Partida Rol por web

El horror de Kingsbury

A primera vista

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10/04/2020, 19:19
Jerry Thomson

Después de haber abierto esa puerta ya no había vuelto atrás. Todos y cada uno de esos parroquianos pensarían que eran policías, cobradores o algo peor, periodistas. Por su experiencia, solo había tres formas de llegar a esa gente: emborracharles, untarles o ganarse su confianza. El orden no importaba. Teniendo en cuenta la escolta que llevaba, la última opción parecía improbable. Habría que recurrir al viejo y siempre fiable dólar. 

Ya había pasado mucho tiempo desde los asesinatos. Ese Frank Dolezal conocía al chapero que apareció mutilado junto a un tipo cualquiera en Kingsbury Run, allá por el 35. También conocía a dos prostitutas que aparecieron muertas al año siguiente y al próximo. Tanto el chapero como las putas eran clientes frecuentes del ilustre Lester´s, así que ahora podían tratar de averiguar si alguien les había conocido, y si querría ayudar en una investigación, o bien si alguien conocía a Dolezal y podía aportar algo de información.

-Señores, creo que desentonamos tanto como un burro en Central Park. -Hizo una mueca de desagrado, y recorrió la vista por el garito, tratando de averiguar si alguien iba a lanzarles un puñal desde una de las mesas. -Creo que lo mejor es ir de frente. Soltar unos cuantos pavos y decirle a alguno que estamos investigando la muerte de las prostitutas y el chapero. -Se quitó la americana y se echó el sombrero hacia atrás. -Y luego ya tantear qué pasa con ese Frank. ¿Qué opinan?

No es que Thomson supiera qué demonios hacer. Pero había estado años recorriendo ese barrio de mierda, entre los demás, para escribir sobre asesinatos, desapariciones y extraños suicidios. Pero normalmente nunca había llegado tan abajo. En el Run, los muertos no le importaban a nadie. Y convenía no acercarse demasiado a sus callejuelas para no acabar de mierda hasta las cejas o apuñalado en una esquina por un par de zapatos.

Trató de acercarse a la barra con los otros. Quizás el dueño de ese tugurio podía echarles una mano sin que se enterase todo el mundo. Al menos hasta que no pasaran tres minutos. El primer paso sería preguntarle por las víctimas. ¿Les conocería?

Notas de juego

No sé muy bien cómo van los puntos de investigación, pero creo que aquí convendría usar bajos fondos. Si invierto puntos, ¿los gasto? Bueno, en todo caso es lo que creo que convendría hacer aquí. Tratar de mimetizarse y de sacar algo de provecho.

 

 

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11/04/2020, 08:25
Leverett Saltonstall

Leverett asintió ante la propuesta de Thompson.

-Que íbamos a desentonar ya lo sabíamos-dijo Leverett-Mañana uno de los chismorreos del barrio serán los tres señoritingos que se acercaron a husmear por el Lester, lo cual no nos beneficia. Pero tampoco es algo que podamos evitar.

Suspiró. Al abogado le apetecían cientos de cosas antes que entrar en aquel antro, pero no había elección.

Como sea...acabemos con esto cuanto antes-añadió antes de entrar en el local-.

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15/04/2020, 21:53
Director

Un hombre bien entrado en los cincuenta, completamente calvo como una bola de billar y con la frente surcada de arrugas atendía la barra del Lester's. Al igual que los parroquianos que formaban la clientela de tan particular antro, se quedó mirando a los recién llegados en cuanto cruzaron el umbral del establecimiento. Pero a diferencia del resto, que habían vuelto a sus asuntos tras echarles un breve vistazo, el hombre se dirigió a la parte de la barra que más cerca estaba de ellos y se quedó esperando a que pidieran algo o dijeran qué querían.

Llevaba un delantal grasiento y tenía manos arrugadas y gastadas por algún duro oficio manual anterior a aquel. Su rostro mostraba las secuelas propias de quien sobrevivía en un entorno como el Tercero. Y al igual que el resto de las personas bajo aquel mugriento techo, asumió que el grupo que acababa de entrar solo podía responder a una única naturaleza: o bien eran policías que venían a causar problemas entre ellos, o bien se habían perdido completamente, y bien dudaban de esto último.

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16/04/2020, 17:24
Jerry Thomson

Thomson se acercó hasta el hombre. Apoyó sus manos en la barra, después de comprobar que no estaba demasiado mugrienta, y le miró con intensidad. Sus arrugas y sus manos dejaban claro que no había tenido una vida fácil. Pero casi nadie bajo ese techo la había tenido, quizás con excepción del policía y del abogado. Thomson estaba convencido.

-Soy Jerry. -Evitó dar su nombre completo o mencionar a sus compañeros por prudencia. -No venimos a causar problemas. -Con ciertas personas convenía ser directo y sincero. Levantó su mano derecha, con la que pareció abarcar el local, y echó un breve vistazo, como si esperase ver a los fantasmas de las víctimas. -Estamos investigando el asesinato de Edward Andrassy, Flo Polillo y Rose Wallace.

Observó al hombre, esperando su reacción. -¿Les conocía? ¿Solían pasar por aquí?

Sonrió con tristeza. -Me imagino que sabrá lo que pasó. Pero lo peor es que el hijo de puta que lo hizo sigue suelto. Y si no le encontramos lo volverá a hacer.

Notas de juego

Buf, qué difícil. Pero bueno, la idea es que trato de darle a entender al hombre que estamos ahí para ayudar y evitar que alguien siga cargándose a gente de la zona. Uso consuelo.

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17/04/2020, 03:48
John Taylor

Se mantuvo casi hierático, observando en silencio al camarero. Había sido Thomson el que tomó la iniciativa, y no trató de interponerse, a fin de cuentas era casi imposible aparentar ser 'uno de ellos', por lo que no le importaba quién hiciera las preguntas. Eso sí, se dedicó a analizar los gestos, la inflexión de la voz y los ojos de aquel hombre. Si mintiese, lo sabría, Taylor tenía un sexto sentido para esa clase de cosas...

 

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17/04/2020, 20:11
Director

-Me parece estupendo que no quieran causar problemas. - Dijo el tipo que atendía la barra, sus palabras sonaban amistosas pero su rostro mostraba la misma severidad con las que les había mirado al llegar. -Pero quieren tomar algo o solo vienen a calentar las banquetas? - La mirada imperturbable que clavó en Thomson dejaba muy claro que hasta que no hicieran algún consumo en su bar no pensaba decirles lo más mínimo. Para una vez que los de los barrios ricos se dignaban a pisar su bar, que menos que se dejaran algo del verde que tanto manejaban.

Una vez que pidieron lo que deseaban tomar, se encargó de servirles rápidamente y miró al grupo con escepticismo. La policía de la ciudad no se caracterizaba por preocuparse por las putas muertas y la gente que habitaba los bajos fondos de la ciudad. Cuando una niña de un barrio pobre desaparecía nadie movía un dedo por encontrarla, y mucho menos la policía. Sin embargo, si a una niña rubia con rizos y cara de muñeca de porcelana le daba por dar la vuelta a la cara manzana donde vivía sin avisar a sus padres ponían patas arriba el Kingsbury con tal de encontrarla. Y eso podía extenderse a cualquier tipo de caso. Aquella gente que habitaban los chamizos y los apartamentos de una única habitación no importaban a nadie.

-Ya hablé con los polis en su día, ¿y sabe lo que hicieron, amigo? Yo se lo diré. No hicieron una mierda.

El barman les dejó sus bebidas sobre la barra y se alejó hacía el fondo de la barra murmurando lo increíble que le parecía todo aquello. Se junto con un par de tipos al final de la barra y allí se quedaron despotricando sobre la policía, el Gobierno y la panda de burócratas que manejaban aquello como si solamente ellos tuvieran derecho a vivir. Un tipo que estaba sentado en la mesa de detrás, ahogando sus penas en lo más profundo de un vaso bien cargado de whisky, intervino para apoyar su presencia allí.

-Pues a mi me parece bien que finalmente la policía haga algo por ellas. - Les llegaba el pestazo a alcohol de su aliento incluso desde donde estaban ellos. Les señalo con un dedo por encima del vaso que sostenía en la misma mano. -Yo sé quien lo hizo. - anunció. -Fue el Carnicero. Lo leí en el periódico.

Un vagabundo que contemplaba la escena sentado en la barra junto a ellos se echó a reír de golpe. Lucía un aspecto miserable y empapado en alcohol, vestía con ropas viejas y ajadas, guantes a los que le faltaban las falanges y mostraban que a él también le faltaba alguna falange en los dedos de la mano, zapatos con las puntas despegadas que bien podrían hacer la entradilla de un duo cómico y lucía una sonrisa desdentada a excepción de un par de dientes dispersos.

-Eh amigos, si me invitan a un trago les cuento lo que yo sé sobre Flo.

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18/04/2020, 00:19
Jerry Thomson

Thomson había pasado muchas noches en vela en Flandes y sabía lo que se siente al no ser nada para nadie; cuando el único consuelo es una carta manoseada y sucia escrita al otro lado del mundo. Sabía lo que es perder a los seres queridos, por una gripe más grave de lo que se quiso reconocer, y tener que vivir con lo puesto, luchando cada día por llevarse algo a la boca. De aquellos días, en la granja de Missouri, le quedaban las manos endurecidas, su espalda encorvada y su piel cuarteada y tostada permanentemente por el sol. De Flandes no le quedaba nada. Tan solo un terror al que no quería volver a acudir.

Miró al vagabundo y sonrió con tristeza. Se acercó y le tendió un par de billetes, sin que el gesto fuera muy evidente. Calculó que serían suficientes para tomarse más de una o para conseguir dos o tres comidas. Algo era algo. Miró a los ojos del vagabundo, como si tratase de agarrarse a ellos, para saber si el borracho era de los que decían la verdad.

-¿Así que conocías a Flo? -Recordó haber anotado su nombre en la libreta tan solo unas horas antes. Apenas un nombre y unos datos. Una existencia reducida a un garabato y a un cadáver descuartizado. -¿Solía venir mucho por aquí? -Se apoyó en la barra. Haciendo eso en lo que se supone que los periodistas son expertos: escuchar.

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18/04/2020, 20:05
Director

Mostrando su sonrisa desdentada, el vagabundo tomó los billetes que Thomson le ofrecía y se los guardó rápidamente en el bolsillo del pantalón agradeciéndole al periodista su generosidad. Después se mostró dispuesto a contarle todo lo que sabía sobre Flo Polillo, tal y como había prometido.

-Por supuesto. - Respondió el vagabundo. -Solía venir a menudo. Era una de las chicas de Frank. También Rose, que he oído antes que la mencionaba. Ese cabrón les trataba fatal, es un jodido loco rabioso de lo más inestable.

-Ya le digo. - Dijo el tipo de la mesa interviniendo en la conversación al ver la generosa propina que se había ganado el vagabundo, y aportando con su propia versión para ver si le caía algo también a él. -Ese Frank Dolezal es un tipo maleducado y desagradable. Un auténtico bruto. Deberían investigarlo, podría ser el mismísimo Carnicero. Estoy seguro de ello. Verás como lo es.

Sin embargo el vagabundo no estaba de acuerdo con esa teoría.

-Sin duda trataba a las chicas fatal, y no sé si será el carnicero o no, pero estoy convencido de que, al menos en el caso de Flo, no fue él quien se la llevo al otro barrio. No señor. El que mató a Flo fue el Doctor de los Vagabundos. Me apostaría todo este dinero.

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19/04/2020, 07:58
Leverett Saltonstall

Estaba claro que todos se encontraban fuera de su ambiente, pero sin duda el que estaba más perdido en aquel local era Leverett. Por eso dejó que fuesen sus compañeros los que llevasen la iniciativa. 

Pidió algo más por cumplir con el trámite que por que le apeteciese y esperó a ver cómo reaccionaba el camarero ante las preguntas bien dirigidas de Jerry, que se adivinaba como el más atrevido de los tres investigadores. Lo esperado.

Leverett sonrió levemente para agradecer la buena disposición del camarero y asintió antes de intervenir.

-Desde luego que lo investigaremos, aunque por lo que sabemos y lo que ustedes nos cuentan, supongo que después de las chicas, Polillo es el siguiente perjudicado. No creo que le hiciese gracia perder a dos de sus chicas ¿no cree? Pero probablemente nos pueda dar alguna pieza del puzzle.

Entonces se dio cuenta de que la metáfora podría venirles grandes a aquellas gentes. 

-...que nos puede dar alguna pista importante para llegar hasta el carnicero, vaya.

Luego se volvió hacia el vagabundo que había hablado. 

-¿Y quién ese ese Doctor de los Vagabundos, si no le importa decírnoslo?

Notas de juego

Yo me gastaría un punto de adulación para conseguir la colaboración del vagabundo, aunque no sé si es necesario, ya que parece más que dispuesto a hablar. 

Y perdón por el retraso, que vi el viernes vuestros posts. Iba a contestar entonces, pero me surgió otra cosa (estoy teletrabajando bajo mínimos pero a veces surge algo). Y luego se me fue el santo al cielo y hasta hoy. :-(

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22/04/2020, 12:24
John Taylor

Saltonstall le quitó la pregunta de la lengua. Pero a decir verdad aquellos dos hombres lo hacían bien interrogando. Aunque claro, oficios como el de abogado o periodista hacen que sea algo innato, quizás en otra vida hubieran sido unos buenos agentes de policía. Apoyó un codo sobre la barra, observando a su alrededor pero sin quitarle ojo al tabernero. Seguía leyendo sus gestos y la inflexión de su voz, pero sólo diría algo si detectaba alguna mentira. Por ahora no quería imponer el peso de la ley sobre quien, a pesar de todo, era un ciudadano en su puesto de trabajo. Lo de honesto era ya otro cantar...

 

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22/04/2020, 17:35
Vagabundo

-No sé como se llama realmente, recuerdo que me hizo gracia porque se llamaba a sí mismo doctor. - Respondió el vagabundo encogiéndose de hombros. -Pero lo conocí en este mismo bar. Un tipo muy amable, siempre dispuesto a echar un trago, aunque era igual que ustedes: no encajaba en este sitio. Siempre iba bien vestido y se repeinaba con gomina, creo que tendría unos treinta años más o menos. Sí, puede que sobre esa edad. Hablaba como una endemoniada tormenta y siempre estaba interesado en los tatuajes que llevaba la gente.

El barman les había servido sus tragos en unos vasos sucios y llenos de huellas, la bebida era mala y sabía más a alcohol que a whisky, pero para aquel hombre era como ambrosía de los dioses.

-Flo le conoció en este mismo bar, yo estaba aquí mismo en la barra. Y ella allí sentada, a esa mesa, donde está Mike. Él se sentó a su lado y empezó a ser amable con ella. A la hora de cerrar se ofrecía a llevar a la gente, tenía un gran coche negro. Flo se fue con él un par de días antes de su muerte y ninguno ha vuelto desde entonces.

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23/04/2020, 16:19
Leverett Saltonstall

La mirada de Leverett se dirigió a sus dos compañeros intentanto averiguar cómo habían sentado las palabras de aquel vagabundo en sus compañeros. Tal como lo veía él, ese Doctor se acababa de convertir en un posible sospechoso.

-Bien, gracias, caballero. 

Por su parte, no se le ocurría mucho más que hacer allí. Parecía que realmente la gente no sabía mucho más de lo que habían contado a la policía. Tenían el apodo de un posible sospechoso, que podría ser cualquiera. No era mucho, no. Se encogió de hombros. Si no se les ocurría nada más, lo suyo sería ir a ver a Frank.

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25/04/2020, 06:57
John Taylor

Asintió quedamente a Saltonstall. Al igual que él, consideraba que ya no tenían nada que hacer en el bar, y al parecer ninguno de aquellos hombres había mentido. O al menos su olfato le decía que no escondían nada turbio, más allá de la turbiedad implícita en su modus vivendi. Pero esa clase de gente, en muchos casos, simplemente no había tenido ninguna oportunidad, o el propio barrio se había encargado de truncársela. Sentía lástima, pero sabía cuál era su sitio. Dio un par de golpecitos sobre la barra con los dedos, como indicando a sus compañeros que 'cuando quisieran'

Debían hablar de ese tipo repeinado, pues efectivamente tenía todas las papeletas para ser interrogado a fondo. Uno no se marcha con una meretriz y esta desaparece dos días más tarde sin tener algún tipo de implicación en el asunto. Y debían descubrirlo

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09/05/2020, 12:09
Director

Su visita al Lester's concluía con la impresión de que el tal Frank Dolezal cargaba una fama de inestable y rabioso incluso entre aquella gente de los bajos fondos, había incluso a quien no le sorprendería que Frank fuera el propio Carnicero, tal y como les habían reconocido. Ya podían formarse la imagen de un tipo cruel y vil que maltrataba a las chicas a las que obligaba a prostituirse. Pero también habían encontrado una nueva pista, un supuesto Doctor que al parecer había podido ser la última persona que viera con vida a Florence Polillo.

Dejaron unas cuantas monedas sobre la barra, suficientes para cubrir las consumiciones y cambiar la cara agriada del barman que no les había quitado ojo desde que entraran, y salieron al exterior. Abrir la puerta del Lester's y salir al exterior fue como una bocanada de aire fresco aún a pesar de que el aire de aquella zona de la ciudad de Cleveland realmente estaba cargado de oxido y putrefacción.

El siguiente paso era buscar a Frank, para ello tenían la dirección que el sheriff O'Donnell les había proporcionado: el 2941 de la 22ª Este. El apartamento no estaba muy lejos de allí, por lo que apenas les costó cinco minutos atravesar la distancia que separaba el lugar del garito que acaban de dejar atrás. La última dirección conocida de Frank Dolezal era un apartamento en un edificio viejo de dos plantas donde el hollín de las fábricas se pegaba a las paredes tiznándolas de un aire apagado y oscuro. La calle mostraba el mismo ambiente sombrío y moribundo que el resto de aquella zona de la ciudad.

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10/05/2020, 08:05
John Taylor

Ignoraba si el tal Frank Dolezal actuaría de manera coherente o se daría a la fuga. Aquella clase de gente solía estar metida en negocios turbios, más allá de lo obvio, y corrían a las primeras de cambio. De estar formado el grupo por agentes consideraría cubrir la parte trasera, pero decidió que por ahora bastaría con una simple visita y hacer unas cuantas preguntas

-¿Listos? -preguntó, deteniéndose unos instantes ante la casa y, por si acaso, retirando el botón de la funda de su arma. No esperaba tener que utilizarla, pero en caso de que el tipo tuviera otras intenciones estaría preparado para sacarla y responder. A fin de cuentas la seguridad del abogado y el periodista corría de su cuenta

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10/05/2020, 08:10
Leverett Saltonstall

La sensación de peligro se hacía más evidente en la calle donde cualquier maleante podría atacarles. Leverett dejó la iniciativa al policía, sin duda más acostumbrado a este tipo de situaciones. 

-Sí...supongo ¿Llamamos a la puerta sin más?-dijo encogiéndose de hombros-.

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12/05/2020, 13:22
John Taylor

Asintió. Por mucho que aquel tipo fuera un maleante, anclado en un barrio como aquel en el que la depravación campaba a sus anchas, seguía siendo un ciudadano de pleno derecho. -No podemos entrar a su domicilio sin una orden. Como abogado sabrá que hemos de cumplir con la ley de manera estricta -sonrió levemente. Si por él fuera reventaría la patada de una puerta y buscaría a ese matón barriobajero hasta en las alcantarillas. Pero por encima de cualquier pretensión personal estaba la ley, un marco que regía sobre todos con idénticos derechos y deberes. Si él, que la representaba como fuerza de ejecución, o el abogado que ejercía la interpretación de su letra, se la saltaban, entonces no serían mucho mejores que aquellos a los que intentaban detener

-¿Preparado, señor Thomson? Recuerden, si perciben algún peligro escóndanse, y sigan mis instrucciones en ese caso -la desconfianza de Saltonstall era entendible, él mismo se había dejado arrastrar por ella, de ahí la prudencia en sus palabras. Pero por ahora no debían plantearse ningún escenario violento. Se quedó mirando al periodista para comprobar que le había entendido. No quería que aquellas dos personas bajo su protección se vieran en peligro

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14/05/2020, 12:39
Director

Abrieron la puerta que daba acceso al edificio y se colaron en su interior, el agente Taylor tenía claro que encarar al sospechoso e interrogarle era lo mejor que podían hacer en aquellos momentos. El edificio carecía de portero, y tampoco tenía interfonos instalados, por lo que la puerta se podía abrir para que cualquiera pudiera acceder al interior. Tras cruzar la puerta se encontraron en un patio interior que mostraba un mejor aspecto que la fachada, pero donde sin duda se podía ver la antigüedad del edificio. Una grieta cruzaba una pared ramificándose en distintas direcciones como el rayo que atraviesa el cielo en mitad de una tormenta, el suelo presentaba baldosas rotas y otras desprendidas que no habían sido reemplazadas, y un pestazo a cerrado y rancio inundaba el lugar.

Pudieron localizar el apartamento de Dolezal tras comprobar los nombres en los buzones colocados en una única fila en la pared a su derecha, justo antes de alcanzar las escaleras que ascendían al primer piso. El edificio tenía dos pares de viviendas por cada planta, lo cual incluía el bajo. En el buzón que correspondía al segundo derecha pudieron encontrar rezaba la inscripción "F. Dolezal". Subieron las escaleras hasta el segundo piso comprobando que la dejadez del edificio no se limitaba a la planta baja sino que contaminaba todo el edificio. El pasamanos se tambaleaba, los escalones mostraban un desgaste poco usual en su centro por los años de uso e incluso había más de uno completamente destrozado. Finalmente llegaron a la segunda planta, donde una puerta vieja mostraba la misma inscripción que el buzón de Frank. Llamaron a la puerta y esperaron antes de llamar un par de veces más, pero nadie contestó.

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14/05/2020, 19:55
John Taylor

Se giró hacia sus compañeros, con gesto inquisitivo. No podían entrar sin más, por lo que la opción de asaltar la vivienda sin una orden o cargos no era viable. Por otro lado cabía la posibilidad de que no estuviera en ese momento en el domicilio, algo relativamente normal. Además dudaba que alguien como Dolenzal conviviera con otras personas. -¿Preguntamos a sus vecinos? -comentó. Era la opción más lógica, pues ellos quizá pudieran facilitarles un horario al menos aproximado de idas y venidas

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15/05/2020, 11:37
Leverett Saltonstall

Leverett siguió dócilmente los pasos del agente, observando todo lo que veía al pasar. Al llegar al buzón comprobó si había en él correspondencia y si podría alcanzar alguna de las cartas que hubiera. Al subir las escaleras lo hizo con prudencia, dejando separación con su predecesor para evitar acumular demasiado carga sobre las maltrechas escaleras. 

A su llegada al rellano del piso de Frank, observó con decepción como éste no respondía a la llamada en la puerta. Asintió ante la sugerencia del agente de preguntar a los vecinos. 

-Dudo que reciban de buena gana las preguntas de varios hombres encorbatados, pero no perdemos nada por intentarlo.

Y sin más dilación se dirigió a la más cercana de las puertas y llamó golpeando suavemente con los nudillos de la mano derecha.