Partida Rol por web

No seas cafre Rooth , volar la cerradura atraerá más guardias que salir gritando que eres un jedi delante de la embajada sith . Por desgracia las cerraduras y yo no nos llevamos bien si no hay llave de por medio .

Regañó la Zeltron al wookie para luego ver si algún otro era más ducho en tal conocimiento . 

Ninguno se animaba a intentar la apertura, así que imaginó que no era lo suyo tampoco. Roorh quería reventar la puerta, que era una solución que podía llegar a ser necesaria.

- Si hay hombres dentro, quizá una voz femenina con problemas les haga abrir. 

Dijo como una simple posibilidad. Se apuntó mentalmente que les hacía falta algún tipo de droide para estos casos. No podía ser que una cerradura les dejara sin opciones.

- Quizá en las habitaciones que hemos pasado haya algo que nos pueda servir.

Su mente comenzó a conjeturar, buscando alguna solución al problema.

"Si son todos hombres en esta base, una voz femenina probablemente les haga llenar esta cámara de gas," digo entre dientes. ¿De qué servía la Fuerza si no podía reemplazar a un cerrajero?. Volteo hacia los niños, "Supongo que es mucho pedir que tengan la llave, o prodigiosas habilidades de hackeo, ¿cierto?"

Preparo mi bláster para defenderme.

"Cualquier segundo que gastemos prevaricando es más tierra en nuestras tumbas. ¡Voto por el gutural plan del Wookie!"

Pues, si ése es el caso, le daré un intento...

Ergh... soy un asco.

Tharr se acercó al panel e intentó ayudar en el proceso que había iniciado Hamlen, aunque el soldado parecía tan perdido como él antes.

- Se nos atranca. Se podría usar el sable de luz del maestro para hacer un agujero en la pared.

El joven miró entonces hacia los jedi, que eran los portadores de esas peligrosas armas.

- ¿Con eso se puede abrir un agujero en la pared?

Al llegar a la enorme compuerta, no soy capaz de entender en lo más mínimo el sistema de seguridad que la mantiene cerrada pero veo que es una cerradura electrónica, por lo que me mantengo al margen.

 - "No tengo ni la más mínima idea de como burlar un mecanismo así, aunque se me ocurre una forma de abrir camino."

Cierro los ojos un momento y me concentro en sentir mis alrededores, quiero saber si hay alguna criatura viva detrás de esa puerta y a cuanta distancia pues algo me dice que la única forma de pasar a través de ella será destrozándola. 

Te concentras, te relajas. Vacías tu mente de preguntas. Amplias tus sentidos imbuídos por la fuerza canalizándolos. Los amigos, compañeros, los niños con sus auras casi transparentes y puras, te concentras, vislumbras a través de la puerta y más allá. Un pasillo amplio con una estancia superior. Hay cuatro guardias cerca de un campo disrruptor, un campo que te impide concentrarte más allá.

La acumulación de energía es demasiada. Gruñes intentando traspasarla pero te retiene y cuando estás a punto de rendirte notas una mano que se apoya en tu hombro, luego otra y otra más y otra y otra que te empujan suavemente traspasando la barrera de energía. Son los niños a los que ayudas quienes ahora te ayudan y amplian tus sentidos cinco veces más de lo que podrías percibir tu solo. 
Notas una presencia, una presencia poderosa. Te das la vuelta y ves a un sullustan vestido con las ropas ceremoniales jedi. Un maestro. 

-Tu concentración de los sentidos junto la de los niños ha sido capaz de despertarme. He intentado comunicarme contigo y con tu amiga Zeltron desde que me recogiste en la bodega de aquella nave, de las manos del Bothan jedi que cuidó de mí. 
Yo soy las enseñanzas y la sabiduría del maestro Ofer Nun, yo soy su holocrón Kazer. Debes llevarme ante tu maestro Siellin Annk en Kashyyyk y abrir el sello de mi profecía...

El antiguo maestro jedi desaparece pero puedes sentirlo a tu lado, muy cerca de tu cuerpo físico. Entonces una sensación de odio se apodera del hangar donde hay cerca de treinta naves. Son dos de los Sith que persiguieron al maestro Teron. Y se acercan con una nave que conoces bien....la energía de los niños es débil y se agotan arrastrándote hasta tu yo material. 

Abres lo ojos mientras tus compañeros intentan abrir la puerta.

Mi concentración aumenta con el invaluable apoyo de los niños, quienes ya han aprendido a estar en contacto con La Fuerza, sentirla y dejarse llevar por su voluntad. Me han brindado la capacidad de llegar más allá de donde podría haber llegado solo y con eso he logrado ver lo que se esconde más allá de la puerta pero, mucho más importante, he conseguido encontrar algo que se escondía aun más cerca.

Me giro y veo la figura que me habla, escucho sus palabras y niego con incredulidad. De pronto desaparece y yo hablo en voz alta pues aún la siento a mi lado a pesar de no percibirla:

 - "¡Maestro Nun! ¡No es posible! ¡Siellin Annk está muerto! ¡No es posible!"

Terminé de decir bajando la voz, pensando en la posibilidad de que haya sobrevivido y de que yo le haya abandonado. La idea del sufrimiento que puede haber pasado debido a mi cobardía me abruma y me obliga a replantearme todo lo que he hecho hasta el momento, dudando de si he sido el Jedi que debería ser o si no estoy a la altura de mi misión.

De pronto veo que mis compañeros están terminando con la cerradura, por lo que les digo:

 - "Al otro lado hay cuatro guardias y más allá hay dos Sith. Los mismos que fueron detrás del Maestro Teron, están en el Hangar y se acercan a la nave. Debemos apresurarnos, listos para combatir."

Mantengo mi sable de luz en la mano, preparado para encenderlo y comenzar el combate. Sé que sucederá y solo me preocupa que los niños estén a salvo. Me pongo en primera fila, listo para ser el objetivo de los disparos cuando estos comiencen.

El monje se puso nervioso y comenzó a decir cosas extrañas, así que descolocó un poco a Tharr, que intentaba echar una mano a Hamlen. Después dijo lo que supuestamente había más allá de la puerta. El joven se imaginó que había usado el truco ese con el que encontró la caja de mandos.

El soldado lo vió prepararse para un combate que no iba a suceder si no conseguían abrir la puerta.

- Voy a intentarlo de nuevo. A las malas habrá que volarlas o agujerear la pared o la puerta de alguna forma.

Comentó a trastear los controles, intentando seguir una estrategia distinta, mientras la hermosa dama se acercaba a ayudarle un poco. Segundos después, observaron el rastro de huellas sucias de alguien, que había estado tocando la cerradura dejando algunas pistas que pudieron seguir. Afortunadamente, la puerta se abrió.

- Bien, lo hemos conseguido.

Dijo a los demás, sonriendo levemente, e inmediatamente extrajo de nuevo el bolter pesado y se preparó para avanzar. De hecho, comenzó a andar con paso rápido, casi corriendo.

Al abrirse la puerta veis los cuatro guardias sith que dijo Kazer y el campo disrruptor al fondo, evitando que nada salga o entre, a menos que se desactive desde el control que está encima. Al otro lado podéis ver naves aparcadas en un gran hangar.

Los soldados Sith levantan las armas por precaución. -¡Identifíquese!-