Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Ignial

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20/09/2022, 22:25
Narrador

Avanzas junto a los caballeros por las nevadas colinas hacia el norte. Durante un duro día de marcha, os abrís camino por el blanco manto, hasta que al anochecer decidís buscar un lugar donde pasar la fría noche. Hallas un risco puntiagudo que puede ofreceros cierto refugio. Le indicas a Pendrais tu descubrimiento y os dirigís hacia allí. De pronto, una flecha surca el cielo y hace zumbar el aire a pocos centímetros de uno de los caballeros.

-"¡Nos atacan!" Alerta Pendrais arrojándose al suelo.

Tú le imitas y buscas cobertura tras un montículo. Desde allí, observas el saliente rocoso desde donde ha sido disparada la flecha.

-"No os acerquéis." Grita una voz. "No tengo nada contra vosotros, pero no dudaré en atravesar al primero que dé un paso hacia aquí."

-"Maldición, ¿quién puede ser?" Refunfuña Pendrais a tu lado.

Acto seguido, hace un gesto a sus compañeros para empezar una aproximación.

-"Quietos." Le detienes, antes de ponerte en pie con los brazos en alto.

A continuación, te diriges hacia el refugio desde donde os han disparado. Has reconocido la voz y, aunque parezca imposible, sabes quién se oculta en el risco.

-"¿Miriel?" Gritas, quitándote la capucha para mostrar tu rostro. "¿Miriel, eres tú?" Vuelves a llamar.

Al momento, una figura aparece tras la roca. Se trata de una mujer de delgada constitución, vestida con una larga capa de piel blanca y unos pantalones de cuero. Su cabello rubio reluce como el oro en el gris atardecer. En la mano sostiene un arco mientras que una espada cuelga de su cintura. La sorpresa ilumina su pálido rostro y, esbozando una cansada sonrisa, sale de su escondrijo para reunirse contigo.

-"He estado buscándote durante días." Dice tras darte un efusivo abrazo. "Pensaba que estabas muerto."

Sonríe y sus preciosos ojos azules te miran con sincera alegría.

-"¿Qué haces aquí?" Preguntas, sin entender por qué la elfa ha venido a buscarte tan lejos de Litdanast.

-"Varios caballos llegaron a Shalanest sin sus jinetes." Explica ella. "Los reconocimos como los que llevaban tus guardias. El Rey temía que hubieseis sido víctimas de una emboscada, por lo que ordenó salir en tu búsqueda. Me uní a los exploradores. Partimos por la antigua carretera y encontramos los cadáveres de tus guardias en el camino, pero tu rastro se perdía y no sabíamos qué ruta habías seguido. Ahí es donde nos separamos y cada explorador cabalgó hacia una región." Hace una pausa, exhausta tras la corta exposición. "Desde hace cuatro jornadas vago por estas colinas sin encontrar ningún rastro. Había perdido toda esperanza, ya que creí que quizás habías muerto también." Te mira y vuelve a sonreír. "Me alegro de que no haya sido así."

Le explicas a la exploradora tus aventuras y el ataque de los asesinos enmascarados, enviados por tu hermano Gornahel para impedir que llevaras el mensaje a los humanos. Miriel se muestra muy sorprendida al oír tus palabras y te cuenta que en Litdanast continúan los preparativos para la guerra.

-"No puedo demorarme aquí." Le dices después de que ella te aclare que tu familia está bien y que el Rey sigue gobernando en el Gran Bosque. "Debo llevar el mensaje cuanto antes a Stumlad. Quizás la supervivencia de nuestro pueblo dependa de la ayuda de los humanos."

Tras esta breve charla, pasas a presentar a Miriel a los tres caballeros que te acompañan. Estos se muestran recelosos al ver a otro elfo, pero acaban aceptando la explicación. De esta forma, os refugiáis bajo el saliente rocoso donde Miriel había establecido su campamento. Después de disfrutar de una frugal cena, conversas con la mujer para poneros al día sobre las últimas noticias. Al final, ella decide unirse a vuestro grupo y ayudarte en tu misión.

Notas de juego

Miriel es una vieja amiga. Salía en la 1ª aventura de esta saga y acompañaba al protagonista.


Sección 11

Pasa a la sección 277.

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20/09/2022, 22:26
Narrador

Amanece un día gris y frío, con nubes en el norte que anuncian más nieve. Levantáis el campamento y tomáis un bocado antes de partir. Reanudáis la marcha poco después. El nevado paraje presenta pendientes y peligrosos cortes, por lo que avanzar se convierte en un fatigoso esfuerzo. Tras varios kilómetros de dura caminata, divisáis un poblado, que se alza en un valle al refugio de las colinas. Pendrais sonríe al verlo, y se dispone a decir algo, cuando el júbilo muere en sus labios al vislumbrar las columnas de humo que se alzan de las viviendas. Observas las cabañas y descubres que sus paredes están ennegrecidas y carcomidas por el fuego. El poblado ha sido arrasado y no hay signo de vida en él. Un triste silencio cubre el lugar mientras descendéis hasta el pueblo para echar un vistazo en busca de una respuesta a lo sucedido.

-"¡Orcos!" Se lamenta Ciran con rabia. "Sólo los orcos pueden ser tan crueles."

-"No veo rastro de lucha." Dice Pendrais, con voz tan fría como el ambiente, examinando los restos chamuscados. "Además, no hay cadáveres de los aldeanos. Es como si hubiesen sido arrasados por una tormenta de fuego, incapaces de defenderse o luchar."

-"¿Quizá fueron los dragones?" Te atreves a aventurar, aunque no ves ningún signo del ataque de los grandes reptiles, ni marcas de sus garras en la nieve o en las cabañas.

-"Esto no lo han hecho los dragones." Murmura Miriel, mirando alrededor. "Siento una presencia maligna, un ser terrible que ha pasado por este lugar antes que nosotros. ¡No podemos demorarnos aquí!" Grita alarmada. "¡Debemos irnos cuanto antes!"

-"Tienes razón, mujer." Dice Pendrais. El caballero mira hacia la colina que habéis dejado atrás. "Tengo la misma sensación desde hace días. Debemos marchar al norte."

De esta forma, dejáis el poblado y continuáis vuestro viaje. Pero apenas coronáis la siguiente elevación, un rugido espantoso llega con el viento. Un escalofrío de terror recorre tu espalda y te vuelves para mirar atrás. Nada se mueve en el desierto paraje, aunque el rugido se repite de nuevo, retumbando en las blancas colinas. No tienes dudas de que alguien o algo os está siguiendo.

-"¡Por la Diosa!" Reza Miriel.

-"Seguid." Ordena Pendrais. "No os detengáis. Debemos llegar a Eradun cuanto antes."

Avanzáis por la nieve a pasos apresurados a pesar de que el rugido no vuelve a repetirse. Tras superar una nueva colina, llegáis a la falda de las montañas que delimitan la frontera natural de Stumlad. Pendrais hace un alto y explica que desde aquí podéis tomar dos caminos: uno hacia el este bordeando las montañas hasta Eradun y otro más directo a través de los afilados riscos, mucho más corto, pero también más abrupto.

Notas de juego

Sección 277

Debes usar una Ración de Comida o perder 3 puntos de Resistencia, a no ser que tengas la habilidad de Fauna y Flora.

Si seguís el camino más largo bordeando los riscos, pasa a la sección 192.
Si propones tomar la ruta a través de las montañas, pasa a la sección 41.

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20/09/2022, 23:01
Ignial

El plan fue exitoso, los caballeros humanos mostraron ser competentes y el combate fue breve. Por fortuna el ruido de la lucha no atrajo a otros enemigos y tras limpiar un poco la zona pudieron descansar, si bien lo hicieron con un ojo abierto por si llegaban más visitantes nocturnos.

No noche siguiente, al menos en un principio, tampoco fue demasiado tranquila. Luego sí fue gratificante luego al saber que se había reencontrado con Miriel.

Estos caballeros no saben lo afortunados que son por haberse topado conmigo. De haber estado solos, se habrían aproximado a ella y ahora estarían muertos.

Es que la joven elfa era muy precisa con el arco y esos caballeros estaban muy cansados.

Y yo también soy muy afortunado por verla. Me deja tranquilo saber que mi familia está bien.

El día siguiente continuó trayendo malas noticias y un terror a la altura de los vividos en el bosque de Shalanest Oeste. Quizás peor por no saber ni siquiera qué era lo que los acechaba. Pero una vez más consiguieron huir.

Poco después una nueva decisión estaba a cargo del príncipe. Decidió utilizar el mismo criterio para elegir que lo había llevado a atravesar las Llanuras Grises.

_Atravesemos las montañas. Será más peligroso, pero también llegaremos antes, y por lo que hemos visto, el tiempo es crucial. Además si hacemos el rodeo hay más posibilidades de encontrarnos con más orcos o con... eso, lo que quiera que sea.

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21/09/2022, 23:57
Narrador

Seguís adelante por una encrespada pendiente cubierta de nieve y hielo. En muchos lugares tenéis que trepar por cortes verticales y os ayudáis unos a otros para seguir adelante. Ciran marca el camino, sin decir una palabra mientras abre un profundo rastro en la nieve por el que los demás le seguís. La ventisca azota la montaña con un sibilante aullido e impide que podáis hablar entre vosotros. En ese momento, Miriel tropieza y se hunde hasta la cintura en la nieve. Te lanzas a socorrerla mientras Pendrais corre hacia vosotros.

-"¡Abandona a los elfos!" Grita Ciran para imponerse al rugido del viento. "¡Sólo harán que nos retrasemos!"

Pendrais no hace caso al barbudo caballero. Juntos lográis rescatar a Miriel de la trampa de nieve que la aprisiona. Tras este incidente, reanudáis la dura marcha por el inhóspito paraje.

Notas de juego

Sección 41

Haz una prueba de Constitución/13. Si tienes una Cuerda en tu equipo, suma 3 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 145.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 118.

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22/09/2022, 01:30
Ignial

El trayecto fue tan duro como Ignial se imaginó, incluso quizás más. Aún así no se arrepentía de la decisión tomada. El único combate que tendrían sería contra el clima, y si vencían habrían ganado muchísimo tiempo.

Incluso la diestra Miriel tuvo problemas para avanzar. Ignial agradeció a Pendrais la ayuda para rescatarla. Esperaba que el resto de los humanos mostrara su buena disposición, porque si mostraban la disposición de Ciran ambas razas estarían en muy serios problemas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Qué mal momento para fallar la tirada XD

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23/09/2022, 00:38
Narrador

La nieve os cubre hasta las rodillas, dificultando vuestra marcha. Para complicar aún más el avance, abruptos salientes rocosos os obligan a dar largos rodeos. Exhaustos, os detenéis para recuperar el aliento y compruebas que estás al límite de tus fuerzas.

-"¡No podemos seguir adelante!" Grita Pendrais mientras la ventisca azota su rostro. "Será mejor que bajemos al valle y sigamos hacia el este."

Todos os mostráis de acuerdo con el capitán, por lo que emprendéis el descenso por la traicionera montaña. Una vez en el valle, tomáis el camino más largo hacia Eradun.

Notas de juego

Sección 118

Pierdes 3 puntos de Resistencia.

Si tu puntuación de Resistencia es de cero o menos, pasa inmediatamente a la sección 122.
Si no es así, pasa a la sección 192.

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23/09/2022, 00:43
Narrador

Decidís rodear las montañas y llegar a la plaza fuerte de Eradun por el camino más largo pero más seguro. De esta forma, avanzáis durante una jornada hacia el nordeste, siguiendo el perfil de las altas montañas que delimitan la frontera de Stumlad. El paisaje nevado varía muy poco en todo el día y por la noche hacéis un alto para descansar. Percibes que Miriel está extrañamente callada. Al preguntarle por su preocupación, la chica te responde que hay algo maligno en el ambiente, pero no quiere hablar de ello y se echa a dormir envuelta en su manta.

Amanece un día nublado, en el que la nieve no cesa de caer a vuestro alrededor. Por la tarde, os encontráis coronando una de las colinas, cuando Tern alerta sobre la presencia de enemigos. Os acercáis con cuidado a la cima y al otro lado descubrís una banda de diez orcos que se dirige hacia donde os encontráis. Por sus confiados pasos, parece que no os han visto.

Notas de juego

Sección 192

Si tienes la habilidad de Acechar/Esconderse y les tendéis una emboscada, pasa a la sección 81.
Si tienes un Arco y 2 Flechas y disparas contra los orcos, pasa a la sección 64.
Si les haces frente con tu espada, pasa a la sección 120.

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23/09/2022, 04:34
Ignial

A pesar de que Ignial seguía convencido de que lo mejor era atravesar las montañas para ganar tiempo y ahorrarse encuentros con los orcos y lo que fuera que se encontrara allí afuera, la realidad lo abofeteó. Podía ser la opción ideal, pero no era la opción posible considerando las características del terreno y del clima. No pudo entonces oponerse a Pendrais cuando quiso bajar por el valle.

Tras una larga jornada de seguir el costado de las montañas en la que no hubo mayores sobresaltos, al día siguiente se encontraron con una banda de orcos que no parecían haberlos visto. Ignial tomó nuevamente su arco y dirigió una mirada a Miriel para que hiciera lo propio. Los orcos los superaban en número, pero si podían acabar con algunos a la distancia, la cosa se pondría mucho más pareja.

Notas de juego

Me robó la noche de recuperación de resistencia, maldito libro! XD

A la 64

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25/09/2022, 23:06
Narrador

Coges tu arco y colocas una flecha. A tu lado, Miriel te imita, lista para disparar. Con cuidado, apuntas contra los orcos que avanzan confiados hacia donde os encontráis.

Notas de juego

Sección 64

Haz una prueba de Agilidad/12.

Si tienes éxito, pasa a la sección 12.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 47.

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26/09/2022, 02:53
Ignial

Los orcos se acercaban sin saber lo que les esperaba. Era un tiro fácil para Ignial, e incluso uno quizás más fácil para Miriel. Se miraron y en cuanto Ignial hizo un gesto con la cabeza, ambas flechas salieron disparadas al unísino.

- Tiradas (1)
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26/09/2022, 20:37
Narrador

Miriel y tú lanzáis una mortífera lluvia de proyectiles sobre los orcos, matando a la mitad en apenas unos segundos. Aturdidos y presa del pánico, los despreciables seres tratan de huir, momento en que Pendrais y sus caballeros les cortan el paso. Tras una breve escaramuza, acabáis con los enemigos, de modo que podéis seguir vuestro camino.

Notas de juego

Sección 12

Resta 2 Flechas de tu equipo.

Pasa a la sección 161.

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26/09/2022, 20:38
Narrador

Al final de la jornada, os detenéis para pasar la noche, esta vez al abrigo de un saliente rocoso y de curiosa forma. Miriel sigue intranquila, sin dejar de echar nerviosas miradas a lo lejos. Pendrais parece de mejor humor y te explica que ya estáis cerca de Eradun.

-"Con suerte, mañana quizás alcancemos nuestro objetivo." Asiente el caballero.

Pasa la noche sin incidentes. Por la mañana, recogéis vuestro equipo y partís de nuevo, caminando durante muchas millas bajo el azote del viento, hasta que os encontráis con un bosque de pinos. En ese momento Miriel os detiene.

-"Orcos." Dice mientras examina un rastro en la nieve. "Hay orcos apostados en el bosque. Puede ser una trampa."

Pendrais dice que sólo a través del bosque podéis llegar a Eradun, ya que la otra opción es dirigirse al norte y tratar de cruzar las montañas.

Notas de juego

Sección 161

Recuperas 2 puntos de Resistencia. Si tienes la habilidad de Curación recibes 2 puntos adicionales.

Si atravesáis el bosque a pesar del aviso de Miriel, pasa a la sección 42.
Si prefieres girar al norte hacia las montañas, pasa a la sección 249.

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27/09/2022, 03:34
Ignial

De acuerdo a lo esperado las flechas mermaron las fuerzas orcas y las espadas finalizaron el trabajo, sin lamentar pérdidas por el lado humano o elfo.

Al día siguiente todos parecían de mejor ánimos, reconfortados por una noche de sueño. Solo Miriel parecía no poder relajarse. Con motivos, claro.

_Miriel tiene razón. Si éste es el único camino hacia Eradun, sin dudas nos toparemos con los orcos. Hasta ahora los hemos podido tomar por sorpresa y eso nos permitió vencerlos aunque nos superaran en número. Si nos toman por sorpresa ellos no tendremos mucha oportunidad. Atravesemos las montañas.

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27/09/2022, 23:55
Narrador

Durante toda la jornada, camináis hacia la ristra de afiladas montañas que se alza al norte. A media tarde, llegáis a un punto donde la pendiente se hace más escarpada, lo que os obliga a trepar sobre el hielo y la nieve para seguir adelante. El viento os golpea con fuerza y levanta torbellinos de polvo blanco a vuestro alrededor. Pendrais avanza en cabeza de la expedición, sin concederos más descanso que el imprescindible para recuperar el aliento. Miriel camina delante de ti. La mujer está exhausta, pero no pronuncia ni una queja y carga con el arco al hombro mientras se protege con su capa de pieles blancas. Tern y Ciran cierran la marcha, sus armaduras tintineando con cada paso y acompañando los gruñidos y quejas del corpulento caballero.

Con la llegada de la noche, hacéis un alto para descansar bajo el refugio de un risco. La nieve y el fuerte viento arrecian sobre vuestro campamento, aunque nada más sucede hasta la llegada del amanecer. Durante toda la gris mañana, avanzáis entre las montañas. Constantemente, Miriel echa nerviosas miradas atrás, con la preocupación reflejada en el rostro, aunque la mujer no contesta a ninguna de tus preguntas acerca de su desasosiego.

A media tarde, llegáis a un estrecho paso, apenas un saliente que bordea una cadena de riscos afilados y que cae en un corte vertical que se pierde en la niebla. Con sumo cuidado, sigues a Pendrais por la peligrosa terraza, la espalda pegada a la pared de piedra, sin poder evitar echar alguna mirada a la gran sima que se abre a tus pies. Lleváis avanzados un centenar de metros, cuando un rugido se impone sobre el aullido del viento. Con un escalofrío, reconoces el alarido que oísteis días atrás junto al poblado arrasado.

-"¡Está aquí! ¡Huyamos!" Grita Miriel, aterrada, y sus rodillas flaquean a punto de perder el equilibrio.

La agarras del brazo e instas a Pendrais a seguir. El caballero resiste los embates de la ventisca y echa una mirada atrás. El terrorífico aullido vuelve a escucharse, esta vez más cerca.

Notas de juego

Sección 249

Recuperas 2 puntos de Resistencia. Si tienes la habilidad de Curación recibes 2 puntos adicionales.

Si tienes la habilidad de Rastreo, pasa a la sección 79.
Si escapáis por el desfiladero, pasa a la sección 218.
Si prefieres desenvainar la espada y ver quién os sigue, pasa a la sección 45.

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28/09/2022, 00:39
Ignial

El recorrido se hacía más y más difícil a medida que avanzaban. Ignial sabía que estaba dando sobre todo a los humanos motivos para seguir odiándolo, aunque seguía pensando que la decisión tomada era la acertada.

Una noche reparadora curó algunas de las heridas que aún conservaba. No estaba aún al tope de sus fuerzas, pero sí se sentía mucho mejor que tras el combate con los hiallus.

El aullido era lo último que necesitaban escuchar en ese momento. Evidentemente la criatura estaba allí, cerca. Ignial pensó en sacar la espada, pero no podía combatir allí, al borde del precipicio con la espalda contra la pared. Decidió entonces seguir adelante al menos hasta encontrar un lugar más apropiado para plantar batalla.

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28/09/2022, 20:50
Narrador

-"¡Rápido, adelante, huid!" Ordenas, instando a Miriel a seguir avanzando.

El rugido se escucha de nuevo a vuestra espalda. Te vuelves por instinto y sientes que una gran oscuridad se cierne sobre vosotros. El terror casi hace que te detengas, pero Ciran te empuja con una mano, sacándote de tu estupor. Estáis a punto de alcanzar el final del desfiladero, cuando el bramido resuena de nuevo, esta vez con tal potencia que sientes un temblor sobre vuestras cabezas. Alzas la mirada para descubrir que la nieve acumulada en lo alto ha empezado a desprenderse, arrastrando rocas y hielo a su furioso paso.

-"¡Alud!" Gritas, y te lanzas a la carrera para escapar antes de ser arrollados por la avalancha.

Notas de juego

Sección 218

Haz una prueba de Agilidad/13.

Si tienes éxito, pasa a la sección 10.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 48.

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28/09/2022, 21:08
Ignial

Una de las cosas que pretendía Ignial al ir por las montañas era despistar a su perseguidor. Se imaginó que no los seguirían por allí, pero estaba evidentemente equivocado.

El terror que sintió en ese momento no lo había sentido ni siquiera en Dalannast. Incluso tuvieron que empujarlo para que volviera en sí. Para su sorpresa fue Ciran. Este gesto del grandote lo sorprendió, dado que siempre se había mostrado incluso hostil. Hizo un gesto con la cabeza y siguió adelante.

Si algo faltaba era un alud, y llegó. Sin embargo Ignial pudo pensar que quizás, si salvaban de eso, el alud podía constituirse en una oportunidad. Pero primero lo primero, escapar.

- Tiradas (1)
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28/09/2022, 21:30
Narrador

Corres tras los rápidos pasos de Miriel y logras alcanzar el final del risco, seguido de cerca por el corpulento Ciran. La nieve cae con gran estrépito justo detrás, barriendo el desfiladero. Tern, que avanza en última posición, no es lo suficientemente rápido. El caballero es arrollado por la avalancha y lanzado al vacío. Te arrojas hacia el borde para ayudarle, pero es demasiado tarde, y sólo puedes observar cómo el alud de nieve y piedras cae por el abismo para desaparecer en la niebla.

-"Acógelo en tu seno, Korth." Reza en un murmullo Pendrais, encomendando el alma del joven caballero a su Dios.

-"Sea lo que sea lo que nos ha seguido no ha podido sobrevivir a eso." Dice Ciran, con la mirada perdida en el grueso manto de nieve que abarrota ahora el angosto paso.

-"Sigamos pues." Dice Pendrais. "Ya estamos cerca de Eradun. Si nos apresuramos, quizás lleguemos antes de que caiga la noche."

Notas de juego

Sección 10

Pasa a la sección 82.

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28/09/2022, 21:31
Narrador

El camino se vuelve cada vez más abrupto, haciendo casi imposible encontrar una ruta entre las paredes de roca y hielo. Pendrais señala una abertura entre dos riscos e informa que por aquel paso llegaréis directamente a Eradun. Sientes que el final de tu misión está cerca, pero tu alegría se disipa al instante. Un furioso rugido se escucha entre las altas montañas y hace temblar incluso la nieve que pende de las rocas. Te vuelves para mirar el desfiladero que habéis dejado atrás y ves una explosión de fuego y humo que hace saltar por los aires la nieve acumulada. Una forma de oscuridad se libera de la blanca prisión, reanudando el camino en pos de vuestros pasos.

-"Por la Diosa." Murmura Miriel sin aliento.

-"¿Qué criatura es esa?" Pregunta Pendrais, los ojos enrojecidos por el terror.

Por un momento, las fuerzas os abandonan. Te sientes incapaz de dar un paso más y permaneces observando la mancha de negrura que se abre camino entre la nieve, una esfera de oscuridad que eclipsa la claridad del paisaje.

-"Seguid adelante." Dice con frialdad Ciran, y se planta en medio del camino. "Esa cosa ha sido enviada para destruirnos, pero yo la detendré aquí." Añade con determinación.

Tras pasarse una mano por la helada barba, cierra la visera de su casco y empuña su espadón. Pendrais dedica una última mirada a su compañero antes de seguir avanzando por el desfiladero. Dudas entre ir tras el capitán o quedarte a luchar junto a Ciran, cuando la misteriosa sombra dobla un saliente rocoso. Con un destello, el velo de oscuridad que la envuelve se disipa y contemplas horrorizado lo que se alza ante vosotros: se trata de un monstruo enorme, de cuerpo recubierto por costras negruzcas. Los brazos acaban en afiladísimas garras y un par de alas membranosas nacen de la correosa espalda. Su cabeza es similar a la de un carnero, de grandes cuernos enroscados y rasgos cadavéricos, en cuyas vacías cuencas brilla un fulgor rojizo. La criatura ruge de nuevo y de su hocico brota un aliento de humo y fuego, mientras avanza con sus poderosas patas sobre la nieve, haciendo temblar el suelo a cada paso. La esperanza te abandona al comprender que es un Demonio Supremo, miembro de una raza extinguida hace eones de la que sólo has oído hablar en las más oscuras leyendas. Miriel gime por el terror mientras se aleja a trompicones. Por su parte, Ciran se mantiene firme en medio del paso, aferrando su espadón con ambas manos, decidido a luchar con la bestia.

Notas de juego

Sección 82

Si sigues a Pendrais y Miriel por el desfiladero, pasa a la sección 243.
Si te quedas a luchar junto al caballero Ciran, pasa a la sección 251.

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28/09/2022, 21:42
Ignial

Pendrais, Miriel, Ignial y Ciran consiguieron escapar del alud, mas Tern no tuvo la misma suerte. Ciran explicitó lo que Ignial tenía como esperanza: que el alud se llevara también a la bestia.

Siguieron avanzando hasta llegar a un paso que comunicaba con su destino, Eradun. Tan cerca y tan lejos al mismo tiempo, pues se escuchó un nuevo rugido. En esa oportunidad por fin pudieron ver a la criatura. A Ignial no le costó reconocerlo como un Demonio Supremo.

En un momento tuvo que tomar una decisión que sabía que dejaría una marca en el corazón por el resto de su vida. Quería quedarse a combatir con Ciran pero sabía que no tenía caso. Esa criatura había arrasado con un pueblo entero. Quedarse podía ser muy heroico, pero su misión era otra. No ser un héroe recordado por combatir valientemente contra una criatura casi invencible, sino llevar un mensaje que podía salvar no a una sino a dos razas. Con gran penar decidió continuar su camino.

_Me encargaré de que este acto tuyo sea recordado, Ciran.

Dio la vuelta y siguió con los otros.

_Pensé que nos odiaba por ser elfos, y ahora da su vida para salvarnos...