Partida Rol por web

Suspirando y levantándose de su silla, la arquera del grupo se dirige hacía el resto de los que quieren visitar al mercader y preguntarle directamente.

- Está bien, iremos todos juntos a ver a ese mercader...

los aventureros se levantaban de la mesa discutiendo sobre su destino mientras las miradas indiscretas de las personas que departían en el salmón salado eran una mesclar de curiosidad y miedo, en una de las mesas un joven de barba* les advertía al tiempo que se alejaban, si no me creen perguntele a quien quieran en lo mejor para ustedes.

salen del pabellón y siguiendo las indicaciones del bárbaro no les cuesta mucho dar con la tienda de Brelgar el caminante del desierto, esta es una tienda de color ocre con un adornos de color azul parecidos a una especie monstaña baja, en los costados habían algunas tiendas de menor tamaño en donde estaban sentados algunos de los hombres de piel morena y ropas claras que parecían escoltar con recelo el contenido de algunas jaulas metálicas cubiertas por lonas, el olor de excremento y el sudor inundaba el lugar pero por lo visto esto no afectaba a estos hombres.

en cuanto el grupo estuvo a unos metros uno de los hombres mandando la mano al pomo de la espada hace una seña de detenerse con la otra mano extendida, su voz suena insegura largar se no querer curiosos, ir por buenas al ver los rostros de desconcierto de los aventureros que preguntan por el comerciante y este pierde la paciencia y comienza hablar en su lengua natal: نحن لا نريد لتوجيه مشاكل واضحة من محلاتنا uno de los hombres tras de el parece percatarse de la situación y se acera, el guardia que hablaba con los aventureros se gira y le explica la situacion: انهم يريدون التحدث مع رئيسه، ويدعي أنه مرتزق عقد Brelgar el otro hombre asiente y le responde en tono conciliador: كما أسميها، ولكن لا تذهب بالقرب من الأقفاص، أو أنت تعرف ماذا حدث los mira mientras les indica a los aventureros: esperar aqui, AQUI haciendo énfasis en su posición actual.

pasados un par de minutos el mercader escoltado por dos hombres se acerca al grupo de aventureros con un evidente gesto de desconcierto, mis queridos aventureros, espero mis hombres no les hallan intimidado no saben nada de la lengua de los hombres del oriente y pierden la paciencia con facilidad, creí haberles indicado que esperaran a mis hombres para avísales cuando estaríamos listos para partir, sucede algo? infiere al notar algo sospechoso en sus ademanes.

La elfa era la que más había insistido en hablar de frente por lo que tomó momentaneamente la vocería del grupo, aunque no había entendido nada de nada de lo dicho por los hombres del mercader no se dejó intimidar. 

Dio un paso al frente y con una leve inclinación saludó a Bregal. Mi estimado señor, primero que todo mil disculpas por molestarlo, entendimos su indicación pero una situación un tanto incomoda nos trae aquí. Suspiró hondo, examinando el rostro del caminante de arena. Quiero que entienda que así como usted nos ha brindado su confianza al contratarnos, nosotros también confiamos en usted al llevarnos por el desierto resguardara el bienestar de todos. Esta es una relación de confianza mutua y siendo extranjeros en estas tierras no conocemos del todo como son las cosas por aquí. Sabía que estaba dando un rodeo pero lo creyó necesario para no malograr la relación con el caminante en caso de no ser un esclavista. Una vez usted nos dejó, personas que se encontraban en el lugar nos abordaron para advertirnos de no ir con ustedes, por ser, según ellos, esclavistas. No vamos a juzgar a nadie por las palabras de otros y por eso hemos venido a preguntar directamente, si es eso verdad. ¿es usted un esclavista? y ¿lo que lleva allí -señalando las jaulas-son esclavos?

Miró fijamente a los ojos del hombre y sopesó cada una de las palabras y gestos con el que este le respondiera. 

La llegada del grupo había causado un pequeño revuelo y los integrantes de la caravana habían comenzado a charlar en la lengua del desierto. Nathul se mesó la barbilla pues esas palabras no eran propias de alguien que llevara esclavos sino algo más peligroso de naturaleza incierta. Claro que no había escuchado nada que fuera concluyente así que era cuestión de seguir adelante.

La forma en la que la elfa lo planteó le pareció brillante pues descargó la responsabilidad de lo que ocurriera en el hombre que se les había acercado después de la marcha del comerciante.

- En efecto, queremos aclarar esos detalles, Brelgar. No nos importa que esté transportando algo peligroso pero sí si está comerciando con desdichados o desdichadas.

Su actitud no era hostil pues aquello quizás acabara en un intento de engaño por parte de aquél persigue-elfas.  

- Explíquenos lo que transporta, tenemos derecho a saber más.

Dijo tratando de instarle a que se explicara mejor de lo que había hecho en su primera charla.

el rostro de desconcierto del mercader rápidamente se disipa en la medida que sus mercenarios comenzaban sus cuestionamientos. sin embargo se mantuvo en silencio con su rostro impávido antes las acusaciones disfrazadas de elocuencia y buena voluntad.

creo que es justo que exista cierto grado de cooperación, si quieren saber si soy esclavista o soy un tratante de esclavos, la respuesta es si, mi familia ha tenido esclavos durante generaciones, y en el reino vecino de Dazar la esclavitud es legal y de uso generalizado, pero en tonorkor dicha practica es mal vista e incluso ilegal, sin embargo algunos mercaderes de dazar cuentan con salvoconductos para transportar esclavos. en tanto no sean ciudadanos de este respetable reino, si un dazari es atrapado traficando con personas sin este permiso... es ejecutado de inmediato. pero su pregunta es si yo transporto personas en contra de su voluntad?, la respuesta es no, mi carga es algo de diferente naturaleza. y por su seguridad y la de mis hombres no puedo divulgar dicha información con libertad. el hombre estira las mangas de sus ropajes mientras analiza los comportamientos de sus presuntos escoltas.

La actitud del Dazari era mas relajada y parecía bastante seguro de lo que decía. Limpia su bigote y agrega a su ya larga respuesta:su derecho a saber que está bajo a esas lonas no esta a discusión, sin embargo puedo asegurarles que esos rumores son infundados, no los puedo obligar a que trabajen para mi, pero si aun están interesados en escoltarme vayan, descansen y llegado el momento enviare por ustedes para iniciar el viaje. Para terminar Brelgar baja un poco la voz y se acerca a la druida que encabezaba el grupo: cuando mis hombres vayan les dirán que el cazador ha enviado por ustedes, confió en que sean discretos con esto.

Al final habían acertado pero no lo habían hecho. El hombre se confesaba tratante de esclavos pero por sus palabras y las que habían comentado los demás en el idioma de los desiertos daba la impresión de que esta vez no llevaban a tales.

- De acuerdo, entonces parece que transportan algún tipo de criaturas peligrosas.

En ese casi ya no le importaba tanto el asunto. Tan sólo era necesario mantenerlas bien enjauladas pero teniendo en cuenta que su interés era alejarse de estas tierras le pareció que aceptaría.

- Por mi no hay problema.

Comentó para todos. Acercarse para parlamentar había servido de algo y era para bajar las sospechas de varios del grupo y de ese desconocido mercader. Nathul entendía ahora que el viaje sería duro pero qué día no lo era allí en el desierto. Se quedó esperando a que los demás expresaran sus propias opiniones ya fuera aquí o más alejados.

Aunque no aprobaba a los esclavistas, Mishella atendió a las palabras del mismo concentrada en todo lo que decía el tipo.
- Así que despues de todo no hay esclavos bajo las lonas... Entonces puede valer. - Concluyó la arquera.
Las palabras de Nathul, dando por hecho que transportaban algún tipo de animal salvaje no auguraban nada bueno, pero la pelirroja se dedicó a tragar saliva y asentir. Después de todo, juntos estarían mas seguros.
- Bien. Por mi parte podrán contar con mi arco, también.- Tras lo que miró en dirección al resto de presentes para ver quién no estaría conforme.

Fawn arqueó una ceja ante las palabras del caminante del desierto y la verdad las palabras del hombre no eran propiamente algo que la tranquilizara, escuchó a Nathul y a Mishella sin apartar la vista de Bregal.

Vale, si no son esclavos confiaré en tu palabra, sin embargo debo pedir otro favor. Soy druida y te conviene decirme si la mercancia esta viva... echó un vistazo a su alrededor, no tiene porque ser aquí, pero si hay una criatura allí- señalando las lonas y jaulas- para evitar inconvenientes es mejor que lo sepa, si llegara a pasar algo la ignorancia podría costar la vida al grupo.

Esperaba ser clara, ahora si la mercancía es otra clase de cosas que no fuera viva, poco o nada le interesaba, la idea de cruzar un desierto y conocer la fauna y flora del lugar, aunque fuera poca, ya era algo que simplemente le fascinaba, sin mencionar lo obvio de su prisa para ir a cassilius. No comentó más, esperó a ver lo que tenían que decir el resto para partir a la posada, por lo visto la mayoría se iban a quedar allí y alejarse del grupo no sonaba como una buena idea, por lo que acampar sería para otra ocasión. 

Esclavistas....malditos sean todos.

Niebo ocultó la mueca de desagrado tras la capucha roja. Parecía que en este momento no llevaban esclavos, pero aún así esa gente era despreciable. ¿Qué sería el cargamento que llevaban?. Algo le decía que lo descubrirían pronto. El resto del grupo parecía que no le importaba seguir con la caravana. Durante un rato meditó su decisión tras escuchar a sus compañeros. Parecía un buen grupo para unirse y hacer el camino que le restaba a Casilius.

- Está bien. Pero espero por Sarenrae que digas la verdad y no lleves esclavos en contra de su voluntad.

En ese momento cruzó una furtiva mirada con Brelgar, apretando su mano en la empuñadura de su cimitarra.

- Porque si mintieses, por la diosa que aprenderás el significado de la ira de un clérigo.

Tras decir estas palabras y sin esperar respuesta, dio media vuelta y se encaminó tranquilamente a la posada a reposar.

El enano acepto asintiendo con la cabeza. Todo el grupo parecía de acuerdo en la decisión de acompañar a la caravana, pero como a otros, a Yergez no le agradaba en absoluto ese secretismo que se respiraba en el ambiente.

- También deberías saber Brelgar que no es casualidad que nos hayamos enterado de tu... profesión. He visto como alguien daba instrucciones para que fuéramos debidamente informados de ello. Parece que hay a quien no le interesa que llegues con la mercancía a Casilius y me temo que no nos encontremos con simples bandidos, si no con una emboscada en toda regla quizás para capturar algo. ¿Sabes algo del tema?

Hakak mantenía una actitud aparentemente desinteresada mirando a un lado y a otro, sin embargo no perdía detalle de la conversación que mantenían con Bregal ni apartaba al ojo de los guardias de éste quienes continuaban con sus manos dispuestas a desenvainar en el momento menos esperado. -Ya he dado mi palabra... espero que esto no se complique mas de lo necesario-.

Entonces el enano intervino con una información que hasta el momento era desconocida para todos. -Parece que hay personas que también están interesados en lo que transportas.... interesante- Entrecerró los ojos con saña mientras el velo en su rostro escondía que dibujaba una media sonrisa.

-Como ya te dije antes, sigues contando conmigo.... Vamos muchachos animaos, un poco de riesgo es bueno de cuando en cuando- concluyó mientras esperaba el desenlace de la discución.

El hombre escucha las opiniones de los aventureros y sin prestar mucha atención a los reclamos en contra de la esclavitud responde: -ustedes los Orientales siempre con sus ideas sobre el esclavista, pero no seré yo quien trate de hacerles cambiar de parecer, por lo visto hemos recuperado la confianza en la medida de lo de cabe y en lo que a mi respecta ustedes serán mi escolta.- sin embargo su semblante confiado y seguro cambio ante las palabras del enano. los hombres del mercader notaron tambien este cambio y miraban a los aventureros como si con esto pudieran desentrañar el acertijo que era su lengua.

El mercader le hace una seña para calmarlos y mira al enano con seriedad: no sabia que esto se tratara de algún tipo de ardid en mi contra, pero supongo que le agradezco que me informe de esta situación y que acudieran en mi en busca de la verdad. El mercader rasca su barbilla como si tratara de pensar algún tipo de estrategia para contrarrestar esta situación, por lo que pide a los aventureros: si vamos a hacer negocios que su paga comience desde hoy, tráiganme al hombre para saber que sabe y tengan cuidado dudo que trabaje solo.

Entendido, dijo con cierta malicia la elfa, entonces haga una cosa por nosotros, seguramente nos han seguido por lo que necesitamos que nos eche a patadas de aquí. comentó en voz baja. Grite que no puede trabajar con un grupo de locos como nosotros, con eso distraeremos a su competencia. Vamos a hacer un escándalo, le pido perdón señor Bregal. Sonriendo divertida.

Giró para ver al resto del grupo, el hombre que nos advirtió trato de coquetear conmigo, así que puedo entrar por ese lado, Mishella me ayudará- ya tenía un ardid andando en su cabeza- vamos a que nos inviten un trago, ustedes -señalando a los chicos- deberán hacer como que toman otro camino pero nos van a estar cuidando desde la distancia, una vez ganemos la confianza del hombre lo llevaremos a un lugar "privado" y allí lo tomaremos por sorpresa y lo traeremos. ¿les parece?

Estaba decidida a llevar a cabo su plan, por lo que no espero a las ideas, reproches y peros que el grupo tuviera, por lo que una vez termino de decir eso, atacó por sorpresa al comerciante, lanzó un puñetazo que realmente dejaba mucho que desear pero que fue dado con toda la seriedad del caso y tras eso gritó. Ustedes son lo peor, esclavistas abusivos, ni loca viajo con ustedes.

Dicho esto espero la reacción del mercader y del grupo mientras se preparaba para una pelea fingida o no, dependía si le habían entendido el plan.

Todo parecía indicar que estaban preparando una emboscada y habían querido quitarles de en medio. La elfa pronto trazó un plan pero el semielfo la miró fijamente.

- Os arriesgáis demasiado vosotras dos. Piensa Fawn que podría bastar con esperar a que se marche de donde se encuentra y entonces emboscarle. Y lo de esperar es simplemente para no estropear el local en el que están. Ellos eran cinco o seis, como nosotros, así que es un número asumible.

Hakak posó una mano sobre el hombro de Nathul. -Vamos amigo, ¡déjala estar!...
La mujer ha tenido una idea interesante, además yo que tu no la subestimaría - Finalizó dedicándole un guiño complice a Fawn para después seguirle la cuerda. Primero se metió en medio de la "furiosa" Elfa y el mercader, situación que resultó en que también recibiera una bofetada.

-Vaya... que actuación- pensó acariciándose la mejilla mientras se alejaba refunfuñando y amargado, esperando que los demás siguieran con la treta ideada por la Elfa.

- Lo de la emboscada tiene sentido... - Pensó abiertamente la arquera del grupo. - No se vosotros, pero yo preferiría resolver esto cuanto antes y no esperar a que nos pillen por sorpresa. ¿Qué decís el resto?

Mishella no era muy fuerte físicamente, más bien destacaba sobremanera por su agilidad y destreza con el arco. No estaba dispuesta a ser sorprendida en el inicio de viaje y que le dieran un garrotazo por la espalda. Desde su punto de vista era mucho mejor acabar con el trabajao en aquel momento, cuando aún tenían la baza de la sorpresa de su lado. La decisión tendría que venir de la mayoría.

El clérigo había hartado de tanta palabrería y dando media vuelta se alejo del grupo para buscar un buen refugio donde descansar alejado de los problemas. En tanto sus nuevos camaradas tenían mas cosas que negociar con Brelgar, entones el tono de vos de la elfa se levanta en medio de la conversación y sin el menor reparo lanza un puñetazo al mercader.

sin embargo el semiorco tratando de evitar un agravio al empleador se mete para recibir el impacto mientras trata de lograr que todos se alejen de los caminantes de la arena. sin embargo la acción de la elfa causo un efecto completamente inesperado, los escoltas del comerciante dan un paso al frente y desenfundado sus espadas en actitud claramente beligerante gritan furiosos: ألف مرة اللعينة البرابرة جاهلة، أولا حياتنا قبل العار سيدنا. de no ser por Hakak posiblemente las hojas de los extranjeros estarían buscando sangre elfica.

El comerciante tras de ellos trata de hablar y hacerlos retroceder pero era evidente que la escolta estaba realmente cabreada, aunque las intenciones de la druida eran despistar a cualquier adversario que estuviese vigilandolos, los escoltas no habían entendido ni la mitad del plan por no dominar el idioma.

Era todo bastante confuso y los guardias casi reaccionan con violencia. Nathul no llegó a acercar la mano a su arma pues Bregal había actuado con gran celeridad.

- Vete de aquí. Ya está claro que no viajarás hoy. Te veo viajando sola pero tú te lo has buscado.

El semielfo fue escueto y frío. Imaginaba que esa interpretación sería suficiente pues tampoco podría elaborarla mucho más a menos que consistiera en ponerse agresivo. También esperaba que comprendiera que era parte de ese plan que el grupo parecía poner en marcha. Nathul estaba seguro de que aquello terminaría en un combate feroz contra los amigos de ese tipo que se les acercó, así que se quedó a la espera de que se marchara y entonces podrían ir a vigilar.