Partida Rol por web

El horror de Kingsbury

A primera vista

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18/03/2020, 23:11
Director

A primera vista

El despacho de Martin L. O'Donnell, el sheriff de la ciudad de Cleveland, consistía en una amplia habitación con las paredes cubiertas de cuadros del sheriff con importantes personalidades que habían visitado la ciudad. Había algún famoso que otro, alguna actriz de segunda línea y coronado la pared principal, como si presidiera el resto de cuadros de la habitación, había una que mostraba a un orgullo O'Donnell estrechando la mano de Thomas Woodrow Wilson, el último presidente demócrata que había dado aquel país. En la foto, el sheriff estaba algo más joven y lucía más pelo en la frente, donde ya le comenzaba a escasear, pero mostraba la misma mirada firme y determinada por aquel entonces.

En esa misma pared, bajo aquel cuadro, estaba su cómodo butacón y su amplio escritorio de madera de nogal hecho a mano y ribeteado con detalles muy bien cuidados y definidos. Una pila de papeles y archivos ocupaban buena parte de la superficie de la mesa, otros tantos sobresalían de los archivadores metálicos que había a ambos lados del escritorio. Del resto de la habitación se podían destacar las estanterías llenas de libros de tomo gordo, la alfombra de buena factura que decoraba el suelo del despacho y la amplia ventana por la que se colaba la luz del sol de Cleveland directamente sobre el escritorio.

La secretaria de O'Donnell les había invitado a entrar a su despacho mientras el sheriff atendía una llamada en otro cuarto que obviamente no quería que escucharan. Junto a la pared contigua al escritorio había un mueble bar del que pudieron servirse un  vaso del buen whisky irlandés que guardaba el sheriff mientras le esperaban. Allí se encontraban los tres, tan dispares como cada una de las fotos que decoraban la pared del sheriff: un hombre de unos treinta años, pulcramente arreglado, con ropas que denotaban un cierto poder adquisitivo; otro treintañero con buena complexión física, buena ropa aunque sin llegar a la calidad de la del primero, y una postura rígida y firme que delataba algún tipo de actividad relacionada con la ley y el orden; y por último un hombre más veterano que el resto y también con ropas más modestas acompañadas por una extravagante corbata, su rostro lucía una mirada inquisitiva y un gesto nervioso. Sabían que si el sheriff les había reunido allí era por una buen razón, aunque ninguno de ellos sabía el motivo exacto.

Notas de juego

Di una pincelada de cada personaje según vuestras descripciones en la ficha, no estaría de más que dieráis una primera presentación a vuestro modo para completarla.

Os dejo este primer post para que interactuéis un poco entre vosotros.

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20/03/2020, 00:03
Jerry Thomson

A primera vista, parecía que O´Donnell les hubiera llamado para darles algún tipo de soplo. Ya fuera a través de una reunión en un despacho solemne o de una llamada a última hora de la noche, al final todos los señores trajeados recurrían de vez en cuando a los periodistas para arreglar las cañerías. Después de revolcarse por el barro y de perder unos cuantos gramos de dignidad, a cambio el reportero elegido podía publicar algunas páginas y ganar un poco de respeto, o de temor. Nunca estaba de más. Y así era cómo funcionaban las cosas.

Pero era extraño, pensó Thomson, que si ése fuera el caso no conociera a esos dos tipos. –¿Serán del Plain Dealer?– Se preguntó. Por no contar con que hacía meses que no hablaba con el sheriff. Dio un par de pasos, hacia la ventana, con las manos metidas en los bolsillos de los pantalones  y en mangas de camisa. Su sombrero y su americana descansaban en el lustroso perchero, víctimas del calor pegajoso de aquel día. Su corbata, magenta con bandas blancas, estaba anudada negligentemente a su cuello, estrecho y bronceado.

Era indudable que los tres estaban manteniendo uno de esos silencios incómodos de ascensor, mientras les llegaba la voz amortiguada de O´Donnell desde el otro lado de la pared. Tampoco iba a abrir la boca más de lo necesario, pero quizás pudiera relajar un poco los hombros de esos tipos. 

-He oído que ese whisky te hace soñar con Cork y con irlandesas pelirrojas. –Sonrió de medio lado. –¿Quieren un trago?–Se sirvió un culín, con la mera intención de humedecerse los labios y averiguar quiénes demonios eran esos dos. Hacía varios años que aborrecía el alcohol y a los tíos que se quedaban pegados a él, pero a veces eran necesarias algunas gotas para suavizar la situación.

Les tendió un par de vasos, dispuesto a servirles. Sus ojos oscuros se posaron pesadamente en los otros dos hombres, atentos. Su rostro estaba bronceado y su piel parecía haberse curtido con más de un día a la intemperie. Su frente se abría a ambos lados en dos amplias bahías cerradas por una isla de pelo con aspecto de barco de remos.

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20/03/2020, 10:04
John Taylor

Mostró la palma de la mano, la cual acompañó de un ademán negativo de la cabeza. -No, gracias, soy abstemio -indicó, pero sonrió afable para mostrar su buena disposición. No conocía a ninguno de aquellos hombres, si bien es cierto que no había pasado mucho tiempo desde su traslado desde Columbus por lo que creyó que era lo normal
-John Taylor -se presentó, aprovechando la coyuntura para acercarse a Jerry y extender su mano. Hizo lo propio con Leverett, por supuesto. Y no añadió nada más, pues supuso (erróneamente) que debían ser compañeros de profesión, más aún hallándose en el despacho del comisario O'Donnell

Se había retirado el sombrero, el cual sostenía en su mano izquierda e iba haciéndolo girar sobre el círculo de su interior con dos dedos. Pelo corto negro, rapado por la parte trasera como era la moda de aquellos días, perfectamente afeitado y sobrepasando los 5 pies de altura, parecía en buena forma física. Posiblemente gracias a su carencia de vicios y a su juventud. Y esperaba que una de las dos, al menos, fuera eviterna. Sus ojos eran firmes y sinceros, de un color oliváceo con ciertos toques grises que según había oído en boca de alguna de sus amigas eran los de un corderito degollado. No apostaría por ello, pero agradecía el cumplido, por mucho que no tuviera claro si aquello era una virtud o un defecto. ¡Sobre todo habida cuenta de a qué se dedicaba!

Su traje, de un insípido gris marengo, estaba planchado e impecable, lo cual podía denotar cierto componente marcial en su postura. La camisa blanca parecía ajustarse a su cuello como si tratara de asfixiarlo, pero Taylor no aflojaba la presión y la decoraba con una corbata negra de lunares. Estaba claro que aquel traje estaba hecho como los demás, para vestirse con soltura y elegancia, y estas eran dos cualidades de las que el joven John carecía

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20/03/2020, 15:47
Leverett Saltonstall

Leverett se encontraba sentado mirando al techo. Las largas esperas lo incomodaban, sobre todo cuando le habían convocado con tanta urgencia. Con todo, hacía tiempo que había comprendido que la paciencia era una virtud tan preciada como escasa en el mundillo de la política. 

Iba vestido para la ocasión, con un vestido de buena calidad, a medida, corbata de seda en contraste y prende corbatas, lo que le otorgaba un aire británico. 

-Yo abogado-dijo Leverett bromeando en respuesta a lo que interpretó como un saludo de las otras dos personas que estaban allí, presuntos asistentes a la reunión que tendría lugar en algún momento, suponía -...Leverett Saltonstall, un placer-.

Consultó discretamente su reloj de bolsillo y esperó pacientemente. 

-Es demasiado pronto para mí, pero si la reunión se alarga, con gusto le aceptaré un trago, gracias. 

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21/03/2020, 07:06
John Taylor

-Así que abogado, ¿eh? -la cara de John mostraba cierto desconcierto. Esperaba algún tipo de reunión de carácter profesional (en lo referente al cuerpo de policía), pero al parecer no iba a ser así. Se preguntó qué clase de asunto reuniría allí a su persona junto a un jurista, y a un...
-¿Y usted, es del mismo gremio que el señor Saltonstall? -preguntó, girándose a su vez hacia Jerry. Posiblemente cualquier otro policía de la ciudad, y sobre todo de aquella ciudad, habría empezado a temblar estando en la oficina del gran jefe junto a dos abogados, pensando que se habría metido en un buen lío. Pero John no era de esa calaña, y no sólo tenía la conciencia limpia sino también un historial impecable de casos y servicios a la comunidad. Por lo tanto había algo más allí de lo que no estaba al tanto, e ignoraba de todo punto qué pudiera ser

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21/03/2020, 20:44
Martin L. O'Donnell

Martin L. O'Donnell entró abriendo de golpe la puerta e interrumpiendo la pregunta de Taylor con el ímpetu de un toro embistiendo. El sheriff era un hombre ancho de espaldas, con una fuerza exagerada incluso para su tamaño. Su pelo no mostraba rastro de canas todavía pero su frente lucía ancha y despejada. Su ceño fruncido demostraba que la llamada que había tenido que atender mientras ellos esperaban no le había hecho mucha gracia.

-Malditos republicanos. - Escupió nada más entrar en la estancia. -Perdonen la tardanza, muchachos. Esos bastardos tienen que rellenar un informe hasta para limpiarse el culo. - El sheriff observó que algunos de ellos habían decido atracar su mueble bar y al ver la copa que había rechazado Taylor la tomó con total confianza de camino a su escritorio. -Bien, veo que ya se conocen. 

Tomó asiento desplomándose sobre el butacón y les invitó a sentarse en las sillas frente al escritorio. Vació la copa de un trago y la dejó sobre la mesa, como si no le preocupara estropear la extraordinaria madera de la que estaba hecha. Mientras tomaban asiento rebuscó entre los papeles que abarrotaban el escritorio y extrajo una carpeta de entre un montón y la lanzó en el escritorio frente a ellos. Pudieron ver que se trataba de un informe con bastante información. 

-Con los jodidos republicanos creciendo como setas en todos los cargos de esta maldita ciudad apenas tengo ayudantes con los que pueda contar para esto, por eso he querido contar con ustedes para este caso. Creo que entre los tres tienen las cualidades adecuadas. Usted, señor Saltonstall es un buen democrata*, eso ya le hace digno de confianza. El señor Thomson conoce bien los bajos fondos y aunque no se casa con nadie, cuando se mete en algo lo hace a fondo. He leído varios de sus artículos en el Herald y nunca defraudan. Y bueno, aquí está el señor Taylor, su hoja de servicio en la policía de Columbus es impecable. Además, nos vendrá bien tener a un policía de fuera de la ciudad en el caso. Como ya saben el alcalde ha puesto al frente de la policía de Cleveland al intocable ese. - El sheriff se reclinó en el butacón y cruzó los dedos sobre su estómago. -Mis principios como buen demócrata me impiden ayudar en la investigación policial del alcalde Burton, pero me encantaría resolver este caso antes que ellos y dejar mal a Eliot Ness y toda esa chusma. Mis hombres son demasiado conocidos en el Tercero, y pueden atraer una atención no deseada. Necesito carne fresca sobre el terreno, y ojos nuevos en el caso.

El sheriff era consciente de que no les había dicho todavía de que iba el caso, pero alzó un dedo y una ceja al mismo tiempo y señaló el informe invitándolos a que lo cogieran. -Todo suyo.

Cuando fueron a coger la gruesa carpeta, O'Donnel dejó caer una zarpa pesadamente inclinándose sobre el escritorio.

-Si aceptan el caso, claro. - Alzó una ceja de manera inquisitiva mirando a cada uno de ellos.

Notas de juego

*He supuesto que eres demócrata, en tu historia no lo especifica pero para ser colega del sheriff encajaría mejor.

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22/03/2020, 08:41
John Taylor

-Claro que lo acepto, señor -respondió, con una mano ya sobre el informe pero detenida en seco por la del gran oso irlandés. Su tono de voz no mostraba duda alguna, e incluso su rostro reflejó cierta decepción -demasiado fugaz para ser percibida con claridad-, pues entendía que era su deber como detective. Su honor y su dignidad le obligaban a ello. Sin embargo, incluso aunque O'Donnell retirara su mano del informe, el joven Taylor mantuvo la suya apoyando la yema de los dedos

-¿No compartiremos información con el otro grupo? -supuso cuál sería la respuesta, pero debía preguntarlo. A fin de cuentas todos estaban el mismo barco, y para él sólo había una dirección en la que remar. Por supuesto que trabajaría codo con codo con aquellos desconocidos si ese era el grupo que Martin quería crear para la investigación, pero seguir una pista ya desechada por los otros o ir a donde ya hubieran estado lo consideraba una pérdida de tiempo. Y los honrados ciudadanos de Cleveland debían ser su principal preocupación

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24/03/2020, 08:46
Leverett Saltonstall

-Señor O´Donnell, como sabe siempre ha podido contar con mi familia y esta no será une excepción-dijo Leverett-Sea lo que sea, haré lo posible por ayudarle con esto. Pero primero debemos saber de qué se trata. 

Echó mano a la carpeta y la abrió para consultar su interior, en principio sin pararse mucho en los detalles. De momento le bastaba con hacerse una idea general del asunto. 

-Es un tema delicado, desde luego. Parece que la policía anda bastante perdida con el asunto. Ese Ness, no tengo claro si es tan bueno como dicen o si es un tipo con suerte, pero lo que es obvio es que la prensa republicana ha inflado sus hazañas para convertirlo en un héroe y evitar que los negocios corruptos de los republicanos con la mafia les salpicasen ¿Qué me dice de lo del alcalde Bill Thompson? Un zorro. Utilizó a Capone para deshacerse de O´Bannion y luego dejó que Ness y los suyos se ocupasen de él. Total para que todo quedase en un tema de Hacienda...no es para estar orgulloso. Hay quien dice que fue algo pactado y que Capone nunca llegó a pisar la cárcel.

Hizo una pequeña pausa. Se había salido del asunto y comenzaba a divagar.

-Bien, volviendo al tema...necesitamos saber si la policía tiene algo más. Quizá el señor Taylor nos pueda ayudar con eso.

Notas de juego

Sí, demócrata. 

¿La carpeta qué contiene?¿Aporta más datos de interés a parte de lo dicho en la descripción de la partida?

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24/03/2020, 19:21
Jerry Thomson

Jerry se había sentado en una de las sillas situadas junto al escritorio con la espalda echada hacia atrás y el tobillo de la pierna derecha apoyado pesadamente sobre la rodilla izquierda. Su ceja izquierda estaba levemente levantada mientras miraba a sus desconocidos compañeros de habitación, evaluando sus gestos y sus palabras. 

-Si aceptamos el caso, ¿quién será nuestro Elliot Ness? -Le preguntó al sheriff, con una ironía traviesa. Y añadió, sonriendo a Taylor. -Supongo que usted es el más adecuado.

Por supuesto que él aceptaría el caso. Tenía que saber qué contenía esa carpeta. Qué clase de asunto ocupaba tantas páginas y podía llevar al sheriff a confrontarse con el alcalde. Eso sí, también parecía que en aquella apuesta O´Donnell no podía perder demasiado. Sencillamente se iba de la lengua y, sin comprometer ningún recurso, podía sentarse en su escritorio para esperar a recibir los frutos. O mirar hacia otro lado cuando fueran sus cabezas las que rodaran. Así que quizás convenía ser un poco prudente, a pesar de la curiosidad que le corroía.

-No querrá que aceptemos sin saber de qué se trata. -Sonreía, y parecía decirlo medio en serio medio en broma. Miró hacia el abogado, que había saltado como un resorte a coger la carpeta, incluso queriendo pasar por encima del agente Taylor. -Podría ser un asunto peligroso, incluso para un abogado. -Rió entre dientes. 

Estando tan cerca del corpulento O´Donell y del estirado Taylor, Thomson parecía un pequeño duende astuto hundido en la silla.

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25/03/2020, 20:16
Martin L. O'Donnell

El sheriff bufó indignado ante la sugerencia de Taylor de compartir la información con el grupo de la policía. Estaba claro que cualquier cosa que tuviera que ver mínimamente con el alcalde de la ciudad le desagradaba hasta lo más profundo de su ser.

-¿Para que después ellos se lleven el mérito y darle a ese incompetente de Burton una baza para la reelección? ¡Ni hablar! - Sentenció. - Los quiero a ustedes en esto.

Más satisfecho estuvo con las palabras de Leverett, el sheriff siempre había podido contar con la familia Saltonstall y sabía que aquella no iba a ser una excepción. Miró a aquel joven con orgullo, como si en ese mismo momento se reafirmara de haber hecho una buena elección al tenerlo en cuenta para aquel asunto. Todo lo que salió después de la boca de Leverett fue música en los oídos del sheriff O'Donnell, incluso pudieron verle asentir la cabeza con una sonrisilla acompañando cada afirmación que el joven letrado pronunciaba sobre el alcalde, Ness y el resto de los republicanos de mala calaña a los que se pudo referir. Él mismo iba a empezar a recordar a algún infame republicano más que hubiera sido protagonista de las crónicas periodísticas afines al partido demócrata, pero Leverett centró el tema y Thomson dedicó una broma que se ganó una mirada de soslayo nada agradable de parte del sheriff.

El señor Taylor es policía de Columbus, afortunadamente no tiene nada que ver con Ness y cualquiera que trabaje para el alcalde. Pero tiene grandes dotes que podrán ser aprovechados en su favor. Como se organicen ustedes me es indiferente, pero espero que estén a mayor altura que ese patán de Ness. -Señaló al informe que les había dejado coger finalmente al retirar su gran zarpa. -Se trata de los asesinatos de los torsos. -Dijo finalmente, desvelando el misterio. -Supongo que todos han oído hablar de él, a menos que hayan estado viviendo bajo una piedra.

Algo removió el estomago de los tres presentes al escuchar aquel nombre con la que la prensa más amarillista había bautizado al terrible caso que copaba las páginas de sucesos de todos los periódicos del país en aquellos días. Incluso algunos habían bautizado al asesino como el Carnicero, debido a la brutalidad y el desmembramiento con el que firmaba sus asesinatos. Diez víctimas se había cobrado hasta aquel momento, y la policía no tenía nada sobre su identidad.

-Obviamente, el archivo que tienen en sus manos no es el del Departamento de Policía de Cleveland. -Algo que al conocer de qué caso se trataba les resultó terriblemente lógico. A pesar de que se trataba de una carpeta bastante gruesa, diez brutales asesinatos tenían que dar para varias cajas de documentos y, lamentablemente, también información privilegiada obtenida por Ness a la que el sheriff no tenía acceso. -Pero contiene todos los documentos públicos del caso. -Al abrir la carpeta pudieron ver que el sheriff no exageraba, dentro de aquella carpeta había gran cantidad de documentación: órdenes emitidas, copias de la historias de los periódicos y los resultados del trabajo de campo previo del departamento del sheriff.

Entre septiembre de 1935 y la fecha actual, el Carnicero había matado a sus víctimas en algún lugar desconocido para después trasladar los restos y dejar los cadáveres en fragmentos para ser descubiertos más tarde. Decapitar y desmembrar a sus víctimas era parte de su modus operandi. Algunos de aquellos cuerpos mostraban enrojecimiento, o parecían resecos y correosos: probablemente signos de un tratamiento químico destinado a eliminar todo rastro de evidencias, como apuntaba el informe preliminar del departamento del sheriff. Algunas de las cabezas de las víctimas habían aparecido cerca del cuerpo, pero otras todavía no habían sido halladas.

Entre los documentos que contenía la carpeta, O'Donnell había adjuntado una hoja de resumen que condensaba toda la información que tenían disponible, y que sirvió para poder centrarse en aquellos momentos. El sheriff no esperó a que terminaran de leerla.

-Además de todo esto tengo una buena pista para ustedes. Hay un garito nocturno de mala muerte en el Bullicioso Tercero llamado Lester's, en el cruce de la 20ª Este con Central. Mis ayudantes, trabajando en otros casos, han descubierto que tres de las víctimas -Edward Andrassy, Flo Polillo y Rose Wallace- eran clientes habituales del Lester's. Hacían compañía a un hombre fuerte llamado Frank, que posteriores indagaciones han identificado como Frank Dolezal, un albañil desempleado y antiguo proxeneta. En 1936 vivía en el 1908 de la avenida Central, a una manzana de distancia de donde se encontró a Flo Polillo. Sin duda es una pista más que jugosa. - Añadió con una sonrisa de satisfacción, ya que aquella pista no la tenían ni Eliot Ness ni ninguno de los suyos, y a juicio del sheriff encarrilaba bastante la faena. - La última dirección conocida de ese andrajoso es el 2941 de la 22ª Este. ¡Hala, ya tienen por donde empezar! -El sheriff O'Donnel se levantó de su butacón y extendió las manos al tiempo que se dirigía la puerta, urgiéndoles a irse como si tuviera otros asuntos que atender y sin dejarles apenas tiempo de hojear los documentos. -¡Manos a la obra, muchachos, no hay tiempo que perder!

Notas de juego

-El archivo servirá como 1 punto de reserva dedicado, en cuanto a los detalles de los asesinatos, que os puede servir como punto extra para gastar en cualquier habilidad de investigación del personaje que lo lleve encima. Además se puede recuperar entre cada escena.

-En la escena Cuaderno de notas tenéis el resumen del informe. En esa escena podéis ir anotando (y os recomiendo hacerlo) todo lo que consideréis relevante para la investigación.

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29/03/2020, 13:53
John Taylor

Taylor asintió enérgico al comisario O'Donnell, y fue el primero en desfilar por la puerta. Sin embargo sus sentimientos eran encontrados. ¿Por qué trabajar junto a un abogado? Supuso que apenas contaría con formación deductiva, y si bien quizá poseía muchas otras habilidades que le eran desconocidas dudaba que alguna de ellas les fuera útil allí a donde iban. ¿Y qué había de aquel otro hombre? Ni siquiera sabía a qué se dedicaba...
Sin dudar ser el único agente de la ley no le reconfortaba

-¿A qué se dedica usted, señor Thomson? -preguntó ya fuera del despacho
En cualquier caso debían prepararse, y ya que tenían una pista seguirla antes de que se enfriara. -Cuanto antes vayamos a la 22º Este mejor, ignoro si conocen el procedimiento policial pero es como solemos trabajar aquí -añadió, por si alguno tenía intención de hacer otra cosa. Para él aquella era su profesión, su vida, y no tenía otra cosa que hacer salvo intentar resolver el caso y salvaguardar las vidas de los ciudadanos de Cleveland

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29/03/2020, 20:25
Jerry Thomson

Jerry Thomson parecía algo pálido. Al salir del despacho del sheriff se aflojó la corbata y se colocó el sombrero, inclinado hacia las alturas. Parecía fatigado por el calor, pero en realidad estaba agitado por lo que acababa de ocurrir y lo que estaba a punto de pasar. En sus tripas se revolvía un temor viscoso como una nausea, que le generaba una palpable resistencia a abrir aquella carpeta y a atravesar el umbral de aquella pesadilla de cuerpos mutilados y putrefactos de forma grotesca. Por un momento, antiguas sinapsis cerebrales se activaron y recorrieron un familiar camino abandonado, en el que su mano se alargaba hasta la pitillera y sus pulmones recibían una fuerte dosis de nicotina y alquitrán.

Miró al policía, parpadeando un par de veces antes de procesar lo que le decía. -Soy Jerry Thomson, redactor del Herald. -Le estrechó la mano. -Le prometo que normalmente no tengo estos malos modales. -Sonrió. Su voz sonaba franca y segura. Parecía un locutor de radio con un par de vasos de whisky entre pecho y espalda.

-Jesús bendito. -Mientras bajaban hacia la calle, quién sabe en qué dirección, aprovechó para meterse un chicle en la boca. -El caso de los torsos. -De los torsos. Torsos.

Había trabajado casi diez años en sucesos, hasta que sencillamente vio algo que comenzó a acompañarle a la cama, a la ducha y a las tranquilas tardes de domingo. Sencillamente, en aquel mundo ocurrían cosas que no estaban bien. Que no encajaban, eran notas disonantes y carcajadas crueles que se reían de la inocencia. Incluso de la inocencia de niñas de 12 años.

Pero allí había una historia. Siempre había pensado que sería imposible pillar a ese hijo de puta, pero, ¿y si no lo fuera? ¿Y si podían cogerle y permitir que le frieran en la silla? Al menos había que intentarlo. La vida de más personas podría estar en juego.

Taylor quería pasar a la acción. Casi patear la puerta y preguntarle a ese Frank... ¿Cómo era? Frank Dolezal. -No sé cómo trabajan ustedes en Columbus pero, francamente, tengo la cabeza echa un lío. Al menos podríamos tomar algo y echarle un vistazo a estos papeles. ¿No cree? -Se rascó la barbilla. -Tengo varias cosas en la cabeza. -Para Thomson, el periodismo era una forma de arqueología en la que era tan importante ser meticuloso como dejarse llevar por el olfato. Pero todo empezaba por documentarse. Esa era la única diferencia entre una historia de mierda y una trama bien hilada.

-Si me acompañan, conozco un lugar donde haces unos sándwiches cojonudos.

 

Notas de juego

Jefe, no he entendido lo de ese punto de reserva.

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29/03/2020, 22:03
Leverett Saltonstall

La mirada preliminar de Leverett no le aclaró mucho más de lo que se podía saber por la prensa. 10 víctimas encontradas en un periodo de 3 años con amputaciones diversas, lo que le había hecho ganarse el sobrenombre del "caso de los torsos". Asintió en cuanto intuyó que se trataba de eso, poco antes de que O´Donell lo dejase caer y varias veces más según fue relatando lo que ya conocía sobre el caso. Necesitaría revisar el dossier con más detalle para ver si podía concluir algo más, aunque no albergaba grandes esperanzas. 

La pista que les proporcionó el Sheriff era bastante más interesante desde el punto de vista de la investigación que cualquier cosa que figurase dentro de aquella carpetilla. Y no,...no había tiempo que perder. O sí...al menos el suficiente para una cena rápida.

-Vayamos a por uno de esos sandwiches. Un Sandwich club nos ayudará a pensar con más claridad. El dossier, me gustaría examinarlo con más calma. Hay detalles que se nos pueden escapar en un estudio superficial y que pueden aflorar si lo miramos con más calma.

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30/03/2020, 09:55
John Taylor

Dos a uno. El joven Taylor asintió quedamente sin decir nada más, y siguió al periodista al santuario de los sandwiches, si bien admitía que su estómago no es que estuviera como para demasiadas alegrías en aquellos momentos. Es posible que sacaran algo en claro, pero ese dossier ya había sido revisado a fondo por varios policías, muchos de ellos formados y expertos en esa clase de delitos, y poco o nada más sacarían de lo ya expuesto. Además estar acostumbrado a esa clase de informes le hacía clasificar la información más fácilmente. Supuso que lo mismo pasaría con el señor Saltonstall con documentación jurídica, que la leería del tirón mientras que para él sonaría a chino mandarín

 

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30/03/2020, 22:32
Director

Siguiendo la sugerencia de Thomson, el grupo se dirigió cargando el grueso archivo hasta el bar mencionado. Allí fueron atendidos por una camarera entrada en los cincuenta que manejaba con asombrosa pericia la varonil habilidad de mantener el cigarrillo pegado en un labio mientras hablaba para tomarles nota. Su carácter agrio y su escasa paciencia cuando tardaban más de un par de segundos en decidirse por un bocadillo u otro acompañaban su feliz presencia. El lugar dejaba bastante que desear en cuanto a limpieza y servicio, no cabía duda, pero Thomson no había exagerado lo más mínimo en cuanto a los bocadillos se refería: con buena pinta, grandes, bien cargados y realmente sabrosos. Acompañados por una guarnición de patatas fritas, como no podía ser de otra manera.

Extendieron el informe sobre la mesa y lo estudiaron a fondo mientras comían. Había numerosas páginas y cantidad de información que les resultaría imposible repasar a fondo si querían empezar con el caso aquella misma noche. Taylor ya había expresado su deseo de ponerse cuanto antes manos a la obra, siguiendo la última pista que les había dado el sheriff, pero sus dos compañeros preferían ser minuciosos.

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30/03/2020, 22:42
Jerry Thomson

-Lo primero que falta es poner un poco de orden en esta jodida carpeta. -Thomson hablaba mientras masticaba un sándwich chorreante de mayonesa. -Así es como las cosas saltan a la vista. -Masculló, casi para sí. Parecía entusiasmado y concentrado con su tarea.

Comenzó a tomar notas en una libreta sin anillas de páginas amarillas. -Por ejemplo, resulta que Andrassy apareció junto a un fiambre putrefacto de alguien no identificado, y que es la única vez en que dos muertos aparecen juntos. En los otros casos, los muertos siempre aparecen solos y cortados por alguien con conocimientos de cómo manejar la carne. ¿Es Frank carnicero en sus ratos libres? 

A medida que anotaba, parecía ir condensando la información. -Por ejemplo, parece que los cuerpos van apareciendo en distintos lugares. Fueron de Kingsbury, al río y ahora a... la avenida superior?

Según esto -señaló con un lápiz. -El asesino suele actuar en verano, entre junio y septiembre. Ahora estamos en agosto...

Miró a sus compañeros de pesquisas. -Lo primero que pinso, es que las víctimas que conocían a Frank eran prostitutas o chaperos. Así que para él podría haber sido muy conveniente deshacerse de ellos y mutilarles para que nadie sospechase de él, y automáticamente pensasen en el asesino de los torsos... ¿Qué opina Taylor?

Trazó una serie de garabatos en el papel resumiendo la información sobre las partes amputadas y ausentes. -Se ve que desde el 36, fecha en la que matan a la vícitma 7, el asesino, suponiendo que sea el mismo tío, empieza a desmembrar, decapitar. Al final, los cortes se hacen más erráticos... ¿Podría ser una evolución?

-En fin. Creo que antes de ver a Frank podríamos echar un vistazo por ese bar. Y me gustaría echar un vistazo a los periódicos también. ¿Qué opinan, señores? 

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01/04/2020, 16:26
John Taylor

-Si considera que debemos compartimentar el trabajo, estoy de acuerdo -asintió. Posiblemente el señor Thomson tuviera acceso a la hemeroteca de su periódico, o a registros archivados al respecto. Ignoraba hasta qué punto una información tan sesgada podría ayudarles, pero es posible que la tarea de investigación de los reporteros pudiera darles algo extra. Nunca estaba de más probar suerte

-Iré a indagar al barrio del tal Frank, a ver qué encuentro. Daré unas vueltas por la zona haciéndome al lugar, y cuando quieran podemos vernos en la entrada de su casa -no es que fuera precisamente el mejor lugar del mundo para pasearse, pero consideraba oportuno no sólo entender el entorno directo de Frank sino también el que estaba a su alrededor. Si el asesino se movía por aquella zona es porque pasaría desapercibido entre ellos, y eso indicaba una procedencia social, o al menos estar habituado a ella

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03/04/2020, 19:56
Leverett Saltonstall

Leverett se frotó los ojos luego de consultar el dossier. En una pequeña libreta había estado haciendo sus propias anotaciones, cuentas...pero al cabo de un rato, miró a sus compañeros, desalentado.

Thompson intentaba hacer un estudio analítico de los datos, haciendo uso de sus habilidades como detective. 

-Ha sido un análisis muy detallado. Un esfuerzo encomiable al que poco tengo que aportar. Bueno,...los primeros casos que se asocian son de 1923; el último, de 1938. Nuestro asesino parece haber estado asesinando gente desde hace más de 15 años. Lo cierto es que los datos aportados en el dossier son bastante escuetos. Por lo visto el que realizó los informes era bastante menos meticuloso que usted. Sería interesante saber la antigüedad de los cuerpos de 1923 ¿Quizá se tratase de un "depósito de cuerpos" improvisado por el asesino para ocultarlos? Esto podría extender los asesinatos años atrás en el tiempo.

Suspiró ante lo inútil de esta reflexión. 

-A la hora de intentar buscar un patrón, coincido con usted. Las víctimas cuyas ocupaciones aparecen identificadas son personas de dudosa reputación; prostitutas, chaperos y el hecho de que al menos tres de ellos frecuentaran un lugar como el Lester´s no hace más que confirmarlo. No parece descabellado pensar que el resto frecuentaran también ese local. Posibles clientes, chulos,...pero los asesinatos se producen durante un periodo demasiado largo de tiempo como para pensar en un ajuste de cuentas ¿Estamos detrás de un asesino moralista? Pensé que quizá las mutilaciones podrían seguir un patrón, pero no lo encuentro, salvo por la pista que nos adelantó O´Donell.

Tiró el bolígrafo sobre la mesa con franco desánimo.

-No sé, caballeros. Soy abogado, no investigador. No soy capaz de extraer nada más que conjeturas de este informe, que podrían ser tan plausibles como cualquiera otra...visto lo cual, creo que deberíamos ir directamente a entrevistarnos con Frank, pero si lo estiman conveniente, investiguemos primero. Con  discreción, por favor. No nos interesa poner al asesino sobreaviso de que vamos detrás de él. 

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06/04/2020, 14:31
Director

Para cuando se terminaron los deliciosos bocadillos todavía les quedaba más de medio dossier por analizar, y eso que no se trataba del archivo del caso que debía tener la policía. Habían tenido que tener cuidado de no pringar los documentos con grasa y aún así no pudieron evitar que alguna mancha de mayonesa salpicara algún papel. Analizaron con detalle el resto de la documentación, centrándose especialmente en la hoja donde se detallaban las circunstancias en que se habían encontrado a las diferentes victimas. Hicieron sus propias anotaciones y destacaron y comentaron algún detalle que les había llamado la atención mientras la camarera les rellenaba las tazas con más café y les miraba como si fueran bichos raros. Finalmente llegaron a la conclusión de que la mejor manera de empezar era haciéndole una visita al Lester´s. 

Cuando salieron al exterior del local ya comenzaba a anochecer, podían sentir el dolor de cabeza tras estudiar con tanto detenimiento los documentos y la sensación abrumadora de que había demasiado que abarcar en todo el asunto. Tomaron un auto y se dirigieron hacía la taberna de Lester, siguiendo las indicaciones que les había facilitado el sheriff O'Donell. Tuvieron que cruzar el infierno industrial de los Flats y adentrarse en las calles sucias y corruptas del Bullicioso Tercero para llegar a su destino. Allí, las prostitutas y los vendedores de drogas no se andaban con remilgos e invadían cada esquina de las calles ocupándose de sus respectivos oficios mientras los pocos policías que patrullaban la zona hacían la vista gorda y se llevaban al bolsillo su parte. El descaro y la normalidad con la que aquello se producía llegaba a ser insultante. Las casas de las barriadas se arremolinaban unas con otras dejando apenas espacio entre ellas y los edificios de apartamentos de una única habitación surgían como colmenas conforme se adentraban en el distrito. Los callejones que los separaban parecían el lugar idóneo para todo tipo de actividades delictivas. En los bajos de dichos edificios había todo tipo de locales, pero sobre todo bares donde los vecinos del Tercero podían ahogar sus penas tras largas jornadas en las pestilentes factorías de los Flats o tras complementar su escasa paga con alguna actividad ilícita.

Entre todos aquellos garitos estaba el Lester's, diferenciándose de los demás únicamente por un cartelucho que colgaba sobre la puerta ligeramente inclinado. Aparcaron al otro lado de la calle y la atravesaron hacía el local, en cuanto cruzaron la puerta que daba acceso al Lester's sintieron como todas las miradas se dirigían hacía ellos y les observaban, en parte sorprendidos por su presencia allí y en parte asqueados de verles. No obstante, aquello duró aproximadamente dos segundos, el tiempo que cada uno tardó en volver a sus propios asuntos, que implicaban contemplar como sus infelices penas se ahogaban en el fondo del vaso. El grupo estaba tan fuera de lugar en aquel tugurio de mala muerte como cualquiera de los andrajosos que componían su clientela en una de las fiestas de la alta sociedad de Cleveland, y es que el lugar estaba repleto de solitarios desesperados: amputados, vagabundos, vendedores de lápices ciegos y prostitutas envejecidas. Olía a una mezcla de alcohol de alta graduación mal destilado y degradación humana.

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08/04/2020, 06:33
Leverett Saltonstall

Era la primera vez en su vida que Leverett se dejaba caer por aquella zona de la ciudad. Y el hacerlo le hizo comprender que preferiría haber pasado el resto de su vida sin visitarla. No era solo la sensación de inseguridad, ni la recelosa mirada de aquellos que la frecuentaban, no era solo el hedor que subía desde las alcantarillas y de los oscuros callejones. La inmundicia y la miseria campaba a sus anchas en aquel lugar. Si visitar aquel lugar le resultaba desagradable, no podía imaginarse siquiera lo que sería vivir allí. 

El Lester´s prometía ser todo lo que se hubieran imaginado y mucho más. O mucho menos. Un lugar que no visitaría en su vida por gusto

Miró a sus compañeros y se encogió de hombros. 

-Bien, entremos...no hay porque prolongar esto más de lo estrictamente necesario-.

Y dicho esto se dirigió a la puerta del local.