Partida Rol por web

Levantando su blaster, sobre la cabeza del otro hombre tendido en el suelo, no tuvo tiempo de acariciar el gatillo y acabar con él, cuando la mujer que había sido la causante, en parte, de todo aquel jaleo lo hizo por ella. Se giro hacia ella enarcando una ceja intrigada, pocas veces se veía a una mujer con lo que hacía falta para matar a sangre fría, claro que pronto esa intriga fue sustituida por un rayo de dolor que provenía de las heridas en su espalda.

¡Bastardos! - soltó por lo bajo conteniendo las ganas de patear los cadáveres a sus pies

No iba a discutir, con nadie. Vio como Marco se dispuso a seguir a aquella misteriosa mujer y como Nugirrah, por fin de vuelta a la calma, estaba de acuerdo en hacer lo mismo. La ex imperial rodó los ojos en señal de conformidad, esperaba que los créditos merecieran la pena por convertirse en claro objetivo imperial en un lugar tan aislado como aquella estación.

¡Ponte a la cola Tom! - dijo con fingida ofensa - su nombre es Nugirrah, y llevo trabajandome a esta bola de pelo para que ahora venga un Casanova como tu a tratar de quitarme la conquista – termino con lo que pretendía ser una risa socarrona, pues sabía que a Nugirrah no le gustaría aquel comentario, pero termino en un quejido de dolor - ¡Mierda! Estoy va a fastidiarme todo el día

Se puso en marcha tras el resto, olvidando por completo que se “olvidaba” de alguien al que dejaban atrás.

Es fascinante la velocidad a la que todo puede irse a la mierda. Una palabra inoportuna, un bláster en una mano nerviosa, una granada en el momento adecuado. Sea como fuere, ahí estaban, cuatro soldados imperiales muertos, un batallón entero en camino, y Flamo, por supuesto, en medio de todo aquel desastre. 

Tenemos que irnos de aquí, esos cerdos no tardarán en volver. Por fin algo con lo que estaba de acuerdo. No había tiempo para recuperar su whisky coreliano, se dio cuenta Flamo con tristeza, salvar su culo urgía más que cualquier otra cosa ahora. Y su mejor opción, por muy loco que pareciese, era juntarse a aquellos desconocidos y rezar a todos los dioses de la galaxia porque alguno de ellos tuviese una nave. Y una bien rápida. 

-¡Ey! Esperad, maldita sea -Flamo salió por fin de su escondite, al encuentro de la wookie y el pistolero. Marco lo encañonó en un acto reflejo. -¡Alto, alto! No dispares... -había visto la eficacia de ese tipo con la pistola. Un escalofrío le recorrió la espalda -soy de fiar, joder. ¡Soy el de la granada!

Echó una mirada de súplica a Val. Esperaba por su bien que lo reconociese. Esperaba que no le guardase demasiado rencor. Todavía con las manos en alto, cruzó los dedos. 

Camináis durante unos minutos a paso lento entre miradas de la gente que ve como el rostro de Maya cada vez parece más doloroso. Pasáis por una plaza y os adentráis en una zona de la estación bastante envejecida, mucho menos cuidada que la zona de El Paseo. Maya mira hacia atrás de vez en cuando para comprobar que la seguís, o quizá de que no os sigue quien no debe.

Finalmente se detiene en una casa, coloca su mano limpia sobre el lector dactilar y esta se abre. Entra ella primero, el resto detrás. Lo que parecía una casa desde fuera es claramente una sola habitación, con una mesa en el medio, un armario al otro lado y una cama de dudosa calidad en una de las esquinas con una pequeña mesa con cajones al lado.

Maya se deja caer sobre la cama y abre uno de los cajones. En su interior hay algunos inyectores y un medpac. Se hace con un inyector y se lo aplica. Durante unos segundos podéis ver como cierra los ojos y respira. Finalmente se incorpora sin levantarse de la cama, quedando sentada y con la espalda apoyada contra la pared.

- Gracias - Dice visiblemente cansada.

- Soy Maya. De verdad, gracias por salvarme la vida - Vuelve a repetir... tomando de nuevo unos segundos de tiempo para recuperarse.

Nugirrha fingió no escuchar los comentarios de Tom y Val, pero un profundo suspiro, que sonaba como el ronquido de un wampa, la delató.

Intentó no perder de vista a la desconocida, de manera que no se dio cuenta de la herida de Val hasta que estuvieron a salvo en aquel pequeño cubículo. 

-¡Owwrgw Huurh raaaaaahhgh! Huuguughghg... [¡Joder, si estás herida! Toma esto...]-dijo la wookiee, y se puso a rebuscar en su equipo.

A punto estuvo de dar un empujón involuntario a Tom, dada su envergadura y lo apretados que estaban en un espacio tan pequeño. Encontró el inyector de estimulantes y se lo pasó a Val.

Junto con los demás, Tom entra en el habitáculo junto con los demás.

- Mira por donde ahora tengo nuevos amigos - dice mientras escudriña a cada uno de los integrantes del grupo. - Me llamo Tom Lightman y tengo la desdicha de conocer a esta granujilla - hace un ademán para señalar a Val - Y a ti espero conocerte mejor - le guiña el ojo a Nugirrha.

Observa cómo la wookie asiste a su compañera, Val estaba herida y necesitaba asistencia.

- Wow chicos, dejamos los formulismos para luego, tenemos a dos heridas y es mejor que nos centremos en curarlas. ¡Vamos allá! - dice mientras agarra el medpac de Maya - Esto... - se gira hacia los demás - ¿Alguien tiene conocimientos de medicina?

Flamo se acerca a Tom Lightman, el dicharachero pelirrojo.

-Flamo O'Shil -hace un ligero saludo con la cabeza, tomando con confianza el instrumento de cura. -He tenido que utilizar alguno de estos de vez en cuando -añade en voz con su voz de barítono. 

Se acerca a Val, sujetándola por el hombro, y utiliza el MedPac para realizar un escáneo completo. Los disparos han abierto la piel, quemando músculo y entraña a su paso, dejando dos agujeros muy feos solo de entrada. Flamo carga la cápsula en la pistola de inyección y le susurra al oído:

-Dile a Xator que recuperaré sus naves -la pistola se descarga con un silbido neumático, Val da un respingo de sorpresa. -Todas y cada una de ellas. 

Una vez el músculo de la joven queda relajado, es el sistema automatizado el que realiza la mayor parte del trabajo. Con suerte, cuidado y algo de tiempo, la heridas deberían cerrar bien, sin dejar secuelas. 

Marco se sentía incómodo, tan de pronto rodeado de gente desconocida. Solo reconocía a Val, y para eso no muy a fondo.

La wookie se preocupaba por su amiga, así que Marco se mantuvo al margen, sin tampoco hacer ademán de ayudar a la mujer que los ha metido a todos en el lío. Maya, dijo llamarse, quizá fuese cierto. Dos de los recién llegados se presentaron también: el excéntrico pelirrojo tenía las trazas de un buscavidas, habría que vigilarlo. El otro…no se fiaba de él, parecía más de lo que aparenta.

Mientras se dedicaban a ayudarse mutuamente, el pistolero se mantuvo apartado, todavía con la pistola en la mano y la mirada bien fija en Maya.

—Me llamo Marco, y espero que tengas créditos, como prometiste por la ayuda. Tus razones para pedirla me importan algo menos.

Val no dijo nada cuando Flamo se acerco a ellos, tan solo asintió con la cabeza para que tanto Marco como Nugirrah le dejaran seguirlos, dolorida como estaba pasaba de gastar energía hablando pero a fin de cuentas, ahora le debía la vida.

Se mantuvo taciturna durante el rato que les llevo seguir a la morena hasta su destino, pendiente de cada pasillo, de cada giro, en busca de señales imperialles o cámaras que pudieran delatar su posición.

Una vez en la habitación, sin duda de alquiler, que parecía pertenecer a la mujer, siguió los movimientos de esta con suspicacia, mientras buscaba un lugar donde apoyarse y vigilar la puerta. No pudo meter baza en la conversación que se abría, pues Nugirrah llamo su atención en cuanto se percato que estaba herida y como siempre hizo una montaña de un grano de arena en un segundo. Esos detalles formaban parte del encanto de aquella bola de pelo que ella adoraba.

- Bien, Maya...- la wookie agarro el inyector y por un momento pensó que lo administraría sin pararse a preguntar – gracias preciosa – agradeció el gesto de su compañera tomando el inyector.*

Todos parecieron contagiarse de la preocupación de Nugirrah pues un instante después Tom estaba movilizando a los demás para curarla usando un medpac, el cual no pidió permiso para utilizar siendo de Maya, lo que la hizo rodar sus ojos en blanco por las excesivas atenciones y sonreír al mismo tiempo por la picaresca de su amigo. Y antes que pudiera darse cuenta tenía a Flamo junto a ella, con una mano sobre su hombro, realizando el examen con el aparato médico.

- Dile a Xator que recuperaré sus naves -la pistola se descarga con un silbido neumático, Val da un respingo de sorpresa. -Todas y cada una de ellas. 

Una mueca de molestia, cerrando un solo ojo y torciendo levemente la boca, se dibuja en el semblante de Val, que según pasan los minutos parece ir recuperando algo de color.

- Gracias – masculló por lo bajo a Flamo, sin decir nada sobre aquello que le ha susurrado al oído

No estaba al cien por cien segura sí fiarse del hombre, Xator tenía un cabreo impresionante, aunque era más bien debido a no poder meter mano a las naves prometidas que al haberlas perdido, además sabía que no había sido culpa del hombre. Aun así sus encuentros previos habían sido visto y no visto, así que no se hacía una idea exacta sobre que podía esperar de él. Pero por ahora estaba todos igual de jodidos, así que salvar el pellejo, sacando unos pocos créditos, tendría que servirle como seguro.

- Bien, Maya...- ahora parecía que no iba a haber más interrupciones, dedica una mirada cómplice a Marco que se mantiene apartado, y no esa para menos – Mi nombre es Val y como bien dice aquí mi colega Marco...más vale que tengas los créditos que mencionaste antes, no me gustar recibir tiros así como así y menos gratis, así que si no te importa paga por esta primera ronda y cuéntanos ¿que podemos hacer por ti y cuanto puedes pagarnos? Si nos gusta lo que nos dices puede que hasta nos caigas bien y no te dejemos aquí tirada

Val era todo calma y frialdad, aunque ya se había cobrado gracias a que Tom descaradamente había tomado “prestado” su medpac, había recibido dos tiros y había enviado su perfil bajo al garete, después de meses de no meterse en lio gordo, así que de estar en el lugar de Maya ya podía tener una buena cartera repleta de créditos. Le habían jodido su cazadora favorita.

Maya parece recuperarse un poco con el inyector y se acerca al borde de la cama, apoyando los pies en el suelo y las manos sobre las rodillas. Os mira y niega con la cabeza.

- Me temo que aquí no tengo créditos para poder pagaros... ¡Pero no os preocupéis!, recibiréis vuestro pago sin falta. - Se intenta poner de pié, pero todavía le duele la herida. 

- Escuchad, como os he dicho soy Maya, pero lo que no os he dicho es que soy miembro del cuerpo de seguridad del senador Bail Organa, de Alderaan. Aparentemente que trabaje para un firme opositor del Emperador me ha marcado como... alborotadora; y el imperio me interceptó nada más llegar. Por suerte la nave no fue descubierta. El resto - Dice mirando su herida - creo que podéis deducirlo.

Hace una pausa y prosigue.

- Por ahora solo puedo pagaros con el medpac que ya habéis usado y estos cinco inyectores extra. Pero; pero si me ayudáis a salir de aquí y llegar hasta Alderaan, el propio senador será quien os recompense. El problema es que no he cumplido el cometido para el que he venido... y no puedo irme sin hacerlo. - 

- Se que no es justo que os lo pida, pero necesito que me ayudéis, sois mi única esperanza - 

Nugirrha permaneció un rato en silencio pensando en las palabras de Maya. Parecía sincera, y lo que contaba avivó una llama que llevaba tiempo encendiéndose dentro de la wookiee. Si aquella mujer no mentía, tenían delante de ellos la oportunidad de hacer algo importante para la galaxia. Por una vez ya no se trataba de sobrevivir un día mas buscando cómo ganarse la vida. Esto era algo más grande, algo por lo que valía la pena luchar.

Nugirrha miró a Val y casi no hizo falta decir nada, porque la forajida conocía muy bien la mirada de su peluda amiga. 

- Huurh awwgggghhh uughguughhhghghghhhgh. Aggguh wrrhwrwwhw huurh wrrhw... [Creo que deberíamos aceptar. Aunque sólo sea por el dinero...]- dijo a Val.

Los esfuerzos curativos de Flamo tuvieron un resultado... moderado. La verdad es que no tenía ni idea de usar el MedPac, tan solo lo había utilizado como excusa para acercarse a la pistolera. Ella recibió el mensaje. Todo en orden. Tan solo necesitaba tiempo... el plan se desarrollaría de forma natural.

Maya, una vez repuesta, toma la palabra. Y menciona a Bail Organa. Joder, eso son palabras mayores. Si hay alguien que le pueda hacer ganar tiempo, el senador es su hombre. Esa mujer puede ser su nexo, su mejor jugada. 

-Escucha Maya -empieza Flamo con voz suave-, mi nombre es Flamo O'Shil, quizá conozcas el apellido a través de la corporación ShilStar, la empresa de transporte espacial... -Ante el desconcierto en la mirada de Maya, prosiguió. -En fin, es igual, el tema es que yo también tengo cuentas pendientes con el Imperio. Interceptaron un cargamento importante, mi cargamento, lo requisaron y ahora está varado en algún hangar cercano. Ignoro la localización exacta, pero supongo que no podrá haber ido muy lejos. El problema es que han puesto un precio a mi cabeza, y todo informante imperial y cazarrecompensas en un pársec a la redonda está buscándome. Si consigues sacarme de aquí y ayudarme a recuperar mi carga, soy todo tuyo.

Cita:

- No se lo que has dicho, chiquilla, pero tus rugidos son música celestial para este pobre jugador empedernido.

Tom se mantiene expectante con sus compañeros, una buena manera de ver con quien se ha juntado es ver sus motivaciones para aceptar este tipo misión. Aunque la mayoría acepta por los créditos prometidos. Él no iba a ser menos, necesita dinero para comer y viajar, pero dado que se trata de ir contra el Imperio, incluso lo haría gratis.

Cita:

- ¡Maldición! - exclama de golpe - ¡El viejo Pete tenia razón! Ese maldito estafador no me mintió. - prosiguió sonriendo.

Se abalanzó sobre Maya, sin importarle demasiado si hubiera alguien más hablando con ella.

- ¿Dime Maya, sería posible hablar con el Organa ese? Me gustaría poder charlar con él sobre ciertos asuntos.

«¿Senador de Alderaan?» Eso sonaba bien, gente pudiente de la que cumple sus compromisos. No le gustaba tanto que se tratase de un opositor al imperio. Dinero en abundancia pero habría que ver si merecía la pena.

La wookie parecía estar conforme y así se lo comunicó a su colega. Quiso hablar, hacer preguntas.

—Eh…

Se quedó mudo cuando el elegante tomó la palabra. Parecía un tipo importante, o al menos lo había sido. Los ojos de Marco se encogieron imperceptiblemente cuando Flamo mencionó un detalle sin importancia…«han puesto precio a mi cabeza» dijo O’Shil. En un acto reflejo, su mano se posó delicadamente en la culata de la pistola. Marco Drasti no era un cazarrecompensas de vocación (ni de profesión), pero en el mundillo había que saber adaptarse, sobre todo cuando los planes iniciales se torcían.

Le interesó especialmente cuando culminó la conversación con Maya con ese «soy todo tuyo». Marco sonrió a quien quisiera verlo, una sonrisa que no se reflejaba en su mirada gélida.

Después intervino el excéntrico pelirrojo. ¿Un jugador? Esos siempre eran impredecibles y a menudo tenían enemigos. Podría ir en el mismo saco que el otro.

—Yo también estoy interesado en ayudar —dijo finalmente desde su rincón—. Prestar servicio a un senador sin duda es algo recomendable y sobre todo muy «noble».

Un sabor amargo subió por la garganta de Val, mientras observaba a la pasmosa Maya incorporarse, el Medpac parecía no funcionar correctamente. Cuando esta, para colmo, declaro que no tenía créditos la mirada de Val, cuyos parpados habían oscurecido ligeramente por el cansancio que el paseo le había causado, fue más que suficiente para darle a entender a Maya que aquello no era escusa.

Con cara de pocos amigos, aunque irónicamente la habitación estaba plagada de gran parte de las amistades que había hecho, escucho el discurso de Maya y justo cuando decidió aplicarse el inyector, en el preciso instante que su contenido entraba en su sistema aquel nombre llamo su atención.

- Organa...- susurró intrigada, un brillo singular se reflejo en sus ojos bicolor. La historia de la “mecánico” comenzaba a cobrar mas interés a la par que aumentaba el riesgo.

En la Academia Imperial no solo les enseñaban a luchar, también tenían clases de política e historia, claro que eran las menos concurridas y no obligatorias, pero todos conocían a los más destacados dignatarios del senado. Bail Organa era uno de los más prestigiosos, honorable y respetado, como bien decía Maya un opositor al Emperador. ¿Que demonios se le habría perdido al senador de Alderaan en aquel lugar?

- ¿nave? ¿que nave? - si disponía un medio para salir de la estación aquello ganaba puntos, aunque dudaba que fuera a darles la ubicación de esta, lo cual podría marcar la diferencia en sus intereses ante aquella “misión” que les proponía.

Miro a su compañera, conocía lo suficiente a su peluda amiga como para saber que estaba dentro aunque fuera sin ella y Val no iba a permitir que arriesgara su pellejo sola. Asintió a las palabras de Nugirrha, dando a entender que estaba de acuerdo. Cruzándose de brazos apoyada contra la pared, escucho a unos y a otros mientras esperaba su respuesta. El discurso de Flamo capto su atención especialmente, sonriendo de medio lado.

- ¡Oh! Flamo...mencionar que han puesto precio a tu cabeza no es de lo más recomendable cuando estamos reclamando un pago ¿no te parece? - dijo divertida pero sin mayor intención que esa, viendo de soslayo a Marco y negando con la mirada.

Ninguno de los dos era cazarrecompensas, ambos sabían que todo valía en aquella vida que les había tocado vivir, pero aquel no era ni el momento ni el lugar. Eran una diana andante para el imperio, encerrados en una maldita y gigante caja metálica. Maldita sea, si Maya podía sacarlos de allí deberían de aprovecharlo. Ante el repentino arranque de entusiasmo de Tom, fue a la única que no pareció pillar desprevenida, ni la hizo saltar, se había acostumbrado al excéntrico comportamiento del viejo. Así que se limito a hacer rodar sus ojos, negando con la cabeza.

- Parece ser que tienes toda nuestra atención – se pronunció finalmente impulsándose con la espalda en la pared, separándose de esta y avanzando un par de pasos hasta situarse frente a Maya – bien es hora que nos cuentes en que consistía esta misión tuya y sobre todo pero antes...quiero que nos garantices, sea cuál sera el resultado, que esa nave tuya nos sacara de aquí a todos o no hay trato

Le parecía genial el arrebato de falso altruismo de los presentes, no conocían a Maya y aunque parecía sincera, bien podía ser una treta para hacer que unos incautos e inocentes pardillos le siguieran el juego para luego dejarles tirados. No, ella no era una pardilla. Era una superviviente.

Maya sonrió y soltó un pequeño suspiro de alivio al escuchar vuestra predisposición para unirse a la causa, al menos hasta lograr salir de aquella estación.

- Ese...  Organa, es el Senador Organa - Dijo claramente molesta por la forma de referirse al senador de Tom - Trátalo con el respeto que se merece, al menos delante mío. - No parece que fuera a responder directamente a la pregunta formulada por Lightman

- En cualquier caso, gracias otra vez- Dijo de nuevo mirando al resto y centrándose en Flamo - Si mantenemos un perfil bajo y no montamos más jaleo no debería suponer un problema completar la operación y salir de aquí con relativa facilidad. -

- Necesitaré que completéis la misión que yo tenía asignada. Había quedado con un droide llamado Switch en el muelle de carga V14. Switch es el encargado de recibir y almacenar un importante cargamento. Cargamento que tengo... tenemos, que llevar ante el propio senador Organa - 

Entonces volvió a mirar a Tom.

- Una vez en Alderaan, con el trabajo realizado el propio senador os recibirá y podréis hablar directamente con él. -

Maya se tocó de nuevo la herida y se trato de poner en pié con cierto dolor. Abrió el segundo cajón de la mesilla y sacó dos comunicadores, los encendió y comprobó que estaban en la misma frecuencia. Os ofreció uno de ellos.

- Yo iré al hangar donde tengo la nave, no me debería suponer un problema llegar hasta allí y esperar vuestra señal para ir a buscaros al muelle de carga en cuanto hayáis conseguido el cargamento. - Miro a Val - A todos, sin excepción - Dijo respondiendo a la mujer de cabello blanco disperso.

Maya volvió a sonreír mirando a los cinco - Vuestra ayuda va a suponer salvar la vida de muchos inocentes - dijo para finalizar su exposición.

Flamo sacó su propio comunicador y lo ajustó a la frecuencia del de Maya al tiempo que lanzaba una mirada de reproche a Marco. No se le había pasado por alto el amago que había hecho el pistolero antes, cuando había mencionado que el Imperio pagaría una suma considerable por su cabeza. 

-Debes estar de broma Maya, ¿salir ahí fuera ahora mismo? Acabamos de asesinar a cuatro soldados imperiales, ¡y quieres que salgamos con ella! -señaló de una forma poco elegante a Nugirrha. -Debe de ser la única wookie en Sen Zonn, y, no te ofendas, cariño, -dijo mirando a la wookie- pero está claro que no sabes mantener un perfil bajo. 

Además, -se dirigió de nuevo Maya- ¿cómo sabemos que no nos usarás de distracción para los soldados mientras tú llegas hasta la nave para salir sin ser vista? ¿Cómo podemos estar seguros de que realmente trabajas para el senador Organa?

- Me temo que no puedo daros más garantías que mi propia palabra, el mero hecho de venir hasta aquí es demasiado arriesgado como para traer conmigo algo que me identificara con el senador - Dijo en tono apesadumbrado, puede que aquello fuera un problema.

Maya miró a la Wookie, por su cabeza pensó que en parte Flamo tenía razón... no solo era raro ver un wookie, además los imperiales en la estación eran bastante racistas con todo aquel que no fuera humano.

- Sin duda será arriesgado, pero el muelle de carga V14 está fuera de la zona de influencia del imperio. Si os movéis por la zona antigua deberíais ser capaces de llegar sin encontraros ninguna patrulla. - Casi podéis ver como trata de pensar que seguir diciendo. - Además, ahora mismo estarán investigando la zona de El Paso, allí habrá un importante número de tropas imperiales, puede que sea la mejor oportunidad para llegar allí sin ser vistos. - 

Miro al resto y de nuevo a Flamo, no le había dado ninguna garantía de que no se fuera a ir dejándolos tirados, tampoco tenía nada que ofrecer a modo de garantía... finalmente añadió.

- Toda rebelión surge de un momento en el que varias personas que no deberían confiar entre ellas dan un paso al vacío, y en lugar de caer y desaparecer, se alzan como héroes para dar vida a algo más grande que a ellos mismos - Hizo una pausa, su fuerte no eran los discursos y no creía que con dos palabras fuera a convencerlo.

- Si quisiera irme de la estación podría hacerlo ahora mismo sin ser vista, pero esta misión es más importante que yo, es más importante que todos nosotros. Os necesito para recuperar ese cargamento, y vosotros me necesitáis para salir de la estación. - 

Nugirrha dio un grito que retumbó por todo el pequeño habitáculo como un gran estruendo. Que Flamo pusiera en duda su participación en aquella misión la enfureció.

La wookiee se acercó al susodicho hasta colocarse a escasos centímetros de él, lo miró fijamente y dejó ver sus colmillos en una mueca de evidente enfado. Por suerte, las palabras de Maya calmaron el ánimo de Nugirrha.

- Uughghhhgh raaaaaahhgh huurh... [Mantente alejado de mí]-se limitó a decir, y luego se separó de él.

Sacó su comunicador y lo configuró en la frecuencia acordada.

- ¿Aaaaaahhgh uughguughhhghghghhhgh uughghhhgh huurh raaaaaahhgh aaaaahnr raaaaaahhgh? [¿Cómo convencemos a Switch de que vamos de tu parte?]-preguntó a Maya, aunque no sabía si esta podía entenderla.

Al captar las miradas de Val y Flamo, Marco se encogió de hombros y alzó las cejas con expresión de inocente asombro. ¿Acaso tan obvias habían sido sus anteriores señales corporales? Un desliz, sin duda, tendría que trabajar en ello.

Al menos disfrutó con el rapapolvo de la wookie. Se volvió hacia Maya.

—Pues en lo que a mí respecta, no hay nada más importante que yo y no cuentes con que dé pasos al vacío, eso es para los idealistas y los chalados. Por otra parte, entiendo las dudas del caballero O’Shill, pero esos créditos nos vendrán bien a todos y si mi instinto no falla, creo que no mientes en lo esencial, así que me doy por contratado y su «alteza» Bail Organa tendrá su preciado cargamento. A cambio de un precio, elevado pero razonable ¿de acuerdo? Y la wookie tiene razón, tal vez ese Switch desconfíe de nosotros, tendremos que darle algo…¿alguna frase o cosa que solo sepáis los de vuestro «clan», un saludo secreto?

Dejó entrever una sonrisa torcida al decir eso último. La sonrisa se le apagó cuando se dio cuenta de algo.

—Y supongo que mis asuntos personales en el maldito casino quedan postergados. Lástima…

- Bueno, vale chicos. Ya estamos todos de acuerdo en que seremos buenos y ayudaremos a esta bella damisela en apuros - dijo Tom una vez todos expusieron sus motivos para aceptar la misión. - Pero tú andate con ojo - dijo a Flamo - Y no te metas con mi chica o... eh... - miró a Flamo, se giró para mirar a la wookie, se volvió a girar para volver a mirar a Flamo mientras se rascaba la nuca - o ella te dará tu merecido.

Pegó un salto para coger el comunicador ofrecido por Maya.

- Eyy yo no tengo uno de estos, ¡me lo quedo! ... supongo que sabré como funciona... Por cierto, para idealista y chalado ya me tenéis a mi.