Partida Rol por web

Me quedo bastante asombrada y solo pienso en que personas irian ahi si parece que todo el mundo esta en la miseria mas grande.

en la puerta del casino hay un portero bastante corpulento, mientras observáis niega la entrada a varias personas. Cuando una de ellas insiste, con toda la parsimonia del mundo le vuela la cabeza. El estampido del arma resuena en los edificios semiderruidos de los alrededores.

Alice te indica que debéis entrar sea como sea.

Le digo entre susurros - Mmm..con este tio funcionan is habilidades? Si es asi puede que tengamos una oportunidad de entrar... - La miro un poco tensa - Estas bien? si crees que no es buena idea podemos esperar - me preocupaba que la mataran por intentar sacarme de ayi, sin contar que era mi unca baza para salir.

Alice te mira y se encoje de hombros.

-Nunca le había visto. Tampoco es que venga a menudo por aquí.-

Sigue comportándose de forma seca y un tanto arisca.

LA aparto un momento a u callejon viedo que no haya camaras. La pongo contra una pared y le levanto el menton haciendo que me mire - Que sucede Alice? - Aguanto la tentacion de usar mis poderes con ella, de hacer que todo sea mas sencillo, hacia muchos años que las riñas de adolescentes se habian quedado atras.

Te mira de forma fría mientras aparta tu mano de su cara.

-Nada, ya somos lo bastante adultas como para entender ciertas cosas. Si tu...-

Su voz se quiebra, acabando con su reserva de autocontrol. Con lagrimas en los ojos comienza a alzar la voz poco a poco.

-Yo..pensé que no era solo un juego para ti...pero luego con esos tipos...querían disfrutar de ti...y tu les dejaste- su voz se alza al tiempo que las lágrimas caen al fin, su tono es cada vez más angustiado, como si algo le obstruyera la garganta -espero que disfrutases...pensaba...pensaba que eras como yo.- finalmente e llanto es completamente visible mientras trata de librarse de ti.

Pego mi cuerpo contr el suyo en la pared y pongo mi frente contra la suya - Alice... soy un depredador con piel de cordero, en mi mundo hay dos formas de cazar por la fuerza bruto o haciendo que te sigan - La miro a los ojos - No puedo alimentarme de mujes asi que esa es mi mayor baza para que me sigan sin dañarlos. Que preferias que los desgarrase y matase? - Me acerco a su oido dejando mi mejilla con la suya - Nunca he usado mi poder contigo, y calmo mis instintos cada vez que veo tus venas palpitantes, cada vez que tus pulsaciones aumentan... eso tendria que significar algo para ti...

Su llanto es incontrolable ahora, se deja caer sin fuerzas sobre ti, abrazándote y llenándote el pelo y el hombro de lágrimas.

Entre sus sollozos, tan potentes que casi parecen convulsiones, no cesa de murmurar de forma entrecortada, una y otra vez:

-No me dejes nunca. No dejes que te toque nadie más. Te quiero para mi, para siempre.-

La miro bastante seria - Alice, no soy tan buena como parezco, nunca olvides lo que soy y mucho menos lo que me pediste. Tu por se hija mia tambien hay algo de lo que no podrias alimentarte. No se si serias capaz de cazar. - vuelvo a poner mi frente en la suya - Relajate y entremos.

Cuando se relaja un poco, y con los ojos aún rojos y llorosos, te dice:

-El único vampiro oque conozco aparte de ti. Es alguien que se hace llamar el "agujas", al menos así lo hace cuando habla con mi abuela. Si alguien puede ayudarnos es él. No tengo ni idea de como encontrarlo, pero siempre dice que lo busquemos en el casino si lo necesitamos.-

El labio inferior le tiembla ligeramente aún.

La cojo de la mano y me dirijo con decision a la entrada cuando estoy a pocos metros lo presencio.

El portero sonríe bobaliconamente durante unos segundos, hasta que logra recomponerse. Sin embargo no puede evitar una ligera sonrisa.

-¿Qué desean, señoritas?-

Mirandolo directaente a los jos sonrio y digo - Entrar.

Haciendo una ligera reverencia os flanquea el paso.

Mientras andáis entre el bullicio y el lujo del interior, algunas personas os miran mal, debido a vuestras ropas.

Una camarera choca con vosotras, derramando unas copas sobre Alice.

-¡Oh, vaya! Perdóneme señorita, acompañeme si gusta, tenemos ropa allí detrás por si suceden cosas como estas.-

Ambas se marchan, Alice, echándote una mirada como de no te muevas de ahí, es casi arrastrada por la camarera.

Espero a que vuelva observando la sala y a la gente que hay.

El casino es el culmen del lujo. Sirvientes por todos lados, joyas, dinero, buena música tocada en directo...No se ve ni un arma.

Ves a Alice dirigirse a otra sala sin siquiera mirar hacia ti, sus ropas ya son distintas.

Me acerco a la puerta de la sala en la que entra y me quedo cerca.

Alice se tumba en un diván, parece esperar a alguien. Por sus gestos, se retrasa. Te mira y aparta la mirada con un ademán de desagrado a la vista de tus ropas.