mis dedos, los recorrí y luego los besé suavemente.

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18/11/2010, 22:30
George Wellington III
Sólo para el director

-Para eso escribo a un obispo, él sabrá como anularlo.-

Me deshago en sus besitos y suaves caricias. Paso a besar su cuello, la pasión crece en mis besos, más aún cuando noto su estremecimiento cuando son mis dientes los que la acarician.

-Párame...si no lo haces...no pararé...no podré...sería como...no lo sé...imposible...-

suavemente la voy despojando de su vestido.

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18/11/2010, 22:37
Vania

Lo intenté pero no pude, apartar sus manos de mí era algo que no estaba dentro de mis planes, lo deseaba y lo necesitaba como a agua fresca porque finalmente quería ser la mujer de alguien y no sólo el juguete, aunque me estremecía de nervios al pensar que le fuera a molestar lo de que ya no fuera virgen. Lo tomé por el rostro suavemente, con el vestido a medio retirar.

-¿Recuerdas lo que te dije? ¿De mi padre? ¿No te importa?

Cerré los ojos y hundí mi cara en su cuello, besando suavemente esa piel suave y palpitante, sintiendo como mi cuerpo se estremecía con cada una de sus caricias y mi respiración crecía con cada una de ellas. Ciertamente, podría escribirle al obispo pero lo seguro era que no podría esperar hasta entonces para ser de él, para pertenecerle.

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18/11/2010, 22:44
George Wellington III
Sólo para el director

-Si..si me imprta. Si lo conociera yo lo...pero shh...no hablemos de cosas tristes...- tapo sus labios con un dedo antes de despojarla por completo de toda ropa y retirar mi camisa.

Mis besos pasan a su cuerpo, deleitándome en las zonas más sensibles de su cuerpo, con suavidad y atención.

La hago disfrutar de su cuerpo, creo que por primera vez al lado de un hombre atento hacia ella, sin embargo, en los momentos más bruscos tengo cuidado, por su herida aún reciente.

Finalmente, horas después, la acaricio, mirándola embelesado, notando el contraste de mis dedos en su rostro, el brillo en sus ojos sin duda reflejado en los mios.

-Te amo, Vania.-

 

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18/11/2010, 23:28
Vania

Me estremecí entre sus brazos, fue un mundo distinto al reconocer esas caricias como una gentileza, como lo que debían ser siempre en brazos de un hombre al que amaras como en ese momento yo estaba amando a George. Me perdí en su cuerpo, en sus movimientos, me aferré a él y me hizo una mujer de verdad mientras mis gemidos se volvían una ligera melodía que coronaba nuestro encuentro. Luego el silencio, la paz, sentir que éramos uno solo; jamás habría creído que las cosas cambiarían tanto a su lado.

-Y yo a ti, George... Me haces muy feliz...

Lo besé en los labios suavemente y me abracé a él, quería descansar. Quedarme a su lado, quedarme con aquel olor y que nada, como hasta ahora, nos importara. Nada.

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19/11/2010, 17:34
George Wellington III
Sólo para el director

Dormimos, con su cabeza en mi pecho, abrazados, no sé cuanto tiempo, pero el fuego se va a apagar. Por ello me levanto, con mucho cuidado para no despertarla, y hecho un par de troncos más.

Bajo y enciendo la chimenea del salón, cerrando también las ventanas. Para que esté a una temperatura agradable cuando ella baje, y no helado como ahora.

Escribo una carta al obispo pidiendo la anulación de mi matrimonio, ya que he abdicado, no puedo estar casado con la reina, alguna forma habrá de arreglarlo.

Y otra a Tobias, preguntando como va todo, y que si quiere, se pase de visita unos dias, pero sin decirselo a nadie.

Despierto un instante a Vania para decirle en un susurro que voy a llevar las cartas al pueblo, para que sean enviadas por el servicio de postas. Me abrigo y hago eso, además de comprar algunas provisiones más.

Y un bonito anillo, no es más que una chuchería, pero no podemos permitirnos más si queremos vivir sin problemas durante muchos años.

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19/11/2010, 17:49
Vania

Cuando abrí los ojos, George no estaba y entonces recordé que me había dicho que iría al pueblo. Me desperecé y me levanté, me sentía feliz, plena, completa. Me vestí, la casa estaba tibia por completo y eso me agradaba, odiaba andar abrigada dentro de casa. Fui hasta la cocina y preparé té para nosotros, pan, queso, carne, huevos, estaba hambrienta y de pronto me senté mirando a la puerta que daba al patio trasero y a la cuadra.

-¿Y si ha sido todo un sueño?

Lo esperaba con ansias, al ver su cara sabría qué había hecho y si era o no un sueño. Por lo pronto seguiría siendo la mujer más feliz del mundo.

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19/11/2010, 17:55
George Wellington III
Sólo para el director

Cuando llego, dejo el caballo en la cuadra y me acerco a la puerta de atrás, la de la cocina. Escucho que ella está dentro.

Me pongo con una rodilla en tierra, y el anillo en mi mano, mirando a la puerta, y la llamo.

-¡Vania! ¿Puedes venir a ayudarme?-

En cuanto abra la puerta:

-¿Quieres ser mi esposa?-

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19/11/2010, 18:08
Vania

Cuando abrí la puerta, no tuve tiempo a mucho. Pensé que tendría las manos llenas de víveres y de cosas así pero al contrario, tenía una precioso anillo en la mano y estaba arrodillado. Mis ojos se llenaron de lágrimas, en realidad no pude contenerlas y me arrodillé a su lado, besándolo y sujetando sus manos.

-Si, George, quiero ser tu esposa... ¡Si!

Lo abracé y con tanta efusividad que casi caemos al suelo.

-¡Entra, entra!-dejé que me pusiera el anillo y tomados de la mano entramos en la cocina, no podía dejar de besarlo.-¿Tienes hambre? ¿A dónde fuiste además de traerme este hermoso anillo?

Nunca había tenido nada mío y ahora lo tenía a él y ese símbolo de nuestro amor aunque por el momento casarnos no fuera a ser tan fácil. La cocina olía a duraznos y canela, a dulce.

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19/11/2010, 18:15
George Wellington III
Sólo para el director

La abrazo, increiblemente feliz, levantándola y haciendonos girar en circulo, riendo feliz, antes de parar y besarla profundamente, me cuestra un trabajo horrible separarme de los labios amados, de hecho fracasé en varias ocasiones volviendo a besarla.

La dejo un momento para meter las provisiones que hay junto a la puerta.

-Fui a llevar dos cartas, para que las leven a su destino. Una es al obispo. Otra a un buen amigo y consejero.-

La abrazo por detrás cuando vuelve a cocinar algo.

-Amor mio...no podría ser más feliz en este momento. Bueno, tal vez si trajeramos al mundo a una niña tan hermosa como tú. Pero solo tal vez, no puedo imaginar una dicha mayor que ahora mismo.-

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19/11/2010, 18:23
Vania

Teníamos todo el tiempo del mundo para amarnos, éramos felices en Pryze y nadie parecía haberse percatado de quién era él, al menos lo disimulaban, la gente de Pryze era muy buena. Sus besos y sus abrazos me hacían sentir más que feliz y cuando habló de una pequeña niña, mis piernas temblaron, eché la cabeza hacia atrás recargándola en su hombro.

-O quizás sea un niño, un niño tan bello y justo como usted, mi señor.

Estaba bromeando con él y sonreí dándome vuelta y mirándolo a los ojos. Me solté de él con mucho esfuerzo y dispuse dos platos para ambos. Mirándolo de vez en cuando, inquieto, a veces él parecía un niño; mucho me costaba imaginar el dolor que podían haberle causado.

-Tendremos que arreglar otra alcoba para ese consejero tuyo y... He pensado que en primavera podríamos sembrar algo y tener un par de gallinas, bueno... He pensado demasiado, no me hagas mucho caso.

Le indiqué cuál era su silla y luego me senté muy cerca de él.

-Gracias por mantener toda la casa tibia para mí y por esto...-miré mi anillo, sonreí y lo besé.

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19/11/2010, 18:35
George Wellington III
Sólo para el director

-No tienes que darlas, cariño.- sonrio - Y tal vez un cerdo o dos...-

Las semanas pasan, feliz. Muchas veces me es muy complicado evitar besarla, y los besos suelen acabar en sexo sin control, allí donde estemos, casi sin excepción. Una vez casi se nos quema la casa por descuido.

Vamos arreglando habitación por habitación, la primera candidata es la que era de mi abuelo, la más grande de la casa.

No quería que mi vida cambiase, felicidad, amor, sexo, sin preocupaciones. Vania.

Todo es perfecto.