Partida Rol por web

---Ya veremos, nunca se sabe los reverses del desti...-me cayo cuando Kayne se quita la mascara y sin venir a cuento me da un beso, me pilla con la guardia baja y no sé que hacer, el primer impulso es apartarlo bruscamente, pero no lo hago, veo como se despide como si nada hubiese pasado.

---Hasta mañana -murmuro  mientras Kayne sale de la habitación

Después de pasar gran parte de la noche en vela, Decland se encuentra fresco como una rosa.

-Un buen baño al amanecer hace que cualquiera se sienta como nuevo.

Me encuentro con Kris. Parece algo decepcionado por el resultado de la rotura del grupo, pero no hay por qué preocuparse.

-Bueno amigo- digo situándome junto a él- nos hemos quedado solos, pero no te preocupes, nos irá bien.

Recojo algunas de las cosas e informo al posadero de que regresaremos después a por el resto de nuestras pertenencias.

-Vayamos al zepelín cuanto antes si, las chicas esas no deben escaparse...bueno, o si ¿solo vamos a ver como suben verdad?...si, eso es...ver si suben para informar a su marido...digoo padre...

Por la mañana temprano con sueño y sin vuestros compañeros os dirigís al lugar desde donde parte el Zepelín. Aunque aún no se puede subir en el ya está en tierra y su visión os deja asombrados, tan grande o más que un barco y aun así dicen que es capaz de volar y a una velocidad más que decente, os parece fruto de la magia más que de la ciencia que pueda existir algo así.

Esperáis pacientemente y poco a poco empieza a llegar la gente y dejan subir a los primeros pasajeros, podéis observar que hay dos colas una para la gente rica y otra para gente con menos recursos, aunque nadie parece realmente pobre, lo que no os extraña teniendo en cuenta el precio de los billetes. Unos guardias comprueban los billetes de los pasajeros antes de dejarlos subir a bordo.

No mucho después de que se abriese el acceso al Zepelín veis llegar a la señorita Yoshida acompañada de Pieter, su guardaespaldas y el resto del grupo, se han percatado de vuestra presencia, no es difícil, pero parece que os ignoran.

---Bien- digo levantandome y cogiendo de la mochila- ¿ A donde vamos?

Valeria miró extrañada a Shalash

- ¿Ah, pero que queires venir?

Alzo una ceja como si levantarse antes que ella y una mochila a su lado no significase nada.

--- Pensé que la situación lo aclaraba todo... iremos contigo

Kayne apareció junto a ellos con su mochila al hombro.

-Tengo hambre. ¿Desayunamos antes de irnos?

Valeria sonrió, recuperando su habitual semblante alegre. Saber que no estaba sola le había alegrado más de lo esperado.

- Vaya, no me esperaba que vosotros... Quiero decir, ¡gracias!

Se volvió hacia Kayne

- Tenía pensado parar por la posada donde está alojada Nekane, para despedirme. Podemos desayunar allí.

Kayne arrugó los ojos, sonriendo.

-Perfecto.

Asiento

---me parece bien, desayunaremos ahi y mientras discutiremos nuestro proximo destino- digo comenzando a caminar hacia el exterior y poniendo rumbo a la posada donde se alojaba Nekane.

Kris observa al grupo, no era demasiado difícil entender que ellos dos solos no iban a causar problemas. Así que entiende la nula preocupación de la señorita. Se pregunta si ese tal Pieter le dará lo que necesita. En todo caso, eso sería problema suyo. Y que pasaría con la guardaespaldas y los demás? se subirían también? Quizá salían en su búsqueda.

Kris prefiere asegurarse que todos ellos suben antes de hacer ningún movimiento.

Valeria asintió y salió de la posada. Estaba más animada que el día anterior. En cierta manera, no le gustaba la idea de irse sin despedirse de Kris y Decland, pero le habían decepcionado y prefería no verlos en aquella situación.

Llegáis a la posada de Nekane para descubrir que ya se ha ido, tanto ella como Pieter como Lisa como el resto de acompañantes se fueron hacia un rato, aunque no demasiado. Al parecer se levantaron temprano para ir al Zepelín, querían subir cuanto antes, aunque fuese bastante antes de que el dirigible partiese.

El camarero os cuenta todo esto rápido y claramente con cierto temor, seguramente temiendo que volváis a provocar una pelea en su taberna, en la cual aún quedan vestigios de vuestro anterior enfrentamiento.

- En fin, me hubiese gustado despedirme, pero si ya han salido creo que será mejor que no los molestemos. ¿Desayunamos?

Asiento y me siento en una silla.

---Traigame un buen desayuno- digo mirando al camarero.