Partida Rol por web

Tras numerosos minutos de camino y espera llegais finalmente al lugar de la gran reunión, el otro acontecimiento que tanto esperabais junto al funeral.

Os adentrais en una gran sala con una gigantesca mesa circular para más de treinta personas.
Todas las grandes casas y sus líderes se encuentran en la habitación, impacientes ante lo que va a suceder.

Numerosos guardias vigilan las puertas y una decena de maestres esperan junto a la silla que preside la mesa, un trono alzado unos centímetros por encima del resto.

Ramiel estaba emocionado por todo lo que estaba viviendo en ese día, todo era novedoso para él, y como suponía para la mayoría de los allí presentes, aunque no era temeroso, preocuparaba no alejarse nunca demasiado de Sir Gaheris, esas reuniones podían ser muy peligrosas, pero casi ya no era un niño.

Nervioso... busco con la mirada a su madre, sabía que ella lo estaria buscando también, y se acercó al sequito de los Arryn, sabiendo que tenía el permiso pertinente de Gaheris.

.- Madre... .-

Me siento en mi lugar, siempre vigilante, en actitud alerta, veo que de repente el hijo de Lurleen se acerca a donde esta  al Casa Arryn, creo que va ser un encuentro emotivo y esperado, espero que  las demás casas no vea esto como una debilidad.

Va a ser todo un espectáculo ver como se matan las clases por un cacho del pastel.

Recorro agarrada del brazo de mi marido la distancia que separa el septon de Baelor con la sala donde se leerá el testamento. En todo momento no paro de buscar a Ramiel con la mirada, llevo tanto tiempo sin verlo que siento la necesidad de salir corriendo en su búsqueda y abrazarlo ahora que sé que está aqui, tan cerca de mi. Contrólate Lurleen...me tengo que repetir a mi misma varias veces...todos te estarán mirando.

Cuando por fin veo que mi pequeño se acerca, la emoción recorre mi cuerpo pero lucho para que la alegría que siento por dentro no se demuestre excesivamente y así no causar problemas a Petyr. Noto como una lágrima recorre mi mejilla y sonrío a mi hijo desde lo más profundo de mi corazón. Ha crecido tanto...Llevo mucho tiempo sin verlo y todos lo saben asi que me tomo la libertad de detenerme unos segundos y agacharme levemente.

-Ramiel-le digo en un tono bajo para que nadie nos escuche-Ya eres todo un hombre...-acompaño mis palabras dándole un leve beso en la cabeza aunque realmente me estoy conteniendo para no achucharlo allí mismo-Tus hermanos y yo te hemos echado de menos. Espero que te hayan tratado como mereces, pero ya habrá ocasión de hablar después con más calma ¿si?-me despido antes de que comience la reunión y tengan nada que echarme en cara.

Todo esto lo hago por él...me recuerdo a mi misma.Tanto y tanto tiempo llevo esperando este momento...tantas noches sin dormir pensando en él...y por fin está a mi lado nuevamente...

Miro a Petyr y asiento sabiendo lo que él estará pensando en ese mismo instante, los dos estamos orgullosos de Ramiel por el esfuerzo que está haciendo para nuestra familia. Me quedo allí mirando a mi hijo, con la emoción a flor de piel. Una nueva madre es lo que necesita este reino, una mujer que se preoucupe de sus habitantes como de sus propios hijos...pienso antes de ir a sentarme.

 Me mantuve al margen, mientras mi escudero hablaba con su madre. Luego, una vez que ella se había alejado, me acerqué a Ramiel y le dije:

 - Ya tendréis más tiempo para hablar con tranquilidad luego. Espero que no os dediquéis a poner verde al tiránico caballero al que sirves. - Le dediqué un guiño divertido al pequeño mientras le sonreía.

La interacción de la madre, el pequeño y el hidalgo le resulta, cuanto menos, divertida. Den toma con Alisa el flanco de lord Gendry, dispuesto a aconsejarle o protegerlo de cualquier intriga que pueda haber en una situación tan álgida como estas.

Me mezclo entre los hombres de Lord Gendry para observar a los presentes con discreción, atenta a cualquier gesto fuera de lugar, a cualquier mirada entre unos y otros, a cualquier murmuración. La Casa de la Luz llega a la lectura del testamento sin pactos ni aliados, pero dudo mucho que los demás Lores hayan sido tan ingenuos como mi padre.

Cuando poco a poco todos van tomando asiento, acudo junto a Lord Gendry y me siento a su lado. Que al menos uno de sus oídos escuche palabras sensatas, pienso mirando a Alisa y Den, sentados al otro lado de mi padre. Hago un gesto hacia Lucyen para que ocupe la silla junto a mí. Ha demostrado una gran cordura en nuestras conversaciones y quiero que Lord Gendry escuche todo cuando tenga que decir.

Lucyen observa con interés a su alrededor. Muchos Lores presentes e impacientes por oír el testamento de la reina. Era algo natural, dadas las circunstancias. Advierte el gesto de Sylven y no duda en sentarse a su lado. No dice nada... a decir verdad no había mucho que decir. Todos esperaban la ansiada lectura del testamento y a partir de ahí... bueno, se vería que ocurría. 

Ramiel, abraza a su madre, pero denota en su mirada, que ese no es el momento para efusividades ante toda la corte de los siete reinos, por lo que se mantiene con la mirada firme y sonriente, intentando parecer ya un hombre, aunque por dentro su corazón tiene ganas de hecharse sobre ella y contarle todo y preguntarle más aun.

.- Estais tan guapa como siempre madre, després de la lectura del testamento ya tendremos tiempo de hablar.- habló pareciendo un hombrecito, y tierno como un cordero le dió un beso a su madre para despedirse, para luego volver caminando junto a Sir Gaheris.

.- Sir Gaheris, no pensareis que iba hablar mal de vosotros.... .- sonrió y y se puso justo a su lado, mirando alrededor. Sabía que lo estaban mirando, pero poco le importaba, al fin había podido abrazar a su madre nuevo, y estaba radiante por ello.

Uno de los maestres se acerca al lugar donde se ha sentado Lord Gendry, señor de la Casa de la luz y le toca el hombro a uno de los hombres sentados en la mesa, una persona con túnica.

Mis disculpas señora y mi lord -dice el viejo maestre Tyrell a Sylven y Lord Gendry -mi querido Atreides debe presenciar esta reunión desde una perspectiva más objetiva, desde el círculo de los maestres -su mano se deposita en el hombro del joven, llamándole la atención.

¡Señores! -escuchais como grita un hombre desde una de las puertas -dad la bienvenida a Lord Blackmont. Su señoría leerá el testamento de la reina Daenerys, testamento que fue redactado por la mismísima reina en sus últimos instantes de vida delante de los maestres aqui presentes, los maestres de Desembarco del Rey.

Tras sus palabras varios soldados vestidos con armaduras ornamentales entran en la habitación, resguardando a Lord Blackmont que anda recio y con la mirada al frente, dirigiendose directo a la silla que preside la mesa.

Sonrío al maestre Tyrell cuando se acerca para llevarse a Lucyen.

-Por supuesto, maestre -saludo amablemente-. El deber os llama, Atreides. Vuestra perspectiva del testamento será mucho mejor que la nuestra... -le digo al aprendiz en tono de broma. Pero no bromeo: él ya está entre la élite de Desembarco.

Después, con la entrada de Lord Blackmont guardo silencio. Me doy un instante para contemplar a todos los maestres. Si el testamento fue redactado ante ellos, quizás algunos (si no todos) lo manipularan, u obligaran a la reina en su agonía a escribir lo que quisieran... Me fijo en sus aspectos y sus expresiones, y, sobre todo, en cualquier gesto que puedan hacer a alguno de los nobles presentes. Sería muy fácil para algunos Lores haber llegado a un trato con uno de los maestres para cambiar "pequeños detalles" del testamento...

Si me disculpáis- responde Lucyen mientras se levanta de su asiento. Pensaba que un aprendiz de maestre no tendría tal posibilidad. No hacia falta decir que estar en aquella "posición" le agradaba bastante- le sigo, maestro.

Den asiente y sonríe al joven aprendiz, era siempre mejor tener ojos em varios lados y Lucyen sería perfecto para este propósito.

Una vez sentado en su puesto de honor Lord Blackmont comienza a hablar -Gracias a todos, señores de las mayores casas de Poniente, por asistir a esta reunión, en la cual se leerán los últimos deseos de la Reina Daenerys -mira a todos los grandes señores de Poniente, a Tommen Baratheon, Asha Greyjoy, Brandon Stark, Lord Gendry, Lord Arryn y al hijo de Lord Tyrion Lannister, Brock Lannister -lo primero que quiero dejaros claro es que la reina apenas tuvo tiempo para realizar su testamento pues murió de forma apresurada

¿Y cual fué la causa de la muerte? ya puestos a hablar en vez de leer el jodido testamento de una vez al menos podría aclararnos como falleció de forma tan prematura y precipitada la reina -exige saber Asha sin rodeos.

Si, será mejor dejarnos de cháchara sin sentido y abordar lo realmente importante, las causas de la muerte de la reina, su testamento y la falta de vino en esta reunión -comenta Brock Lannister uniendose a la conversación.