Partida Rol por web

Ves que la comitiva es bastante numerosa con gran cantidad de caballeros y soldados a caballo. Entre ellos reconoces a Lord Hunter. Además hay una gran carroza en la que viajan Lord Arryn y Lady Corbray. Tu misión, un día más, es proteger a la bella mujer.

Habéis quedado con la representante de los clanes montañeses en un cruce de caminos. No sabes qué pinta ahí ella, ves extraña esta jugada de Meñique. Estáis llegando y la véis que os espera junto a tres guerreros más. Meñique hace parar la expedición.

Cuando me despierto y veo que Petyr no está no puedo evitar comenzar a temer lo que haya podido planear. Mierda, me he dormido...-pienso mientras me visto y pongo a todos mis sirvientes a trabajar. Al llegar al carruaje ya está todo listo y preparado y no he podido revisar las cosas que Petyr ha mandado hacer por lo que mi humor no es precisamente espléndido.

El trayecto transcurre sin problemas hasta que nos detenemos sin yo saber porqué y al enterarme la idea no me gusta en absoluto.

-Cariño-digo forzando una sonrisa y acercándome más a Lord Arryn- ¿a qué viene que esta señora (si se le puede llamar así) venga con nosotros?-aquello me inquieta muy mucho, no saber que trama Petyr con aquella mujer puede desbaratar mis planes, nuestros planes...Si no me hubiese quedado dormida...

Mi rostro refleja lo poco que me gusta la situación.

Salvajes, las tribus de las montañas hacian acto de presencia. En el valle, los Arryn eran los señores, en las cumbres ellos gobernaban pesase al quien le pesase. Las batidas de castigo no servian contra esta gente. Un caballo no camina comodo a en las montañas donde ellos se esconden. Estaba claro que no tenian intención de atacar, al menos sin razón. Posiblemente el Meñique habia comprado la lealtad de algunos clanes con promesas y armas. Un juego arriesgado, pero él era todo un maestro en este tipo de tratos. James no era quien para negarle el merito al Lord Protector.

Una joven acompañada de 2 hombres, extraño en esta gente. Si fuera en tierras Martell no le extrañaria que una mujer comandara a todo un regimiento, pero es que alli las mujeres estan hechas de otra pasta.

-Si ella es la que lleva la voz cantante debe ser una asesina nata. Alguien que tiene mas facilidad para clavar un puñal que para parlamentar.

Máster, mi post anterior lo puse solo para mi sola ¿tengo que editarlo y hacerlo visible a todos?

Porque nos paramos a este ritmo, tardaremos mucho en tiempo en llegar, que pintamos aquí en este puto lugar  y por encima de todo a reunirnos con esos putos salvajes, la ultima vez que tuve un encuentro con ellos, solo entendieron una cosa el puto oro, no me fió de ellos y no entiendo por que Lord Meñique si, pero bueno yo como siempre oír ver y callar.

Viajo delante del carro, a no ser que reciba una orden contraria.

Envío a la mujer que me acompaña a que se adelante, explorando el camino que vamos a recorrer, y a los dos hombres que se coloquen a cada lado del carruaje. Siempre es más seguro que las gentes de los clanes sepan que en ese grupo viaja otra gente de los clanes, por si acaso.

Mientras lo hacen, me acerco.

-Bien hayado, Lord Hunter.- cabeceo hacia el mencionado. -Encantada de volver a verte, nueve dedos. Aún me dura parte del oro que me pagaste.- sonrío.

Normalmente, la gente "culta" se sorprende de mis modales y mi conocimiendo de la sociedad...cuando queiro mostrarlos, claro.

-¿Debemos esperar a alguien más o podemos comenzar el viaje?-

Sonrió, ante la jefa de los clanes, como no reconocerla, una  belleza que no se olvida fácilmente, pero peligrosa lo supe en el mismo momento que la  vi. , por eso preferí pagar y no luchar contra ella, de otro modo ahora mismo seria parte de la decoración del terreno, en otras palabras un bonito esqueleto.

Igualmente ,Plumas negras, me alegro que disfrute el oro que con tanto sudor y sangre mis hombres y yo, nos ha costado ganar, pero supongo que en oro se puede remplazar una vida no, solo espero que la próxima vez que pase por estas montañas  me cobre otra clase peaje.....

Sonrío y le guiño un ojo.

Lord James elevó una ceja ante la falta de etiqueta de la salvaje, pero que se podia esperar. Acercando el caballo a la puerta del carruaje dice:

- Mi señor, los clanes estan aqui.

Meñique sale del carruaje al oír tu voz. Está algo despeinado, con algunas legañas aun.

En seguida me visto

Lord Baelish vuelve dentro de la carroza a cambiarse. Ves que a tu espalda se acerca un caballero. Reconoces a Lord Belmore, señor de Rapsodia. Un tipo amable, justo, a la vez que ambicioso. Te saluda.

Señor James. Perdona por no haberle saludado antes. Te ofrece la mano.

Ves como James Hunter se dirige al carruaje dónde viaja Lord Baelish para avisar que los clanes ya han llegado. Un señor se acerca al mismo James para saludarle. Logen va junto a la carroza a lomos de un poderoso caballo de guerra, con el pecho al descubierto, signo de su raza.

-Quizá, Logen, quizá. Pero soy muy exigente, si no se me complace en un...peaje...tal vez se os deba llamar Logen "ocho dedos". Y no perderiais un dedo de la mano.-

Guiño a mis hombres, que rien, dejando claro a que me refiero con "dedo".

Observo todo, antes de ponerme a su lado, aunque mi caballo es más pequeño que el suyo. Más de montaña.