Partida Rol por web

El Horror de Kingsbury

1. El Sheriff os explica...

Cargando editor
26/10/2012, 16:30
Director

El sheriff consiente y os entrega una única copia del documento, argumentando que no es seguro que esa información sea desperdigada por la ciudad. Además, os hace entrega de un mapa, en el que se sitúan algunas localizaciones de las víctimas del caso.

 

Pasea por la sala, mientras mirais el archivo y asimiláis la magnitud del caso

- Está todo dicho – dice el sheriff – … Nuestra mejor pista es un bar, Lester's, en el cual tres de las víctimas eran asiduas. Los tres se relacionaban con un tipo llamado Frank, un tipo algo volátil, difícil de tratar. Sus amigos eran Edward Andrassy, Flo Polillo y Rose Wallace... - dice mientras hace memoria, mesandose la barbilla - Quizás sea nuestro hombre. Su nombre es Frank Dolezal, tenemos su última dirección, y anteriormente, en 1936, vivía cerca del lugar donde se encontró el cuerpo de Flo Polillo. Averiguamos que era un proxeneta, menudo elemento... El bar está en el Tercero, uno de los peores barrios... Espero que se den cuenta de donde se meten.

Notas de juego

@Raymond Hope: Escuchaste muchas veces de las víctimas, de los casos que se daban. Eran brutales, pero muchas veces eran espaciados en tiempo o en lugar. Rara vez se relacionaban. Y muchas veces, la presencia de la policía era más un motivo para huir que para sentirse seguro, especialmente para los sin hogar.

Cargando editor
31/10/2012, 22:26
Raymond Hope

-Bien pues ya tenemos al menos algo por lo que empezar...-digo casi en un murmullo. La cantidad de víctimas y lugares, y el amplio espacio de tiempo en el que se habían cometido los asesinatos resultaban abrumadores, así que era de agradecer algo más concreto-.Yo puedo quedarme por las inmediaciones vigilando. Mi presencia puede que llamara demasiado la atención dentro, o directamente me echaran.

Todavía no nos habíamos puesto en marcha, pero ya lo daba por echo.

Cargando editor
01/11/2012, 22:48
Hélène Smith

El mapa y sus imágenes me acercaron un poco más a la náusea. Las fotos, las marcas rojas sobre el amasijo de lineas negras como arañazos que conformaban la ciudad, volvían aún más real la sensación física de dolor, de desesperación, de lo terrible de aquellas muertes. Cuánta rabia debía sentir un alma al perder su cuerpo de aquella manera? Cuánto dolor, cuánto terror? Cuánto sentiría yo.... si les encontraba?

De repente, sentí muchísimo miedo.

El hombre de ojos curiosos hacía una puntualización interesante. Las muertes se habían incrementado a una por año. Por qué? Qué podía desencadenar, de forma tan cíclica, la locura asesina de alguien? Tendríamos que estudiar aquellos datos con cuidado. Y mientras seguía hundida en aquel mapa y lo que representaba, la voz del sheriff me llegaba como una bruma sin conseguir arrancarme del laberinto. Malos barrios... No serían los primeros que visitaba pero hacía tanto tiempo de aquello... tanto.

Es curiosa la mente. Curioso como hila malévolamente, como te lleva de unas imágenes a otras. Como te enreda y te ata a ellas. Y así me sentía ahora, atada, cuando la voz de Ray, tan concreta y esencial, tan razonable, pareció darnos el pistoletazo de salida. Me obligué a tomar aire, asenté las rodillas, y por fín me separé de la mesa y de la telaraña pegajosa de aquel mapa. Los pasos resonaron en el silencio cuando recogí mi taza de café y la devolví a la bandeja de servicio. La seguridad parecía haber vuelto a mis hombros ahora, y la sangre a mis mejillas.

-Uhm.... - una media sonrisa, casi picara, me teñía ahora los labios – A veces llamar la atención no es malo... del todo. Mucho más si hay alguien en la sombra observando las reacciones. - la leve inclinación de cabeza reconoció la idea de Ray -Aunque si lo creéis conveniente, tengo un par de vestidos de temporadas pasadas que pueden resultar más... apropiados.

Había pasado mucho tiempo desde los malos barrios. Había pasado una vida entera. Al parecer Nandor tenía razón cuando me susurraba al oído que todo, tarde o temprano, vuelve.

Cargando editor
02/11/2012, 12:56
Liam O'Drury

Aquel mapa estaba pintarrajeado con demasiadas cruces rojas, demasiados muertos. Una larga cronología de crímenes reflejada en un trozo de papel, muchas vidas truncadas relegadas a ser meras fotos y datos en una carpeta marrón. Un nombre y una simple descripción parecía ser todo el recuerdo de aquellas personas pero... ¿por qué habían sido las víctimas elegidas? ¿Había algún nexo entre ellas o sólo funcionó el azar en su muerte? Quizá conociendo cómo habían vivido podían llegar a saber por qué habían muerto y con ello acercarse al asesino.

Liam ya veía ante sí la cantidad de posibilidades que se le abrían para sus reportajes. La gente era morbosa por naturaleza y allí había todo un filón de datos y noticias truculentos con los cuales alimentar las ansias cuántos más se les alimentara con noticias y datos truculentos más irían reclamando ese tipo de información y más trabajo para él.

- El Lester's parece tan buen sitio como cualquier otro para comenzar nuestras pesquisas. ¿Le gustaría acompañarme Señorita Smith? -Se dirigió a la mujer con una sonrisa un tanto burlona y luego paseó su mirada sobre el resto de los presentes.- Por supuesto la invitación incluye al resto.

Cargando editor
04/11/2012, 12:20
Director

El Sheriff os despide amablemente y con los mejores deseos para la investigación, y también para salvaguardar vuestras vidas. Sin más preámbulos, marcháis hacia Lester's, un bar de tres al cuarto en el que concurren todo tipo de individuos. Smith tuvo a bien vestirse de una forma más modesta, apropiada para el lugar. O'Drury se embarca con toda su perspicacia hacia el asunto. Y Hope, incluso parece que reconoce a alguien en las cercanías del bar.

Los que parecen bebedores habituales levantan levemente la vista, como examinandoos y a vuestros motivos de entrar en el local. El bartender se acerca a vosotros aún dentro de la barra, y pregunta algo que suena a que buscais o que quereis tomar.

Cargando editor
05/11/2012, 13:37
Raymond Hope

Cuando llegamos al bar prefiero quedarme en el exterior. Definitivamente este no es un local en el que desentonaría demasiado. La gente que lo puebla se ve a legua que viven con lo que pueden, y seguramente muchos de ellos gasten lo poco que tengan calentando el gaznate. No obstante, cuantos más seamos más miradas levantaremos, y es más posible destapar actitudes defensivas, por lo que prefiero aguardar fuera.

Así, me muevo por la calle acercándome a algún parroquiano del que me suene su aspecto. Me sacaré el medio pitillo que guardo en la chaqueta y le pediré fuego. Luego algo de conversación. Recuerdo cosas de este barrio, cómo era antiguamente y algunas de sus tiendas. Fingiré que vivía cerca de aquí y preguntaré por algunos nombres de los viejos tiempos, entre los que colaré el de Frank Dolezal. Gracias al sheriff sabemos su última dirección conocida, pero con un poco de suerte podamos obtener más información.

 

Notas de juego

Uso Bajos Fondos y/o Historia Oral para intentar obtener información de los individuos de las cercanías.

Cargando editor
11/11/2012, 23:42
Hélène Smith

 

El bar olía a sudor rancio y a orín. A pasado.

Había entrado entre los hombres con mi vestido modoso y áspero y sin más joyas que unos pequeños pendientes de oro asomando apenas entre el rizado oscuro que me caía sobre los hombros. Había caminado, con ese deje hastiado y conocido del que ha pisado demasiadas tarimas regadas de alcohol, sin necesidad de mirar demasiado a mi alrededor para situar a los habituales sentados en los rincones. Ojos y alientos alcoholicos que apenas se entretenían en nosotros unos segundos para volver al culo de sus vasos, a lo que querían ahogar, o resucitar, en ellos.

La voz del barman se había perdido entre crujir de madera, voces, toses y tintinear de cristales. Y yo parpadeé un par de veces, apoyado un codo sobre la barra, esperando que alguno de los hombres hablara primero. Pensé en cómo sacar el tema de Frank sin tener que acabar saliendo de aquel lugar a escape. Todos callaban y el silencio se volvía incómodo. Maldita sea... debimos discutirlo antes.

-Un whiskey... - empezaba, ahora sí, a mirar a mi alrededor buscando a alguien, casi tímida -y un favor... - Los ojos marrones enfocaron al barman y la botella que se derramaba en el vaso dudosamente limpio. -Estoy buscando a Frank. Frank Dalo... Dolezal. Rose Wallace me dijo que si alguna vez necesitaba trabajo podía venir a la ciudad y él... bueno... él podría.... ayudarme... - Me retorcí las manos y obligué a mi barbilla a temblar levemente. - Mi pobre Rose........

Esperaba que aquellos dos completos desconocidos me cubrieran. Esperaba que funcionara y el barman escupiese algo sobre Frank, o sobre Rose, o sobre cualquier cosa sobre el carácter del chulo que nos llevase a un móvil....El temblor dejó de ser fingido para atravesarme como un rayo. Por Dios santísimo! Esperaba demasiado! Ni siquiera conocía el nombre de los hombres que me acompañaban...

Maldita sea. Debimos discutirlo antes... 

 

Notas de juego

Intentaré usar Evaluar sinceridad y Sentir el peligro para ver si salimos enteros de ese sitio y con alguna información auténtica a poder ser XD

No quito a Ray del post a pesar de que sé que está fuera. Total, luego le voy a explicar todo lo que ha pasado ahí dentro ; )

Cargando editor
26/11/2012, 09:35
Liam O'Drury

Aquel sólo era uno más de los bares que Liam estaba acostumbrado a frecuentar. El humo, el olor, la gente... era un paisaje demasiado conocido como para sentirse fuera de lugar. Se acodó en la sucia barra al lado de la mujer que, tenía que reconocerlo, mostraba muchas agallas.

- Una cerveza. -Pidió al camarero mientras su lengua recorría sus resecos labios y sus ojos se desviaban al whisky que le estaban sirviendo a la Srta. Smith.

Una vez dado un trago de su jarra, se apoyó en la barra mirando a los parroquianos que a esas horas pululaban por el local, buscando cualquier indicio, cualquier gesto que le pudiera parecer sospechoso... pero allí todos parecían sospechosos. Mientras seguía observando a la gentuza allí reunida no perdía detalle de lo que la mujer hablaba con el camarero.

Notas de juego

Empleo Bajos fondos por si saco algo de la chusma... perdón, de la clientela del local :P

Cargando editor
28/11/2012, 18:55
Director

Algunos de los individuos son conocidos por los que frecuentan las zonas bajas de la ciudad. Trabajadores que dedican a su trabajo de sol a sol. Algunos individuos con los que no se ha de cruzar. De todo tipo de bebedores encontráis allí.

Como cualquiera que no desea ser molestado, la presencia de gente tan variopinta, además de la dama que los acompaña, reaccionan de forma huraña. Pero nada más. No parece un entorno hostil por el que haya que temer.

El bartender os sirve las bebidas de mala gana. No por vosotros, sino que parece una actitud normal en él. Claro que, encerrado todo el día en ese tugurio, minaría la moral de cualquiera.

- ¿Frank? - pregunta, y guiña un ojo mientras mira hacia arriba, como haciendo memoria - Ese tipo viene y va, alguna vez pasa por aquí, sí. - Mira de arriba a abajo a su interlocutora, la señorita Smith - Pero la mayor parte del tiempo las pasa en la calle, y más ahora, si no en aquel cuchitril que llama casa... No se deja ver mucho por aquí ya... Le diré si le veo que un pichoncito le anda buscando...

Casi relame esas últimas palabras, pero se reserva un poco viendo a los dos caballeros que les acompañan. Alguno de los bebedores cercanos suelta una risa con sorna al escuchar preguntar por el tal Frank

Cargando editor
11/01/2013, 13:06
Alana Casey

Al entrar en aquel bar, sucio y maloliente, Alana se disculpó y se dirigió a los escusados. Durante casi toda la reunión con el sheriff, la joven se había mantenido en un taciturno silencio. Cuando recibió el aviso de que O'Donell la requería, lo primero que pensó fue que había descubierto que ella mató a Viktor e iba a romper el trato que mantenían. No pudo dormir en toda la noche. No paró de dar vueltas en la cama, recordando una y otra vez su última mirada... La expresión de sorpresa y dolor que cinceló su rostro justo antes de que aquella bala atravesara su corazón. 

Ya cuando entró en el despacho y vio a aquella gente que al igual que ella había sido requerida ante la presencia del sheriff, le extrañó pero no terminó de bajar la guardia. Se había encendido un cigarrillo y lo había apurado en cuatro caladas. Pero cuando O'Donell apareció y explicó el motivo de su llamada, el peso que había estado sumergiéndola en una noche de terror y desesperación, pareció desprenderse de su corazón, aliviándola. Entonces respiró tranquila y la sombra de una sonrisa empezó a dibujarse en sus labios de carmín.

Tras haber aclarado lo del pago e intentando actuar de una forma algo más relajada, Alana se encendió un nuevo cigarrillo y aspiró el humo como si fuera el primero de su vida. Se deleitó con el fuerte sabor del lucky y dejó que el humo recorriera su garganta hasta inundar sus pulmones y después salir en suaves y volubles volutas de humo.

Como iba diciendo, al entrar en el bar Alana se dirigió directamente a los escusados. Se encontró en un sitio sucio y maloliente, un sitio que nunca habría recibido la visita de una distinguida dama... Alana torció el gesto y una mueca se dibujó en sus labios. De vuelta a tu hogar... Cogió un nuevo cigarrillo y llevándoselo a los labios lo prendió con una cerilla. Aspiró el humo y mientras lo dejaba ir se miró al espejo. Sus ojos azul grisáceos le devolvieron una mirada cansada... ¿Siempre estaría temiendo que el sheriff descubriera...? No tiene por qué saberlo... Ya ha pasado cerca de un año y la bala no se encontró... Pero... Entonces...¿Por qué acepto meterme en esta mierda? Sus pupilas se empequeñecieron, mientras sus párpados se estrechaban y sus largas pestañas casi llegaban a unirse... La respuesta la sabía sin tener que meditarla. Sabía que el sheriff siempre había sospechado de ella, y el trato al que habían llegado se cogía con un pequeño hilo de seda. Un mínimo tirón y voalá, todo a la mierda...

Terminó el cigarrillo y tiró el filtro en la taza. Enarcó una ceja al ver la suciedad que parecía trepar por lo que en otra época había sido un retrete blanco. Cogió la cadena que colgaba de la cisterna y tiró de ella. Un pequeño chorro de agua empezó a jugar con la colilla, sin fuerzas para terminar de tragársela... 

Tras unos largos minutos encerrada en aquel escusado, Alana salió y buscó a O'Drury y a Smith con la mirada. Los vio en la barra hablando con el barman. La joven se acercó, pasando entre aquellas mesas ocupadas por hombres borrachos, de vidas miserables. Sintió como alguno de ellos la miraba, pero ella ni se inmutó, no soportaba a aquella clase de calaña, le recordaban demasiado a su padre... Llegó junto a Smith y enarcó ligeramente una ceja, sin saber qué se había perdido. Observó el vaso de la mujer, y volviendo sus ojos grises hacia el hombre con el que parecían estar hablando le pidió también una copa.

- Sírvame otro whisky... - 

Cargando editor
21/01/2013, 08:43
Director

De buen grado sirve el whiskey a la señorita Casey, aunque quizás algo escéptico por saber cómo se las apañaría a aguantar un trago de la fuerte bebida. Quizás la vieran frágil, quizás quisiera saber de donde provenía ese desparpajo para moverse por ambientes que bien sabían que eran oscuros.

- Tal vez alguno de los desperdicios humanos que se dejan caer por aquí - solo alguno de los bebedores allí presentes se percata de que los están mencionando, y no agradablemente - sepa algo más. No teman, ninguno muerde por ahora - os despacha mientras vuelve a sus quehaceres

Cargando editor
24/01/2013, 23:43
Liam O'Drury

Se pasó la lengua por los labios mientras seguía con la mirada el ambarino wihisky que el barman le estaba sirviendo a Alana. Estrujándose las manos que ya comenzaban a sudar, hizo un esfuerzo por apartar el recuerdo del líquido resbalando por su garganta y le pegó un largo trago a la cerveza que tenía delante.

- Está bien, no perdemos nada por intentar hablar con ellos. -Y apartándose de la barra Liam se dirigió a aquella chusma que mataba las horas delante de un sucio vaso de cualquier licor barato.- Sé perfectamente que nos han oído así que ya saben lo que quiero preguntarles. Pero por si acaso alguno llegó tarde y no se ha enterado... buscamos a Frank Dolezal, ¿alguno sabe dónde podemos encontrarlo?

Notas de juego

No sé si es correcto pero empleo bajos fondos con esa gente

Cargando editor
29/01/2013, 22:13
Director

Algunas voces se alzan para contestar, animadas por el alcohol y por la presencia de hermosas mujeres, quizás por primera vez en el local después de mucho tiempo.

- ¿Ese perro loco? - pregunta alguno de ellos - Bien podría estar haciendo de las suyas... Alguna vez se cae de borracho o de apaleado en su casa... Nada nuevo, siempre ha sido un diablo, un lunático....

- ¿Se ha metido en problemas ese tipo? El viejo Frank... Capaz de vender a su propia madre con tal de conseguir un poco de dinero, para un trago o para otra cosa

Muchas voces jocosas se han alzado, despreciandolo o manchando el poco nombre que le quede a ese pobre diablo. Pero en particular, hay un vagabundo que les mira, después de desviar la mirada con la que os observaba fijamente. Después de eso, zarandea la cabeza de un lado a otro, negando todas esas palabras.

- Ni hablar... El viejo Frank - se le escapa una tos enfermiza - no sería capaz de eso

Cargando editor
29/01/2013, 22:17
Raymond Hope

Hope lo escucha con gran atención, y pasa de su mutismo a acercarse a la mesa donde se encuentra ese vagabundo. Había entrado en silencio, de forma imperceptible, como una sombra. Se saludan con un gesto de cabeza, parecen conocerse, quizás de vista. Se ha gastado algunas de sus pocas monedas en una copa para aquel hombre, que parecía

- Bueno, amigo, parece usted saber más de lo que dice - le dice, amigablemente con una sonrisa - Parece que el señor Dolezal no es tan malo como lo pintan los aquí presentes

Cargando editor
31/01/2013, 11:43
Alana Casey

Con la mirada siguió el recorrido de aquel líquido ambarino. Salió por la boca de una botella verdosa, para caer en el vaso que el barman había preparado. Alana enarcó ligeramente la ceja. Aquel vaso estaba empañado y opaco. Hacía mucho tiempo que había perdido la brillantez del cristal. 

Cogió el vaso y se lo llevó a los labios. Era whisky barato, de aquel que conseguía revolver su estómago y subir a su cabeza con una facilidad asombrosa. La joven se había acostumbrado al bourbon que solía beber Viktor, y aquel whisky no tenía nada que ver con el sabor amaderado de aquella exquisita bebida. 

Cuando el líquido pasó sus defensas y empezó a resbalar por su garganta, empezó a sentir el ardor que iba dejando por su camino. Se apartó el vaso de los labios y lo dejó de nuevo sobre la barra. Se volvió hacia aquellos hombres que empezaban a opinar sobre Frank Dolezal. Un pobre diablo... 

Necesito un cigarrillo... Mierda de whisky... Inconscientemente, Alana ya había metido la mano en el bolsillo de su abrigo y sacado la pitillera que siempre llevaba consigo. Cogió una cerilla y tras prender la pequeña llama la acercó a la punta del pitillo y empezó a prenderlo. Aspiró el humo, que se iba mezclando con los vapores etílicos y dejándole en la lengua un regusto a madera quemada. 

Dejó que fuera Hope quien se encargara de la situación. Parecía conocer a aquel hombre o al menos entenderse mejor con aquel tipo de gente. Clavó su mirada grisácea en los ojos viejos y cansados del hombre enfermizo, esperando que respondiera a la pregunta del vagabundo.

Cargando editor
04/02/2013, 19:42
Liam O'Drury

Había quedado patente que el tal Frank no era demasiado popular por el barrio, las palabras que salieron pastosas de las bocas de aquellos pobres diablos no eran precisamente halagos. Pero Liam se fijó en uno de ellos, un vagabundo que parecía no estar muy de acuerdo con lo que el resto decía. La voz que salió de aquella garganta apenas era un murmullo apagado por el resto de los parroquianos, pero dejaba bien a las claras que la opinión que tenía del hombre que buscaban era bien distinta.

A punto estaba el periodista de empezar a interrogarle cuando, para su sorpresa, se percató que a su lado se encontraba Raymond, no lo había visto entrar y pensaba que aún estaría investigando fuera del local. Cerró la boca esperando la contestación del vagabundo. Mejor que sea Raymond quien haga las preguntas, él conoce mucho mejor el ambiente sórdido de los sin techo y seguro que entre "colegas" se entenderán mejor.

Cargando editor
05/02/2013, 11:46
Hélène Smith

Bueno, por lo menos el plan había funcionado... en parte. El nombre de Frank había calado. Los hombres empezaban a hablar y yo, en mi papel, permanecí a un lado con el aire cansado de quien lleva mucha calle en sus zapatos y mucha miseria en las espaldas. 

Un paso atrás del cuerpo para ver hablar a los hombres... Pero ni un centímetro reculó la mirada, que permaneció atenta a unos y otros. El nombre de Frank había calado y una leve amargura me subió por la garganta. Desgraciadamente, nadie se había inmutado al oír el de Rose. 

Cargando editor
05/02/2013, 11:52
Hélène Smith
Sólo para el director

Notas de juego

Puedo intentar evaluar sinceridad? Más que nada para ver si me da la impresión de que no nos lo cuenta todo, o de que hay algún detalle que le incomode o algo así 

Cargando editor
07/02/2013, 16:36
Director

Notas de juego

El tipo parece sincero, además de borracho, y no tiene tapujos. No parece tener la suficiente coordinación como para mentir, así que crees que dice la verdad

Cargando editor
08/02/2013, 09:14
Raymond Hope

Hope os observa de reojo, notando como os acercais conforme crece el interés en ese tipo. Parece querer hablar, pero el efecto del alcohol le embota, así que quizás necesite un empujón

- Estamos buscando al viejo Frank - comienza a decir - porque puede haberse metido en problemas, creo que ya me entiende. - a las palabras de Hope, el bebedor al que se dirige asiente - Tal vez con algunos problemas que han sucedido en la ciudad, accidentes, desapariciones... Como por ejemplo Flo Polillo, que tal vez frecuentase por aquí, ¿la conoce?