Partida Rol por web

Se hacía notoria cada vez más la diferencia en los modales de Derek y Mark, si bien los dos parecían dormir bajo el mismo techo. El perro asintió agradecido al ofrecimiento de Mark.

_Es muy amable de tu parte. Sin embargo, si no es problema, prefiero dormir aquí mismo, junto a la Princesa Alba. No necesito mayores comodidades y no quiero separarme de ella. Bueno, te sigo. ¿Vienes tú también, Princesa Anónima?

La casa es aun mejor que el teatro por su colorido y por lo que ve es de las pocas casas que aun dan color a esa gris ciudad, afectada por el páramo blanco que les rodea. Se distrae un poco mirando la casa, que sin duda parece mucho mejor que todas las demás de la ciudad. Después Didac le presenta a Var, que es casi clavado a Sommar.

-Buenos días, Var. Encantada de conocerte, mi nom...

Pero no le da tiempo a más porque sale disparado hacia el interior de la casa en pos de una chica que grita y parece bastante asustada cuando la ve. No sabe si saludar o esperar a que esté un poco más calmada.

- Ho... hola, soy Selina, encantada. Var, sube ahora mismo al cuarto, allí te espera... nuestro invitado, ya sabes.

Mary, ¿por qué no te sientas en el salón y esperas a que Didac y yo misma te hagamos una magnífica bebida de bienvenida? - le digo a la señorita mientras le agarro gentilmente de la mano y le dirijo yo misma hacia un sillón.

- Didac, a la cocina. Ayúdame a preparar algo muy rico.

- Vale Didac, voy a soltártelo sin ningún tipo de delicadeza y solo espero que no te enfades y analices las cosas antes de cometer alguna locura. Allá va. 

Me aclaro la garganta y miro fijamente a los ojos de mi hermano.

- El chico que me he traído a casa y he metido medio desnudo en mi cama, es el hijo de la reina roja.

Selina me lleva rápidamente a la cocina, parece que tiene algo importante que decirme.

Una vez allí me cuenta que el chico que trajo es el hijo de la reina roja.

-¿¿¡¡¡¡¡¡¡COMO!!!!!!???- exclamo sorprendido. -A ver Selina ¿estás segura? no creo que sea conveniente esto, además como va a serlo, tiene marcas de grilletes en las manos. Yo mismo las ví... La Reina Roja nunca permitiría que su hijo fuese encarcelado. De todas formas ¿No le habrás dicho quienes somos no??- ando nervioso por la cocina sin saber que pensar...

-Veamos, ¿les has dicho algo a Var y los demás? noles digas nada por el momento. Creo que subiré yo a hablar con el joven.-Cojo las manos de mi hermana.- Tu encárgate de la joven del salón. Es familia del alcalde pero parece que estan en apuros económicos así que no creo que sean de buen agrado para Jack. Trátala bien por favor, además ¿Y Sommar? ¿Aún no ha llegado con los abuelos de la chiquilla?

-!SI! Eso mismo me preguntaba yo, así que le amenacé e intenté hacer que me contara su historia. Pero más allá de decirme que está en contra de los preceptos de su madre y que fue encarcelado por ella no me dijo nada.  A mí todo esto me huele muy raro; ¿Por qué va a querer la reina roja encarcelar a su propio hijo?
Y no, no te preocupes. No le he dicho nada a Var. Le hubiera cortado la cabeza en el mismo instante en que el nombre de la Reina Roja hubiera salido de su boca. Tampoco le he dicho quienes somos, no soy tan cabeza de chorlito como crees.

Mientras hablo con Didac, me ha dado tiempo a preparar una infusión de rosas y sirope de arce para nuestra invitada, así que la preparo en una bandeja y me decido a salir para entretener a nuestra invitada.

- Yo me quedo con Mary. Sube tú al cuarto con Var a ver qué averiguas antes de que vengan más invitados a casa. No me gustaría poner en peligro a la mismísima familia del alcalde.

Salgo de la cocina con una fragante infusión de rosas endulzada con sirope de arce.

- Hola Mary. Perdón por mi entrada hace unos momentos. He tenido un problema con... con uno de los envíos que tenía que hacer y me he puesto un poco nerviosa. Jajajaja - le digo a la joven colocando la taza frente a ella.
Bueno Mary, ¿qué tal el viaje? ¿Mucho frío?

Se deja guiar hasta el salón por Selina que parece bastante apurada, pero no dice nada pues seguramente es algo bastante importante como para que la chica esté así, así que se sienta en el sillón sin decir nada, mirando la sala de estar, sintiéndose un poco fuera de lugar pues esa no es su casa.

-Hola Selina - dice tomando la taza de la infusión - gracias.

Da un sorbo al líquido y nota como le calienta por dentro.

-Está muy buena - dice sonriendo -. No te preocupes... se te veía alterada así que no quería molestar.

- Podemos llevar a la princesa Alba al cuarto.- dijo Derek.- En el comedor dormiremos los hombres y vos cuidareis de las señoritas... asi nadie podra poner en duda su decoro en esta casa.

El joven miro de reojo a Ava, aunque queria decir "No te preocupes, no pienso tocarte ni con un palo"

_¿Es que acaso parezco hembra? Pero está bien, dormiré con ellas.

En su vida no había tenido contacto con demasiadas personas, así que Sir Optimus no estaba acostumbrado a que se pusiera en duda su virilidad, ni le gustaba. Pero entendía a Derek, por lo que no se molestó tanto.

Derek sintio ganas de estirarle de las orejas a ver si asi oia bien lo que habia dicho.- No señor. Pero dijisteis que erais un guardian y pense que vuestra pretension seria guardar a las damas pero si es otra, con todos mis respetos, podeis acomodaros donde os salga de las ..... orejas.- dijo evitando decir alguna palabra mal sonante delante de mujeres.

Estuve rebuscando un rato entre aquel montón de ropa vieja y mohosa hasta que encontré exactamente lo que buscaba. - Creo que esto servira - Dije mientras me ponía una capa de paño pardo con capucha. No quería cambiar toda mi indumentaria ya que mis pistolas estaban sujetas estrategicamente para que mis manos supieran exactamente a donde tenian que moverse para cogerlas en rápido movimiento. - Creo que tienes razón, al muchacho debería verlo un médico. Yo soy James y el herido se llama Anthony. ¿Como debemos llamar a nuestra salvadora de hermosos ojos azules?. James nunca perdía oportunidad de piropear a una mujer hermosa.

_No me has entendido, pero no me importa.

Sin más palabras al respecto, continuó caminando hasta que los tres llegaron a la habitación. Hizo una vista panorámica al lugar como acostumbraba cada vez que llegaba a un lugar desconocido pero no le dio mayor importancia. No le interesaban las comodidades del lugar, solo quería avanzar con su misión.

_Estoy aquí con la Princesa Alba porque ha llegado el momento de poner fin a la maldad de la Reina Roja. La Bruja Buena del Norte me ha enviado para conformar un grupo para hacerle frente y poner las cosas en su lugar en el Reino de Ladover. Entre todos podremos vencerla. La Bruja considera que ustedes poseen la valentía suficiente para llevar adelante esta empresa, y si ella lo dice es suficiente para mi. Espero que mañana a la mañana ustedes nos acompañen a buscar al resto de los integrantes del grupo para dar fin a tanta maldad. ¿Vendrán?

Sonrío con cierta burla cuando Feroz se suelta a hablar. Bien podrá ser un insolente, pero hay que reconocer que tiene ingenio. Camino detrás de los tres, escuchando a Sir Optimus cada vez con mayor interés.

Miro sin mirar, llevando mi mente más allá de este grupo y esta cabaña, con los brazos cruzados, evaluando si vale la pena el riesgo. Porque si hay algo que no me gusta es poner mi vida a otros. Bastante es que sepan quién soy, y aun tengo que saber cómo lo descubrieron.

Pero una parte de mi sabe aun antes de pensarlo que por más pequeña que sea la posibilidad debo de tomarla. Así… tenga que unir fuerzas.

Derrocarla. Eso es lo que más me ayudaría en el mundo. Derrocarla. Hacerla caer y hacer más pequeña la barrera entre Dimitry y yo. Tan solo ese pensamiento hace el cambio de una mueca a una siniestra sonrisa.

Además, alguien afuera de estas paredes está contando conmigo. Pocas palabras, pero dan a entender que tan adentro estoy en esto.

- La Roja lo hizo personal.

¿La bruja buena del norte me quiere a mi?.- penso Derek con sorpresa pues sin duda debia ser un error pero sin duda fueron las palabras de Ava las que le irritaron.- Bien, entonces si es personal no deberiamos entrometernos en su cruzada. Tal vez deberia ir sola ¿No le parece?.- pregunto Derek molesto.- La reina roja a hecho mucho daño a mucha gente y si lo toma como algo personal y no deja sus aires de niña rica autosuficiente, toda mision fracasara ¿Sabe porque? Por que usted no sabe, ni quiere trabajar en equipo, es una cria arrogante y egoista, tenerla como compañera solo nos llevara a la muerte segura.- Dijo Derek arto de esa pequeña dictadora.

Despues miro a sir Optimus.- Señor, nada me agradaria mas que unirme a un grupo valeroso y arrancar a la reina roja del trono y la corana. Si bien no dudo de su criterio y podria incluso asumir que la princesa de incognito fuera util para algo pero si os acompañara terminaria estrangulando a tan irritante criatura con mis propias manos y como comprendera eso es motivo suficiente para no aceptar su invitacion.... a menos que la señorita prometa cambiar sus modales y formas....

La mujer nos llevó a lo que parecía una bodega, me ayudo a quitarme el abrigo para mirarme bien la herida… ufff menos mal que no es nada… pero DUELEEEEEEE… fui hasta los baules a por ropa limpia que ponerme, la mía la había manchado de sangre… tomé una camisa y un nuevo abrigo con capucha… no debo llamar la atención… mejor algo sencillo… Hasta entonces no me había fijado en lo bonita que era la mujer, sin duda tenía unos bonitos y profundos ojos azules que reclamaban atención…

Muchas gracias por tu ayuda… no sabíamos que hacer… no me explico aun todo esto… ¿Queda muy lejos la casa de tu amigo? Pregunto al seguir notando el lacerante dolor en mi brazo…

El perro miró inexpresivamente a las dos personas que tenía adelante.

_Gracias princesa, cuento con usted. Derek, si bien es cierto que los modales de la princesa parecen más cercanos a los de la Reina Roja que a los del tipo de realeza que queremos recuperar, también es cierto que si usted no es capaz de tolerar sus desagradables modos en pos de alcanzar el objetivo que nos proponemos, que creo que es mucho más grande que cualquier diferencia personal, quizás no se encuentre suficientemente involucrado en la causa. Si en algún momento considera que puede poner nuestra misión por encima de cualquier otra cosa, sepa que será usted bienvenido.

De esa manera Sir Optimus pretendía tocar el orgullo de ambos. Por un lado había comparado los tratos de la princesa con los de la Reina Roja, y por otro había minimizado el interés de Derek en derrocarla. Esperaba que esas palabras hicieran reflexionar a ambos para que dejaran de lado sus disputas, aunque no sabía cómo reaccionarían.

Insolente… ¿Cómo se atreve? Aprieto ambos puños, ahora sí que quiero matarlo. ¿Cómo se atreve a llamarme así? ¿Cree que por nacer en cuna de oro soy menos que él? ¿Qué acaso cree que no sé lo que es luchar, lo que es perder?

¿Acaso ha visto destrozado su mundo?

¿Acaso ha visto como han matado a alguien de su familia?

¿Sabe siquiera lo que es el dolor?

¿Acaso sabe tan siquiera lo que es el miedo?

¡Y ahora hasta Sir Optimus me comparan con la maldita de la Roja!

No, para este punto ya todo lo que quiero es regresarme al bosque. Quiero golpearlo, quiero ponerlo en su lugar, quiero desquitarme, descargar toda la frustración, la ira que lleva años quemando, quiero que se callen, quiero correr y no detenerme hasta llegar a Imlambris, quiero…

Cierro los ojos con fuerza, casi tanta con la que aprieto mis puños. Cuando por fin puedo abrirlos siento que tengo nublada la vista, maldita rabia. Me acerco a Derek, usando toda mi voluntad para no agarrarlo a golpes. Sigue nublándoseme la vista, pero no puedo pestañear

- Da gracias… – respiro varias veces tratando de contenerme, alzando el dedo índice frente a él.. - no, en verdad Feroz, da gracias de que no se trate solo de mi y que Imlambris esté de por medio… Da gracias de que exista algo aun más grande que tu y que yo en medio, porque si no ahora mismo te partiría la cara.

Sin darle tiempo a siquiera un sarcasmo más salgo del cuarto.

Es su gesto impasible el que sigue dibujado en su rostro claro, un gesto que no te dice nada, por lo menos no ha saltado a  tu cuello gritando que eres una espía, por lo menos no de momento, pero sientes nerviosismo ¿te creería? Es imposible saberlo  además, él no había sobrevivido todos esos años diciendo abiertamente todo lo que has comentado apelando a la verdad, pero mejor que nadie sabes que la verdad es menos creíble que la mentira. Y sus ojos siguen sobre ti, escudriñándote, buscando en tus iris algún rasgo  que le diga que lo que ha salido de tus labios es verdad. Nervios, ansiedad para que dé su veredicto, además sientes tu cuerpo más liviano, sabes que te ha sacado todas tus armas. Estás indefensa y herida.

Jaque...

Frunce sus labios en una mueca de risa contenida, risa que sale pronto como un estruendo divertido, jocosa y cantarina, y se agacha, flectando una de sus piernas y te queda mirando, con suma atención,  su ceño está ligeramente fruncido,  esconde algo, o simplemente desconfía de ti.

- si no tuvieras ese medallón, en este momento tu garganta estaría cercenada - exclama a terminar la carcajada,  pero aún puedes ver en sus ojos ese gesto extraño, de desconfianza - pero bueno, conozco la hermandad de la que hablas, aunque los creí todos muertos, la perra roja hace bien su trabajo - se levanta se nota la rabia contenida al hablar de la reina - termina de vestirte, iremos donde  Didac y su hermana, y ahí hablaremos todo lo que debamos hablar, y por cierto, tus armas están confiscadas, no hagas ni amago de buscarlas - se levanta para caminar hacia la salida y dejarte a solas.

- uy si, nada pasará, nada pasará...- murmura en su abrigo el grillo cuando sale del bolsillo y queda mirando a todos, los que acompañan  a Anthony no lo pueden ver hasta que pega un grito y salta sobre el hombro de la chica que se iba a sentar justo donde estaba él - cuidado señorita... - exclamó sacádose su sombrero - Pascal Grillo a sus servicios - dijo haciendo una reverencia.