Partida Rol por web

 Luego del incidente en el hospital y la decisión de seguir avanzando, dejando a ese lugar atrás, el clima en el grupo se debatía en las discusiones constantes de los militares y la amargura de los adolescentes; que habían perdido tantos amigos en tan poco tiempo que el vacío que había entre ellos era palpable. Staci marchaba detrás de Tessa, silenciosa, como lo había estado ya por un tiempo largo. Sumergida en una saga de pensamientos poco agradables sobre el nuevo mundo.

 Al poco tiempo de la caminata se encontraron con aquel extraño, que a primera vista parecía inofensivo y hasta agradable (aunque eso era una primera impresión que surgía de un par de palabras). Toda aquella situación era difícil de resolver, en especial por la falta de congruencia que había en el accionar de los militares. Staci, que poco tenía de mediadora y mucho menos de mariposa social, se mantenía atenta a lo que pasara con John. La forma en que fuera tratado revelaría mucho del grupo que los estaba acompañando.

 Tal vez en un acto de infantilidad o intentando ser amigable, Staci le dedica un pequeño saludo con la mano alzada a John. Hasta se anima a preguntarle cosas, a pesar de que el orden de importancia de las cosas a decir fuera otro.

- ¿Eres un pastor?... ¿católico, protestante?...

-Aún me quedan dos cervezas, sí -le indiqué a Claire, llevándome una mano a la mochila y tendiéndole una de las latas restantes a la joven-. Ten.

Entendía perfectamente a la rubia. En aquellas circunstancias, después de haber perdido a Eve, convenía que pensáramos lo menos posible en todo lo que había sucedido. Ya no había nada que pudiéramos por nuestra compañera, sólo seguir adelante.

Lo sorprendente fue ver que en nuestro camino nos habíamos encontrado a un nuevo superviviente, un tipo con barba que había salido a nuestro encuentro con las manos en alto, demostrando que no suponía un peligro para nosotros. Lo más inesperado fue ver que el tipo, a pesar de las pintas que llevaba, portaba un alzacuellos que lo identificaba como sacerdote. "Lo que nos faltaba, un cura" pensé para mis adentros, poniendo los ojos en blanco.

-¿Agua? ¿Está usted seguro, páter? -le dije al sacerdote, quien se había presentado como John-. Mire que sólo me queda una cerveza -Le mostré la última lata que portaba-. Tal vez la necesite para despejarse un poco...

Y nuevamente, los militares se veían envueltos en una discusión. A estas alturas, era imposible no reírse al ver lo fracturado que se hallaba aquel peculiar cuarteto.

-¿Es verdad lo que dice, sargento? -le pregunté a Highway, arqueando una ceja-. ¿El teniente Spud -señalé a Brannigan- es el que se encuentra al mando de todo? Si incluso la cabo se hace imponer mucho más.

La situación ya venía siendo bochornosa pero que el otro nenaco de los cojones se sumara a las críticas hacia mi supuesta* falta de autoridad fue la gota que colmó el vaso. 

- ¡Basta ya! - me volví hacia Crazy M o como coño le llamaran - ¡A lo mejor si todos dejáis de cuestionarme y empezáis a hacer caso, puede que vuest......las...cosas irían mejor de lo que nos van!. 

Estuve a punto de gritar "puede que vuestros amigos siguieran vivos". Aún me atormentaba la pregunta de qué hubiera pasado si hubiésemos llevado a cabo el plan que propuse en el pasillo de la morgue, antes de que los zombis derribaran la puerta. Tomar posición en la planta de arriba, atraerlos hacia las escaleras y aprovechar la estrechez de la zona para acribillarlos. Pero una vez más nos pusimos a discutir, la puerta cedió, yo eché a correr imprudentemente hacia los zombis, me derribaron y todo lo que pasó después. 

No entendía por qué la gente necesitaba que la trataran como a un trozo de mierda sin iniciativa ni nada que aportar para obedecer. Pero el caso es que las cosas funcionaban así, y yo no sabía imponerme. Puede que ahí estuviera mi ineptitud, en no adaptarme. Empezaba a pensar que todo lo que había ocurrido, visto así, era culpa mía. 

- ¡Tom, basta ya, suéltalo!. Y venga pater, hable de una maldita vez. Entenderá que no podemos confiar en usted hasta que no demuestre ser de confianza. No llevamos una buena racha. 

Bajé mi arma y di un paso al frente, estando a punto de pasar por encima de aquel mendigo para ir a por Roan. No me importaba quien coño fuera, ni quien estuviera delante, pero iba a reventarle la cara de un puñetazo. Hasta que entonces fue Tom quien se puso en el camino, tomándole para levantarlo y explicarle una situación que no parecía entrar en su cabeza llena de fantasía. Así pues cuando le dijo a Jack que tomara el control de la situación y finalmente se giró para guiñarme un ojo, simplemente asentí mientras apretaba la mandíbula furiosa, tratando de relajarme aunque aún notaba como me hervía la sangre por dentro.

- Vuelve a hablarme de esa forma Roan y te demostraré lo abusona que puedo ser con los capullos que no saben tener la boca cerrada – dije alzando la mano, señalándole, mientras que con la otra aún sujetaba mi pistola con firmeza.

Estaba harta de ese capullo, hasta el punto en que me daba completamente igual sus conocimientos o aquello que supiera de la infección. Nunca había tenido autocontrol y no lo iba a criar ahora, por lo que estaba lista para actuar si se atrevía a enfrentarse a Tom después de que este lo soltase. Si no quería adaptarse, tendríamos que enseñarle a hacerlo, como el jodido niñato que era.

De nuevo alcé la mano apuntando al vagabundo que nos había abordado, esta vez no a su espalda, sino a su lado después de haber avanzado un poco para dirigirme a por Roan. Mi arma apuntaba directamente a su cabeza, teniendo que levantarla un poco al ser bastante más alto que yo.

- Ya tiene su agua, “padre”. Ahora empiece a hablar o a rezar a su dios, porque nos está haciendo perder el tiempo y no tenemos demasiado. Así que ya es hora de que decida – dije esta vez más suave, mientras mi dedo pulgar amartillaba mi pistola notando como el gatillo se movía y retrocedía, estando más cerca para que costase menos apretarlo.

Roan se quedó flipando cuando el sargento le agredió. Primero la cabo egoísta le había hecho una peineta y luego el sargento no sólo le había agredido... le había vuelto a decir que no confiaba en él. Era el colmo. Se había portado, según Roan, de manera ejemplar ultimamente y escupió hacia el suelo cuando Keira le habló:

-No me vas a tener que aguantar más, cabo. Me marcho- Se dirigió a Jack- Eres un buen hombre Jack, te deseo lo mejor, y a tu unidad - se acercó al grupo de estudiantes dejando que Jack y sus dos secuaces siguieran torturando al Padre a placer. No se volvería a meter en sus asuntos.

-Os cuento de que va esto... no voy a estar más con esta gente que tiene unos valores muy diferentes a mí, gente que ni me quiere a su lado ni gente que yo quiero... ni confía en mi ni yo en ellos. Es más, llevamos andando apenas nada, se tarda una semana en llegar a la ciudad, es miércoles...la evacuación es el fin de semana. Haced cuentas y salvo que nos teleportemos no llegaremos a esa evacuación. Yo he tenido en cuenta esto, tengo un plan..no os digo que tenga mejor final, pero al menos he pensado un poco mejor el asunto, que no es garantía de nada pero que más probabilidad de éxito tiene... En fin, el que quiera o la que quiera seguirme que me lo diga ahora y partiremos, sin rencores. Pero recordad quien intentó salvar a Eve y quien no; quien os quiso dejar tirados y quien no y quien está torturando a ese hombre sediento y quien le ha dado agua, hombre que podía ser vuestro hermano o vuestro padre,¿qué me decís?El que se quiera venir de vosotros es bienvenido, quién no, le deseo de corazón lo mejor.-efectivamente, Roan se iba a independizar y estaba dispuesto a llevarse a unos cuantos o a irse solo, pero se iba a ir. Miró especialmente a Claire a y los "vaqueros", con quienes empezaba a tratar de mejor manera.

Todo era muy confuso. Demasiadas voces. Demasiadas órdenes. Dolor. Frustración. Ira…

Las preguntas se sucedían una tras otra sin darle tiempo a responder. Sin darle tiempo a beber unas gotas de aquel preciado y necesario líquido.

John finalmente consiguió que le acercaran la cantimplora lo suficiente como para beber unos tragos.

Dios Bendito. ¿Por qué se beberá vino en las iglesias? El agua era verdaderamente la sangre de Cristo.

Le apartaron la cantimplora mucho antes de lo que le hubiera gustado pero al menos su garganta ya no quemaba. Además, ahora tenía una necesidad mucho más acuciante.

- Hermanos… - balbuceó intentando levantarse sin éxito - … cálmense. Estoy solo.

Decidió responder primero la pregunta cuya respuesta parecía preocupar más a aquella gente. Y no les faltaba razón teniendo en cuenta los tiempos que corrían. Volvió a intentar ponerse de pie, esta vez consiguiéndolo a duras penas. Tenía que conseguirlo para lo que venía a continuación.

Dios siempre dice que hay que levantarse después de caer.

- No vengo de la ciudad – comenzó a decir buscando darle sentido a las respuestas con las que quería obsequiar a sus nuevos benefactores. – He sido el párroco¹ de la iglesia de St Michael en Cooks Valley², a unos cuantos días de aquí. Llevo vagando desde haces cinco días por estos bosques.

No parecía que las respuestas les aplacaran. Todo lo contrario. La cosa estaba tomando un cariz bastante serio con cruces de acusaciones y gritos varios.

De hecho John tenía ahora el rostro de unos de los soldados a escasos centímetros de su cara mientras otra de ellos continuaba apuntándole con una pistola a la cabeza. En esos momentos se le vinieron a la cabeza los versos del libro de los Salmos:

“El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?

- Entiendo que estén asustados pero no deben tener miedo de mí – dijo con voz calmada devolviéndole la mirada al militar pero sin dejar de ser percibir el arma que le apuntaba al entrecejo. Era consciente de que parecían haber pasado por grandes penalidades. Y sus corazones estaban llenos de ira y temor. Se volvió hacia la mujer que le apuntaba. – Cercano está el Señor para salvar a los que tienen roto el corazón y el espíritu.

Sabía que aquello no cambiaría nada. Lo había visto antes. La desesperación agriaba el carácter de los hombres y aquel rebaño parecía haber sido ya atacado por los lobos. Debía medir sus palabras.

- Por favor, baje el arma. No supongo ninguna amenaza para usted – le dijo a Keira. - ¿Por qué me temen? – Miró al resto del grupo, principalmente a Roan, que parecía dispuesto a marcharse y a Jack, que tenía grandes problemas para mantener la disciplina de sus hombres. – No soy quién para darles consejos pero deberían permanecer unidos.

Le hubiera gustado decir “deberíamos” pero su presencia allí ahora mismo no era bienvenida y la actitud de la mayoría era hostil.

El buen pastor se gana a las ovejas. Hace que confíen en él. Si hay una descarriada no la devuelve al rebaño a base de palos sino que la carga en sus hombros.

De hecho él era el mejor ejemplo de que ir solo no era una buena idea. Pero en aquel grupo ahora mismo las órdenes parecían partir de una zona muy específica. Y sabía que tendría que ganársela antes que a ningún otro para poder lograr que confiaran en él.

- No he visto a nadie más en este tiempo – confesó para contestar un poco la duda que la mayor parte de aquel grupo tenía. – Sois los primeros vivos que veo desde que salí.

Cuando el cura empieza a hablar me relajo un poco, no parece que mienta. Por la facha que trae y la sed, debe de ser verdad que lleva varios días vagando por el bosque. Y por las gilipolleces que dice SEGURO que es cura. Le doy la cantimplora de Roan para que beba lo que quiera. Me levanto al oír al teniente decir que le dejemos y le indico a Keira que guarde el arma.

-"A sus órdenes teniente. Cabo, enfunde el arma. Parece que dice la verdad."

Justo en ese momento Roan empezó con su discursito de víctima. Sugirió que él tenía un plan y que era el único que sabía lo que se hacía. Que nosotros éramos los malos y él el niño bueno. ¡Joder, si te quieres ir vete tú solo, pero no des la murga de niño chico! Parecía la típica escena de película en la que el abogado defendía su causa ante el público del jurado. Sus rabietas ya me cansaban, así que me volví para hablar con Jhon. Que se encargara de esta situación Jack, para eso era el teniente.

-"Bien Jhon, te creo. Disculpa nuestras maneras pero hay que ser precavidos. No tenemos nada en contra tuya. ¿Sabes cómo llegar a la ciudad? ¿Hay alguna carretera cerca? ¿Vehículos?"

Y de repente, allí estaba otra vez todo peor de lo que parecía.

Aquel hombre no venía de la ciudad y en cuanto nos lo dijo, no pude evitar que me invadiese el desánimo de nuevo. Me giré y les di la espalda porque me daba lo mismo, pero no podía dejar de escuchar las acusaciones que se lanzaban aquel grupo de soldados que parecían ser como cuatro hermanos mal avenidos. 

Miré a los míos. Todos estábamos en un segundo plano.

No me vas a tener que aguantar más, cabo. Me marcho

Al oír a Roan, puse cara de extrañeza y me giré hacia él. Empezó a hablarnos de valores y confianza, de cómo había hecho todo lo posible por Eve y también de que tenía un plan.

Y quería que nos fuésemos con él.

-Teniente, yo no sé los demás, pero mi madre está en esa ciudad. A no ser que me asegure que llegaremos antes que yendo por el camino normal, yo no voy a ninguna parte que no sea hacia ella, sola o acompañada, me da lo mismo. Es... lo único que me queda. Eve está muerta y ya no sirve de nada pensar en ella.

No dije nada más porque nada más había que añadir. Si el grupo iba hacia la ciudad, yo también. Si ese Roan quería ir en dirección contraria... buena suerte para él.

Roan parece defender al recién llegado. Si dice que es un pastor será porque él es muy católico y esas cosas. Precisamente uno de esos fieles seguidores de la iglesia es lo que menos necesitamos, no cuando estamos rodeados de gente muerta y vivos indeseables.

Pero lo peor es la que montan esos soldados. Mientras los veo discutir, bajo el arma y escucho con paciencia, sonriendo ante el enfrentamiento de Roan y Keira. A mí el tío andrajoso ese no me parece un peligro, pero por lo que sea, ha servido para disparar a estos dos.

Y entonces va el tío y dice que se va, y nos mira a todos como diciéndonos... veniros conmigo que soy bueno.

¡Joder, esto es surrealista!

Claire le responde en primer lugar. Ella se queda. ¡Claro que se queda! Su familia está en la ciudad y por eso va hacia allí y a mí... me ocurre lo mismo.

Lentamente, apoyo el arma en un tronco mientras saco el material, me lío un porro y empiezo a fumármelo. Cuando Claire termina, miro a Roan y niego con la cabeza.

-Mi hermana está en un hospital de la ciudad. Podéis iros donde queráis, buscar la evacuación o el puto sentido de la vida, pero yo voy a ese hospital a buscarla.

Era obvio que los chavales tendrían preguntas y Roan, de mala gana, desveló parte del plan:

-Mi intención es ir a la ciudad, pero evitar ir directamente evacuación-movió las manos negando- no me malinterpretéis, si continua tras el fin de semana y podemos usarla la usaremos pero no me fío...entraremos por otra parte de la ciudad e iremos a mi laboratorio, o lo que se puede decir que es mi laboratorio, allí habrá municiones, raciones para 28 días-que curioso que los tuviera tan contados- material médico para aburrirnos, un radio-emisor de mucha potencia y ... un portátil satelital* que nos conectará con la red de investigación de  defensa..una vez comuniquemos con el centro de mando más cercano nos mandarán ayuda o instrucciones para extraernos.

Miró a Zach:

-No te lo tomes a mal tío porque haremos lo que se pueda, pero desde que se apagaron las centrales nucleares de la zona los hospitales quedaron sin energía continua y con cortes, imagino que intentaron evacuar algunos...buscaremos información de ese hospital a ver que pasó... mi hermano también está en la ciudad y mi hermana está desaparecida porque estaba fuera en un retiro espiritual. Me pasa un poco como a ti, me queda la esperanza de que estén bien y quiero creerlo. Mi hermana seguro que está bien porque siempre fue una luchadora, pero mi hermano es demasiado pequeño y sin mi ayuda creo que no lo conseguirá - no mentía ni buscaba empatía, estaba realmente preocupado por sus hermanos.

Aparto mi arma de su cabeza, colocando mi dedo en el lateral y acciono una pequeña palanca que provoca que el arma vuelva a la doble acción haciendo que el martillo se adelante. La guardo en la funda que llevo en mi muslo y me quedo mirando a Roan soltar su discursito, mostrando una pequeña sonrisa en los labios, mientras mantenía todavía los dedos sobre mi arma por si hacía alguna tontería. 

- Haced lo que queráis - dije en voz alta, dirigiéndome al grupo que habíamos encontrado en el hospital - Yo no creo una puta palabra de lo que dice, no sé quien es este tipo ni quien se cree que es, pero si os sentís más seguros con un capullo como él, adelante. 

Fui hacia las cosas John y las tomé del suelo, antes de colocarme a su lado para entregárselas y que las cogiera. Aún estaba enfadada, se podía ver en mi rostro y en la tensión de mis movimientos. Pero aquel hombre no tenía nada que ver. Como a Tom, a mí también me parecía que decía la verdad y si no lo hacía... igualmente estaría vigilado por hombres armados por si intentaba hacer algo raro. Ya no suponía una amenaza. Más después del espectáculo que habíamos montado, por lo que si hubiera alguien con él ya nos habría volado.

- Nosotros también iremos a la ciudad pero de momento no tenemos ningún plan. No sabemos qué nos encontraremos y todo es muy diferente al mundo que conocíamos, así que tendremos que improvisar sobra la marcha. Tan solo tenemos que buscar un vehículo, no puede ser tan complicado - solté entonces la pistola y cogí de nuevo mi escopeta, acomodándola en mis brazos, pero teniéndola en una postura relajada sin apuntar a nadie - Pero no os voy a mentir, yo no soy la chacha de nadie. Por lo que no me voy a dejar el pellejo buscando a la madre o a la hermana de nadie si eso me desvía mucho del camino. Si creéis que este engreído os ayudará por las buenas, ya sabéis... y que os jodan.

Miré entonces a mi grupo, que ahora mismo solo estaba formado por Tom y por Jack, hasta que los demás se decidieran.

- ¿Nos ponemos en marcha? podemos hablar mientras caminamos, no perdamos más tiempo del que ya hemos tirado aquí.

En ese momento, el walkie de Claire y de Larry chisporroteó. Hasta ese momento había estado en silencio pero ahora, estaba sonando como si hubiese captado algún tipo de emisión, no del todo bien, pero "algo" al fin y al cabo.

Todos los chicos se miraron entre sí, confundidos, y se giraron hacia Larry y Claire y las discusiones quedaron en suspenso durante un instante.

Roan nos explica su plan. Así que quiere ir a la ciudad pero dirigirse a su laboratorio, en lugar de intentar llegar al punto de evacuación. Claire le ha dicho que no pero yo... no estoy tan segura. Habla de municiones, raciones, una forma de comunicarse... no es mala estrategia.

Va a tener que ser una decisión personal, porque Keira demuestra que no lo traga. Me acerco a Zach, le cojo el porro y le doy una calada mientras les escucho, igual que hace él.

-Dame un poco -le digo antes de cogerlo.

Después de exhalar el humo voy a responderle cuando entonces suenan los walkies.

-¿Qué es eso? ¿Se trata de alguien? ¿Hay alguien llamando?

Me pongo tan nerviosa que me olvido hasta de expulsar el humo y empiezo a toser, pero eso no importa. ¿Y si hay más gente por aquí cerca?

-¡Joder, qué alguien responda!

 Staci mira a Roan con extrañeza mientras este explicaba el plan que tenía en mente. Sonaba más prometedor y estructurado que cualquier cosa que estuviesen ofreciendo los otros militares... pero tenía una pizca de fantasía y esperanza que era difícil ignorar. Demasiado buena para ser cierto, como se dice popularmente. La chica prodigio no se terminaba de mostrar convencida.

- Y-yo... n-no sé...

 Mientras aquella decisión era el centro de la discusión en el grupo, el walkie de Claire y de Larry suena, llevándose la atención de todo el grupo. Por lo menos así Staci podía evitar la presión de decidir que rumbo tomar por un par de minutos.

- ¿Walkie? ¿Por qué suena... e-el walkie? ¿Es seguro responder?

Donnie se había mantenido al margen de todas las discusiones, aunque parecía claro que debían tomar una decisión importante. Miró a Tessa para ver qué decía. Si tenía que quedarse con alguien, prefería que fuera con ella. No podía evitar sentirse... bueno, querer estar a su lado.

Pero la verdad es que estaba complicado decidirse.

-Yo no querría que el grupo se separara. Siempre es mejor que vayamos todos juntos, ¿no? Quiero decir, que será más seguro y todo eso, sobre todo si tenemos en cuenta que ellos son soldados y podrán defendernos si hace falta.

Pero mientras hablábamos, los walkies empezaron a sonar, como si estuvieran captando algo.

-¿Qué es eso? ¿Han captado algo las radios? Claire, Larry. ¿Habéis cogido algo?

Los militares seguían con su espectáculo y, aparentemente, en esos momentos Roan tenía intención de abandonar a sus compañeros. Entre eso y el trato, o maltrato, que le habían dado la cabo y el sargento al supuesto sacerdote, lo cierto es que estábamos más que servidos con el drama de ese día.

Pero entonces, nuestros walkies comenzaron a chisporrotear y todo indicaba que se trataba de algún tipo de emisión, aunque no la escuchaba con claridad. Tomando el walkie-talkie entre mis manos, traté de resintonizarlo, acercándomelo ligeramente para intentar captar el mensaje de aquella emisión.

-¡Eh, Cuatro Fantásticos! ¿Queréis hacer el puñetero favor de callaros? -les espeté al cuarteto de militares, molesto, mientras intentaba comunicarme con quienquiera que estuviera al otro lado de la línea-. Aquí Larry. ¿Me recibe?

El ruido de fondo e interferencias era intenso, aunque al mover la pequeña rueda para afinar la frecuencia, pudiste encontrar algo de "claridad" en la señal. Parecía una conversación, aunque no se podía entender completamente.

-[Hombre] Estam.. ...tante alej.... y .. hem.. en...trad. .ad. ...avía...

-[Mujer] ¡Volved! No quer.... que .. ..riesg.... m... .st.is just. .. .. ..mite y no pod... perd.. a ..... ... . ¿Cómo est. ..ffrey?

-[Hombre] Mal. La infec.... le está carc.....do. Al dice que le .....mos un tiro.

-[Mujer] ¡Al no está al ma..., mald... sea! ¡Traedlo!

-[Hombre] E... bien. Lleg....os en ... hor..