Partida Rol por web

Salís de la posada y siguiendo el mapa que os dieron, recorreréis el mismo camino que se supone que hizo la novia al salir de la boda. El trayecto parece bien elegido, calles anchas pero no demasiado principales por lo que se puede andar tranquilamente, pero con demasiados testigos como para intentar un ataque sin ser visto.

Kris sale a la calle observando las calles. Sin embargo, empieza a recordar la forma del oni. Quien tuviera unos buenos cuernos de Oni...

Ammm...las calles de las ciudades siempre me parecen fascinantes. Llenas de gente, llenas de objetos, llenas de detalles que observar y secretos que descubrir. Y sin duda alguna las calles de esta ciudad, con las mezclas de culturas, tienen un añadido.

Desde niño me ha gustado moverme por las ciudades y quedarme absorto en mis pensamientos mientras camino sin rumbo fijo, aunque en esta ocasión es distinto, ya que la tarea que tenemos entre manos me obliga a buscar detalles para intentar averiguar que es lo que ha podido pasar.

-Sin duda alguna alguien ha tenido que ver algo...tal vez todos lo hayan visto y ninguno lo quiera decir ¿deberíamos preguntar tal vez? no...es demasiado pronto para las preguntas, espantaríamos a la gente, es mejor pillas desprevenidos a los que hayan tenido algo que ver...¿qué fruta será esa? tiene pinta de ser dulce y blanda, tal vez como un melocotón.

Cuando me doy cuenta de la situación sonrío levemente. Formamos un grupo llamativo sin duda alguna así que todas mis ideas de pillar por sorpresa a cualquiera que tenga que ver me resultan irrisorias en un instante.

-Deberíamos ser más directos...ro en seco

Me paro en seco y me acerco al hombre que porta una gran cesta llena de fruta.

-Disculpe...¿son melocotones? 

Seguís avanzando por las calles hasta que llegáis a una zona más estrecha, al parecer no había otra forma de continuar sin dar demasiado rodeo, veis que es el mejor lugar para realizar un ataque en todo el recorrido.

Mientras Decland habla con un transeúnte preguntándole por unos melocotones, Kayne observa en un callejón, fuera del recorrido, a un hombre tumbado y medio oculto que lleva las ropas de un guardia de Yoshida.

Kayne para en seco y se hace visera con la mano para poder observar mejor el pasillo. Después toca el brazo de la persona que tuviera más cerca y chista al resto.

-Eso es un hombre, ¿Verdad?-Pregunta en voz baja.

Sus ojos, azules como el cielo, parecen brillar con curiosidad mientras se adentra cuidadosamente en el callejón. Deslizándose más que andando, llega hasta el hombre y, antes de tocarlo, le examina de arriba a abajo.

Valeria entra en el callejón detrás de Kaine, llevándose la mano a la empuñadura del estoque por si hubiese que usarlo. Esta vez, sus botas no hacen ningún ruido.

-¿No son melocotones? No, ya, me había percatado pero ¿qué son? tal vez debería probar algun...

Al darme cuenta de los movimientos de mis compañeros pierdo el hilo de lo que estaba diciendo ignorando por completo a mi interlocutor.

¿Qué es lo que habrán visto?

-Disculpeme...- digo después de dar un par de pasos alejandome del hombre de la fruta y avanzando hacia el callejón. Una vez llego a las cercanías de Kayne y Valeria me percato de lo que están observando.

-¿Está muerto Kayne?- pregunto con algo de curiosidad mientras echo un vistazo al callejón por si veo que tiene alguna salida o similar- Avisemos a la guardia para que se lo lleven, así el señor...mmm...¿cómo se llamaba?- me pregunto a mi mismo- ¡Yoshida!, eso es, así el señor Yoshida tendrá información de nuestros avances sin que tengamos que movernos.

Pego un resoplido irritado ante el desvio de mis compañeros, pero al ver el hombre tirado ahi mi expresión se vuelve seria, al instante  me planto en frente del callejon tapando la visión de la gente  que pase por alli y dirijiendo una mirada intimidatoria a todos aquellos curiosos.

-Deberíamos buscar algún rastro. Si este hombre está muerto... Cómo ha muerto. Donde están los demás...

Erikand observa el lugar con esmero. Quería encontrar entradas y salidas. Desde ventanas de un quinto piso, hasta cloacas debajo de la maltrecha rueda de un carro. Lo que fuera. Quería saber por dónde habían podido salir esa gente con una novia.

Kayne entrecierra los ojos, intentando descubrir si aquel hombre estaba vivo, muerto o simplemente dormido.

El hombre está claramente vivo, veis como respira. Aparentemente esta inconsciente, observáis que tiene un golpe en la nuca, no veis mas signo de violencia o combate en el cuerpo o las ropas del guardia. Parece que le movieron y le escondieron aquí para que no le vieran.

-¡Eh! Este hombre está vivo...

Cogiendo un palo largo, Kayne le dio un par de golpecitos para ver si reaccionaba.

El hombre se despierta y parece bastante desorientado. - ¡Ah! dios mi cabeza. - Dice mientras se toca la parte de atrás de la cabeza. - ¿pero qué? ¿Quiénes sois vosotros? ¿Donde está la señorita Yoshida? - Balbucea mientras intenta torpemente ponerse en pie.

Valeria mira con curiosidad al hombre

- Eso nos gustaría saber a nosotros

Kris se agacha y ayuda al hombre a ponerse de pie de un estirón.

- Realmente nos importa una mierda quién eres. Pero sí que nos interesa saber porqué estas aquí  y dónde esta la señorita mientras su guardia personal se dedica a dormir la mona. - Kris tenia un semblante realmente duro, que el guardia estuviese inconsciente debía significar que, o bien había sido alguien de una destreza y habilidades inhumanas, o había vuelto a actuar el mismo mago que antes, con algún cojuro de sueño, o algo similar. La idea no era del todo descabellada así que mientras el soldado contestaba a las preguntas(o no). Kris se dedicaría a buscar algún tipo de conjuro o restos de conjuro. A ver si podía discernir si venían del mismo sujeto.

Kayne miró a Kris sin expresión. ¿Hacía falta comportarse así? Bastante confundido estaría el hombre como para confundirlo aún más.

No dijo nada y esperó a que el supuesto guardia contestase antes de empezar con el interrogatorio.

El hombre os mira extrañado ante el grupo que tiene ante él, parece ignorar la ofensa de Kris, o puede que ni se diese cuenta. Ya de pie parece que se va reponiendo. - Salimos de la carpa y nos dirigíamos a una localización secreta, yo iba el primero, de pronto sentí un golpe por detrás en la cabeza y quede inconsciente, lo siguiente que recuerdo es a vosotros despertándome. ¿Quiénes sois? - Os dice con un gesto interrogativo.