Partida Rol por web

- Explicame pues, "señor humilde" ¿Por que nos habeis atacado entonces? ¿como dijiste antes? - Actuo haciendo memoria aunque recordaba perfectamente las palabrás que él pronuncio. - "Habeis cometido un error al venir aqui sin invitación" ¿Fue así?

Hago el reflejo de conjurar unas llamas.

- Dinos la verdad, o que el bicho este te coma la oreja sera la mejor que te puede ocurrir.

- Esta bien, está bien - comienza diciendo el arrepentido fanático religioso - tenemos una pequeña edificación escondida a pocos metros de aquí, la utilizamos como refugio y templo al mismo tiempo, allí se encuentra nuestro lider espiritual, pero por favor no me maten - las lágrimas brotaban de los ojos del rehén - ya les dije todo lo que sé.

- Voto por ir directos a por ese... lider espiritual. - Me dirigo al resto de mi equipo. - Esta batalla a sido muy sencilla y por lo que a mi respecta apenas me siento cansada. Creo que ese tipo nos debe alguna explicación, y alguna cosa de provecho que pueda tener.

Hago una pausa para volver a mirar al rehen.

- ¿Que hacemos con este? ¿Lo soltamos? ¿O nos lo llevamos con nosotros? Yo creo que aun no puede ser util.

Mientras hablaban sus compañeros con el fanatico religioso se puso a buscar sus dagas en los cuerpos de sus enemigos, como en los alrededores, y de paso, mirar que es lo que llevaban. Quizas pueda encontrar algo de interes para el o para alguien del grupo.

- Mejor lo atamos al arbol y cuando todo acabe venimos a por el y ya veremos que hacemos, asi que reza a tus falso dios porque podamos regresar, si no seras pasto de las alimañanas del bosque. Lo de descansar me parece bien, ya que algunos hemos sufrido daño al final en el trascurso del combate.

Thesar, puedes venir a aquellas arboledas conmigo? tenemos que hablar.

Comenta esto ultimo el joven enmascarado mientras se dirige al punto indicado.

-Buff...- resoplo. Aquél combate había sido más duro de lo que me esperaba. Pero al final, y después de unos golpes y cortes recibidos aquí y allá, conseguimos deshacernos de todos e incluso de conseguir información de un rehén.
Yo pienso como Galindann. Si nos lo llevamos, se puede escapar y jugárnosla. Quiero llegar al templo y al enfrentamiento con ese líder fresca y sin tener que preocuparme de chusma como esta.

Dadme unos minutos para recuperarme-digo, mientras me apoyo en una roca.

Cuando los cuatro aventureros curan sus heridas deciden ponerse en marcha lo antes posible. No quieren desperdiciar la oportunidad de sorprender al resto de los hombres pertenecientes al culto Suma Vernici, caminan por lo profundo del bosque abriéndose paso entre los árboles e intentando permanecer lo más callados que pueden cuando entre las ramas logran divisar una edificación de piedra musgosa que no parece ser muy resistente.

Escuchan una voz y se detienen en seco, frente a esta edificación pueden ver a un grupo de hombres reunidos que parecen estar discutiendo algo con un hombre de apariencia culta.

El joven enmascarado avanzo en sigilio delante del grupo hasta que diviso al enemigo. Hizo gesto con las manos al resto del grupo, de forma intuitiva, como reflejos ya aprendidos, hasta que se dio cuenta que poco o ningun iban a comprender, asi que si giro lentamente e hizo señales a sus amigos que fueran despacio, en sigilio y el numero de enemigos.

La acción no parece terminar y en mi rostro se dibuja una expresión de escalofriante felicidad. Supongo que en mi interior a una pequeña pirómana con deseos de crear fuego a mi alrededor. Pero lo primero era asegurarse una posición buena para empezar la batalla con buen pie, tal como la anterior.

El enmascarado parecia que le estaban comiendo los insectos, por la forma que movia las manos. Se paro en seco y nos hizo saber que andaramos en sigilo Crack!! Vaya, demasiado tarde, esa rama seca no lo habia visto, y tampoco mi atuendo me daba mucha movilidad, espero poder actuar antes que mis enemigos.

Cuando habíamos reanudado la marcha, una sensación extraña se puso en el ambiente, como si hubiera una calma tensa. Jo, yo que quería un paseo tranquilo después de la escaramuza anterior...

Me dispuse a tomar posiciones lo más silenciosamente posible, como la elfa que era.

De inmediato la situación se puso tensa, el goliat pisó una rama produciendo un sonoro chasquido que alertó a los enemigos, sus otros tres compañeros tuvieron la suerte de mantenerse ocultos, mientras el goliat atrajo involuntariamente la atención de todos, los tres aventureros aprovecharon la oportunidad de atacar por sorpresa.

Vaya, así que aquí es donde se escondían eh... Parece que aquél tipo al que interrogamos no decía la verdad. Supongo que tendría que agradecer al goblin de advertirnos que había más gente. Bueno, lo primero de todo, como en todo combate: Primero los más débiles.

Acto seguido empiezo a murmurar el conjuro contra la que será la primera víctima.

En el mismo sitio preparo lo que va a ser mi proximo hechizo. Una llamarada contra la primera molestia que se encuentre entre mi y su lider. Supongo que esta vez, con la emoción, no se si alnanzaré a nadie.

Bien todos se han girado hacia un lado, era su oportunidad de diezmar el numero. Saco su arco y dos certero disparos acaban con dos de los secuaces antes que supieran que era lo que estaba pasando.

El ataque de los aventureros toma por sorpresa a los agresivos religiosos que poco pueden hacer para defenderse, como si una luz lo marcara desde el mismo cielo uno de los humanos cae muerto en un instante, no hay nada que los demás puedan hacer para evitarlo.

La bruja no tiene tanta suerte ya que la lucha en ese tipo de terreno no es lo suyo, es una mediana y sabe cómo desenvolverse en terreno difícil pero también es muy complicado apuntarle a un enemigo entre las ramas.

Por su parte el eladrín explorador consigue eliminar a otros dos humanos clavando dagas en sus pechos con una velocidad increible. Ésto quita la superioridad numérica a los enemigos.

Fanático 1: Con un rugido de su lider, este humano se apresura a atacar a los guerreros que los sorprendieron, inmediatamente se lanza contra el goliath, aunque ésta no sea una acción muy inteligente, e intenta atacarlo. Su clava rebota contra la armadura del gigante sin causarle ningún daño.

Fanático 2: Este segundo fanático religioso se abalanza contra la clériga que eliminó con un poder luminoso a su compañero, intenta atacarla con su clava, consigue hacerlo pero el miedo le impide realizar un golpe contundente.

Fanático 3: Corre hasta los árboles en busca de aquel enemigo que arrojó las dos certeras y mortíferas dagas, cuando se haya cara a cara con un hombre encapuchado. A pesar del temor que éste le genera, consigue herirlo con su arma.