Partida Rol por web

El disparo rompe el silencio de la noche y abate al francotirador; no se si definitivamente, o sólo le ha dejado fuera de combate de momento, pero da igual, está hecho, y pocas más opciones teníamos... Veo que Tays ya se mueve hacia el sur, doblado por la cintura para ofrecer un blanco más reducid

-Moveros! Rápido, rápido!

... mascullo, dando una palmada en el hombro al siguiente que tiene que moverse: no podemos quedarnos parados ni un segundo más; cuando se hayan movido los demás, me tocará a mí, aunque los alemanes se pongan a tirar a locas, qué remedio, son gajes deo oficio....

Sin tiempo para comprobaciones, Thomas nota una mano en el hombro. Siempre hay una mano en el hombro antes de saltar, correr, lanzarse hacia la muerte...

Se fija en la ruta de Dwain pero sigue otra, errática pero ligera, hasta el otro lado del camino, donde intentará unirse reptando a su amigo y a los que vienen detrás...

Había que pensar rápido, el asesinato fue limpio pero los germanos se dieron cuenta rápidamente del ataque. Por la mierda, ¿qué desastre acabo de ordenar? No había tiempo, y Carradhie ya nos había mandado a cruzar, Tays y Gerald salieron al paso rápidamente. Pensé por un momento en lanzar la granada, pero desistí puesto que con la luz podrían llegar a ubicarnos inmediatamente. Perros germanos, ¡perros!

Di espacio de algunos segundos a Gerald para avanzar y decidí salir al paso dos metros más lejos de los muchachos con el fin de lo alertar mucho a los germanos con un grupo grande pero en la misma dirección tal como el sargento ordenó: Cuerpo a tierra  y escapar de la situación para reagruparse más adelante. Y que Dios se apiade de nuestra bendita miseria. Carajo.
 

¡Bien!, mi turno.... una vez han salido disparados mis tres compañeros, me toca cerrar la marcha... porca miseria..., seré el blanco más fácil si han oido o intuido algo, pues sabrán a donde prestar su atención.... No me lo pienso, y me lanzo a la carrera, doblado por la cintura e intentando no tropezar delante de las napias de los boches...

La confusión se apodera del grupo, que algo desorganizado, huye hacia el sur bajo una lluvia de fuego. La carrera en el interior del bosque se alarga varios minutos en los que vuestros cuerpos segregan la adrenalina necesaria para abandonar el lugar.