Partida Rol por web

Fatigado por el esfuerzo levanta el brazo derecho y sacando la mano de la túnica señala al jinete que se ve en la distancia - Mirad- dice señalando con el dedo - ¡Es ese mal nacido!-

Santo cielo, este demonio es realmente un maldito, ¿como puede hacer cosas como esta a personas inocentes?

Escucho las palabras de Caeron mostrandonos al Jinete.

Perfecto, ahora sabemos donde esta, ubiquemos como sugirió el gigante antes, esta vez le debemos dar con mas fuerza que antes, yo misma espero poder afectarlo con algún golpe.

en la contienda anterior los nervios no me dejaron emplear mi magia, y según lo que dijo Phoe, es posible que mis hechizos le debiliten.

Gracias Remigius... dice el gigante cuando este trata sus heridas y las cura por completo.

Mirad- dice señalando con el dedo - ¡Es ese mal nacido!-

Clobi rapidamente lleva su mirada hacia el lugar donde indica Caeron... Acabemos con el... dice el gigante mientras agarra su arma fuertemente y se encamina hacia el ginete.

Exacto Priscila, atacaremos tal y como habia dicho antes.

Decidido, el gigante se encamina hacia la ubicacion del jinete con la intencion de esperar a que este lo debiliten mediante algun hechizo.

No le va eso de atacar en grupo, es más... de los que hay ahí, la única que le ha conseguido bajar los humos al maldito jinete ha sido ella... aunque les pese.

Los sigue hasta la hacienda y se dispone a atacar, pasando de cualquier plan... prefiere sumergir el mundo en el frío glacial que dejar a ese jinete campar a las anchas... Al ver al jinete, comienza a invocar su magia, como hiciera antes.

Lorine se había marchado sin esperar al resto, pero poco después la habían alcanzado... Justo a tiempo para presenciar la nueva "puesta en escena" de aquel endemoniado jinete. Horror y muerte diseminados por doquier.

La muchacha asiente cuando Clobi toma la palabra y, sin más, toma posición, prepara otra saeta y apunta mientras espera el momento de atacar. Concéntrate.

Al ver como todos comienzan a tomar posición, decido que es momento de aventurarme y atacar.

sereno mi cuerpo y despejo mi mente, dejo que el poder de la magia recorra mi cuerpo de arriba  abajo hasta llegar a mis manos, Espero que funcione.

junto las palmas y las apunto en dirección del jinete.

Viendo que sus compañeros tomaban posiciones para hacer frente al jinete, Tomás se plantea qué hacer. La disyuntiva entre morir a manos del jinete o esconderse, queda resuelta al pensar en Lorine. Aunque la “protección” de su amiga Prisila frente a la grog le reconforta, esta vez el enemigo está lejos de su alcance y cree que el juego del despiste hacia el jinete puede que esta vez no dé tan buen resultado. O sea, evitar la muerte. Tampoco puede ayudar a sus compañeros con sus visiones ya que parece ser que éstas no le acompañan. ¡Vienen cuando quieren y parece ser que mi concentración no es suficiente para interpretarlas! ¡Maldita sea!. Fortes Fortuna adiuvat!

El maldito estaba en frente para una segunda contienda, todos ya estaban listos y yo me mantenia atento meditando una forma de atacarlo. Ningún hechizo que domine era similar a lo descrito por Phoe, por lo que tuve actuar con lo que tuviera. -Defiendanme espectros merodeantes. Manes exire de terra sua in auxilium convener- dicho esto muevos mis manos hacia arriba y mis ojos se enblanquecen.

Poco a poco todos van tomando sus posiciones y empiezan a atacar al maligno. Clobi asiente con la cabeza viendo que ahora estaban mas organizados que antes y tenian una posibilidad de plantar cara al jinete.

Clobi espera pacientemente su turno de ataque mientras observa lo que ocurre a su alarededor. Cuando ve una oportunidad clara de ataque hace lo propio y arremete con furia contra el jinete.

Apenas había acabado de parchear al ansioso guerrero de la Alianza, cuando este ya se hallaba cargando de nuevo. Remigius suspiró y agrupó los flujos de vis para intentar desarmar al temible jinete.

Nuevamente se encontraban frente al Jinete, Lorine lanzo un virote contra él, pero como anteriormente había pasado, su disparo fallo.

Por su parte Phoe y Priscila hicieron conjuros de elementos contrarios a los del Jinete, entre las dos consiguieron fatigar y herir al jinete y a su caballo. Lo malo es que el conjuro de Phoe habia fatigado también a sus compañeros.

Caeron uso su poder para atraer a los muertos del más allá, al principio no parecia haber funcionado, pero a lo lejos se veia como se acercaba el difunto Jereme, como si estuviera vivo.

Clobi cargo contra el jinete, intentando que el agua que salia a chorros de las manos de Priscila no le diera, golpeo con fuerza al Jinete, dejandolo bastante grave. En el momento en que el jinete iba a golpearlo con su lanza, un conjuro hacía que la mano de este se volviera mas pequeña y rechoncha

Antes de que podais hacer nada el Jinete huye nuevamente, por el otro lado, el contrario del por el que se ha ido, aparecen unos caballos con sus jinetes, que se acercan a vosotros y se paran a una distancia prudente. El que parece estar al mando es un hombre de unos cuarenta años y ataviado con una lóringa de mallas y armado con lanza y escudo, a su lado hay otros tres hombres armados.

- Buenas, mi nombre es Don Guifré, señor de estas tierras. Gracias por enfrentaros a esa maligna criatura. Es una lástima que huyera. Creo que juntos podríamos haber acabado con él de una vez por todas. Pero no comprendo por qué ha vuelto otra vez ni qué quiere de mi

Por qué me fatigo, si he sacado un 29 en la tirada, superando la dificultad del hechizo?

Respirando con dificultad, Caeron hace una semiflexión e inclina la cabeza en señal de respeto

- No hay nada que agradecer, cumplimos con nuestro deber. Esa criatura es resbaladiza , no cabe la menor duda. Por un momento pensé que ya era nuestra, pero... - Caeron niega la cabeza con resentimiento - ¿ ya estuvo antes aquí antes esa criatura  ?- pregunta al Señor sin terminar de entender.

Clobi se muestra satisfecho con el ataque en grupo hacia el jinete que logra debilitarde bastante. Pero un gesto de enfado aparece en su rostro cuando este consigue escapar... ¡¡¡ maldicion !!!... dice visiblemente enojado el gigante.

El gigante ve como unas monturas se acercan a su posicion y uno de ellos se presenta como Don Guifre y atento, escucha todo lo que este dice. Cuando Clobi iba a tomar la palabra se le adelanta su compañero Caeron y deja que este hable. Cuando este deja de hacerlo, Clobi se acerca a Guifré y le pregunta... ¿ Que quiere decir con que ha vuelto otra vez ?¿ a caso conoce al jinete?.

¡Encantado señor Guifré! - dice mientras inclina la cabeza en señal de respeto.

¡Me llamo Tomás y, como puede comprobar,- señala su atuendo-  no me dedico al noble arte de la lucha ni, por desgracia, al de la magia!  -añade Tomás.

Aunque, si usted tuviese alguna información que pudiera resultar interesante...se lo agradecería. ¡Y, añado, que si usted no tuviese la sabiduría necesaria para interpretarla, no le quepa duda alguna de que yo sí la tengo!  ¡No se ofenda!.

Tomás se encuentra aliviado por el cese de la contienda y no olvida que estuvieron a punto de conseguir acabar con el jinete. También sabe que volverá a aparecer y que su valentía volvera a ser probada...y eso le inquieta.

Lorine aúlla entre rabiosa e incrédula cuando el Maldito se aleja. Aúlla y amaga correr en pos de sus llameantes huellas, otra vez. Pero una visión de ultratumba atrapa su atención. Por primera vez, otra cosa que la venganza la envuelve. ¿Jeremé? Trémula, atisba en derredor, nadie parece verlo. ¿Lo imagina quizá? No escucha a los demás, las palabras llegan a sus oídos como el murmullo de la lluvia. Lentamente camina hacia el fantasma (o demonio), el arco tenso... como si una simple saeta pudiera protegerla de las fuerzas del más allá. ¿Jeremé?, musita. 

La magia es una fuerza ignota, y peligrosa. No la comprende, ni pretende hacerlo. Pero... ¿Quién convocó al espíritu de aquel hombre? ¿Cómo? ¿Por qué? Recelosa, se acerca al espectro de su compañero y repite. ¿Jeremé? ¿Eres tú? Quien provocó eso, ¿podrá convocar a otros espíritus? La muchacha traga saliva. Pol... ¿Podrá invocar a su padre también? Un escalofrío recorre su cuerpo. Tantos años ya. Tantos años de añorar su presencia.

Remigius, momentáneamente falto de aliento por el efecto arcano de un compañero, observa a la criatura alejarse en su extravagante montura. "Tendría que haber estudiado más anatomía animal y no centrarme sólo en la humana", piensa mientras recupera el aliento, sintiéndose impotente ante la huida del caballero. Si escapaba, seguiría sembrando el terror en un futuro, y el alma de galeno de Remigius se sentía súbitamente angustiada por el sufrimiento que la criatura podría causar.

Un grupo de caballeros se acercaban, al tiempo que el caballero huía. Su aparente líder se presentó. Sus compañeros lanzaron preguntas al mismo, preguntas que necesitaban respuesta, pero estaban obviando la parte más básica. - Saludos, buen señor. Mi nombre es Remigius, y como bien indican mis compañeros, nos hemos batido en lid contra la criatura. Decís que ha aparecido más veces aquí. Qué recordáis de aquellas veces?

Tomás ve como Lorine grita rabiosamente. ¡Sin duda está disgustada por no haber conseguido derrotar al jinete! -piensa.

Entonces, ésta empieza a correr siguiendo el rastro humeante del enemigo pero, en su alocada carrera, se detiene de golpe. Parece que habla sola y lo primero que piensa es que está enloqueciendo, pero sigue observándola y se da cuenta de que es algo más. ¡Parece impresionada pero, curiosamente, su rostro no refleja ni un atisbo de terror!

Acto seguido, aparece una figura humana que le resulta familiar. Es...pero...si es...¡Jeremé! - murmura.  Sus ojos no creen lo que están viendo. ¡Seguro que es una treta del jinete! ¡Brevis ipsa vita est sed malis fit longior!