Partida Rol por web

El Día de los Héroes

Asahina Yugure

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27/10/2010, 12:04
Asahina Yugure

-Buenos días. Busco al sastre que regenta este taller...

Mira al muchacho, catorce años, más o menos. Sabe que el Taller es de un chico joven, pero, ¿tan joven...? Aunque eso no es imposible. Muchos samurai de renombre alcanzaron su gempukku a esa edad. La prudencia hace que no añada nada más a su comentario. Si no es él, la llevará hasta el interesado, y si lo es, no habrá herido su amor propio.

-Me han hablado muy bien de este establecimiento, y de las piezas que en él se confeccionan. Acabo de hablar con una amiga de mi infancia, Dama Sakiko-sama, esposa ahora de un magistrado de la provincia, y cliente vuestra, y os ha recomendado, alabando vuestras obras. Y, puesto que debo acudir a la Corte de Invierno Kakita, me preguntaba si podríais mostrarme alguna de ellas.

Mientras, ya en el interior del taller, curiosea los estantes y lo que muestran los maniquíes allí expuestos.

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07/11/2010, 20:25
Director

El olor de la seda y la madera inunda tu cerebro al entrar en el establecimiento. La estancia en la que te internas es sencilla y exquisítamente cuidada. Limpia hasta el detalle tan sólo es un simple recibidor vacío, con un pequeño estante para las sandalias y un busto de mader al fondo que lleva puesto un kimono. El objetivo de dicho maniquí es sencillo y obvio, ya que muestra una pieza de una belleza y una elaboración impresionante. En medio de una sala tan sencilla de madera y papel de arroz la elegancia del traje y lo intrincado de su elaboración, destaca como la luna en la oscuridad.

-Por favor, acompáñeme - te ruega el joven. Pero hasta unos segundos más tarde no eres capaz de apartar la mirada de la obra de arte que hay al fondo del recibidor, lejos de tu camino. La apertura de las mangas sucede en una curva poco pronunciada, al contrario que en los trajes tradicionales, lleva unos colgantes de la parte delantetera del cuello acabados en piezas de metal y un bordado que muestra un efecto de relieve peculiar. Sin duda algo elegante que rompe con lo clásico.

Tras descalzarte sigues al muchacho algo embobada aún. Te guía hasta una salita de espera, elegante, donde una criada joven ya está sirviendo una taza de té.

-En unos momento vendrá el maestro.

Tras un tiempo a solas en la habitación de espera, con un té delicioso para sorber los minutos, aparece un joven de unos años menor que tú, elegante y con el pelo níveo y pulcramente recogido en una coleta.  Sus ojos son alargados y sus labios pequeños y fruncidos en una mueca seria. La barba ha sido apurada al máximo, casi sin dejar rastro de que allí crezca.

-Saludos, mi nombre es Kakita Dojoiri. Tengo entendido que desea que le confeccione un traje.

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08/11/2010, 21:02
Asahina Yugure

Notas de juego

Entiendo que este joven es un sastre, y que el otro establecimiento era un comercio de telas, ¿no? Es decir, que puedo darle a este sastre las telas adquiridas para que las corte y cosa. ¿O debo comprarle también las telas?

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21/11/2010, 10:54
Director

Notas de juego

Perdón por el retraso. Efectivamente éste es un sastre y el otro un comerciante de telas. Generalmente puedes pedirle que adquiera él las telas, pero tamién puedes ofrecerle las que has comprado, para eso está :D

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21/11/2010, 11:16
Asahina Yugure

Aún embelesada por la visión del bello kimono que ha capturado toda su atención, pensativa mientras saborea el té y admira la sobriedad y la elegancia pulcra del lugar, la entrada del joven sastre, tan acorde con su entorno como cabía esperar, arranca una sonrisa complacida a Yugure.

-Buenos días, Dojoiri-san, verdadero maestro según he podido comprobar por ese traje que lucía el maniquí. Soy Asahina Yugure, y así es, estoy aquí porque deseo uno o dos atuendos, según pueda permitirme, que sean acordes tanto conmigo, con mi apariencia y mi gusto personal, como con mis anfitriones este invierno, la Corte Kakita, a la que he tenido el gran honor de ser  invitada por primera vez.

Deja un breve espacio de tiempo para que el sastre pueda aquilatar discretamente, por su actitud y sus características tanto físicas como de indumentaria, cuál es ese gusto del que le ha hablado. Y también su poder adquisitivo. Yugure es una mujer a la que le gusta la simplicidad no exenta de riqueza, no es exuberante, sino que prefiere la elegancia que resalta por la calidad y la forma, por un buen diseño que realce su belleza sin complicarla, sin adornarla con exageración. Por ello ha valorado el traje que ha visto, y así se lo ha indicado al artesano. Sin embargo no es hija de un Daimyo, ni una esposa de un magistrado, como la mujer que le ha recomendado el sastre, así que no sabe si los precios del sastre serán asequibles a su bolsa.

-Mi asistente personal vendrá en un momento, tras cumplir con un encargo, y traerá consigo un par de telas que acabo de comprar. Por ellas veréis también aquello que me gusta, mi estilo, por decirlo con un término de acuerdo a los distintos tipos de conjuntos que elaboráis...

 

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08/12/2010, 22:50
Director

El joven aprieta los labios y afirma casi imperceptiblemente, dando a entender que entiende tus palabras de una manera más profunda que superficial. A pesar de los sesgado de su mirada parece analizarte sin siquiera mover los ojos y minuciosamente sintetizar la esencia de tu apariencia.

Durante casi un minuto después de tu últimas palabras guarda silencio, lo cual te hace sentir un poco incómoda ya que tiene una mirada bastante directa. Pero al cabo de ese tiempo de pronto su expresión seria cambia y una amplia sonrisa se fluye por su rostro.

-Mi señora -articula de pronto-, acabo de ver las formas perfectas para usted. Nada habrá más hermoso en la corte Kakita, creedme. Este año he trabajado únicamente con las cortesanas que van a la corte Doji ya que ninguna me parecía digna de mis atenciones y esfuerzo, pero su belleza, en mis manos, va a florecer como un cerezo en pleno invierno.

Se toca varias veces el mentón, pensativo, pero con una sonrisa que no parece esfumarse y que le ha cambiado completamente la cara.

-No se preocupe por el dinero. Yo trabajo por el arte, y lo que usted crea conveniente, será lo correcto. Muchos de mis cliente ni siquiera me pagan con dinero. Ya saben como son los Doji. Veo en sus maneras que ha estudiado en su Escuela, por lo que está al tanto de los intercambios de favores.

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09/12/2010, 07:26
Asahina Yugure

Notas de juego

Amigo Sensei, ¿tiene ahora sentido la Técnica "El Regalo Perfecto" de la escuela de Yugure? Es que nunca he acabado de comprenderla, y no te había preguntado por ello. ¿Puedes explicarme un poco de qué va?

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23/12/2010, 19:01
Director

Notas de juego

Claro, excelente idea. Simplemente tienes que inventar una manera de relacionar cómo el clan Grulla puede inteceder para conseguirte un objeto, que alguien te enseñe algo o un favor cualquiera. Cómo lo hagas depende de ti, puedes pedir que te lo consiga alguien del clan, puedes decirle al artesano que a cambio la familia Asahina le estará en deuda (siempre de manera elegante y política), puedes ofrecerle una cita con alguna cortesa... Cualquier cosa que se te ocurra que suponga un intercambio de favores. Tú realmente no lo tienes que pagar, si no ser el desencadenante de que el favor ocurra para que tú recibas el tuyo.

Un traje de este artesano requiere tal vez rango 2, pero si tú ofreces tus telas, te lo permito como de tu rango si te lo curras.

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23/12/2010, 23:13
Asahina Yugure

Notas de juego

No sé si cazo bien el sentido. Por ejemplo, dado que Yugure tiene un buen conocimiento de heráldica, y esto puede ser de utilidad al artesano en su trato con clientes, ¿puede ofrecerse a enseñarle?

¿O es más bien un favor del tipo de hacer el traje de una novia Asahina, alguien de la familia, por ejemplo, lo que dará prestigio al sastre?

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10/01/2011, 22:04
Director

Notas de juego

Ten en cuenta que el favor lo ganas por tu técnica, osea que te sale gratis, lo único que tienes que interpretarlo como algo de tu influencia personal en el clan.

Sin saber cuáles son sus conocimientos podrías estar insultándole al ofecerte a enseñarle algo en lo que él ya es bueno. A no ser que seas una reputada profesora, pero piensa en algo que le pueda favorecer a un sastre que está a la última en moda. No pienses en un favor directo hecho por ti, si no en pulsar una cuerda en la gran telaraña de favores de los cortesanos Grulla que hará que se propague hasta él.

Un ejemplo sería:

"Mi padre ha sido invitado a la hacienda, en primavera, de Tsuruchi Magiru-sama, para una celebración local, un reputado magistrado en las islas de la Mantis. No va a poder acudir, pero podría interceder para que algún enviado suyo, o tal vez vos mismo, acudiéseis al evento. Magiru-sama establece también los aranceles de varios puertos de las islas Mantis. Esto os abarataría el importar sedas de allí."

Este ejemplo sería bueno si supieses sobre mercadería.

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11/01/2011, 10:20
Asahina Yugure

Notas de juego

Ajá. ¿Qué te parece algo como esto?:

"Soy muy amiga de una compañera de Escuela, no de la Escuela Kakita, sino Doji, donde pasé algunos años de formación también. Se trata de la hija de un Daimyo de una rama importante de la Familia, un Señor con sólo esa hija, Doji Nusuko, y que está preparando su boda. Hace poco recibí una carta suya preguntándome acerca de detalles a tener en cuenta, y solicitándome que le recomendara asesores de etiqueta y heráldica. Y peluqueros, maquilladores, floristas, joyeros y... sastres. Viendo vuestro arte, no sólo con la aguja, quizá podría recomendaros a vos para coordinar a otros profesionales de todos esos aspectos en su Ceremonia."

No sé si me paso, o va por ahí.

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12/02/2011, 12:21
Director

Notas de juego

Está muy bien. Un intermediario más estaría mejor para hacerlo aprecer más una cadena de favores, pero así también está muy bien.

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13/02/2011, 17:45
Asahina Yugure

También el rostro de Yugure se ilumina, y sonríe, asintiendo.

-Desde luego. Aunque en vuestro caso no debería considerarlo estrictamente haceros un favor, puesto que quien os lo haga recibirá el reconocimiento de aquellos a los que os recomiende. -Entrecierra los ojos y ladea la cabeza, como si se le acabara de ocurrir la manera de llevare a cabo ese intercambio.- Sí... veréis... -Se incorpora de nuevo, abriendo los ojos y ampliando la sonrisa- Soy muy amiga de una compañera de Escuela, no de la Escuela Kakita, sino Doji, donde pasé algunos años de formación también. Se trata de Nusuko, la hija de un Daimyo de una rama importante de la Familia, Doji Nusudo, un Señor con sólo esa hija, viudo, y que está preparando la boda. Hacía un tiempo que no sabía nada de ella, pero hace poco recibí una carta suya, diciéndome que su padre está abrumado por lo que ha de organizar sin la ayuda de su fallecida esposa, preguntándome acerca de detalles a tener en cuenta, y solicitándome que le recomendara asesores de etiqueta y heráldica. Y peluqueros, maquilladores, floristas, joyeros y... sastres. Viendo vuestro arte, no sólo con la aguja, quizá podría recomendaros a vos para coordinar a otros profesionales de todos esos aspectos en su Ceremonia. Y así, además, sacar de un buen apuro al Honorable Nusudo-sama...

Notas de juego

Bien, creo que así queda mejor. :)

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09/03/2011, 22:38
Director

El joven asiente con una expresión que muestra aprobación.

-Sería un placer para mí poder dirigir el acontecimiento, y una placentera oportunidad para darles a mis aprendices algo de trabajo de campo.

Sonríe amablemente.

-Veo que no sólo es usted hermosa como la primera flor de cerezo, si no atenta y talentosa como el ruiseñor que le canta al ocaso.

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09/03/2011, 22:47
Mitsugi Meguriko

En esos momentos, con la inseguridad que aún la caracteriza, aparece Meguriko-san, precedida del chico joven que estaba en la parte externa del local.

El brillo de la novedad ilumina sus ojos, así como el sonrojo de haberse apresurado ilumina sus mejillas. Hace una profunda reverencia en dirección al artista.

-Espero no interrumpirles.

Su mirada cómplice y cargada de inseguridad pero a la vez de inteligencia te hace saber que ha cumplido con tu encargo de seguir a tu vieja "amiga".

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14/03/2011, 16:45
Asahina Yugure

Apenas ha habido tiempo de asentir, cerrando el tácito acuerdo con el joven sastre, que la realmente hábil Meguriko-san ha hecho acto de presencia. Yugure la recibe con un gesto de cordialidad que expresa no sólo que está satisfecha de haber puesto su confianza en ella, sino también del modo en que la muchacha responde a ella.

-Ah, aquí estas, no, llegas en buen momento. Precisamente necesito que le muestres al Maestro artesano Dojoiri-san los dos cortes de seda que hemos adquirido... Aquí podéis verlos. Creo que, como os decía, van a daros una idea de mis preferencias, y estoy segura de que sacaréis el máximo partido de ellas con vuestros novedosos y artísticos diseños.

La grulla habla mientras la asistente desenvuelve los paquetes de tela para que el sastre pueda apreciarlas en toda su medida. Su rostro se mantiene impenetrable mientras lo hace, aunque en su interior la curioidad le quema, ansiosa de saber si su sospecha acerca de la dama recién encontrada era acertada o no. Después de todo quizá simplemente se trate de una impresión errónea...

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25/03/2011, 19:18
Director

El joven sastre extiende los brazos en los que Meguriko coloca las telas. Por un momento el artista las observa, en trance, sin moverlas de la posición en las que las ha dejado tu ayudante. Después, con una elegancia inusual para el gesto que hace, las acerca hacia su rostro, quedando a un palmo escaso y oyes una ligera inspiración, como si quisiera captar el olor de la seda.

-Un género excelente, Yugure-san. Un género bien elegido y de excelente calidad. Me temo que tendré que tomaros algunas medidas. Sé que es incómodo y engorroso, pero extrictamente necesario para el corte que tengo en mente.

Se levanta con la misma sencillez y elegancia de la que ha hecho gala hasta el momento y con un gesto te indica que le acompañes. En la habitación contigua hay un pequeño cofre y una caja abierta con herramientas de medir y otros útiles de sastre. Prácticamente sin tocarte y con ayuda de una fina vara, va midiéndote mientras te relata anécdotas de cuando era aprendiz en la escuela Kakita. Su relato te hace sentir cómoda y te distrae mientras él apunta medidas en un pergamino con una caligrafía fluida que refleja serenidad, buen gusto y una personalidad muy particular. Al cabo de media hora, mientras reís ante una historia particularmente graciosa sobre un estampado que le encargaron trabajar con macacos de las montañas jugando a Vientos y Fortunas (un juego de dados), volvéis a la sala de recepción donde tu ayudante aguarda entretenida en un tentempié que le han servido de dulces de judía y té. Sus ojos vivos te miran, libres por fin del tedio.

-Bueno, Yugure-san -comenta el sastre-, los kimonos los tendrá en breve y se los haré llegar a su hacienda. Ha si do un placer su visita, y espero que podamos mantener correspondencia sobre los asuntos de las nupcias de su amiga Nusuko-san. Y por supuesto para que me comente qué tal impresión causan los kimonos que elabore. Si pasa por aquí tras el invierno, acérquese a tomar el té y charlaremos un rato.

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02/04/2011, 18:59
Asahina Yugure

-El placer ha sido mío, me siento honrada por saberme vestida con vuestros diseños, que espero lucir con la elegancia que les corresponde. Tendréis noticias mías, tanto en lo referente a los esponsales de los que hemos hablado, como acerca de lo que vea en la Corte Kakita. Buenas tardes, que las Fortunas velen por vos.

Y tras una inclinación, acompañada de una sonrisa, Yugure le hace una seña a Meguriko para que la siga.

Una vez fuera del establecimiento, satisfecha con la transacción y realmente alegre por que está segura de que no va a ser indigna de la invitación con la que la han distinguido, se gira hacia la muchacha.

-Las sedas son realmente bellas, y este artesano es un verdadero maestro en su arte. Arriesgado, osado, diría, pero dentro de la más estricta de las formalidades del vestir, y de la etiqueta. Rompedor, pero absolutamente elegante. Es realmente el estilo que deseo ver en mí misma.

Sacudió la cabeza, con un entusiasmo femenino, casi impropio de ella, si no fuera que el evento al que va a acudir ha despertado en su interior un deseo de perfección, de belleza, que hasta entonces había obviado como mujer. Pero había otras cosas, que también aguijoneaban el natural curioso de Yugure. De modo que miró a su ayudante, con ojos cómplices.

-¿Y bien...? ¿qué has averiguado...?

 

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12/04/2011, 23:46
Mitsugi Meguriko

La joven sonríe, cómplice, al saberse portadora de información de interés. Puedes imaginártela, con esa misma sonrisa y brillo en sus grandes ojos, en la Corte Kakita, recopilando información para ti. Su aspecto inocente maquilla una inteligencia despierta y viva.

-Seguí, tal y como me pedísteis, a la señora. Tras un par de manzanas se reunión con un hombre de un atractivo vulgar y modesto pero con el porte de un alto cargo.

Hace una pausa para que asimiles sus palabras.

-Mi tía, con la que me encontré fortuitamente me lo confirmó, se trata del magistrado asignado a la comarca, que trabaja conjuntamente con el daimyo y como voz ante el clan. Por cierto, ¿recuerda a mi tía, Sumiko-sama? Se encuentra mucho mejor de la enfermedad que la tuvo en cama. Incluso ha adelgazado bastante y lleva sus antiguos kimonos.

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18/04/2011, 09:53
Asahina Yugure

-Vaya, me alegro por tu tía, Meguriko-san. No por la enfermedad. claro está, sino por su recuperación y por haber podido salir de ella incluso con alguna ventaja. -Yugure sonrió. Pero de inmediato volvió a la muchacha, con gesto algo cionfuso. -¿Un magistrado...? Pero, ¿sabes si es su propio esposo, o lo que me estás diciendo es que se ha visto con otro alto cargo que no es él...?