Partida Rol por web

Con el recuerdo de lo ocurrido como el eco de una pesadilla que se extiende por la noche recorres el camino de vuelta viendo como el pobre Yue cojea lastimeramente a tu lado, mirándote con sus ojos acuosos. El retorno es arduo y traicionero pues apenas puedes ver nada, si acaso las siluetas de negrura que se puedan recortar contra el horizonte azul oscuro. El tacto de tus pies a través de las sandalias hacen todo el trabajo.

Al final, cuando el olor fangoso comienza a disiparse, alcanzas a ver una luz. Parece moverse, como si de un fantasma se tratase, aunque al cabo de un rato te das cuenta que es un vigía que parece mirar hacia el pantano y recorrer las casas de las afueras.

Cuando estás a una docena de metros se sobresalta y al comprobar que eres tú se acerca preocupado.

El jefe del pueblo, quien estaba de vigía, parece más mayor a la débil luz del farolilla, marcándosele todas las arrugas bajo los ojos.

-¡Hiko-san! Creíamos que ya no volveríais, os dábamos por desaparecido. ¿Encontrásteis algo en el pantano?

- Kaineku-Sama, lo hice pero no pude detenerlos.... - En sus ojos estaba la colera de un guerrero ciego - Lo siento, agacho la cabeza aun manteniendo algo de honor al fallarle incluso a un no persona.

Hiko camino a paso lento y tambaleante cacompañado por sus amigos fieles.

Hay que destruir el altar y la caverna debajo del pantano Mascullo en su andar

El rostro del jefe se torna en decepción, sin entender muy bien tus últimas palabras. Aún así, resuelto, te guía hacia su cabaña, donde da las órdenes necesarias a una anciana, para que te preparen algo de comer y un futón donde descansar lo que resta de noche.

-Si no os importa, querría saber lo que ha ocurrido mientras reponéis fuerza con el ramen que os preparará mi tía.

Al estar en un entorno, aunque rudo al ser las tierras Cangrejo, tan hogareño, el cansancio se te mezcla de recuerdos.

-¿Qué o quién está tras el secuestro de nuestras mujeres?

Hiko se mantuvo en silencio durante varios minutos incluso después que le sirvieran el ramen frente a su persona, realmente tenía un vacio en el estomago así como en su corazón, parecía que todo el trabajo que había hecho durante todos estos años y todos los pasos hacia el horizonte que había dado se volcaban hacia atrás con tan solo uno.

Quienes? Quisiera saberlo, se son humanos… sangran…. Pero fue algo más que eso, un hechicero poderoso, capaz de robarte lo más preciado en un segundo Dijo HIko apretando el puño con fuerza Están bajo el pantano, hay que destruir ese lugar…. O bajare una vez más para buscar pistas y lograr obtener respuestas.. Suspiro y miro el Ramen el cual tomo el tazón y comió de él.

Gracias, las fuerzas están renovadas… Buscare a sus mujeres, no hay descanso