Partida Rol por web

El Doctor esperaba que aquellos alaridos fueran de dolor, aunque una cosa era cierta ya que la monstruosidad había dudado y cosquillas no le debería hacer el rayo desintegrador. Con complejo de porteador, Baker vuelve a agarrar el artilugio para alejarla del Sr.Sleep. La verdad es que aquella masa de carne amorfa era digna de estudio. Quizás si estuviera más quieta le echaría un vistazo. El hecho es que Baker andaba más concentrado por la naturaleza del ser, cediendo los controles del aparato al Sr.Wong. Esperando tener tiempo más tarde para estudiar de cerca el Desintegrador.

Intento recomponerme. Aprieto los dientes, entorno los ojos y sujeto la pistola con las dos manos. Tengo que asegurar el disparo, no puedo fallar me digo a mis mismo antes de apretar el gatillo otra vez. 

El disparo de Manley acierta en un lugar vacío. Allí donde se agitaba enfurecida la masa gelatinosa del monstruo, ahora no había nada. La acción continuada del rayo por fin consigue desintegrarlo por completo, ni siquiera quedan restos que poder estudiar y mucho menos pruebas reales de su existencia, mas allá de los propios testigos.

Por unos momentos, todo queda en calma, el invernadero destrozado, los restos de sangre por todo el jardín, los cadáveres mutilados de los vigilantes dejan un escenario devastado y aterrador entre la niebla aun persistente.

Pero este es solo el primero de los problemas, y además de los ya conocidos, es posible que otros peli9gros invisibles acechen. Nada se sabe del funcionamiento del rayo, pero después de estos instantes manipulándolo, tanto Baker como Wong os sentís mareados, fríos, y las náuseas encojen vuestros estómagos. Una sola palabra cruza por la mente nuestro físico, “radiación” y todo ese malestar físico os trae a la mente la imagen demacrada, enfermiza e impropia de su edad de Pelfry.

Las piernas del señor Wong flaquean y éste suelta el desintegrador, dejándose caer de rodillas lentamente con su bastón, que no ha soltado en ningún momento, aún manipulando el aparato. Ciertamente, no se encuentra bien, pero hace un esfuerzo -claramente inútil- de disimularlo. ¿Será esto lo que le pasa a ese Pelfry?

Levanta la cabeza, mirando donde instantes antes había estado esa masa informe que antes era el señor Sleep.

- ¿Qué hay del engendro volador? -pregunta, no esperando ninguna respuesta-. Quería matar a Sleep, pero no lo veo por ningún lado. Deberíamos asegurarnos de que no está por aquí o desintegrarlo también y luego -hace una pausa dramática-... destruir este trasto. Creo que la única forma de destruirlo va a ser con su mismo poder.

Una malestar invadió al Doctor y no era por la visión de aquel espantoso ser por fin derrotado. Algo de aquel aparato desintegrador ponía enfermo a Baker. Y tendría que ser estudiado con más detenimiento. Recobrando la serenidad tras el encuentro de lo más paranormal, el Doctor asintió las palabras del Sr.Wong.

Tiene usted razón caballero, aún quedan más peligros que afrontar. El ser alado y la extraña niebla... pero como comenté hay un patrón que desvela una acumulación de energía en el establo. Habría que ir rapidamente con el artilugio y quizás podamos encontrar una manera para acabar con todos estos fenómenos.

Más allá del malestar físico momentáneo no parece que Wong y Baker hayan sufrido daños en su organismo, aunque ha quedado bastante claro el peligro de manejar fuerzas desconocidas.

Del extraño ser, ajeno a este mundo, que se presento con la forma de Sleep, no queda rastro alguno, ni sangre o similar, ni vísceras, toda su materia ha desaparecido. Para una mente como la de Baker, con sus conocimientos, es fácil imaginar que el intento de reflejar el rayo acabaría en la desintegración de cualquier material que se use para reflejarlo.

El rayo parece luz, pero no es luz, y ni siquiera provocaba sombra, cosa que recordáis ahora que la tensión del momento parece rebajarse.

No hay rastro del ser volador, pero incluso a pesar de la espesa niebla, desde el jardín podéis observar que las luces sobre el establo son mucho más intensas ahora, además, escucháis algunos gritos, primero, gritos de miedo, de huida, después gritos del dolor que precede a una muerte horrible.

Bride parece haber recuperado la compostura, está herido, con algunos cortes profundos y numerosas magulladuras, aunque nada que le inhabilite seguramente agradecería algún tipo de ayuda sobre todo con el corte más profundo de su costado.

—Te he visto disparar amigo— le dice a Manley— y no se quien coño eres, pero desde luego no eres chofer.

Entonces saca una cajita negra con una extraña inscripción, la abre y saca las seis balas que hay dentro, —tenga— dice ofreciéndole tres de esas balas a Manley, y mientras mete las tres que se queda para si mismo en su revolver, le explica.

—Alguien me dijo una vez que en el mundo había cosas que no comprendemos, ni somos capaces de maginar, cosas terribles que habitan entre nosotros invisibles. Y me dio estas balas, me dijo que, si alguna vez me encontraba con alguna de esas cosas y nada más servía, quizás, y solo quizás, esto podría salvarme.

Al coger las balas puedes ver que son de un material desconocido, y que cada una tiene grabada la misma inscripción que la caja, una estrella rodeada de un circulo que no termina de cerrar.

Después de eso, ya reunido con Wong y Baker señala el aparato

—¿Vamos a tener que arrastrar ese armatoste? Espero que no tengamos que correr.

Gracias señor Bride.  Manley coge las balas que le entrega el detective y las observa. Se fija en el extraño grabado sin saber que puede significar.   En otra ocasión hubiera pensado que Bride era un loco, un tarado pero dado todo lo que ha sucedido no dudo en cargar mi pistola con ellas.

Acabemos con ésto de una vez digo girándome hacia el establo y mirando con recelo las luces que lo alumbran. Luego se escuchan gritos y voces

Demonos prisa

El Doctor pensó que antes de enfrentarse a nuevos peligros quizás habría que remendar a alguno de sus compañeros.

Caballeros, si alguno de ustedes ha sufrido daños yo tengo algún conocimiento médico y podría intentar sanarles.

- Todo bien por aquí, doctor Baker -agradece Wong-. Bonitas balas, señor Bride, podría haberlas sacado antes, ¿no cree? En fin, qué más, da, ayúdenme a llevar el desintegrador al establo, que parece que esto todavía no ha terminado.

Wong es una persona muy entregada, y tiene cierta curiosidad tanto por el aparato como por la criatura voladora. Sin embargo, es un tanto reservado y no le gusta dar más información de la necesaria. Así que, tras pronunciar esas pocas de palabras, trata de levantar el desintegrador, esperando que alguien le ayude.

—¿Puede usted hacer algo con esto?

Se aparta un poco la camisa dejando al descubierto una profunda herida entre las costillas, cerrarla del todo no parece posible, pero eliminar los restos extraños y taponar la herida pera reducir la perdida de sangre y evitar una posible infección, podrían significar la diferencia entre la vida y la muerte para Bride.

Wong coge el aparato decidido a cargar con él, pero necesita que alguien le ayude, aun así, se da cuenta de que no será lo mismo esquivar unos segundos al monstruoso Sleep que cargar con el hasta el establo.

De nuevo hay demasiadas posibilidades y todas ellas parecen arriesgadas, ayudar a Bride y malgastar un tiempo precioso, cargar con el desintegrador montado, atender a los gritos que no cesan, desmontar el dispositivo, dividirse… y todo ello con el olor de la sangre del detective recordándoos las vidas que ya se han perdido y el peligro que corren las vuestras.

No era la primera herida que el Doctor veía, pero aquella en particular no tenía buena pinta.

Hay que ir al interior y encontrar alcohol para desinfectar la herida. Y hay que ir rápido. Los señores Wong y Manley pueden cargar con el trasto y acompañarnos. Luego podríamos ir al establo. Si de camino nos encontramos algún ser alado den buena cuenta de él con el Desintegrador.

De acuerdo asiente Manley creyendo que es la mejor opción. Vistos los enemigos a los que se están enfrentando, el desintegrador es su mejor baza. Sería estúpido dejarlo aquí. 

¿Vamos señor Wong? le hago un gesto al profesor con la mano para que se acerque a echarme una mano. El maldito cacharro pesa como un demonio

Wong agradece la oferta deManley y ambos tratan de acarrear el desintegrador hasta el establo.

Wong tenia prisa y el Doctor temía por la salud de Bride. Nadie tendrá una petaca de alcohol por casualidad? Quizás no sirva de desifectante para esa fea herida. Cuando recordó que había un par de cuerpos más en la sala y quizás habría suerte entre sus pertenencias.

El tiempo apremia y los gritos parecen inquietar demasiado a los héroes como para entretenerse demasiado, Baker hace una búsqueda rápida entre los cuerpos de los vigilantes, era fácil imaginarles con alguna petaca para soportar las esperas en el invernadero, aunque quizás no quedase alcohol en ellas, pero no había tiempo para más, con lo que encontrara y unas tiras de la camisa del propio detective tendría que servir.

Mientras, Wong y su fiel Manley agarran el aparato con todos sus elementos, tampoco hay tiempo para ponerse a desmontarlo ahora, y avanzan hacia el invernadero, sabiendo que en cuanto Baker termine podrá alcanzarles en un momento.