Partida Rol por web

Kayne cogió un cuchillo y comenzó a escarbar en la mesa con nerviosismo.

-¿Y si vamos a hablar con el grupo que nos queda?-Su voz sonaba incluso más gutural que de costumbre-Es lo único que podemos hacer. Si no encontramos nada...tendremos que ingeniarnoslas para subir a ese zepelin.

- O encontrarlas antes de que suba al zepelin. Os recuerdo que la entrada del zepelin es muy cara, más nos valdría encontrarlas antes. Os acompañaré. Después, si no las encontramos, haré una compras e iré a dormir, mañana debemos estar despejados y despiertos pronto. Es más, no se si deberíamos ir esta noche ya a hacer guardia.

Kris ya pensaba en el mañana. Pues las chicas habían demostrado ser bastante escurridizas.

Valeria asintió

- Ok chicos, vosotros id a hablar con el grupo que nos queda. Yo voy a dar una vuelta por la ciudad, a ver si oigo algo por el mercado y de paso ver si me puedo sacar un dinero extra

Dejando a Valeria sola por petición suya os dirigís a ver al último grupo que os queda. Llegáis a la taberna y empezáis a preguntar por el grupo y por las dos mujeres. Al parecer sí que se siguen hospedando aquí por lo que al poco tiempo las veis pero cuando vais hacia ellas un hombre os corta el paso y veis otros tres que también se levantan de sus asientos.

Saludos caballeros, creo que nos están buscando, ¿puedo ayudarles en algo? - Aunque os habla de manera formal algo en su mirada os revela que no esta cómodo con esta conversación. Tanto él como los otros tres como la guardaespaldas van armados.

Decides salir a dar una vuelta por la ciudad esperando la llegada del informante de Melissa, al cabo de unas horas un hombre se presenta ante ti diciendo que le envía Melissa y que tiene la información que necesitas. Después de repetirte su nombre en varias ocasiones y de decirte que te asegures de que Melissa sepa que fue él quien te dio la información te comenta el lugar donde se encuentran las dos mujeres.

Tú no puedes creer tu mala suerte, al parecer el grupo que buscabas es justo al que han ido hace un rato tus amigos a ver.

Después de dar las gracias al informador, Valeria corrió a toda prisa hacia el lugar donde supuestamente se encontraban las dos mujeres. Tenía que darse prisa; sus compañeros le llevaban ventaja, y si había un enfrentamiento las cosas podrían complicarse demasiado.

Sonrio ante las palabras del hombre.

-Vaya, pues sí, podríanos ayudarnos. Estamos buscando a dos mujeres son más o menos- comienzo a hacer gestos con las manos intentando describir su estatura y "forma"- bueno, ya me entiende.

Sin avanzar ni un apice del lado de mis compañeros, me muestro desarmado abriendo levemente la chaqueta que llevo.

-Solo buscamos a las dos mujeres y mi consejo es que haga caso a mi gran amigo- digo señalando a Kris - mientras me pongo algo más serio-No queremos ningún mal para nadie...- pero te garantizo un gran mal si no te apartas.

La posibilidad del combate, en ocasiones, saca un lado peculiar en mi persona...y tal vez esta sea una de esas ocasiones.

Kris se queda un poco extrañado al ver al grupo. Es un grupo numeroso, les superan en número ellos son 4 y con la guardaespaldas 5, y van armados. En estos momentos ellos eran 4, y Kris ni siquiera era un mercenario real. Pero eso nunca ha sido un impedimento para Kris. Es un hombre grande y casi siempre le ha bastado con hacer una mirada dura para que los matones se acobardasen. Pero estos no son matones. Piensa. Sería mejor hablar clara y directamente, que vean que no tengamos miedo de ellos? O sería prudente que no supieran lo que andamos buscando? Esa última opción era bastante inútil, pensó, ya sabían que buscaban algo, y sabían lo que era.

-Claro que puede - digo mirando a Pieter- Siéntate y no te interpongas y nos ayudarás. Muchas gracias. - finalizo con una sonrisa.

Kayne mira a las dos mujeres con una chispa de emoción en los ojos. Por fin las habían encontrado. Dejó al resto hablar mientras no les quitaba el ojo de encima.

Al ver a las mujeres avanzo a paso decidido hasta ellas hasta que nos detienen. Me paro  lo justo para decirle sin tapujos:

---Quitate del medio, tenemos un trabajo que cumplir con esas dos.- digo con tono brusco y nada bueno mientras señalo con la cabeza a las mujeres.

La atención de la taberna empieza a centrarse sobre vuestro grupo, algunos de los parroquianos salen de la taberna preocupados por lo que pueda pasar, mientras que el tabernero se pregunta si finalmente habrá un combate y como quedara su negocio después de eso

A Pieter y sus hombres se les ve nervioso, sus hombres acercan las manos a sus armas y aunque Pieter parece mantener mas la calma claramente no le gusta esta situación y no está seguro de como terminara.

Antes de apartarme me gustaría saber para qué quieren hablar con mi mujer cuatro hombres armados.

El tipo aguanta estoicamente la posición ante mis dos grandes compañeros, lo cual indica que su cometido le afecta en gran medida, ya que si solo fuera un poco de dinero.

-Verá- intento decir buscando línea de visión entre tanto cuerpo (ya que me he quedado tras ellos)-lo único que queremos, es advertir a la Señorita Yoshida, al parecer su padre ha mandado a un grupo de mercenarios en su búsqueda y no sé cuánto tiempo tardarán en encontrarla...

Dicho esto vuelvo a mi posición algo confuso ya que lo del grupo de mercenarios es algo que me suena mucho. Intento hacer algo de memoria antes de volver a hablar

-¿Cuál de ellas es SU mujer?  pregunto enarcando una ceja mientras con el bastón señalo a las mujeres.

La ola había bajado y los ánimos se habían calmado un poco, pero pronto subiría sin duda alguna...en el momento en el que alguien volviera a tensar la cuerda del combate...

Pieter sigue nervioso por la situación pero aun así mantiene el tipo. - Muy bien, no se preocupen, si encuentro a esa tal señorita Yoshida, la avisare de que un grupo de mercenarios esta tras ella.

Mi mujer es esa. - Dice señalando claramente a la señorita Yoshida. - Y ahora, si hemos terminado, me gustaría que nos dejasen tranquilos. Que tengan ustedes un buen día.

El resto de los hombres, así como de las dos mujeres siguen tensos y atentos a vosotros. La señorita Yoshida ni siquiera os mira.

En cuanto Pieter pronunció aquellas últimas palabras, se pudo notar como la cara de Kris se encendía. No es que fuese de gatillo fácil, pero...

- Te estás burlando de nosotros? - a Kris se le notaba claramente enfadado, y se gira hacia Decland, después hacia Shalash y sin llegar a comprenderlo, le pregunta a éste último.- Nos está diciendo que no quiere problemas y se burla de nosotros?

Sin embargo, después de esto levanta sus cejas. Quienquiera que fuese el que ayudó a escapar a la señorita Yoshida, había invocado un Oni. No, no lo había invocado, desapareció sin dejar rastro, por lo que no era un invocador. Se trataba de un ilusionista. Si estaban delante de ellos, muy capaz era de haber conjurado un conjuro de ilusión. Si esas dos mujeres eran guardias o lugareños, se meterían en un buen problema.

Kris se tranquiliza y se concentra. Se concentra todo lo que puede en buscar si hay algún conjuro o algo de magia en el lugar. Para los demás, con respiraciones largas y profundas, parece que se esté intentando calmar para no hacer nada.