Partida Rol por web

El tiempo pasa para las dos casi sin daros cuenta, y cuando miráis el reloj, os dais cuenta de que es hora de irse a arreglar...

Justo unos instantes antes de que Valary pulse el botón para llamar al ascensor y subir a la planta donde están las habitaciones, Bubo levanta el vuelo, tras frotar su cara metálica contra la de Haruka, y se mete en el ascensor antes de que se cierren las puertas...

Y al abrirse, delante de Valary aparece la revoloteante mascota, que se posa en su hombro e inclina cariñoso su cuerpecito contra su cuello, gorjeando alegre, como si intentara disculparse por parecer que la había dejado de lado...

Antes de que se dé cuenta, la criatura metálica ha pulsado el botón de la planta baja con su pico, y de ese modo las dos chicas se encuentran de frente, con el buho aleteando alegre...

Haruka... Valary... ¿amigas, eh? dice con su voz metálica... mientras por detrás oís la voz de Jarvis diciendo que será mejor que subáis, para que luego no tengáis que correr o hacer esperar a los chicos...

Suspiré hondamente mientras esperaba al ascensor; casi me perdí de verdad en un mundo virtual en el que no tenía que pararme a pensar demasiado, pero aún así dejaba a mi mente descansar de todo. Sólo recordé que tenía que vestirme cuando pensé en por qué tenía las uñas pintadas de blanco y negro.

Aún meditaba en mis cosas cuando, al llegar el ascensor, sale Bubo de su interior y se posa en mi hombro, dándome lo que yo interpreto como mimos, y que respondo acariciándole un poco con mi cabeza. Sin darme siquiera cuenta, de pronto el ascensor regresa a la planta baja y se abre delante de Haruka.

-¿Qué pregunta es esa, Bubo? Claro que somos amigas.-respondo al bichito metálico, sonriendo un poco. Jarvis tiene razón; tendríamos que ir ya a cambiarnos. Le hago un gesto con la cabeza a Haruka para que se meta en el ascensor.

Me pasé buena parte del tiempo en la biblioteca intentando entender cómo funcionaba el catálogo informatizado que Jarvis me había enseñado, pero finalmente conseguí localizar dos novelas interesantes: "El nombre de la rosa" y "La dalia azul". Satisfecha con la elección me quedo ensimismada mirando más libros cuando Bubo sale revoloteando de la sala y desaparece sin más. Me quedo algo dubitativa unos segundos, pero se está haciendo tarde y debería vestirme. Me dirigo hacia el ascensor para ir a la planta donde está mi cuarto, con los dos libros.

"Pediré disculpas a Jarvis por no haberle ayudado al final e intentaré compensarle mañana con un desayuno o algo así...". Al abrirse las puertas aparece de nuevo Bubo y Valary. Parpadeo levemente sin entender el tema.

-Oh, tu también quieres un libro, Val?- le pregunto, con una amplia sonrisa. Miro a Bubo cuando dice lo de ¿amigas? como si creyera que estuvieramos enfadadas o algo así -Oh- entonces creo entender porque ha dicho eso -Claro que somos amigas Bubo, no estamos enfadadas, sólo nos hemos separado para hacer cosas distintas, no porque no seamos amigas, no te preocupes, pequeñín- le intento explicar al pájaro metálico. Entro en el ascensor y me situo al lado de Valary y le doy un abrazo cariñoso de oso amoroso -Lo ves? somos amigas!- sonrío.

-Por cierto, al final viste a Miles en bañador? Te relajaron esas maquinitas? Algún día tienes que explicarme como funciona todo eso, yo... a mi me ponen más nerviosa que otra cosa- risa nerviosa. Finalmente el ascensor llega a la planta de los dormitorios y me dirijo a mi cuarto.

Poco rato después, tras ducharme de nuevo, teniendo mucho cuidado en no mojarme el pelo ni que se me desmonte el moldeado, consigo vestirme con mi modelito color turquesa y los complementos, sólo me falta el collar de Hércules, que desentona claramente. Cojo el pergamino que nos había dado con el collar y lo releo para ver si entiendo cómo funciona y que tome la forma que deseo...

-Oh, pues si le vi, pero que yo no quería verle así. Dice que nos está muy agradecido a ambas por la invitación.-respondí a Haruka en el ascensor, sonriendo aún divertida por la reacción del chico.-Me he relajado bastante, sí, pero sólo relaja cuando ya te has aprendido los controles y no tienes que pensarlos. Te enseñaré lo que sé, pero igual Miles es mejor maestro.

De vuelta a la habitación, de nuevo con los dos vestidos delante de los ojos, vuelvo a sentir dudas momentáneas...pero finalmente me quedo con mi idea inicial y me pongo el vestido liso con mangas y el cinturón después de echarme algo de agua para refrescarme. Como ya tenía el pelo arreglado, no tardo nada en estar lista y bajar; ni siquiera cambio la forma del medallón a como lo había puesto para salir de compras.

Bubo gorjea de forma feliz al ver que os abrazáis, y mueve la cabeza afirmativamente, como diciendo que lo ha entendido...

Bubo a veces tonto... sabio en mucho, pero aún cuesta entender humanos tras tanto tiempo... se disculpa en su curioso lenguaje, mientras abre y cierra las alas como queriendo acompañar con gestos sus palabras...

Bubo contento vosotras no enfadadas... tampoco enfadadas con Bubo, ¿verdad? añade, haciendo rodar su cabeza en 360 grados de una forma completamente graciosa

La mascota olímpica os acompaña alegre a vuestras habitaciones, y se queda con la que queráis de las dos, mientras os arregláis para el estreno del musical, esperando obediente a que decidáis si va con vosotras como joya, o lo que queráis...

Al poco tiempo de que estéis listas, Bobby Morse llama a vuestra puerta Chicas, me parece que Hank y los muchachos ya han llegado... aunque no corráis, siempre es bueno hacerles esperar...

Hank conduce y, mientras rodeáis Central Park para entrar en la 5th Avenida, contesta a Jason

Sí, por supuesto, Logan nos pasó su informe como jefe del equipo en la zona. Estamos en ello, tenlo por seguro, y en cuanto sepamos algo en firme te lo comunicaremos. Estamos siguiendo varias pistas y ya se está trabajando en las pruebas forenses que se recogieron de allí. Daremos con tus amigos y te los traeremos de vuelta, te lo prometo, Jason... las palabras del Dr McCoy sonaban tan serias y decididas como su actitud. Incluso conduciendo se notaba que aquel asunto eraq de los que le gustaba encarar sin ambages...

Miró por el retrovisor a los otros chicos, ya que Jack parecía ensimismado, o deliberadamente ignorando algo que entendía que era un asunto privado...

Al poco el vehículo rodeó una imponente mansión, rodeada por un bien cuidado jardín y con un muro alrededor, para dirigirse a la parte trasera del edificio. Hank detuvo el coche unos segundos hasta que el sistema de seguridad lo identificó y abrió la puerta, y entró en el garaje, donde había otros vehículos, incluída una Harley Davidson incluso mejor cuidada que la de Logan...

Bueno, chicos, podéis bajar... informó el Dr McCoy, mientras un individuo con traje de mayordomo inglés abría la puerta que daba acceso a la mansión...

Bienvenido a casa, Dr McCoy dice el sirviente, y luego, con gran educación, os saluda Bienvenidos también ustedes, caballeros. Tengan la bondad de seguirme, las señoritas no tardarán en bajar...

El mayordomo os guía a través de la planta baja de la enorme mansión, y os indica que podéis esperar en el gran salón que hay entre la biblioteca y la sala de conferencias...

Mi nombre es Jarvis, mayordomo de la mansión. Cualquier cosa que necesiten, no duden en pedirla... Les he dejado una bandeja con unos refrescos y un tentempié, para amenizarles la espera... dice señalando a una bandeja donde hay diversos refrescos de cola y de sabores de fruta, así como una plata de canapés de diversa y apetitosa factura...

El mayordomo se retira hacia la cocina, y de allí sale uno de los hombres más grandes y musculosos que jamás hayáis visto. Al veros os sonríe abiertamente y entra en el salón, tras saludar a Hank

¿Así que vosotros sois los galanes que vais a acompañar a las jóvenes princesas esta noche? Pues el Hijo de Zeus os recomienda que recordéis bien vuestros modales y espera que éstos sean tan exquisitos como los del mejor de los pretendientes de Helena, porque si no vais a tener que rendir cuentas ante el León del Olimpo!!! truena el recién llegado con un vozarrón ensordecedor. Su vocabulario y forma de expresarse hace que a veces os cueste seguirle, pero la esencia del mensaje parece estar clara...

Hank pone los ojos en blanco ante la diatriba del semidiós, pero antes de que pueda decir nada, otro chico que aperece por la puerta le reprende...

Hércules, por favor, éstas no son maneras de tratar a la gente, al menos mientras se comporten... Recuerda lo que hablamos cuando me pediste que te aconsejara sobre cómo llevarte con otras personas en este mundo y en esta época...

El muchacho saluda a Hank cordialmente, y entonces se presenta. Viste un elegante smoking que la va como un guante, y veis que se está ajustando una especie de guantes tan transparentes que, al momento, se confunden con su propia piel...

Mire, Dr McCoy, el Dr Pym ha mejorado el prototipo que me hizo y me ha dado este par para paseo, que son prácticamente imperceptibles! Ah, y me ha dicho que él y su esposa bajarán enseguida!

Y tras esto se dirige a vosotros Hola, chicos! Soy Miles Donovan, un huesped de la mansión... no creo que las chicas tarden mucho en bajar, con lo que podremos ir todos juntos a ver el musical!

Algo aturdido por lo extraño de este lugar y esta gente, me quedo callado hasta que se dirige a mi el mas joven. Le ofrezco la mano como saludo y me presento.

- Buenas noches, Miles, yo soy Simon.

Me aparto un poco para que los demas puedan presentarse, y me dirijo hacia el lugar donde estan los refrescos. Cojo uno de limon, y mientras doy un refrescante trago, observo el lugar con detenimiento.

Vaya casa, con mayordomo y todo.

Entre la mansion, el mayordomo, todos de smoking, y yo envutido en un traje por primera vez, comienzo a sentirme tan fuera de lugar como un ventilador en la Antartida.

Asiento en silencio ante las palabras del peludo, frunciendo el ceño y mirando de nuevo por la ventanilla abierta sin prestar nada de atención al interior del vehículo, mientras medito en lo que me acaba de conseguir. No sé si podrán encontrarlos. Es por éso... que he de recurrir a otras vías, si es necesario.

Lo primero que veo, al llegar a la Mansión, no es el edificio, ni el jardín, ni siquiera el garaje. ¡Una Harley Davidson! FUAH. Salgo del coche incluso antes de que las ruedas se detengan del todo, por lo que un pequeño traspié habría supuesto el comerme el suelo. Pero no. El suelo no es remotamente ni la mitad de guay que la Harley. ¡Afuá! Me dirijo hacia ella y comienzo a admirarla, comprobando todo lo que se pueda comprobar a simple vista. Tubo de escape reluciente, el nivel de aceite parece perfecto, no hay ningún resto de óxido entre los componentes. Fuah.

- ¿De quién es? -Paso una mano, a unos centímetros de la tapicería, para no tocarla pero aún así... sentirla. Dios. Siempre he soñado con una Harley Davidson y, ahora, en menos de una semana, he visto dos y conducido una. "Hmm... creo que se me está poniendo dura".

Casi A regañadientes, me comienzo a alejar de la Harley, siguiendo al grupo aunque con la vista fija en la moto. Dios, dios, dios. He de robarla. No, éso no estaría bien. Pero sí he de pedirla prestada para conducirla.

Ya en la mansión, no presto demasiada atención ni al mayordomo, ni a la bandeja de canapés. Mi atención es limitada, por lo que debo usarla en cosas que realmente valen la pena, como la Harley, las prostitutas del señor Shaw y el gigantón que acaba de aparecer. Su vozarrón va a tono con su enorme complexión, por lo que me tapo los oídos disimuladamente para que así no me provoque un mal de cabeza y vayamos a liarla.

- ¿Miles? -Repito, ante el saludo del recién llegado. Me sonaba de algo ése nombre, y no sabía bien bien de qué. Me acerco a él y le tiendo la mano-. Hey, mi nombre es Jason. Encantado.

Realmente no. Realmente no estoy encantado de conocerlo. Estoy encantado de haber visto la Harley. Joder, una Harley sin apenas vigilancia. Cómo me encantaría ir ahora, sólo para poder escuchar el rugido del motor, aunque fuese.

Cuando Pájaro Burlón llama a mi puerta yo estoy más que lista y preparada. Los últimos minutos me los había pasado entretenida echándole un vistazo a las primeras páginas de los dos libros que había cogido de la biblioteca de la mansión. Levanto la cabeza, dejo los libros encima de la cama, y tras alisar el vestido salgo corriendo de mi cuarto y entro en el de Valary, en un ataque de euforia y entusiasmo.

-Val!Val!! Vamos a conocer más gente!!!Compañeros de clase!!!- salto sobreexcitada y me tiro encima de ella -Bubo Bubo!!- grito muy nerviosa, ya que el pájaro esta vez se había ido con Valary, ya que había estado antes todo el rato conmigo en la biblioteca, abajo.

-Tenemos que convertirlo en joya para que vea también el espectáculo con nosotras!!- vuelvo a dar saltitos de emoción. Y nerviosa como un flan de gelatina doy la orden a Bubo de que se divida y recojo mi joyita y la coloco a un lado, cerca del escote, en el vestido. Se ve perfecto en contraste con el turquesa del mini-vestido. Entonces me doy cuenta de que acabo de irrumpir en su intimidad y salgo corriendo, pidiendo disculpas y salgo tan rápido como he entrado, cerrando la puerta detrás de mí.

-Te espero abajo!! Lo siento!!!- y me dirijo sobre-estimulada al ascensor donde en su interior, una vez se han cerrado las puertas, trato de calmarme para no parecer ante mis nuevos compañeros un saco de nervios hiperactivo. Acaricio el abalorio que es ahora Bubo y respiro hondo. En poco se abren las puertas y salgo a la planta baja donde están todos. Camino con falsa calma hacia la salita donde están. Entro y me acerco hacia donde están Hércules y Miles.

-Hola!- saludo sonriente -Vaya, te sienta muy bien ese traje, Miles!- le digo, sinceramente admirada del cambio de look. Me fijo que no lleva los guantes del día anterior, pero no digo nada. Mientras miro de reojo a los nuevos invitados: cuatro chicos, a cada cual más peculiar. Vale, no se me puede pedir mucho al respecto, los únicos chicos que conocí anteriormente eran rednecks y mayormente intentaban tirarnos sandias y tomates a la cabeza...

-Mi... nombre..- empiezo algo tímidamente. Respiro hondo. "Valor, Haruka, valor, todo ha pasado para que estés aquí y conozcas a gente nueva, a estas personas..." -Me llamo Haruka. Creo que seremos compañeros de clase!- saludo finalmente a los cuatro chicos misteriosos y bien trajeados.

La Harley del garaje pertenece al Capitán América, Jason. Es una Harley Davidson Custom Special, un modelo realmente único por todas las modificaciones que se le han hecho... le explica a Jason Hank McCoy

Miles responde al saludo de Jason estrechando su mano. Realmente sus guantes ultrafinos apenas se notan al tacto, así que si no llega a ser que él lo ha comentado en su presencia a los demás chicos les hubiera sido difícil darse cuenta...

Entonces su rostro se llena con una amplia sonrisa al ver llegar a Haruka... agradeciéndole con la mirada sus palabras, y dándole ánimos cuando ve su timidez... ¿Sabes si Valary tardará mucho? pregunta como de forma casual, para romer hielo, pero en sus ojos se advierte que hay un cierto interés adicional...

El chico de color, el que tal vez se ha mantenido más apartado hasta el momento, da unos pasos adelante, y recordando gestos que había visto en viejas películas, hace una cortés reverencia ante Haruka, plantándole un suave beso en su mano...

Un placer, Señorita Haruka. Jack Slater, para servirla... y sí, por lo que parece iremos a la misma escuela! y girándose hacia Miles, le pregunta educadamente si él también será alumno de la escuela del Profesor Xavier...

No, Miles es en realidad un invitado nuestro, aquí en la mansión de los Vengadores, por una temporada. Aunque cuando las cosas se calmen del todo, no descarto que pueda haceros alguna visita allí, de tanto en tanto... contesta Hank conj unas palabras que hacen que los ojos de Miles brillen de alegría

Valary bajará enseguida, chicos... anuncia una mujer elegantísimamente vestida, que sale del ascensor del brazo de un hombre con pinta de sabio despistado...

Muchachos, os presento a Miss Janet van Dyne, alias la Avispa, y a su esposo, el Dr Henry Pym, también conocido como el Hombre Hormiga... les presenta el Dr McCoy, que le pregunta a Janet directamente Por cierto, ¿sabes si Jen ha llegado ya? Mañana tiene que relevar al Capitán como Vengador de guardia...

Pues no, pero estará al caer... me ha llamado hace un rato diciendo que se retrasaría... algo de un caso que estaba estudiando. Los abogados, siempre tan ocupados... ya se sabe... contesta con tono alegre y despreocupado

Y bien, chicos, ¿necesitáis algo, o ya estáis listos para que vayamos a ver el musical? os pregunta de forma cortés, pero desenfadada...

Espero a que la señorita se acerque despues de hablar con Jack para presentarme.

- Encantado de conocerte. Mi nombre es Simon.

Le ofrezco mi mano mientras hablo.

- Me alegro de conocer a otro alumno de la escuela.

-Es un placer volver a coincidir con Vos, Sr. Hércules- le saludo, en primer lugar, de forma respetuosa. Luego sonrío tímidamente a Miles y una pequeña punzada de decepción asoma en mi interior al ver esa mirada intencionada de éste. Claramente está interesado en Valary y no en mí.

"Bueno, es normal, ella sabe jugar con esas maquinitas de abajo que tanto le obsesionan, es sofisticada y de ciudad, no como yo que soy una pobretona palurda que se pone nerviosa delante de un videojuego y no acierta a darle a ningún botón, no sé ni cómo se me pudo ocurrir semejante tontería. De hecho, todos estos chicos, aparte de ser gigantescos comparados con mi baja estatura (tenía razón la dependienta, tendría que haberme puesto esos tacones, aunque caminase como un pato mareado), son todos claramente de un mundo muy distinto al mío, no tengo nada en común con ellos. Pero estas cosas pasan y no quiero perder a mi primera amiga a los dos días de conocernos, así que se lo diré a Val para que se lance, que al menos ella se aproveche! E intentaré aprender de todos ellos ese aire urbanita que tienen y quizás algún día sea como ellos, o al menos pueda estar a la altura!".

A pesar de mi miedo y decepción, todo lo disimulo detrás de mi maravillosa sonrisa circense, e intento apoyarme en la idea positiva de "aprender más".

"Es lo bueno del mundo de la farándula, aprendes a sonreír al mundo entero incluso aunque te acabes de romper un tobillo. Es lo que decía Madre. Sonríe Haruka, sonríe, nunca dejes de sonreír y el mundo sonreirá contigo".

-No, no le faltaba mucho, pero es culpa mía que se retrase, lo siento- me inclino de forma educada ante Miles, a modo de disculpa formal. Al fin y al cabo, yo me había metido en su cuarto y estaba provocando que tuviera que repasar su peinado y su vestuario ante mi asalto intimidatorio, cosa que provoca que ahora su acompañante tenga que esperarla ansiosamente.

Sonrío tímidamente de nuevo ante la presentación del chico afroamericano, Jack, es tan.... Red Butler! Me pongo roja como un tomate, no me esperaba semejante acción por parte de nadie conmigo, la gente tiende a tratarme como si fuera una niña pequeña por mi tamaño y como efecto de retroalimentación, yo también tiendo a ser demasiado dicharachera, como una cría.

-Un placer, Sr. Slater- respondo, con una leve inclinación, cogiendo el poco vuelo del vestido (básicamente porque es muy corto y aunque holgado, la tela no da para más), como si fuera Scarlett O'Hara, en "Lo que el viento se llevó", para seguirle el juego. Me quedo callada mientras oigo la conversación breve entre Jack, Miles y Hank. "Más información para Valary, vendrá de visita", almaceno ese detalle en mi memoria. Como ya tengo claro que sobro un poco en esa conversación, me disculpo brevemente y me acerco a saludar al otro chico, Simon.

-Mucho gusto Simon- y entrechoco mi mano con la suya, parece un tipo muy formal. Voy a acercarme a los otros dos que faltan por conocer pero me quedo a mitad de camino. La Avispa y su marido, el Hombre Hormiga hacen su entrada, y simplemente no puedo evitar desviar mi mirada hacia ellos y sonreírles  ampliamente.

-Está guapísima Miss Janet- le digo a ésta -Y luce un marido muy elegante y apuesto- finalizo mi elogio. La verdad es que están deslumbrantes, como una pareja de actores del Hollywood dorado.

Haruka había entrado como un huracán de emoción en el cuarto cuando me disponía a salir de él con Bubo. Había tenido especial cuidado porque aún tenía que acostumbrarme a andar con algo que no fueran zapatillas, pero mi nueva amiga consiguió lo que los tacones de dos dedos de alto no habían logrado todavía: tirarme al suelo.

Fue todo tan deprisa que apenas me enteré de lo que había dicho siquiera; sólo me quedé en el suelo con el Bubo-joya en la mano, los ojos abiertos y descalza de un pie. No creo haberme torcido nada, pero me entra la inseguridad de si realmente debería ponérmelos aunque no vayamos a caminar mucho. Y luego me fui a pensar que llevaba los brazos muy descubiertos, así que acabé abriendo mi maleta y sacando mis mitones, además de sacar también las gladiadoras que compré de su caja. ¡Tenía que haber bajado antes y no me hubiera arrepentido de nada, joder!

Aún estoy colocándome a Bubo en la chaqueta en el ascensor, y cuando llego tengo la impresión de ser la última mona. Para variar. Incluso Janet y el señor Pym ya están ahí, elegantes como siempre. Y cuatro chicos. Y Miles. ¿Tengo un problema si me siento más cómoda con tantos chicos?

-¡Buenas!-saludo, acompañándome de la mano y escondiendo luego ambas en los bolsillos de la chaqueta.-Perdón por tardar; yo soy Valary.-me presento primero a los chicos, girándome después a Haruka y Miles.-Qué sexys que estamos.

No hay nada que perdonar, seguro que fuímos nosotros los que estuvimos listos antes de tiempo... dice Miles a Valary cortésmente, de una tirada y sin aturullarse...

Entonces el chico, que parece haberse dado cuenta de la decepción de Haruka contesta a las palabras de Valary Ciertamente estamos todos muy elegantes, en especial todas vosotras, Valary y Haruka... y, claro está, Miss Van Dyne también, por supuesto!

Muy educadamente, Miles ha evitado tan siquiera hacer comentario alguno sobre el atuendo de Jason, aunque deja ir un suspiro algo expresivo acerca de su opinión al respecto...

Ninguno de vosotros parece haberse dado cuenta, pero el Dr McCoy, que vestía un traje de color gris bastante elegante, aparece de repente vistiendo un elegantísimo smoking, como si hubiera sido alguna especie de truco de magia...

¿Todo el mundo listo, pues? pregunta Hank... pero antes de que podáis contestar, alguien llama a la puerta de entrada, y Jarvis acude a abrir...