Partida Rol por web

Knut avanza unos metros entre la podredumbre sin llamar la atención de las criaturas.

Kellen avanzó por el trecho menos iluminado como un auténtico fantasma, ningún ruido, ningún paso en falso, mirando siempre a los simios, por si despertaban, pero con decisión y un paso vivo.

Mientras cruzáis la sala sigilosamente, el pequeño incendio va aumentando, iluminando mejor el lugar. Ahora podéis ver que las criaturas no son grises, sino albinas. Y que no hay tanto material combustible como pudiera parecer al principio, a excepción del guano seco y algunos desperdicios más. Lo demás son huesos y otras zonas presentan más humedad por lo que es poco probable que la cámara vaya a arder entera. Las paredes también están grabadas con imágenes horribles y nauseabundas, y con inscripciones en una lengua que no entendéis, pero que suponéis muy antigua.

Llegáis a la salida del otro extremo y veis los restos podridos y destrozados de madera de lo que hace muchísimo tiempo pudo ser una puerta pero ya es irreconocible excepto por los goznes, pomo y otros herrajes metálicos.

Os adentráis en la negrura del corredor, cuya anchura permite el paso de dos personas hombro con hombro. Delante van Knut que porta la antorcha y el temerario Kellen. Conor cubre la retaguardia. Tras avanzar unos diez metros, oís los gritos y gruñidos de las bestias, primero de alarma, luego de furia y terror. Pronto el sonido se va haciendo más débil y lejano, seguramente porque los simios han salido al exterior para huir del fuego.

Pero justo en ese momento en que los gritos empezaban a atenuarse. Otro gruñido se oye en el pasillo a unos metros delante de vosotros y el sonido de unos pasos avanzando rápido. De la negrura, donde el radio de luz de la antorcha no llega, aparece otra criatura simiesca de poderosa musculatura que carga contra vosotros corriendo a cuatro patas con las mandíbulas abiertas. Se para justo delante de vosotros para erguirse sobre las dos patas traseras, mostrando su altura de casi dos metros, y alza sus blancos brazos dispuesto a dar un zarpazo con sus garras...

Kellen cargó bramando con el hacha en ristre, su rostro desencajado no albergaba temor o dudas, no pararía hasta quedar a su oponente reducido a pulpa sanguinolenta.

La bestia fué cogida por sorpresa por la furiosa celeridad del Cimmerio, y recibió dos golpes tremendos en el hombro y el pecho, los cuales hicieron que el cimmerio quedase salpicado por la sangre de la bestia (otra vez), la cual aulló de dolor ante lo inesperado del ataque.

-AAAAAARRRRRRRRGHH!- fue lo único que bramó el cimmero mientras golpeaba

Dos certeros hachazos de Kellen en puntos vitales de la bestia albina hacen que ésta caiga derribada en un charco de roja sangre.

Al ver a la bestia avalanzarse sobre nosotros los músculos se tensan, alzo espada y escudo dispuesto a resistir y luchar, cuando de pronto, otra bestia, que afortunadamente está entre nuestras filas, sale como un relámpago y termina con el simio con dos terribles golpes de hacha.

Sorprendido miro la escena, y me vuelvo a relajar, - ¡vaya!, eso ha sido rápido,- comento con una sonrisa. 

Luego echando un vistazo hacia la oscuridad de la que venimos digo, - será mejor que continuemos, antes de que lleguen más

 Asentí conforme ante las palabras de Knut:

 - Vayámonos rápido...

 Lo último que queremos es que más bestias como esta se presente a vengar a su camarada. No creo que tuvieramos tanta suerte esta vez.

Kellen, con desprecio, escupió sobre aquella criatura de pesadilla.

-¿habías visto algo parecido antes?, yo ni siquiera en los relatos que contaba el anciano del consejo escuché algo similar-

Más calmado, y con cierta indiferencia, se encogió de hombros y continuó avanzando.

-Véamos que nos depara el camino venidero, espero que no más cosas como estas, y sí más vanires-

El cuerpo de la criatura se relajó después de unos últimos y breves movimientos agónicos y ahora yacía inmóvil en el suelo bañada en su sangre.
Continúais por el oscuro pasillo hasta que encontráis muchas rocas esparcidas por el suelo.
Parece como si una vez hubo algún tipo de barrera de piedra, sello o cierre aquí, bloqueando el corredor, pero ahora yace destruido y hecho añicos. No hay forma de saber cuanto tiempo hace que lo rompieron.

Dejáis los escombros atrás y avanzáis unos metros más. Entonces veis una luz delante y parece que el túnel desemboca en otra cámara.

-Estad atentos, compañeros- comentó el cimmerio en voz baja, despues del encuentro con aquel diablo de las nieves, se esperaba cualquier cosa.

-Los ojos bien abiertos cimmerio - contesto a Kellen mientras entro cautamente en la nueva estancia, de la que proviene la luz.

Kellen miró al aesir, con mal rostro

-Kellen, creo que ya hemos derramado suficiente sangre juntos, para que dejes de llamarme de una forma tan generalizada, parece que  sea hasta despectivo, knut-

-uoooh, tranquilo amigo, es solo una forma de hablar,- contesto al malhumorado cimmerio sin mirarle, pues permanezco pendiente de lo que hay en la nueva estancia.

Una sonrisa se perfila en mi rostro, mientras sigo hablando y avanzando cautelosamente - conozco un preparado que hacía mi madre, que ayudaba a calmar los nervios, - le miro sonriente, - era muy efectivo. - Y volviendo a prestar atención al entorno, termino diciendo en voz algo más baja - también ayudaba a tener visiones y vaticinios...