Partida Rol por web

Sobrevolando el Océano Atlántico

El pequeño avión de carga sobrevolaba ya el Océano Atlántico. Antes de que Marilyn se metiera en la cabina de pilotaje, había avisado al equipo que harían una escala en Bermudas, para tomar otro avión que les llevaría de vuelta a Nueva York.

La luz del sol ya iluminaba las ventanillas del avión y, por lo menos, todos tenían donde sentarse cómodamente. Serían muchas horas. La adrenalina de los momentos anteriores se había escapado, dejando paso al cansancio debida a la tensión y el trabajo a destajo que habían llevado a cabo los últimos días... por no hablar de la incertidumbre de conocer qué habría pasado después de su huida.

Viajaban de vuelta habiendo cumplido el encargo y Marilyn había asegurado el grial en una maleta blindada, mientras había dirigido toda la operación de salida con un colega suyo que les esperaba en la cabina llamado Nikolai. Un hombre de unos 40 años, callado y que se le veía veterano en aquel tipo de lides.

Desde la parte de atrás del avión, a todos los miembros del equipo les había parecido que la rubia mantenía varias llamadas cortas con diferentes personas, asi como que tecleaba a toda velocidad en una tablet, según ella, para terminar de atar los cabos que faltaban.

Ante las preguntas de Janet, Marilyn había prometido una explicación completa en cuanto estuvieran en aguas internacionales... el momento parecía haber llegado pues hacía ya media hora que sólo veían nubes y agua bajo sus pies.

Pancho se había recostado en uno de los asientos, una vez comprobó que todos estaban bien. Se había preocupado por los rasguños recibidos en la hecatombe provocada por la caída del helicóptero que había cubierto la salida de sus compañeros, pero bastó un gesto de Luna para que no insistiera en sus cuidados.

Aprovechó para tomar una botella de cerveza de una pequeña nevera que ocupaba un lateral del avión y luego se había puesto lo más cómodo posible, mientras una sonrisa grande afloraba bajo el poblado bigote.

-#Andale#... parece que hemos salido de una pieza de pelear con esos #pendejos asquerosos# ¡Les dimos lo suyo!

-Aunque... Eso de la sangre del Cristo... me da qué pensar ¿no creéis? También me da algo de #penita# el señor Butler... o Cartafilus... o como quiera llamarse. Al final el tipo tenía #huevos#. -comentó desde su cómoda postura, dando buenos sorbos a la botella de cerveza.

Por su parte, Janet parecía algo menos relajada. Se había sentado si, y había cogido una botella de agua mineral, pero se mantenía más callada y atenta a los movimientos que ocurrían en la cabina... Cuando estaba en aquella postura, sus compañeros sabían de sobra que la mente de la líder del equipo estaría maquinando un montón de cosas que luego solía compartir con ellos... al menos una vez que las hubiera masticado.

No obstante, ante los comentarios de Pancho, no pudo por menos que suavizar el rostro e incluso sonreir levemente.

-Si... pero nos ha ido de un pelo. En algún momento pensé que os perdía a alguno. Esos bastardos kartoffen seguramente no sabían dónde estaba exactamente el grial, pero si sabían que nosotros lo sabíamos... asi que debieron prepararse para actuar. Lo del sabotaje exterior nos sirvió con la Guardia Suiza, pero ese cabrón de Göering seguro que supo que era el momento de actuar y pillarnos. A veces las cosas tienen sus pros y sus contras. -hizo una pausa y dio un trago de agua- De todas formas, tampoco te de tanta pena nuestro promotor. Viendo todo lo que preparó con Marilyn, parece que tenía muy claro que no saldría del Vaticano... e incluso es posible que lo deseara. -resopló- Sin duda es el trabajito más raro que hemos hecho nunca pero... -miró a todos y cada uno de ellos con sentimiento- no puedo estar más orgullosa de vosotros. Habéis cumplido más que de sobra. Os quiero gente. -comentó guiñando un ojo y ampliando su sonrisa, aunque enseguida volvió a ponerse seria y profesional- Pero estaré más contenta cuando la rubia venga a informarnos de lo que sea que esté haciendo -terminó de decir como si algo la fastidiara.

Jason se había dormido en cuanto el avión había despegado. Demasiadas tiempo durmiendo poco. Demasiadas emociones seguidas. El cerebro le zumbaba, así que se calzó la gorra sobre la cara y se quedó frito.

Tras un tiempo indeterminado, escuchó el ruido de casquillos de bala golpeando el suelo y se despertó sobresaltado, clavando los dedos en los reposabrazos del asiento y mirando al rededor con los ojos como platos. Pronto comprendió que el tintineo que le había despertado había sido producido por las botellas que Pancho había manipulado y su corazón empezó a calmarse.

Volvió a relajarse y a apoyó su espalda en el asiento mientras escuchaba las palabras de sus compañeros.

- Ha sido flipante - dijo exhibiendo una media sonrisa.

La emoción y la adrenalina habían desaparecido al llegar a un sitio seguro. Tras aquella alocada carrera con Jason y Arthur, y con el corazón latiendo a mil, Luna estaba agotada, como no lo había estado nunca antes. Aún no podía creer que hubiese salido de aquel tiroteo sin un rasguño. Era algo para estar orgullosa, y sin embargo, seguía con una intranquilidad que no sabía de donde venía y que le impidió descansar a gusto, sumiéndola en un molesto duermevela, con el arco a mano. Finalmente, se obligó a levantarse a coger una cerveza, porque aquel estado en el que no estaba ni dormida ni despierta, le revolvía la cabeza. La muchacha volvió a sentarse, sin abrir la cerveza, solo dando vueltas a la botella en sus manos.

—Pues a mí me da rabia no ver lo que pasó, la verdad, pero me conformo con que estemos todos aquí— la cazadora no dejaba de recordar como casi habían visto volar la cabeza de Jason y morir a Janet. Teniendo en cuenta aquello, haberse enfrentado a un ejercito de nazis y haber sobrevivido todos, la mayoría sin rasguños, era casi milagroso. Lo cierto era que había habido momentos donde no creía que eso fuese posible— Si llega a pasaros algo...

Quizás Luna no fuese capaz de ser tan clara con sus sentimientos como Janet, pero estaba claro que tenía un gran cariño por sus compañeros. 

—Nos hubiera pasado si no llegas a estar ahí — dijo, terminando la frase de Luna — Ya lo sabes: te debo la vida.

Lo dijo tan seriamente que sintió la necesidad de añadir algo que le quitara hierro al asunto:

—Y Jason tiene razón: ¡ha sido una pasada! — añadió riéndose — Pero no lo repetiría. En cuanto a lo que pasó... pues se ve que el viejo tenía razón, después de todo.

Se quedó pensativo y, después de darle un trago a la cerveza, contempló el amanecer a través de la ventanilla.

—Me alegro de que lograra hacer las paces con el gran jefe.

—Hoy por ti, mañana por mi, además fue idea mía entrar en esa trampa 

Luna sonrió cansada y alzo el puño para chocarlo. Finalmente, tras unos segundos de silencio, abrió la botella y dio un trago. ¡Demonios! Es verdad que había que celebrarlo. Respecto a la recompensa prometida, a muchacha no tenía mucho interés, de hecho, le preocupaba que fuese lo suficiente para que Janet decidiese "disolver la asociación". Al fin y al cabo a Pancho le gustaba una vida tranquila, Janet y Arthur podía hacer muchas cosas interesantes con tiempo libre y dinero, nunca se aburrirían Y Jason seguro que era feliz en su mundo digital. La muchacha alejó aquellos pensamientos de su mente, tratando de no pensar en el futuro.

— Por mi parte, si que lo repetiría... Ese yeti... ha sido increíble. Por cierto, me pregunto como taparan la que hemos liado, si es que lo intentan. ¿Qué creéis que harán?

-Pues lo cierto es que con mucho esfuerzo... pero lo están haciendo. -interrumpió Marilyn contestando a la última pregunta lanzada por Luna. La rubia acababa de salir de la cabina de vuelo dejando al tal Nikolai a los mandos y se acercó al grupo con la tablet en las manos poniéndose de cara a todos- Siento la tardanza, pero he tenido que remover a los miembros de la Alianza para que recabaran información. Por suerte, hay algunos miembros bien situados en la Santa Sede, pero, como es lógico, han tardado algo de tiempo en conseguir información de forma discreta.

-Esta es la versión oficial... -comentó dando a un botón de la tablet y mostrando un extracto del boletín de la CNN:

>> ...Y cómo comentábamos hace unos minutos, al parecer durante la medianoche de hoy, la Ciudad del Vaticano se ha visto envuelta en una serie de asaltos vandálicos que han provocado varios heridos y, sobre todo, graves daños al patrimonio artístico. 

Primero fue un coche bomba que distrajo a las autoridades vaticanas y romanas, para luego realizar un asalto sobre el Museo y la Basílica. El grupo radical "Ateísmo Siglo XXII" reconoce la autoría del coche bomba y la Guardia Suiza no descarta que sean los mismos que entraron después. Ahora mismo se está interrogando a los asaltantes capturados y, por el momento, la Santa Sede no ha hecho un comunicado oficial, aunque algunas fuentes indican que el destrozo es considerable. 

Se ha previsto una rueda de prensa en tres horas pues el Pontífice se hallaba de visita a Ecuador, dentro de su viaje episcopal por Sudamérica... <<

Marilyn sonrió de forma algo amarga, se la veía aún algo triste por los acontecimientos... 

-Es curioso como ese pequeño coche bomba está sirviendo a los intereses de unos y de otros. -comentó- Por supuesto la realidad es bien diferente. Los miembros del Tercer Reich lucharon de forma fanática y no ha habido supervivientes... salvo Göering... cuyo estado es grave y está siendo atendido por las autoridades sanitarias de la Santa Sede. Su pronóstico es reservado y, aunque saliera vivo, mucho me temo que tendrá que responder por todo lo que ha hecho ante las autoridades vaticanas.

 

-¿Y qué hay de Cartafilus? -interrumpió Janet- ¿Lo consiguió? ¿Sobrevivió a su enfrentamiento con Göering? -parecía que la líder del grupo tenía una preocupación real por el Judío Errante.

Marilyn negó con la cabeza apesadumbrada. 

-Si y no. -contestó de forma enigmática la rubia- Al parecer se enzarzó con Göering en una lucha a muerte y fue él quien le hirió gravemente... pero cuando la Guardia Suiza le conminó a que se rindiera, se giró armado y se lanzó contra ellos, de forma que tuvieron que abrir fuego contra él... Los guardas están algo confundidos porque dicen que... murió... con una sonrisa en los labios. -la rubia hizo una pausa y se notó que le costaba asumir la pérdida. Igual su relación con el "jefe" era más estrecha de lo que habían creído en un primer momento. Finalmente torció el gesto y suspiró- En ese sentido creo que consiguió lo que deseaba. Creo que esa... extraña eucaristía fue el modo de congraciarse con Dios y... bueno, librarse de su inmortalidad para siempre. Quiero pensar que al final encontró la paz que tanto ansiaba.

La mujer se obligó a sonreir, aunque era una sonrisa triste.

-Lo cual me lleva a vuestro pago. Habéis cumplido con creces el encargo que Cartafilus os pidió y, por tanto, como su nuevo albacea, he aprobado la partida monetaria que sirve para pagar vuestro servicio según él mismo me indicó. Janet, si consultas la cuenta que nos diste de las Islas Caimán, creo que verás que el ingreso ya ha llegado...

Las palabras de Marilyn sobre la muerte de Cartafilus ensombrecieron un poco el rostro de Janet. Después de todo, no estaban acostumbrados a dejar morir a su patrocinador... no al menos antes de cumplir con el trabajo encomendado. Aquello era una extraña excepción pero, bien era cierto que el Judío Errante había expresado su deseo de acabar con su existencia eterna.

Cuando la rubia le indicó que revisara su cuenta de "pagos", tomó el móvil, tecleó de forma algo nerviosa sobre la pantalla y abrió mucho los ojos...

-Vaya... en verdad ha sido generoso... -comentó, para luego mostrar la cifra al equipo.

Janet hizo zoom sobre la cantidad: 5 millones de dólares... lo que suponía 1 millón para cada uno.

Sin duda, el trabajo más lucrativo que habían hecho nunca y que les permitiría pensar en un pequeño retiro, en unas vacaciones o incluso en montar otro negocio.

- Puedo, eh... - dudó el muchacho - ¿Puedo verlo? El grial digo. Hemos estado tanto tiempo detrás de él y ni siquiera he podido echarle un buen vistazo.

—Bueno... No sé si esa gente tenía claro el lío en el que iban a meterse— dijo en referencia al grupo que había organizado Janet para que fuese el cabeza de turco— pero está claro que los hemos metido en un lío bien gordo.

Al ver la cantidad que ahora tenían en la cuenta bancaria, Luna alzó una ceja. Desde luego, era un montón de dinero, lo que sumado a la subasta, el despliegue de medios que habían llevado, hablaban mucho de la cantidad de dinero y poder que tenía esa asociación. El que Goëring hubiese sobrevivido le puso alerta. La cazadora no se fiaba en absoluto de las autoridades vaticanas. Estaba convencida que serían corruptos y que la asociación de aquellos nazis tenía tanto poder como la del Grial. En ese caso, tendrían que estar atentos, pues no sería raro que buscasen venganza. En todo caso, habían sobrevivido a aquello, y Luna estaba segura que sobrevivirían a la siguiente, si es que llegaba.

—¿Y qué vais a hacer con él? Ha muerto mucha gente por conseguir que llegue a vuestras manos. Aunque bueno, casi todos nazis...

Luna se encogió de hombros. Estaba claro que había habido tensiones entre ella y su cliente, pero en todo momento, al igual que el resto, había hecho lo posible por conseguir que alcanzase su objetivo. Y, aunque todo pintaba que sí, en realidad no sabían si había salido bien

—Espero que Cartofillus no vuelva a renacer, pero tampoco tenemos forma de saberlo

—A mí también me gustaría echarle un vistazo — dijo Arthur, secundando a Jason — Es algo que no volveremos a ver nunca. Vamos... que si nos hubieran contado todo esto, ninguno lo hubiésemos creído.

Estaba mirando con gesto pensativo la pantalla de Janet.

—No creo que sepa en qué gastarme tanto dinero. Supongo que me gustaría seguir viajando...

Miró al resto antes de sonreír.

—¿Quién se anima?

La piloto escuchó a los miembros del equipo, meditó su propuesta y luego asintió.

-Os lo habéis ganado después de todo -comentó mientras iba a la parte de atrás y tomaba la maleta reforzada para luego abrirla. Dentro pudieron observar la copa sencilla que Luna había recuperado de la bóveda de la Capilla Sixtina. Tenía algunos rastros de sangre seca, lo cual le daba un aspecto extraño... pero aparte de eso, no parecía gran cosa.

-La misión de la Alianza siempre ha sido buscar el grial a lo largo de los siglos para guardarlo y protegerlo. Saber que estaba en la sede de la Iglesia Católica no hizo que miráramos hacia otro lado, puesto que la Alianza es una organización de talante ecuménico. Ninguna Iglesia en particular debe tener este gran tesoro, pues es un regalo para la Humanidad y, por otro lado, debemos guardarlo de aquellos que desean un mal uso de él... como el caso de los Hijos del Tercer Reich.

-Sobre estos últimos... mis aliados dentro de la Iglesia, intentarán mover sus hilos para no dejar escapar a Göering... pero es posible que no sea el único líder de la organización... y de ser así, seguramente todos los aqui presentes hallamos pasado a su lista negra. -elevó los hombros, no parecía algo que la preocupara en el presente. Parecía confiar en su organización.

-De todas formas... no creáis que la Alianza no ha tomado nota de vuestra labor y es posible que en el futuro alguien pueda volver a contactaros... si es que queréis seguir en el negocio, claro. No se si la paga podría volver a ser tan generosa, pero supongo que todo es negociar. -sonrió- Además... personalmente, jamás olvidaré lo que hicistéis por mi en los Alpes. De no ser por vosotros estaría muerta. -añadió con convicción y sinceridad- Asi que tengo una deuda personal con vosotros. -terminó con simpatía y guiñando un ojo.

Mientras sus compañeros miraban el grial, Janet soltó:

-No os preocupéis por el tema de en qué gastaros el dinero. Me temo que deberíamos pasar una temporada fuera del radar. Quizá unas pequeñas vacaciones de descanso en algún lugar bonito y remoto para asegurarnos de que no cae sobre nosotros cualquier tipo de organización... -lanzó una mirada a Marilyn algo socarrona- Y eso costará una buena parte del dinero que hemos conseguido, asi que tampoco hagáis grandes planes. En ese sentido, Cartafilus nos ha dado una forma de "capear el temporal" o... empequeñecer el "gran lío" -sonrió a Luna de forma cómplice.

-Después de esas vacaciones, ya depende de vosotros gente. Yo por mi parte, creo que seguiré en el negocio -de nuevo volvió a sonreir a la rubia, seguramente como guiño a eso de volver a ser socios de la Alianza- pero no me enfadaría con ninguno de vosotros si quisiera montarse algo más tranquilo. Pancho ¿tú no querías volver a tu pueblo y llevar un bar con tequila?

Pancho que parecía haberse quedado algo pensativo al ver la cantidad de dinero que iban a recibir, volvió al presente ante las palabras de Janet.

-Oh vamos #güey#. Esa pendejada la haré cuando empiece a tener algo de artritis y me canse al seguir el ritmo de mi #Lunita#. -miró a Luna con guasa- Mientras esté como un #toro# no voy a volverme un #pinche-barrigón-vende-tequilas#. -parecía que había terminado de hablar cuando agregó: Aunque tampoco tengo nada que objetar a unas mini-vacaciones tranquilitas. Sabes que confío en ti Janet y más en tu capacidad para mover el #dinerito#.

- Unas vacaciones suenan bien... No me importaría acercarme a hacer senderismo por los alpes, aquel yeti... Quiero saber más - dijo Jason tomando la copa de las manos de Marylin.

Era más ligera de lo que esperaba, pero no tenía nada que indicase su origen. Una idea cruzó su cabeza como un destello. Miró de reojo al frigorífico, donde había avistado una lata de Monster. Finalmente negó con la cabeza y pasó la copa a Arthur con una sonrisa.

- Pero sí jefa, cuando te haga falta dame un toque. 

Luna esperó a que Arthur tomase la copa para ser la siguiente en examinarlo. Lo cierto es que, aunque ya lo había tenido en las manos, no había tenido tiempo de examinarlo. Al ir el comentario de Pancho arrugó un trozo de papel y se lo tiró a la cabeza, devolviendo el gesto.

—Pues más te vale beber menos, porque pienso aumentar el ritmo al doble. Cómo mínimo. Esto no ha sido nada

Luna miró entonces a Jason y Arthur, haciendo planes de viaje y pareció animarse, especialmente cuando el exguardia de seguridad sugirió que fusen juntos, en lugar de separarse cada uno por su lado. La idea de continuar con el "trabajo" también le gustaba. Claramente no sabía vivir sin aquel extraño oficio que le proporcionaba una libertad difícil de conseguir en cualquier otro.

—¿Los Alpes te parece un buen primer viaje o ya lo tienes muy visto?—preguntó a Arthur  — A Igarâl le vendrían bien unas raquetas nuevas. Tenía muy gastadas las suyas. Sí que me gustaría volver a ver esos paisajes y a buscar a ese ser. Aunque no son las únicas montañas donde me gustaría pasar esas "vacaciones", me gustaría visitar también unas más...cercanas

Para Luna, aquello no era solo un pequeño viaje de desconexión, sino más bien uno de reconexión. Volver una temporada a las montañas de la reserva que tan bien conocía... o creía conocer. Quizás albergasen su propio sasquatch. Y quizás volver a ver su familia adoptiva. Hacía mucho que no sabía de ellos. La solitaria muchacha miró por la ventana antes de bajar la cabeza, como si le avergonzase decir lo que iba a decir.

—Si queréis conocerlas, podéis venir conmigo. Hay buena comida, y salvo que vayamos en invierno no se nos congelarán hasta las ideas.

Por su tono, parecía que desease que dijesen que sí. Del grupo, solo Janet conocía a su padre y la reserva. Y aunque por lo que había oído su padre y ella se llevaban bien, sabía que a la urbanita de su jefa no le hacían demasiada gracia aquellos parajes. El resto, sin embargo...

La sonrisa de Pancho se agrandó debajo de su espeso bigote cuando Luna mencionó que iba a aumentar el ritmo.

-Ah, mira que eres mala #Lunita#, pero no te preocupes, te seguiré aunque lo hagas. -comentó para luego alzar el botellín de cerveza y terminarlo de un trago.

Lo cierto es que el mexicano se asomó para ver el grial, pero no lo tocó. Simplemente elevó las cejas e torció el gesto como si viniera a decir "tanto lío por tan poca cosa"... pero no llegó a decir nada. En el fondo parecía que aquel objeto le imponía más de lo que quería admitir.

Janet por su parte si que cogió el grial cuando fue su turno. Lo observó desde varios ángulos con curiosidad e incluso se le vio interesada en algunos aspectos, pero finalmente, lo devolvió al siguiente que lo quiso para luego negar con la cabeza.

-Me estáis diciendo que en vez de ir a una maldita playa de alguna isla perdida y paradisíaca para descansar y tomaros un mojito ¿¿Queréis volver al sitio donde casi morimos de hambre y frío?? -puso los ojos en blanco- ¡Estáis locos! -volvió a negar con la cabeza- Además, el pequeño hombre... creo que no tenía ganas de hablar con nadie. Nadie se va a vivir a la nada para que le visite la gente. Creo que hizo una excepción con nosotros porque le dimos lástima... y bueno, porque seguro que le gustó cuidar a Marilyn. -sacó la lengua burlona, pero la rubia simplemente elevó los hombros y aceptó la puya de buen humor.

-De todas formas, puedo reconsiderar ir a la reserva con Luna. Es cierto que hace frío y no es mi "ideal de vacaciones", pero su familia es maja, la comida no es mala y... también puede uno tomarse una buena copa. -comentó guiñando un ojo a Luna.

-Si al final volvéis a ver a Igaral, dadle recuerdos de mi parte. -comentó la rubia- En ese asunto yo pienso como vuestra jefa. No me gustaría recordar lo pasado ahí. Es cierto que el pequeño sabio fue muy amable pero... ni creo que le guste la compañía... ni aunque tenga este maravilloso aspecto. -añadió haciendo un gesto sobre si misma, devolviendo la chanza a Janet.