Partida Rol por web

Observar como trabajaba la mujer en busca de cualquier pista que pudiera brindarles información sobre que rumbo debían tomar desde aquí era algo ciertamente impresionante, denotaba como de novato era en estas labores cuando yo mismo apenas comprobé una fracción de todo lo que ella inspeccionaba. De hecho no apartaba la mirada de ella mientras se dedicaba en tal manera a su labor, según la conversación fue avanzando no pude evitar abrir un poco los ojos y sonreír al poco.

- Pero ¿y si lo que esperan de ti no difiere tanto de tus propias metas? -comenté en respuesta- No sé si debería describirme yo mismo pero, creo que ser el tipo de persona que se preocupa por el resto, se pone por delante del peligro, quien lleva el escudo y quien tiende la mano es la clase de persona que ya soy. Luego de eso solo necesito un caballo precioso y una impoluta armadura... -reí un poco al final- Pero eso de quedarme solo en una pequeña porción del mundo no va conmigo, por eso mismo estoy ahora aquí.

Y quizás para una persona con un estilo de pensamiento más crítico, objetivo y racional, estar en esta isla no sería algo que decir con tanta felicidad ¿pero que más daba?

- Apuesto a que, de niño, te leían muchos cuentos de hadas. - Bromeó con la repetida alusión al caballero de brillante armadura que hizo el paladín mientras registraba el pedestal que Jacklin mirase en el centro de la estancia. Aparte del hueco que delataba la más que probable falta de una pieza, quería comprobar si tenía compartimentos ocultos o mecanismos camuflados.

- Por otra parte, no creo que admitir estar en esta isla para ayudar a otros sea muy convincente. Es una pequeña porción del mundo y parece que ni siquiera todos los lugareños quieran estar en ella. - Comentó divertida mientras tanteaba unos de los cajones pequeños que aun quedaban. Súbitamente, dió un paso atrás cuando creyó que algo respondía al repiqueteo de sus nudillos contra el material para comprobar su solidez e integridad del contenedor. Pero no hubo nuevas respuestas, por lo que se limitó a achacarlo a una sugestión y retomó la tarea.

- La noche del ataque en la posada, ¿notaste algo extraño, anómalo, antes de que ocurriera? - Apartó las chanzas de la conversación para indagar temas más serios y tratar de establecer correlaciones, asegurarse de que la suya fuera o no una experiencia única en aquella noche.

Reí suavemente, una docena de recuerdos fueron llegando a mi mente uno tras otros gracias a las palabras de Angélica- Y muchas más que leí yo por mi cuenta... -en parte sabía lo diferente entre esas historias y la realidad ¿pero me importaba? La verdad era que no mucho, al menos eso lo tenía claro.

En cambio con sus siguientes palabras volví a levantar la mirada hacia el techo del antiguo navío formando mi respuesta antes de abrir la boca, por una vez aunque fuera- Bueno, técnicamente no entraba en mis planes estar aquí... pero esta gente necesita ayuda aunque no lo pidan ¿no es eso razón suficiente? -incluso si fuese un lugar perdido con apenas un par de personas, si mi viaje me llevaba a ellos tenía la fuerte creencia de que estaba en mi poder el ayudarlos para que al marchar sus vidas fueran un poco mejores al menos.

Baje la mirada ante la alusión a la noche del ataque, fruncí el ceño levemente- Mmm... Creo que no... Me desperté con un escalofrió y ya estaba ahí, intercambiamos golpes -aunque en realidad solo recibí yo- y en cuanto vio que ya no tenía la facilidad de matarme mientras dormía y que se le complicaban las cosas salto por la ventana. Ignorando el hecho de que poseía capacidades físicas sobrehumanas no hubo nada más que me llamara la atención.

Con minuciosidad Angelica comienza a examinar el camarote, hay centenares de objetos pero puede ver como el tiempo los a corroido hasta un estado imposible de reutilizar, en los cajones encuentras varios objetos mundanos y sin relevancia igual que en el resto de la habitación, te das por vencida  hasta que una idea absurda pasa por tu mente, puede serlo pero a la vez seria un buen sitio...

Así que Jacklin puede ver como Angelica se agacha y comienza a tocar la madera del suelo

Frunció el ceño cuando escuchó la respuesta del paladín respecto a aquella noche. Pudiera ser que estuviera reteniendo información o que le asustase reconocer que tuviera visiones. O puede que el ente no se comunicase con Jacklin por su conexión con la Iglesia. Aquello podía decir algo sobre su naturaleza; o sobre los métodos de algunas instituciones ligadas al culto, por no mencionar el culto en sí.

Resopló con cierta frustración cuando dió por finalizado el registro. No podía decir si quienes saquearon o revolvieron la capilla eran los mismos que despejaron aquella estancia pero, de serlo, eran muy precavidos pues no dejaron nada a su paso que pudiera delatarles. Pudieron ser los templarios que visitaron al padre Scott, los MacCordagar o alguien de quien todavía no sospechasen siquiera.

- Creo que no hay nada por aquí. Quiero decir, que no hay ninguna pista que indique quiénes pudieron arrastrar lo que falta y llevárselo. Deberíamos volver y hablar con el chico MacCordagar.

Lanzó un último vistazo por encima del hombro a la habitación, como si quisiera asegurarse de que nada quedaba detrás, al igual que hizo con los otros camarotes del pasillo al pasar en dirección a la grieta del costado.

Antes de marcharse Angelica decide examinar el camarote del que parece ser el Capitan, hay centenares de objetos pero puede ver como el tiempo los a corroido hasta un estado imposible de reutilizar, en los cajones encuentras varios objetos mundanos y sin relevancia igual que en el resto de la habitación, te das por vencida  hasta que una idea absurda pasa por tu mente, puede serlo pero a la vez seria un buen sitio...

Así que Jacklin puede ver como Angelica se agacha y comienza a tocar la madera del suelo hasta que de pronto nota como una de las tablas que golpea estan sueltas, con el corazón latiendole cada vez más deprisa las levanta y puede ver como hay un fajo de papeles que han sido metidos de manera apresurada en el pequeño hueco que hay.

Un rapido vistazo permite ver que en lo que seria la portada el título de las hojas, reza lo siguiente " Apuntes del Flauros"

Después de comprobar el estado en que estaban los accesorios y parte del mobiliario que sobreviviera al naufragio, aquel manojo de papeles en un estado más o menos utilizable le sorprendió. Por un instante lo observó con una mezcla de sorpresa y recelo. ¿Cómo había hecho aquella "bitácora" para soportar los estragos de la humedad y de los animales marinos?

- ¿Flauros?¿Puede ser el nombre del barco? - No recordaba haber visto nada que identificase el pecio de camino hacia él, aunque también era cierto que había estado más ocupada en no resbalar por las rocas que en buscar el nombre. - Veamos si el capitán, o quien escribiera estos registros, contó algo sobre el destino del viaje, su razón... o qué transportaban.

Con una precaución debida más al temor de que el papel se desintegrase entre sus dedos, Emelie comenzó a leer por encima aquel documento. No le interesaban los detalles ni pormenores, buscaba palabras claves que captasen o alertasen su atención.

Te das cuenta de que los papeles requieren un tiempo de estudio, al menos un par de horas, pero la rápida lectura superficial puede ver que se trata de unas instrucciones para manejar un objeto llamado "Flauros" que podia cambair de forma y tenia distintas propiedades mágicas.

De hecho, hay algunos dibujos o más bien bocetos de cada forma con el nombre bajo este, la primera puedes ver un boceto de un cubo de metal  decorado con runas ( no son las mismas que hay en la sala) y símbolos extraños bajo este pone el nombre de "Chronos", el segundo tiene forma de piramide llena de ojos metálicos y se llama " Andrael" y el último de ellos se parece a una esfera con cuatro grandes agujas que te recuerdan a un reloj y cuyo nombre pone " Bhelphegor".

Por lo demás deberás tomarte tu tiempo para leerlas con calma

---Una lectura fascinante ¿verdad?- Escuchas de pronto  cerca de ti, al girarte puedes ver a una niña de pelo oscuro en el marco de la puerta que te mira con una mezcla de curiosidad y diversión, lo más inquietante es que no la has escuchado entrar y Jacklin no parece haberse percatado de su presencia-  Ya pensaba que tendria que ponerme a lanzar luces de colores para  que avanzarais, Vel me dijo que erais competentes pero os a costado llegar hasta aqui.

Entrando detrás de Angélica al camarote, esta vez sin reparo alguno en cruzar, avanzaba totalmente decidido hacia un objeto de la habitación. El pesado cuadro que había dejado atrás al escuchar como mi compañera entro en el barco temeroso de que fuera otro, volví a mirar la ilustración del anciano, aunque fue breve ya que en seguida le di la vuelta para abrirlo y llevarme el papel, ya tendría tiempo de identificarlo mas tarde.

Al girarme fue cuando vi como la mujer se iba agachando, levante una ceja sin comprender muy bien porque lo hacía... al menos hasta que comenzó a empujar cada uno de los tablones, no tarde en entenderlo y me dedique a caminar por el resto de la habitación haciendo lo mismo pero empleando el peso de mi cuerpo para hacer crujir cada tablón. Aunque al final también es ella quien encuentra lo que buscábamos.

- O el nombre del objeto que transportaban -aporte según me agachaba a su lado, alcé un dedo que fue lentamente ganando luz propia en la yema ayudando a poder leer mejor lo que hubiera escrito y es que yo también trataba de leer lo que pudiera, con una rodilla en el suelo en un costado de Angélica- Creo que quien estuvo aquí fue un noble que contrato a la tripulación para un trabajo más peligroso del que podían entender.

Lo que esperaba que fuese una bitácora o manifiesto se convertía en una especie de manual de instrucciones de ¿qué? Seguramente, necesitaría más tiempo de estudio para llegar a alguna conclusión más fiable. Pero la presencia y la afirmación del paladín bien pudieran tener un ápice de razón. No obstante, ¿quién le pone un nombre propio a un objeto?

- ¿Sientes algo más aquí, como una presencia que nos vigila? - Necesitaba asegurarse de que Jacklin era consciente o no de aquella sensación o si sólo lo percibía ella. Y de ser así, alguna razón habría para que el paladín no lo percibiera.

"Cuando termine de leerlo, podré decir si es fascinante o no." Si aquel ente no se manifestaba ante el paladín, podían existir varias razones: que estuviera implicado con el objeto o lo que fuera que faltaba, que desconfiara de la Iglesia,... Pero tampoco le inspiraba mucha confianza la entidad que se le aparecía bajo aquella apariencia infantil; no dudaba que hacía aquello para ocultar posiblemente su verdadero potencial o, incluso, para inducirles una falsa sensación de seguridad. "Si tan exasperante ha resultado la espera, podías haber avisado de la existencia del pecio tras alertar del ataque durante el sueño." Mientras no supiera con certeza que sólo ella, y no Jacklin, era quien veía al ente, prefirió no hablar en voz alta a nadie en concreto. Y de paso, sondear la capacidad del ser para leer su mente; o tal vez fuera una alucinación que estuviera en su cabeza y que reaccionase a sus pensamientos. Entre tanto, oteaba la puerta que ocupaba la "niña" como si buscase, o esperase, a alguien en el pasillo, pero sin mirar fijamente.

Dando un paso hacia detrás cuando termino de hojear los papeles, y cerrando la mano para hacer que la luz desapareciera, mire hacia Angélica con aquella pregunta, luego mire al resto de la habitación y sobretodo en dirección a la puerta. Casi que no hizo falta escuchar mi respuesta, la forma confusa en que buscaba algo a nuestro alrededor y la incertidumbre en mis ojos cuando volví a centrar la atención en ella fue casi como una respuesta muda.

- No, yo no siento nada raro... Bueno, más allá de lo que te comenté ya -hacia referencia al conflicto entre mi magia y lo que hubiera en la habitación aquella- Deberíamos salir ya de aquí, puede que este ambiente te este afectando.

La niña se queda sonriente mientras oteas la otra habitación sin ver nada distinto mientras la niña bosteza con aire aburrido.

---Ya veo que no quieres hablar, eres muy mala persona ¿sabes? - dice hinchando los mofletes con aire enfadado aunque no dejaba de ser cómico- ¿Sabes lo que me ha costado poder manifestarme? No me queda mucho tiem...- de pronto la imagen se distorsiona como sí sufriera interferencias- Vaya...se está acabando el tiempo- dice la niña mientras la vez hacer un gesto de concentración- y no solo a mi, sino tambien a vosotros y como sigais así acabareis peor que yo...- la imagen se vuelve a distorsionar esta vez con más fuerza- Tsk...solo dispongo de unos segundos, así que salvo quieras acabar en un destino peor de la muerte habla ahora y piensa bien lo que vas a decir- dice aunque esta vez la escuchas lejana, como sí hablara desde el otro lado de un tunel.

Al parecer, sus temores podían estar infundados y sus pensamientos ser suyos y sólo suyos. Pero se presentaba una urgencia, aparentemente, y no iban a conseguir mucho más allí.

- ¿Quién se llevaría el contenedor que falta? - Parecía más una pregunta retórica, un pensamiento en voz alta, mientras miraba intensamente hacia la puerta, como si esperara ver aparecer a alguien, al tiempo que recogía las notas sobre "Flauros". Ya tendría tiempo de estudiarlas en profundidad en la posada y averiguar si en ellas aparecía también un "Galael". Aunque también debía volver a la estancia, comprobar los nombres de los cajones y asegurarse de que "Andrael", "Belphogor" o "Chronos" seguían o no allí.

La niña te miró con cierto aire de decepción y suspiro con resignación:

---¿Me haces una pregunta cuya respuesta ya conoces?Yo pensaba que preguntarias por la ubicación de la pieza que os falta del puzle- te dice alzando la ceja mientras podias observar que lentamente su cuerpo empezaba a desvanecerse- Se lo llevó la criatura que estaba en el contenedor roto

Ante la pregunta retórica dejada en el aire me limité a imitar su gesto, ambos mirando hacia la puerta en dirección hacia aquella otra sala- ¿Se lo llevarían antes o después de que el barco acabara así? -podría ser la causa de haber encallado o tal vez alguien que esperaba sacar beneficio de las desgracias ajenas había entrado y encontrado algo más grande y peligroso de lo que era capaz de entender.

En lo que la mujer terminaba de recoger los papeles encabecé la marcha saliendo de la habitación, aunque yo ya me dirigía fuera hasta darme cuenta de que quería revisar una última cosa antes de salir, por lo que la seguí y de nuevo espere fuera mientras vigilaba que nada raro ocurriera- ¿Crees que el muchacho de los MacCordagar nos contara algo de utilidad? Porque estoy muy interesado en averiguar donde esta lo que transportaban aquí dentro, estoy convencido de que es el culpable de todos los sucesos extraños de la isla, un poder extraño en manos indeseables.

"Angelica" bufó por la bajo. En realidad, tampoco esperaba haber obtenido una respuesta muy clara a cualquier pregunta que se formulase. Sólo otra pieza más de un rompecabezas. Y los rompecabezas no podían resolverse hasta tener todas las piezas. Saber si faltaba alguna sólo era posible cuando, con la imagen completa, veías el agujero. La "inspiración" también podría elegir mejores momentos para llegar.

- Creo que es irrelevante cuando sucedió el "robo". Empiezo a sospechar que tenemos un problema mayor; temía que alguien en las sombras estuviera actuando, alguien distinto a los sospechosos que teníamos. Alguien que podría usar ese desconocimiento para actuar mientras nosotros dábamos palos de ciego con lo obvio.

Salió del camarote del capitán para volver a la estancia con los cajones y repasó los nombres de los contenedores que aún permanecían allí.

- Habrá que preguntarle al chico MacCordagar qué se llevaron de la iglesia. Si es que ellos la revolvieron.

Y por un momento pensó incluso en encararse con Vadik. Había hecho cosas raras desde que le conocieron y ya no le parecía tan casual que estuviera con ellos en aquella isla. Sonaba absurdo, pero pareciera que una fuerza desconocida estuviera jugando a algo y Vadik, junto con ellos, fueran sus peones o sus fichas. Pero, sobre todo, necesitaba estudiar el documento para averiguar qué era Flauros y qué capacidades tenía o qué amenaza potencial podía suponer. Así que se dispuso a abandonar el pecio.

La niña al ver que la ignoradas puso cara de curiosidad pero al ver como pasabas de ella su rostro paso a la sorpresa y luego  haciedno un gesto de disguto en la cara infantil mientras los últimos restos desaparecian.

---Veo que entonces quieres seguir  así...es una lástima...sigue dandole vueltas a lo mismo  como sí tuvieras todo el tiempo del mundo, veremos sí nos encontramos de nuevo...-dice antes de desvanecerse por completo dejandote sola con Jacklin.

La estancia de la prisión (no tiene cajones pero bueno XD) donde estan los cilindros de metal negro, ninguno tiene nombre salvo el de Galael.

Tras examinar el barco hasta satisfaceros  volveis con cuidado saltanto los arrecifes sin problema alguno pese a los aullidos del viento que amenazan con derribaros, la subida fue más sencilla ya que Kelgar y el joven McCoggar lo ayuda hasta subir, ambos parecen espectantes ante vuestros descubrimientos, el primero más integrado que el segundo que parece  murmurar oraciones  y hacer el signo de la cruz como sí quisiera espantar al mal.