Partida Rol por web

Cuando se escucha el ruido, Donnie no puede menos que paralizarse. De algun modo misterioso logra darse la vuelta y ve a un zombie (noesjohnessolounzombie noesjohnessolounzombie) encima de Eve. Su primer impulso es correr con todo lo que le dan las piernas lejos de esa ventana. Pero algo en su interior no se lo permite. Eve necesita ayuda y no puede no dársela. Con el rabillo del ojo presencia el forcejeo de Claire con el arma de Ares y escucha el ensordecedor disparo. Sin frenarse a ver el resultado de éste, se acerca velozmente a Eve por detrás con intención de alejarla de John ese zombie cuanto antes. 

Cuando bajo veo al guarda sobre Eve el miedo se apodera de mi, sin embargo en medio del caos aprieto los dientes con rabia. No voy a disparar en medio de la oscuridad, quiero hacerlo a bocajarro. No quiero matar a Eve ni que le mate ese ser, aunque no nos soportemos y me de igual su existencia.  Cargo el rifle y me dirijo  hacia un lateral para acercarme desde el lado. Cuando inicio el camino un ruido ensordecedor de un disparo retumba en la habitación.

Mierda.

Al final, ya fuese por la borrachera, por los nervios o por las prisas, mi disparo por poco le dio a Eve. Después de él, Zach y Donnie se acercaron por detrás con la intención de quitárselo de encima. 

Yo todavía tenía un tiro así que lo reservé por si me hacía falta. Apunté... y esperé.

O se lo quitáis de encima o lo hago yo -les grité.

Entre el crujir del vidrio y el sonido del disparo no logro ver bien lo que ocurría, por lo que enciendo la linterna apuntando a la criatura con la clara intención de cegarla, topándonos con el estado en que se encuentra su rostro. Apoyo una rodilla en el suelo y comienzo a dar pequeños golpecitos al suelo con la botella con intención de llamar su atención mientras le grito- !Ven John tomémonos un trago¡- Luego de unos segundos comienzo a sospechar que no Funciono.

Cuando llegamos corriendo a la cocina, al escuchar el grito de Hera y el sonido de cristal haciéndose pedazos, mi corazón empieza a latir a mil por hora, temiéndome lo peor. Casi podía imaginarme a Hera siendo atacada por el zombificado guarda de seguridad, pataleando mientras intentaba quitárselo de encima. "No" me dije, apartando esa imagen de mi cabeza. "No va a pasarle eso a Hera si puedo impedirlo...".

La escena que encontramos es totalmente distinta a la que esperaba, y es Eve quien se encuentra tendida en el suelo, con el zombificado John tratando de morderla. Apenas conocía a la deportista, ni siquiera me caía bien, y mi primera impresión había sido respirar aliviado de ver que no había sido mi amiga la atacada por el zombie. Pero tampoco podía dejar morir a una chica inocente a manos de ese monstruo de piel grisácea.

Claire, Zach e incluso Donnie, quien no poseía arma de fuego, estaban tratando de ayudar a nuestra compañera. No lo dudé y, apuntando con mi rifle a la espalda del no-muerto, decidí disparar con intención de abatirlo. Algo me decía que, si uno de nosotros no conseguía acertar a la cabeza del zombie, Eve estaría muy jodida.

 De un momento a otro, a Eve se le había tirado el guarda de seguridad encima y la estaba intentando morder, como si un efecto de la epidemia fuera el canibalismo. Si es que esto era a causa de la epidemia; nunca había escuchado de síntomas similares. Lo que importaba ahora era salvar a su compañera y ver que hacían con aquel hombre salvaje que no escuchaba a razones.

 Por supuesto, teniendo en cuenta que ya muchos de sus compañeros estaban intentando sacar a John de encima de Eve e incluso algunos de ellos estaban disparándole al guarda (sin mucho éxito), Staci esperó para intervenir. No sea cuestión de que una bala le atraviese por accidente.

 Y además, tenía mucho miedo. La sola imagen de John en ese estado le provocaba un gran horror.

Mis pasos siguieron a los de mi prima a tal velocidad que tropecé varias veces, el cristal rompiéndose había sido audible desde la planta superior. John ha entrado en la casa. Ares es el primero en llegar, al medir tan solo uno sesenta de altura, tuve que ponerme de puntillas para lograr la horrible escena que jamás sería capaz de olvidad. John encima de Eve, intentando atacarle.

Ares no dispara. Es incapaz de hacerlo, puede que los recuerdos con John sean demasiado intensos. Claire intenta disparar pero falla. Shit. Donnie y Zach hacen equipo rápido, se han organizado con una sola mirada. Mientras Donnie salva a Eve, el otro dispara pero falla. Joder, ¿Se nos ha cruzado algún gato negro? Nikola hace gestos desesperados, intentando atraer su atención pero no funciona. Larry también lo intenta y falla.

¿Qué coño ha desayunado John esta mañana?

Intento normalizar la respiración, todos están fallando. Yo probablemente también lo haga, pero necesito intentarlo. Tenso el arco todo lo posible con una de las flechas que he sacado del carcaj. Tomo aire y lo mantengo intentando apuntar justo en su cabeza. ¡No te muevas jodio! La flecha vuela hacia él produciendo un suave sonido, en comparación de las balas. Y entonces, en contra de todo pronóstico, acerté. Le clave una puta flecha en la cabeza.

- ¡Ah!- Pego un grito ahogado contemplando el horror de la escena.

He salvado a Eve, pero no siento alegría ni alivio. En mi pecho se instaura una sensación enorme de angustia.

He matado a John.

Todo mi cuerpo tiembla, desde mis manos hasta mis piernas. No soy capaz de estar de pie y me dejo caer al suelo. Tessa ha matado a John de un flechazo, la situación es tan bizarra. Hace unas horas si me lo hubiesen contado, no me lo habría creido.

Mi mirada se clava en John. Su cuerpo inherte está tirado encima del suelo de mármol blanco, mientras la sangre está brotando por el suelo.

- Gracias, Tess.- Murmura Ares, saliendo del shock, acariciando con suavidad los cabellos rosados de la joven.- Chicos, tenemos que irnos de aquí. Tenemos que volver a la ciudad...

- Es de noche. No creo que sea buena idea.- Murmuro escueta.- Lo mejor sería preparar mochilas, llenarla de comida, botellas de agua y algunas prendas. Tenemos que organizarnos Ares.

- En la caseta del John al final del sendero hay una radio. Podríamos ir a comprobar si funciona...

El puto zombie, o lo que fuese, al final había sido más duro de matar que Bruce Willis y Steven Seagal juntos, pero Tess había actuado como si fuese una amazona. Bajé el arma, me acerqué a ella y la abracé.

-Bien hecho, prima -le dije en voz baja, mirando de reojo a Ares, que no había hecho lo que debía.

Hera retomó el mando, indicando que debíamos recoger cosas y prepararnos para irnos. Eso era una buena idea, desde luego.

-Creo que lo primero es recoger provisiones. Cuando amanezca y nos vayamos, podemos mirar la radio, pero dudo que sea buena idea movernos en la oscuridad y separarnos. Las dos primeras reglas para sobrevivir a un apocalipsis zombie, cariño. 

A continuación, aprovechando que estábamos en la cocina, empecé a buscar en los armarios por si había galletas y cosas así, ligeras, que pudiésemos llevarnos y mientras lo hacía, miré a Ares.

-Necesitamos mochilas para llevar las cosas.

Tanto Hera como Claire tienen razón, salir de noche puede llegar a ser una locura. Miro el reloj de pared de la cocina que marca las cuatro. Faltan dos horas para el amanecer.

- En la cocina hay latas de comida, en aquella despensa...-Señalo con un dedo a una puerta alejada.- Hay varias botellas de agua.

- En los cuartos hay varias mochilas, las bajaré.- Añade Hera levantándose del suelo, evita con la mirada el cuerpo de John.- También hay algunos botiquines en los baños. En media hora nos reunimos aquí, si alguien encuentra algo más que pueda ser útil que lo traiga.

Camino despacio hacia el cuerpo. Los ojos de John han quedado abiertos, de un solo tirón saco la flecha de Hera. No está partida, por lo que se la devuelvo a Tessa. Cada flecha, cada bala es vital.

- Yo voy a enterrar a John.- Murmuro con los ojos clavados en el cadáver inherte. Él me crió, es imposible que lo deje pudrirse aquí, se merece un entierro digno.

No deberías salir -le dije, de forma tajante -. Si esto es una muestra de lo que vamos a encontrarnos, no será la última persona de quien debamos encargarnos y todos son importantes para alguien. 

Me acerqué a Ares y le miré. Sus ojos estaban cansados, y eso que toda aquella pesadilla acababa de comenzar. No podía venirse abajo porque sentía que al final, todos seríamos necesarios, de una forma u otra. 

Podemos sacarlo después, cuando nos marchemos -le dije con suavidad.

Ha sido suerte. Asiento ante los agradecimientos de Claire y Ares pero ha sido solo suerte. Cualquiera de ellos podría haber sido. Pero yo soy la verdadera asesina. ¿Podrían detenerme por esto la policía? Yo ya tengo antecedentes penales por mis graffitis ilegales, podría entrar en la cárcel. Tessa, no seas idiota, fue en defensa propia.

Cuando Ares me devuelve la flecha la cojo con asco. Quiero vomitar. Está llena de sangre y algo de vísceras. Con rapidez, camino hacia el grifo del fregadero de la cocina y la limpio. Estoy tan distraida en mis pensamientos que no he escuchado nada de lo que los hermanos Miller han dicho pero al ver como Claire ha comenzado a registrar los cajones entiendo que estamos buscando provisiones.

- Necesito...- Aire.- un momento.

Mis pasos son tan ligeros que evito mirar a cualquiera de ellos. Necesito devolver. Mi estómago está removido y la hamburguesa que comí hace unas horas quiere salir de mi organismo. Subo al baño de la segunda planta, cerrando la puerta y me tiro sobre el suelo frente al váter. No tardo ni dos segundos en expulsar todo de mi interior.

He matado a una persona.

Al acabar, me limpio la boca, tiro de la cisterna y busco desesperadamente un cepillo de dientes. Además de algún botiquín útil, o vendas.

Claire intenta disuadirme de mi idea, pero John ya comienza a oler. Es algo que debo hacer yo, nadie más. Con total suavidad apoyo mi frente contra la de Claire, desde fuera puede parecer un acercamiento íntimo pero estoy cansado, sin ánimos y derrotado. Nunca he demostrado esta debilidad frente a ellos, quizás un poco ante Nikola.

Él era...- Trago saliva.- Parte de mi familia. Debo hacerlo.

Mi voz suena rota y derrotada.

Suspiré. Estaba claro que cuando los sentimientos entraban a formar parte de la ecuación de nuestros actos, cualquier otra cosa desaparecía, así que no me quedaba mucho por hacer. Abrí el cañón de mi escopeta, retiré el cartucho usado, coloqué otro nuevo y dejé el arma preparada otra vez para el rock'n'roll.

-Está bien. Te acompaño entonces. Vigilaré mientras lo haces -le dije, esbozando una mínima sonrisa que ante todo intentaba transmitir cierto grado de comprensión. Quizás yo haría lo mismo si se tratase de alguien importante para mí.

El instante en que veo la flecha incrustarse en el guardia una leve sensación de alivio me rodea dejando de golpear la botella.
- Un momento... -Digo mientras me aproximo al cuerpo de John, la perforación en su cabeza deja escapar un fétido olor, me cubro la nariz con el cuello de la camiseta y procedo a registrarlo en busca de sus pertenencias mientras les comento - Si pasan por la piscina y se topan con mi violín seria genial que lo traigan, aunque también les podría ayudar, ya saben más manos más fácil es cavar -

Donnie tomó a Eve desde debajo de los brazos para alejarla del zombie. Mientras la chica forcejeaba a su vez, se podían oír los múltiples disparos que, sin éxito, impactaban alrededor de ellos. Afortunadamente, quizás gracias al esfuerzo de Donnie (le gustaría pensar que sí), el zombie no llega a morder a la chica, aunque la aferra con fuerza. Todo eso cesa cuando un certero flechazo le atraviesa la cabeza. Donnie mira al costado y puede ver a Tessa con el arco en la mano, como si de una suerte de Hawkeye 2 se tratara. Pero ese no era el momento de babearse por Tess como de costumbre. Ayuda a Eve a levantarse de una vez por todas. -¿Estás bien? -le pregunta. -¿Te hirió o ...algo? 

Parte de su atención se centra en las charlas del grupo. Si bien considera que volver a la ciudad era puro peligro, no puede evitar pensar que quizás su hermano necesite ayuda. Le guste o no, había que volver. 

Me separo un poco de Claire avergonzado por mi actitud. Yo soy Ares Miller No flaqueo, no siento, no padezco. Asiento ante la proposición de Claire. Me resulta curiosa la petición de Nikola, pero él siempre ha sido un enigma andante para mí.

- Vamos, amigo.- Poso mi mano derecha en su hombro, en señal de respeto.- Abran la puerta.

Sin mucho más que añadir, agarro con toda mi fuerza el cuerpo inerte de John. Pesa, pero no me quejo. Tampoco pido ayuda. No la necesito. Lo único que necesito ahora es dejar a John descansar para siempre.