Partida Rol por web

 Demostrando su valía con el acero, Jack blandió con pericia el machete de filo oscurecido por el uso. Dantescas sombras se proyectaban des del nivel del suelo, allá donde Nuño dejara la lámpara, en paredes y las cortinas de la cama, resaltando el tono rojizo de estas últimas.

 Pero cuando el filo impactó en la mujer, esa interpuso un brazo casi al azar, el golpe debió dar en un hueso, pues apenas se clavó en ella... o eso o era más dura de lo que cabía esperar.

 La mujer se debatía y chillaba como poseída.

El hechizo había durado menos que un suspiro. Sin embargo había sido suficiente para que Liam y Jack saltaran casi al unísono al ataque y lograran contener brevemente a la mujer.

Mientras evaluaba la situación, la maga empezó a pronunciar otro hechizo frenéticamente. Necesitaban tiempo para dominar aquella criatura, un tiempo que parecía no estar disponible pues la locura embargaba a la que, otrora fuera una mujer.

Sus manos volvieron a trazar signos y pentagramas. Su voz fue creciendo en intensidad, alcanzando casi el punto álgido del conjuro mientras sus ojos buscaban frenéticamente algo.

Ya casi había terminado su encantamiento cuando lo vio. Nuño acababa de dar dos pasos hacia atrás, quedándose en la retaguardia, algo que le pareció extraño a la chica pero que dejó en segundo plano porque lo que tenía entre manos ocupaba la casi totalidad de su atención.

Al ver allí al bardo, con su laud colgado a la espalda, Iasana se permitió sonreir con sus ojos, ya que sus labios los tenía ocupados pronunciando las palabras finales. Con rapidez se colocó a su lado, apenas un paso por detrás.

-Criatura, ¡confúndete! ¡Piérdete en la locura de tu alma! ¡Ahora!- cuando la última palabra salió, la chica rasgó las cuerdas del laud con violencia, arrancando una sucesión de notas chirriantes, de esas que hacen doler los dientes de solo imaginarlas y luego focalizó su aura en la mujer. Que funcione... por los dioses, que funcione...

 Haciendo gala de unos poderes asombrosos, la mujer de poderes arcanos canalizó de algún modo aquellas notas rasgadas con la mano, unas olas de energía vibraron en el aire hasta impactar con la criatura que se debatía en el suelo y estaba a punto de levantarse para responder con rabia a los ataques de los hombres.

 El impacto fue asombroso, embriagada en una burbuja cacofínica, la lastimera criatura se llevó las manos a los oídos mientras se agitaba descontroladamente, temporalmente incapacitada mientras gritaba agonicamente.

 Yyaaaaa, yaagghh, WWWAAaa YAAaa AAAAGGGGggghHHGggghh

Estos gritos se mezclaron con el resplandor rojizo de la linterna que reflejaba su luz sobre las cortinas aterciopeladas de la cama y el hedor de toda la estancia. Sin lugar a dudas el infierno no debería de diferenciarse mucho a esto.

 Sumido en aquella pesadilla, sintiendo como se removían sus entrañas con aquellos gritos de agonía, Davenport lanzó un nuevo ataque contra la lastimera criatura. Pero la falta de determinación, junto al contexto, hizo que el ataque no alcanzara a la patética mujer.

 - Céntrate Liam.

Tras haber lanzado el último conjuro, la maga se dejó caer sobre las rodillas. Ese hechizo tan improvisado sobre la marcha la había agotado e iba a necesitar una buena noche de reposo para volver a usar sus habilidades si así lo requerían. Pero había ganado algo de tiempo para sus compañeros.

Mientras dejaba que los demás se ocuparan de la situación en aquel momento, la chica gateó hasta donde yacía el cuerpo inconsciente del trapero. Si lograba despertarlo sería uno más para la pelea ahora que ella había quedado fuera de juego. Si es que no vuelve a desmayarse en el acto... No, no debo pensar así, tengo que darle un voto de confianza... si es que logro despertarlo.

Cuando llegó hasta él comenzó a sacudirlo y a darle palmaditas en la cara para hacerlo reaccionar. -¡Raúl! vamos hombre... despierta... te necesitamos aquí... venga!-

Aprovechando que la mujer fea estaba medio aturdida, Nuño buscó un hueco en el fragor de la batalla para deslizar su espada corta hacia las costillas de aquella extraña mujer. No es que le sobrara valor, ni arrojo, pero sabía ver cuando tenía ventaja, y sobre todo cuando usarla.

Con la confusión de la escaramuza, Nuño no pudo decir si había acertado a la mujer a si había fallado. Lo que si hizo con suma rapidez es retirarse de lo más encarnizado de la pelea tan pronto como pudo, para así mantenerse en un discreto segundo plano.

Sorprendentemente, la espada de Nuño estaba teñida de sangre.

 El filo acerado de Nuño logra abrirse paso hasta alcanzar a la desdichada mujer, pero el golpe, entre tanto contendiente, solo la alcanzó de refilón, pero tendría que haber sido suficiente como para vertar unas gotas de sangre... pero tal fuera la escasa luz, o la condición de la criatura, pero no pareció que la sangre brotara de allí donde el filo la golpeara.

Si la mujer tenía en mente imponerse ante ellos, de momento no podía tenerlo peor. Con Nuño, Liam y él caía una lluvia de espadazos mientras Iasana utilizaba su arte para que la criatura siguiese sumisa ante los filos que caían hacia ella. Y quizás por que Jack estaba absorto ante la imagen que tenía delante que su ataque acabó siendo un tímido movimiento de machete

 Los tres hombres acosaban con su acero a la tramatizada criatura mientras Iasana, sintiendo que sus energías estaban muy menguadas, se las apañó para llegar junto al inconsciente Raúl para despertarle, tras unos cachetes insistentes y repetir su nombre, el joven toma consciencia del lugar donde están.

 La patética criatura sigue tapándose los oídos lastimados mientras gira y se retuerce por el suelo mientras los Liam, Jack y Nuño la acosan con su acero.

Las sacudidas de Iasana surgieron al fin su efecto, poco a poco la consciencia del joven volvía: -Un poco más ma…ma… es temprano aún para cosechar…- aunque el cabrón tras un rato desvanecido parecía más dormido que otra cosa. Cuando la insistencia la impulsó a abrir los ojos un poco vio entre párpados a la joven que se hallaba echada encima… -Hummm… hola, preciosa…-  dijo con una sonrisa bobalicona, no recordaba apenas quién era ella y menos aún como habían terminado durmiendo juntos. -¿Es que ya quieres otro?-

Aún le costaria otro asalto ponerse en situación y hacer probablemente algo útil

Iasana tardó unos segundos en reaccionar ante las palabras de Raúl. Imaginaba que el chico volvería en sí un poco atontado, pero ¿tanto? Me estás jodiendo... ¿de verdad cree que...? Si no fuera por la loca que intenta matarnos, podría divertirme un buen rato... que injusticia! Reprimiendo la risa que pugnaba por salir de su garganta, la maga mantuvo el semblante serio, pero cuando habló, su voz se oyó suave y melosa, cargada de sensualidad. -Claro cariño, si apenas me has prestado atención... ¡todo por atenderla a ella!- con brusquedad giró la cabeza del trapero para que viera de golpe a la mujer cadavérica que se enfrentaba al resto de la compañía y luego se apartó de él aún a gatas.

-Deja de hacer el tonto de una buena vez, trapero y ayuda a terminar con esto cuanto antes- su voz volvía a ser neutra, pero en sus ojos aún brillaba la chispa de la diversión.

 Liam atacó de nuevo a la mujer pero esta tenía suerte al moverse por el suelo sacudiéndose mientras sigue tapándose los oídos dañados por la hechicera.

La mujer se debatía a la desesperada... Pero en el suelo y bajo un conjuro. El hecho que tres varones armados fueran incapaces de decapitar la mujer en tales condiciones, no decía mucho a favor de ellos.

Además, Jack núnca había levantado su arma contra una fémina y, ahora que lo hacía, recordaba por el porqué: Cuando tres hombres no podían contra una mujer se les acusaba de ser poco varoniles.
Así, movido por el prejuicio, el marinero intentó una alternativa peligrosa, pero menos humillante.

Aprovechando la difícil situción de la loca, éste le abalanzó encima e intentó agarrarle las manos con la intención de colocarlas detrás de la espalda. Si la atasen quizás se calmaría.

 En una maniobra arriesgada, el guerrero de los mares se abalanza sobre la mujer, logrando atrapar las manos, más parecidas a garras, de la mujer para intentar inmovilizarla... A pesar de que la presa es buena, el isleño siente como la fuerza de la locura influja a la mujer una energía y empuje inesperado en un cuerpo tan delgado. Si no fuera por que parece aturdida por las magias de Iasana, siente como la mujer lo podría arrojar por la habitación.

El rostro de la mujer, tan cercano, en la penumbra rojiza de la habitación es una visión tremendamente horrible.

En cuanto Iasana le habló con aquella voz delicada y dulce Raúl sonrió estúpidamente, hasta que con brusquedad le mostró la cruda realidad, sus recuerdos volvieron vividos y con violencia, distaba mucho de lo que le habría gustado.

Al ver aquél rostro horrendo e imposiblemente vivo tan cerca le hizo ponerse a chillar con la boca bien abierta y los ojos desorbitados: -AAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaAAAAAaaAAAAaAAAHHHHHhhhhh…- ¿Quién podría culparle? Se puso en pie como acto reflejo. Bueno, quizás si era el eslabón más débil. Pero no olvidemos, que el tan solo estaba allí para guiarles hasta el basilisco.

Nuño, dándose cuenta que aun tenían algo de ventaja, y que Jack agarraba fuertemente a la mujer fea, intentó apuñalar otra vez a la mujer. La intentó apuñalar con saña, en el costado, como hubiera hecho en una pelea de taberna.

Con un poco de suerte esta vez haría algo útil.

Esta vez si. Con la mujer agarrada, aturdida y superad en número, la espada corta de Nuño encontró carne y órganos vitales, y vísceras… Y bueno, si por Nuño fuera, la fea mujer ya estaría muerta debido a la cruel y certera puñalada.