Partida Rol por web

Miró a la Maca y el coche se puso en movimiento. Iba rápido, no sabía porqué pero iba rápido. Los muchachos entraron al coche y el policía casi ni los miró, puso el coche en movimiento rumbo a Atocha.

Después de un corto espacio de tiempo Domingo abrió la boca.

- ¿Se puede saber que ha pasado, Macarena? - dijo en tono seco y, en cierto modo agresivo.

-No tengo ni puta idea tío, solo sé lo que te dije por teléfono. Que un pavo dice que mi primo se ha metido en un lío con el Portugues.- respondió la Maca en un tono similar al de la pregunta.

Se sube detrás del asiento del conductor nuevamente y permanece en silencio como todos los demás asta que Domingo rompe el silencio

-La pregunta es... como mierda el Portugues sabia que nosotros tenemos la carta??
Espero que tu primo no haya cantado y nos haya metido a todos en un lió

-Pues no esperes demasiado... seguro que el Richi ha cantado. ¿Si no como coño iba a saber el Portugués que tenemos la carta? Por que Tolito no creo que haya sido...- la Maca miraba por la ventanilla del coche mientras hablaba.- Joder, ya no te puedes fiar ni de tu primo... me cago en tu madre que es mi tía, Richi.

Condujo durante un rato más sin mediar palabra. De vez en cuando se le oía balbucir algunos sonidos que no llegaban a formar palabra. Estaba claro que eso de ir a juntarse con el portugués no le parecía buena idea, nada buena.

Al fin volvió a abrir la boca. Parecía más calmado, pero el tono de voz era serio.

- ¿Sabéis quien es el portugués? No, claro que no, pues os lo voy a decir yo. Ese tío es un cabronazo que ni la policía tiene huevos a tratar. Nos tiene cogido por los huevos. Cuando en este puto país se mueve tanta pasta, el resto "oir, ver y callar", como decía mi padre.

Las palabras fueron tajantes. Y siguió conduciendo.

Un buen rato después Domingo aparcaba delante de la misma fachada de la Estación de Atocha. Aquella zona estaba reservada para taxis, pero en cuanto el municipal se le acercó y vio la placa del policía veterano simplemente saludó, echó un vistazo al interior del coche y se alejó unos metros. Domingo estaba demasiado tenso como para andarse con ceremonias y necesitaba salir del vehículo. Al bajarse y mirar hacia la Estación vio como de ella salía Elías Bonabre. La cara del argentino tampoco trasmitía una felicidad inmensa por el reencuentro, desde luego. De hecho avanzaba con paso lento, casi reticente, al encuentro de los demás...

Se bajó del coche y pega una rápida mirada a la estación, para luego posicionar sus lentes en los del Argentino que se acerca a ellos

-Muy bien ya estamos aquí... y ahora?? si le damos la carta perdemos nuestro "pase" con el Portuges si no se la damos muere Richi, no es que precisamente me importe si muere o no, pero creo que no nos queda otra alternativa, me ofrezco a ser el entregador, tal ves pueda sacarle algo de información al tipo

La Maca salió del coche y se sentó sobre el capó con el bolso debajo del brazo.

-De un momento a otro tiene que llegar el puto amigo del Richi. Me cago en todo...- volvió a decir- nos ha jodido bien jodidos. ¿Que vamos a hacer?- dijo, dirigiendo la mirada a Domingo y Elías.- Y tú... por lo menos dime que has encontrado algo en la libreta.

Caminaba de lado a lado continuamente, visiblemente nervioso. En su mente se debatían las ideas, el portugués, la carta, el gallego... y para colmo la advertencia de Velez.

- En buenas me meto - balbució en un tono casi inaudible.

- Mirad, si ese cabrón quiere la puta carta, se la damos y punto. ¿Para que queremos nosotros una puñetera carta?

En ese momento vio aparecer a Elías. Le tendió la mano.

- Hola, creo que nos conocemos, ¿verdad?

Envarado, le estrechó la mano al policía, mucho más pendiente de aquella chica pendenciera. Cruzó con ella una furibunda mirada y un reproche desfrunció sus labios, saltando como el corcho de una botella:

-Te tomas demasiadas confianzas, mina. Ni un “por favor, venga acá”, ni “un gracias por venir”. ¿Pensás que no tengo nada mejor que hacer? Y la carta, ¡es mía!, ¿por qué creés que podés disponer de ella?

Se sacó las gafas y sonrió incrédulamente

-Porque de alguna forma y a regañadientes estamos metidos en esto juntos... Richi canto y seguro que nombro a los 4... así que esto es tan importante para ti como para nosotros... agradece que tomemos en cuenta tu opinión y te hemos llamado

-¡Eso!- dijo la Maca. Agustín le había echado un buen capote ya que la muchacha se había quedado sin palabras ante el saludo de Elías.- ¿Crees que Richi no le habrá hablado al Portugués sobre un Argentino interesado en el Tarot? Dijiste que le conocías ¿no? Seguro que habrá sumado dos y dos...- la Maca miró a los lados, aunque en realidad no buscaba nada.- Mira Elías, estamos de mierda hasta el cuello, tu también. Además, si esa carta es tan importante el Portugués va a venir a por ella de todas maneras ahora que sabe que la tenemos... o tienes.

Sus facciones se suspendieron en un rictus de rabia al imaginarse a aquel jovencito atractivo y profundamente estúpido largando en presencia del Portugués. Muy a su pesar, debía dar la razón a aquel camorrero. Así y todo, no pudo evitar increpar a Agustín:

-¿Con esas me venís? ¿Te haces el perdonavidas? Estuve mucho más jodido que esto, y me las vi con tipos más ásperos de verdad, no como vos, tragaldabas. –Mostró los dientes y apretó los puños. Ciertamente, se sentía atrapado. Había soñado alguna vez con llevar aquel asunto de la forma más discreta posible, pero ya lo decía el refrán: Acuéstate con niños y amanecerás meado. La reflexión se le desató: -¡Meado y hasta cagado! ¿Qué van a hacer? ¿Se van a limitar a darle la carta al emisario o planearon algo más?

Sus sonrisa incrédula se marca mas aun... cerraba sus puños junto con el Argentino

-Se nota que la vejes te dio lo de sabio pero no te quito lo de estúpido... aprende a escuchar antes de hablar viejo, llega y empiezan a tirar mierda a todos lados sin ni siquiera escucharnos... estoy haciendo un gran esfuerzo por no romperte el cráneo contra el pavimento... asi que te agradeceria que o te calles la boca o aportes algo útil

Las miradas de Agustín y Elías se encontraron en franca discordia. Alrededor del grupo el mundo seguía a sus asuntos. La gente entraba y salía de la estación de Atocha, pero nadie parecía prestar atención a los problemas de aquellos individuos, si acaso algún viandante un tanto sorprendido por la actitud agresiva de Agustín procuraba apurar el paso para alejarse de una posible pelea.

La Maca observó el despliegue de adrenalina a su alrededor. Casí podía olerla en el ambiente.

-Bueno, bueno...- dijo intentando tranquilizar el ambiente, aunque su temblorosa voz no ayudaba.- Rompiendo cráneos no vamos a solucionar nada.- le dijo a Agustín, y después miro a Elías.- No, no creo que darle la carta a un yonki sea lo mejor. Deberíamos ir nosotros. A ver si al menos podemos sacar algo de información. ¿No?

Pero, en simultaneidad con los intentos de mediar por parte de Macarena, Elías ya rugía, reculando unos pasos dispuesto para lo que fuese:

-¡Pero andá a partirle la cabeza a la concha de tu madre, pendejo de mierda!