Partida Rol por web

Tras decidir que será Roohr quién se quede abajo, os metéis los cuatro en el turboascensor de servicio con las armas listas por si hubiera que usarlas nada más salir.

Mientras se cierra la puerta una sensación de inquietud os invade. Estáis encerrados sin posibilidad de defensa ante un ataque frontal. Por fortuna nadie os espera arriba...o tal vez si.   

Al llegar arriba la puerta se abre dejando ver un pasillo vacío. Una sensación de alivio recorre el ascensor mientras os esforzáis por salir del apretujado ascensor.

Al cerrarse la puerta del ascensor la iluminación que este proporcionaba cambia drásticamente y la oscuridad vuelve a inundarlo todo. Solo las luces de señalización os aportan algo de luz. 

Una vocecilla se alza desde la nada. -Señor Wookie, ¿ha dónde ha ido el hombre de la profecía?-

Tharr había terminado de frente a la puerta del ascensor, al lado de Trix, mientras que el suertudo de Hamlen iba detrás de ella y podría admirarla sin ser descubierto. Al soldado le gustaban las chicas de pieles exóticas, de hecho su primera novia fue una joven de piel verde, muy delgada, excelente artista marcial y muy difícil de conquistar. Ella murió hace tiempo, asesinada por una cazarrecompensas. Al parecer su chica había escapado del control de alguien importante y éste acabó encontrándola. Ya hacía mucho tiempo de eso y las heridas, por suerte, habían sanado.

En cuanto se desplazaron ambas puertas, mostrando el pasillo, el hombre se asomó y susurró.

- Vamos, princesa, yo te protejo.

Le dijo a la chica rosada y salió de allí, avanzando un paso y mirando a un lado y a otro, por ver si habían personas, droides, o cajas donde cubrirse. Ese sitio estaba demasiado abierto, así que cualquiera les podría ver, él trató de mirar desde su posición si el pasillo continuaba y si había gente.

El ascensor tirita a medida que se mueve verticalmente y el ambiente está tenso pues no sabemos de ninguna manera qué es lo que nos esperará al salir. Sujeto con fuerza el sable de luz que tengo en la mano, sin importar que perteneciese antes a un Sith.

"Supongo que haber matado al dueño redime un poco al arma."

Ese Sith fue duro pero conseguimos matarlo entre los tres, un trabajo en equipo del que debemos sentirnos orgullosos. Veo a Trix, quien ha entendido que tiene la capacidad de sentir La Fuerza y se ha hecho "mi aprendiz", si es que a mí se me puede considerar un "maestro". Le hablo en voz baja, aunque es imposible que nuestros acompañantes no nos escuchen pues el espacio es muy reducido:

 - "Recuerda tener tus sentidos atentos. No escuches ni veas con los ojos, deja que La Fuerza te muestre tu alrededor pues tus ojos te pueden engañar. Debes sentir y usar tus instintos pues estos están mucho más alineados con La Fuerza que nuestros pensamientos. Enfócate y mantén tu concentración sin importar qué pase."

Respiro profundamente mientras intento hacer lo mismo que indiqué a Trix. Quizás la parte fácil de ser maestro y aprendiz a la vez es que las mismas lecciones nos sirven a ambos.

Las puertas se abren y rápidamente salgo con el sable presto pero sin encender, listo para combatir y defendernos, pero nadie está ahí. Miro a mi alrededor, intentando divisar si hay alguna trampa o algo que nos oculte la presencia de peligros. Luego comienzo a moverme para así poder examinar mejor la zona.

Hamlen avanzó unos pasos cubriéndose la espalda contra la pared. Blaster en mano estaba preparado para afrontar cualquier situación.

Ignoras la pregunta de la niña mientras pasa el tiempo en lo que te parece una eternidad. Jamás habías estado rodeado de niños y te sentías incómodo en su presencia. 

El fétido olor de la alcantarilla no ayudaba a mejorar la situación. Pero durante un momento se callaron y pudiste oir el chapoteo de algo acercándose, no muy grande, pero sus pequeños ojos brillantes en la oscuridad radiaban malicia. Junto a una rata del tamaño de un niño a cuatro patas, había otra y otra y otra más....¡que atacan!

Las ratas se dispersan intentando atacar a varios objetivos. Al ser tu el mas grande cuatro de ellas se dirigen hacia ti.

Chasqueó su lengua  en señal de fastidio. Ya era bastante molesto estar en las cloacas rodeado de niños  como para que  unas ratas womp decidieran hincharle mas las narices. Dando un paso al frente, desenvainó su fiel espada Ryyl y  gruñó a los críos:

- Gurooow ruoor...rooor ruoor gruuur.-

Sin prestar atención a los críos, Roorh,  rugió contra las ratas womp, quizás para hacerlas huir o para anunciar su inminente ataque.

Mientras el ascensor sigue su camino , Trix afianza sus guantes reforzados y saca su pistola blaster comprobando que esté lista en caso de necesitarla mientras que en su cinturón de herramientas cuelga el sable de luz que consiguió . Kazer le habla de despejar la mente , un consejo jedi para conocer mejor la zona supone . 

No te preocupes , el instinto es natural en todos y en mi especia solemos actuar por instintos no en pocas situaciones . 

Trix desconocía que la actitud de su raza para las relaciones interpersonales podían estar ligadas a la fuerza de alguna manera , pues era una raza por lo general muy pasional y según los jedi eso no era bueno en muchas situaciones . Por ahora Trix se dejaba llevar marchando detrás de su "maestro" de la fuerza . 

Contesto a Trix negando suavemente con la cabeza para hacer una excepción importante que puede no estar considerando:

 - "No confundas escuchar lo que nuestro instintos intentan decirnos con seguirlos. Los actos instintivos son pasionales y ese no es el camino del Jedi. La pasión y dejarse llevar por las emociones es el camino de los Sith."

Quizás ella, debido a lo pasional que es su especie tenga más dificultades a la hora de evitar ser seducida por el lado oscuro.

Había escuchado comentarios más pertinentes del Wookie en la ducha.

"Los instintos de la gente así suelen traducirse en 'me convierto en carne de cañón', por lo que no obtendrás objeciones mías," le digo, con desprecio apenas disfrazado con humor. "Sólo sigue a Kazer lo suficiente para procurarnos una salida."

"Y, recuérdenle a Roohr que este trabajo no paga extra por llenar la cuota de oso de peluche, ¡apúrense con los críos!"

Salís del claustrofóbico ascensor a un pasillo vacío. Al norte gira hacia la derecha mientras que al sur gira hacia la izquierda pasando por delante de tres puertas. 
Según las indicaciones en vuestros computadores de bolsillo, el maestro Teron indica que el hangar está al sur.

Las ratas asustadas por el rugido y el ataque de lo que se suponía una presa fácil, huyen hasta la oscuridad protectora de la cloaca, vigilando, con ojos amenazantes a las pequeñas criaturas que gimen desconsoladas por el susto y el temor.

Te revuelves al oír un pitido detrás tuyo. El ascensor ha llegado, sin nadie dentro.

El pasillo estaba tranquilo, lo cual era buena señal. Tharr desenfundó el blaster pesado, aunque un segundo después volvió a pensar. Pareciera que había estado barajando opciones, primero una violenta y luego, una segunda.

- Qué os parece si intento cerrar esas puertas, mientras los niños suben.

Dijo en voz baja y se aproximó a la primera, queriendo bloquearla usando para ello sus conocimientos sobre tecnología. La verdad es que no solía hacer estas cosas y tampoco le iba a resultar sencillo, pero, por intentarlo... aún así, preguntó antes, por si alguno de los presentes tenía otra idea.

- Si alguien sabe inutilizar cerraduras, seguro que lo haría mejor que yo.

"Si ninguno puede hacerlo bien, lo mejor es evitarlo," digo con seriedad y voz rasposa. "De lo contrario podríamos alertar a alguien. Lo mejor sería cubrirlas mientras Roohr sube. ¿Qué hay de nuestro escape? ¿Tenemos un transporte con suficiente espacio para todos?"

Ya hablamos de eso anoche , la Rapaz podrá con lo que le echen y más . 

Comentó la Zeltron tras mirar a un lado y otro asegurándose de que la zona estuviera despejada . 

En cuanto a las puertas creo que con vigilar será suficiente , si alguien está dentro podrá abrirla igualmente . 

La voz de Trix era un susurro audible solo para sus compañeros , ya que Tharr se había molestado en hacerlo también Trix pensaba que por lo menos el mantener algo de discreción sería de ayuda mientras pudieran .

Un pasillo y una serie de puertas es lo que nos separa de nuestro destino, pero aún debemos hacer que Roorh suba junto con los niños. El resto del grupo discute acerca de las puertas y brindo mi opinión también:

 - "Creo que deberíamos intentar irrumpir lo menos posible para pasar todo lo desapercibido que seamos capaces. Hagamos que los niños suban ahora mientras esperamos en esta posición. Yo me pondré en una de estas puertas para poder cubrir si alguien sale de ahí. Ustedes también pues además son fuente de cobertura en caso de un ataque proveniente del pasillo."

Saco mi comunicador y le hablo a Roorh:

 - "Está despejado acá arriba, amigo. Sube con los niños para que sigamos."

Mantengo mi sable de luz en mi mano, completamente preparado para reaccionar en caso de cualquier amenaza inmediata, tanto del pasillo como de la puerta. No sé quienes pueden estar detrás de estas entradas pero podrían ser soldados Sith o cualquier clase de amenaza para los niños. Debo mantenerme enfocado.

El comunicador pita cuando la voz del humano Jedi habla por él dirigiéndose a ti. -"Está despejado acá arriba, amigo. Sube con los niños para que sigamos."-

Con cara de pocos amigos observo a los críos y después al elevador, intentando discurrir si el  aparato podrá con ellos y conmigo a la vez. meneando la cabeza a disgusto,  miró a los niños y señalo al elevador , abierto.

- gruroow ruoor rooow...- farfullo casi sin ganas.

Cuando   el enorme wookie consiguió que los críos se acomodasen en el elevador, lanzó una mirada  inquisitiva, preguntándose en silencio si habría espacio para el también. Finalmente decidio mandar alos críos solos y avisar a sus compañeros de que el "paquete" iba en camino.

- guuuur ruoor rooor wurrr rooar..- gruñó al  comunicador .