Partida Rol por web

-¡AAAARRRGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! Uffff, uffff...- trataba de mantener la presión de los fuertes brazos del asqueroso hombre haciendo toda la fuerza posible con sus brazos, pero estaba siendo inútil, por primera vez se estaba enfrentando a un digno rival.

-¡Apartad! estúpido lobo este rival es mío..- los ojos ensangrentados de Eskhirla se volvieron contra Atreyu que pretendía ayudarle.

El animal despellejó carne del Neardenthal, justo por la parte trasera del muslo derecho. Este se inmuto, pero seguía aprisionando al enano con fuerza (-2puntos)
Mientras tanto el enano intentaba por todos los medios despojarse de él. La impotencia y la furia enana le llevó a decir cosas que él no deseaba, lo único que quería era deshacerse de su rival con sus propias manos..

Le toca al Hombre y a Holgo..

-Es un cabezota. Dejadle..- dice Holgo sin despegarse de su hacha y acercándose al anciano para protegerle en caso de emboscada inesperada.

Apartándose del combate y escuchando los gruñidos del enano se dispone a buscar por la estancia con la ayuda del brujo.

-Ummmm...- se inmuto al sentir los colmillos de la loba sobre su piel. Deshaciéndose de ese dolor volvió ha aprisionar a Eskhirla con sus fuertes brazos.

-HajahajaHAaajJAjahaja..- una risa loca salió de su boca al sentir que estaba acabando con su trofeo. Lo que no sabe el idiota es que está a punto de morir..

Te toca Turán y Colenus..

Al recorrer con la mirada la estancia encuentras un gran cofre con la ayuda de Holgo detrás de ti. Está al otro lado de la pared, justo pegado a ella.

El bárbaro alza la cabeza, saboreando la sangre de su víctima. mientras un ronco gruñido retumba en su pecho... Contempló satisfecho el cadáver de su nueva víctima, pero las palabras y órdenes de un enano deseperado atrajeron la atención del humano, y con ello su furia...

Una, dos, tres zancadas y un giro de revés le sirven a Turán para ponerse junto a la criatura e intentar asestar un frío golpe en la espalda del neanderthal, que notó como la temperatura descendía en un breve instante. Quizá fuera un sexto sentido. Quizá sea sólo ese escalofrío que te recorre la espalda en situaciones de peligro. O quizá fuera el mortal filo de Hielopétreo, el hacha del bárbaro...

La poderosa furia que invade al bárbaro, confiere a sus brazos una fuerza mas allá de la terrenal, a su orden su hacha se escarcha y con cada golpe un destello blanco invade la habitación, con el último destello todos observan al Hombre convertido en estatua de hielo, completamente inmóvil y con el último rictus de dolor en su rostro. (Muerto).

La sala se queda en silencio y podéis examinarla a vuestro antojo. El anciano junto al semiorco parece que han hallado algo..

El enano siente un frío estremecedor a su espalda y siente como le abandonan los fuertes brazos de aquel fuerte rival. Sin mas, cayo al suelo inerte flaqueado por sus fuerzas..

-Ugh..-

El anciano apoyó su bastón en el suelo y descargó todo su peso en él.

Por... fin... -jadeante- Han sido de los rivales más duros que nos hemos encontrado por aquí...

Terminado el combate, el anciano giró la cabeza para mirar tras él, junto a la pared, un cofre permanecía cerrado. Prestando especial atención a él lo señaló con su bastón.

¿Y eso? -dijo mientras se acercaba al cofre para examinarlo- Intentaré abrirlo...

El bárbaro desincrusta su hacha de la espalda de la helada estatua en que se ha convertido el neanderthal. Se acercó a unos escasos centímetros, observándolo. Con un gesto despectivo, le da un ligero empujón con la mano izquierda para derribarlo, tras lo cual busca una siguiente víctima...

Su único ojo brillaba aún con furia. Sin embargo, no quedaban presas que aniquilar... Poco a poco, su respiración se normaliza. Observa mejor su alrededor. Enfunda su hacha y le tiende una mano al enano...

- La próxima vez, pide ayuda -su voz suena grave y seria, aunque se aprecia sinceridad y algo de preocupación. ¿Acaso era la camaradería propia de los hermanos de armas lo que mostraba el bárbaro?- ¿Te encuentras bien?

El enano se queda sentado mientras al lado descansa su haca en el suelo.

-Brrrrrrr...- agita la cabeza para volver a la realidad.

Mira la mano del bárbaro y la desecha con su propia hacha que acaba de coger. -Os dije que era mi rival. ¿Por qué le habéis matado..? Brrr...-

Parece que no le ha gustado nada que el bárbaro se deshiciera del Hombre de las cavernas. -Os estaré esperando fuera..- El enano apoya el hacha en su hombro derecho y se aleja hasta la entrada de la caverna..

El anciano se apoya de su cayado mientras se mantiene en cuclillas antes el cofre. Pero pasa su mano por el para detectar algún tipo de magia, parece bastante normal el cofre, al menos a simple vista. Así que prueba a abrirlo con sus manos..

El cofre cede y en su interior ahí unas cuantas monedas de oro*, un frasco con una etiqueta que dice <<1 dosis de invisibilidad>> y unos guantes negros de seda..

El enano rechaza su mano con su arma. Acción que a Turán tampoco le gusta. Sin embargo, disfruta con la sensación de saberse victorioso y, sobre todo, de haber matado a más que el propio enano. Lo contempla con una sonrisa divertida mientras lo ve alejarse hacia la puerta. Luego vuelve la vista hacia los otros compañeros.

- ¿Y bien? -dice acercándose- ¿Cuál es nuestro botín? -pregunta mientras limpia los restos de sangre de su arma y de su cara con un trozo de las pieles con que se cubrían los neanderthales...

-Basura. Me temo que lo único que hemos encontrado ha sido basura...- No se queda de buen agrado al contemplar el interior del cofre. Se separa de él y se vuelve hacia Turán posando la mirada en la entrada que da a la caverna.

-No te preocupes por él. Es un cabezota. señala con la mirada a Eskhirla. Cógamos eso de ahí y larguemonos..-

El anciano se siente decepcionado al ver tan mísero botín, saca las cosas del cofre y las pone en el suelo.

Esto es lo que hay, 25 monedas, un frasco de invisibilidad y unos guantes.

Coge los guantes e intenta detectar la magia que pueda haber en ellos.

Veré si los guantes son algo más que unos simples guantes... El frasco podéis quedáoslo quién queráis, yo tengo este anillo que me hace invisible a placer.

Turán escucha las palabras del anciano.

- Me gusta sentir el miedo en los ojos de mis oponentes. Además, si fuera invisible, sería demasiado fácil... -alardea el bárbaro con una sonrisa.

El mago, por mas que intenta no logra detectar nada en los extraños guantes de seda negra, solo nota una extraña sensación que le invade al rozarlo con sus dedos. Son todo un misterio.

No hay tiempo que perder y salís de la caverna para volver al cruce. Allí os espera Eskhirla y tomáis camino a la ruta que os dejásteis por examinar.
Avánzais cotinuamente en la misma dirección durante un largo tiempo, y parece que va a continuar así durante un tiempo más..

Turán avanza en primera posición, como de costumbre. Hacha en mano y su escudo preparado. A su lado, si fiel compañera Atreyu husmea el suelo intentando captar algo...