Partida Rol por web

Como si de pinchar mantequilla se tratara, Leuden consigue hundir con suma facilidad el acero de su estoque en el costado del animal. La criatura es incapaz de reprimir un alarido de puro dolor contra semejante ataque.

Tarmi sufre el doloroso ataque y por momentos empieza a dudar de la sensatez de esta misión, enseguida se esconde tras una columna y trata de robar la energía vital del enemigo más cercano, maldiciendo a toda su raza.

Keyla se le nota cansada, está torpe en sus disparos y apenas consigue acariar a ninguna de las criaturas, con el sabor de la decepción, cabizbaja prepara su siguiente estrategia.

El brujo toma la esencia vital de la bestia para recobrar fuerzas, debilitando seriamente a la criatura. El monstruo carroñero sigue con vida, pero su piel se cuartea poco a poco como un pergamino viejo y su color se vuelve de un tono marmoleo, mas pálido de lo que el animal ya era.

Otra flecha disparada por Keyla atraviesa el aire rauda pero sin demasiada suerte, pues vuelve a errar el blanco.

El dracónido se desliza a un lado y lo da todo en su ataque, pero su hacha de batalla rebota en la poderosa osamenta de la criatura haciéndole perder el equilibrio, evita caerse por los pelos y no consigue nada útil. Una actuación para olvidar, de esas que dan hasta vergüenza ajena. El ridículo pesa sobre la conciencia del honorable guerrero.

Alek aprovecha que la criatura ha sido distraida por el golpe del hacha de Galombor y hunde profundamente la suya en la carne de su enemigo por la espalda. Al ver la mirada recriminadora de Galombor solo le da tiempo a decir unas palabras antes de que la bestia se gire

- ¡Aquí lo que importa es quien queda en pie al final! - hondea nuevamente su hacha y hace brotar más sangre mientras le desafía - vamos puerco, meteté con uno de tu tamaño, te estoy esperando - le vocifera incitandolo mientras aferra su hacha con las dos manos.

 Sigimund cae al suelo tapandose los oídos con la mayor fuerza que podía, pero siempre manteniendo su libro a mano, un mago nunca puede soltar su libro de hechizos. luego ve a Alek. Maldición ya no escucho al giganton, estoy completamente sordo, piensa el mago mientras hace como si intentara destaparse los oídos.

Bestia infernal, me pagaras esto.- grita el mago, al menos eso cree. acto seguido coge su bastón y se levanta rapidamente sin ni siquiera sacudir su tunica. 

Hay una magia que nunca se me olvida, aunque intento no utilizarla por el dolor que atrae- amenaza el viejo mientras abre sin dudar su libro en una pagina que ya sabia de antemano y acto seguido recita unas palabras en latín mientras alarga sus manos y la mueve como si quisiera aplastar un corazón con sus dedos.

Galommbor intenta colocarse donde pueda ser de mas ayuda y acorralar por completo a la bestia. Aunque en su mente se dibuja un gráfico sobre la estrategia que en tantísimas ocasiones a puesto en marcha, esta vez la fortuna no esta de su parte. Entre el escandaloso crepitar de la armadura al moverse y su ataque fallando por mucho, cualquiera diría que os esta tomando el pelo.

Por suerte la simple presencia del paladín es suficiente para que Alek pueda descargar una lluvia de ataques sin temor a que su enemigo se de a la fuga. Tan fuerte es el ataque que a la criatura le produce un corte en toda la cara, rompiéndole de paso varios colmillos... Sin embargo, el monstruo sigue de pie.

Sigimund invoca con su magia un hechizo sobre la criatura que le ataco recientemente. Los efectos del hechizo (si este tenia éxito) era que el monstruo estallara de dentro a fuera al escapar un gas de color verde. Un poder de efectos devastadores que resulta ser poco mas que un eructo del monstruo que deja escapar un humillo de color verde.

Las criaturas atacan con furia e instinto contra el guerrero y el pícaro, cada uno contra el que tiene enfrente. Tanto uno como otro consiguen atravesar las defensas de acero y cuero, llegar a la carne y causarles dolorosos estigmas sangrantes.

Al parecer el repentino ataque dejo fuera de combate al guerrero dracónido, pues desde hace un buen rato no se le a oido decir nada, puede que este inconsciente o que los oídos aun os piten demasiado como para prestar atención.

Leuden hace caso omiso del dolor de la herida pese a haber sido una herida seria y ataca a la criatura poniendo a prueba su capacidad de reacción, pero parece que la herida le molestaba mas de lo que estaba dispuesto a asumir y su movimiento se vuelve torpe.

El pícaro intenta concentrarse a pesar de sus heridas, pero es incapaz de ignorar el dolor de sus sangrantes estigmas y falla en el intento de herir a la molesta criatura.

Alek sigue aporreando a la bestia con su hacha sorprendida de que no haya caido aún - si que eres dura de pelar maldita bestia - el ataque vuelve a salpicar sangre - vamos mala bestia, veamos quien cae primero - la incito con mis palabras seguro de que aunque no entienda nada si que entenderá el tono de desafio con el que las pronuncio.

Cita:

Tirarias dos de ataque pero solo una de daño, y lo que sacaras de daño x2 si es al mismo enemigo. Si no una mitad a uno y la otra mitad a otro.

Cita:

Eso no se sabe asta que el DM no lo dice, quienes tienen experiencia lo "suponen", pero si impacta ya le sumaria yo el daño extra ;)

Galombor cruza su mirada con la criatura y entona una plegaria -Por tus pecados yo te desafió delante de Bahamut. Levanta su hacha y la descarga envuelta en un brillo cálido y esperanzador, pero parece que hoy es uno de esos días en que Bahamut pone la fe a prueba.

Keyla ve la cara de su adversario a una distancia razonable para que sus flechas desgarren la piel de la bestia y a por ella va, sin ninguna compasión, ni piedad apunta su arco hacia su objetivo con un ataque previuamente calculado

El brujo busca un escondite entre las columnas y las sombras antinaturales que surgen a su alrededor al moverse, como siempre preocupado más por salvar su propio pelllejo que por otra cosa, y desde su escondite intenta acribillar a la bestia que parece más cercana a la muerte, apuntando con su rayo de energía oscura a sus heridas abiertas, pero su objetivo no se está quieto, combatiendo con el guerrero y el paladín como se encuentra, por lo que al final el rayo termina golpeando una de las columnas de piedra.

 que mal, que mal, no deberia guiarme por la venganza, asi mi magia no funcionara. piensa Sigimund mientras trota con exageración  hasta llegar al primer pilar, donde se apoya para tomar descanso. Lo mejor que puedo hacer en este momento es detenerme a pensar mi proximo movimiento, como estoy ahora de poco servire. medita mientras pasa las hojas de su libro en busca de su siguiente ataque.

Cuando te creastes la ficha recordastes poner en "Notas del jugador" los poderes? porque no los veo escritos. o_o¿?