Partida Rol por web

Entre todo el trajín, corrísteis durante la noche. Pronto el día volvería a ser visible en aquel espacio alejado del mundo.

Corrísteis en la dirección que seguíais, alejándoos de aquella carnicería indígena que os había asaltado. Vuestra meta era la luz, en la cual estaba el campamento de los otros naúfragos, los del "Flor de Amsterdam". Quedaban unas pequeñas colinas. Ahora la vegetación del suelo era escasa, y existían pocos árboles; por contra, la roca se hacía presente a medida que subíais en altura, hasta que ya vísteis pocos árboles en el terreno.

La luz era cegadora, cada vez más, ¡mucho más!, ya que estábais a punto de llegar a ella.

Subíais.

Avanzábais.

Corríais sin descanso...

Después de permanecer huyendo durante toda la noche, llegásteis a la cima. Era el lugar más alto de la isla, desde donde se podía comprobar a ciencia cierta vuestro naufragio en una isla, y no en otro tipo de terreno. El paraje que se divisaba era hermoso, muy hermoso, pero aterrador a la vez, ya que comprobásteis que a lo lejos, allá donde se perdía la vista por el horizonte, exístían mares y océanos... y nada más.

Aún con los ojos entrecerrados y con vuestras manos en altos para divisar un ápice de dónde pisábais, os dísteis cuenta de que la luz inmesa procedía de un antiquisimo complejo de edificios de piedra derruidos, en el que en su parte más alta existía una especie de templo (imagen de arriba). La luz era provocada por un extraño artilugio plateado estratégicamente colocado en la cima de dicho templo (que tenía pinta de ser indígena), y que recogía la luz del sol para expulsarla en todas direcciones, por medio de pequeñas, pero numerosísimas pantallas de luz reflectantes. Jamás habíais visto un objeto parecido.

Cerca del templo había unas cuantas casas. En realidad no eran refugios como tal, sino antiguas viviendas presas del abandono, cada una on tres paredes, las cuales la vegetación había hecho presa a sus muros. En el centro de una de las casas, existía una gran pila de calaveras.

Pero no estábais solos allí; también estaban el resto de la tripulación del Flor de Amsterdam (en total unas 12 personas armadas). Ninguno de ellos parecía ostentar un rango mayor que marinero. Sus intenciones no parecía hostiles, aunque si cautelosas.

Al veros, y sin ninguna intención de atacar, os apuntaron:

¿¡Eh!? -dijo uno de ellos mientras levantaba su arma ¿Quiénes sois? ¡Hablad!

Somos naufragos al igual que vosotros. Acababamos de encontrarnos con Philip de vuestra tripulacion y hemos visto sin poder hacer apenas nada como un gran numero de indigenas acababa con ellos. Hemos salido corriendo y hemos llegado aqui.

Digo atropelladamente para evitar otro cruce de disparos.

Las acciones de Henrik confirmaban las palabras de Robert, puesto que venia jadeando de la carrera y no dejaba de mirar hacía atrás algo asustado. Sin duda parece que se habían metido en algún tipo de pelea. Enfundo su alfanje en el cinto y se acerco con una mano levantada en símbolo de paz.

- Exacto - dice ante las palabras de Robert. De reojo Henrik observaba la construcción y el origen de la luz.

- Vimos ese resplandor desde la playa y vinimos aqui para saber que es y para ver si había alguna manera de salir de esta maldita isla. ¿Qué demonios es eso? - dice señalando los cristales.

 Davy se mostro delante de todos, 

Soy Davy Jones y esta es lo que queda de la tripulacion que estaba en nuestro barco. Baja tu arma, no ganarias nada matandome y desperciarias una preciada municion. No somos indigenas come hombres. Nos cruzamos con Rotterdam y su gente y tuvimos una pequeña charla sobre que pasaba en la isla pero sufrimos un ataque de indigenas. Desafortunadamente solo nosotros logramos sobrevivir. Estamos perdidos. Tratando de sobrevivir en este entorno. 

Exclame narrando un pequeño resumen rapidamente.

-¡Corréis peligro! ¡Esos indígenas están locos! Os atacarán...debéis prepararos. . Zúñiga habla con fatiga y medio encorvado, sujetándose la herida que tiene bajo la clavícula izquierda. Ha perdido gran parte de su energía y no parece tener ganas de mostrarse irónico. -¡Os atacarán!

Mientras los otros hablan, se acerca a Arthur y le susurra algo al oído.

-Antes mencionasteis a una tal Caroline...¿Por qué?

Aguarda esperando la respuesta, con una mueca de dolor en la cara.

Fatigado de correr y con el rostro más pálido de lo normal, apenas articulo un 'somismo tras las palabras de Robert. Como estoy desarmado y que te disparen es un rollo porque has de huir y huyendo te cansas, intento parecer lo más amigable posible con los extraños.

Cuando Gonzalo se me acerca a preguntar he de hacer un poco de memoria. Eso... (respiración para recuperar el aliento) es parte de una historia vudu que oi (respiración) hace tiempo en la que (respiración) le decían eso a una niña para salvarla...

Ante las palabras de Zúñiga se alertaron. Con Phillip y su patrulla muertas corrían grave peligro, pues no hace mucho que habían salido para hacer la guardia... Ante la explicación de Davy y Thorenham se calmaron un poco más.

Pues eso es un templo de indios, -le dijeron a Henrik- ¿que más te puedo decir? Jamás vi ese artilugio, es increíble cómo lanza la luz a decenas de millas!

Otro de ellos preguntó en general:

¿Tenéis armas?, En las noches oímos rugidos tenebrosos, por eso sólo patrullamos de día... los rumores eran , cuando estaba el resto de nuestra tripulación, que había hombres isleños que comían animales crudos y mataban bestias salvajes con sus propias manos...

Se acerco a Gonzalo y cogió un brazo de él para así pasárselo por el cuello y hacerle de apoyo, cuando con un trozo de tela que arranco de su falda le tapo la herida con la mano libre, parecía bastante preocupada por él.

Le susurro -Ya veras como sales de esta, estoy yo aquí, no?- le guiño tratando de no mostrar demasiada preocupación era una pirata, no podía mostrarse débil. No añadió nada a lo que ya decían los otros, pues parecía más que suficiente.

Tras la carrera durante toda la noche, me sentia totalmente agotada, finalmente llegamos al campamento y vemos a todos esos marineros defendiendo la ciudad en ruinas.

Mi cuerpo ya no podia más, y me caí al suelo sin poderme mover ni un solo milímitro mientras conversavan mis compañeros con aquellos tipos.

Larisha.

Corro hasta mi compañera y trato de mirar como esta.

Estas bien?.

Cuando veo que solo esta exhausta me tranquilizo un poco y  reparo en mi cansancio y dolor como si fuese un acto reflejo por verlo en los demas.

Tranquila aqui podremos descansar un rato.

 Bueno no son rumores los hemos confirmado estos ojos los han visto. Y tambien matan humanos para comerselos. Basicamente son canibales

Exclame con calma mientras buscaba un lugar para sentarme y recargar mis cuatro pistolas.

Ante la pregunta del naufrago y habiendo recuperado un poco el aliento (pero no el color del rostro), suspiro y digo No, no todos tenemos armas. Algunos de los nuestros tienen, pero el resto estamos indefensos, más allá de nuestros cuchillos (algunos más largos que otros) y las piernas para huir... y, aunque estoy convencido de que no será así, decido probar suerte con una pizca de esperanza en la voz No os sobrará alguna, ¿verdad?

Mientras contesto, voy revisando el extraño artilugio luminoso, buscando alguna pista de su utilidad original y su modo de funcionamiento...

Zúñiga mira a Teresa y sonríe de medio lado, con cara de bobo. -Joder Teresa, si no fuera por ti... Sigue los movimientos de la pirata cuando se arranca el trozo de falda. -Por fin te quitas ropa para mí. Se ríe pero enseguida se encoge de dolor. Parece que no ha sido muy buena idea reirse porque la herida de la pierna se abre de nuevo. -Ay, esta isla es jodida.

-Oye, haced caso a Arthur. Es feo de cojones, pero siempre dice cosas sensatas. Se gira y se queda mirando a Davy, que recarga en ese momento las cuatro pistolas. -Davy, pásate una pistola o no podrás con todas. Le guiña el ojo derecho. -Te invitaré a un poco de grog cuando salgamos de esta isla.

caníbales! -pensó uno de ellos al escuchar esa palabra.

Ante la pregunta de Arthur acerca de las armas, otro de los marinos se quedó indiferente: estamos en la misma situación. Contamos con el material justo para nosotros... tendremos que protegernos haciendo por lo menos piña...

Luego hizo un descanso.

Nuestro capitán está en ese templo; ahí dentro lleva más de 3 horas. Pese a que es estrecho no ha salido ni para beber. En cuanto lo haga os presentaremos y nos dirá qué hacer, nos guiará. Él siempre sabe cómo sacarnos de estos embrollos...

 Me alzo y arrojo una pistola a Zuñiga. Sabes usar eso?

digo con calma. Mirando fascinantemente la pistola que le habia entregado. Por alguna razon Davy siempre habia sido un amante de las armas de fuego.

Saco otra de mi bolsillo y se la doy a Arthur. Siempre habiamos tenido nuestras diferencias. Pero si no nos uniamos Moririamos solos.

Que te aproveche. 

Dije con calma. 

 Os molesta si hecho un vistazo a su capitan? 

Exclame friamente luego de unos momentos a la persona que nos habia atendido.