Partida Rol por web

Las palabras del enano ponen en alerta a sus compañeros que de inmediato revisan el establecimiento en búsqueda del hombre de tunic verde, sin embargo al parecer su treta había funcionado y en medio de la pelea este se había escurrido sin dejar rastro.

Los mancillados borrachos se habían dispersado a excepción de los 3 hombres que aún se encontraban en el piso aún sacudiéndose por las heridas, la gente se alejaba del camino del enano que se veía bastante cabreado, en es momento de la multitud aparece niebo que al parecer no se enteraba de lo que estaba pasando.

vamos chicos no hay que ponerse violentos, ustedes me estaban persiguiendo creí que eran asaltantes o algo por el estilo, yo solo soy un Trobador trotamundos y quise ayudarlos. los ojos del tipo se veían muy nerviosos por favor no me hagan daño, creo que me he destrozado el tobillo, no iré a ningún lado.

El hombre no se ponía de pie en parte porque el enorme espadón del bárbaro era lo bastante persuasivo para mantenerlo postrado y queriendo hablar y por lo que respecta a los 2 héroes es tipo hablaba con la verdad.

Estaba claro que jugar a aquel juego del poli bueno y el poli malo no era lo que mejor se le daba a la arquera. Quizás porque aún estaba recuperando el aliento, pensaba que sus palabras no surtirían mayor efecto en aquel tipo. Pero puede que la rodilla del mestizo sobre su pecho hiciera algo al respecto.

Este tontaina se creía que iban a tragarse la historia que les contaba. Era un ladrón que quería tenderles una trampa como demostraba que tuviera un aliado que se había marchado a caballo.

Nathul apretó su cuello con una mano tratando de atemorizarlo definitivamente. Después lo soltaría para que siguiera hablando.

- ¡Te he preguntado a dónde iba ese tipo a caballo y cuáles son vuestros planes!

Exclamó cerca de su cara.

el hombre trata de alejar sin éxito su rostro del bárbaro mientras puede sentir su aliento y el filo de la espada tan cerca que sentían que podía mojar los pantalones, las palabras de la arquera a puras penas y habían sido escuchadas gracias a los alaridos de Nathul.

El hombre se estremece en temblores y con los ojos mojados por lagrimas que se negaban a salir responde en susurro: se dirige al pilar de los reyes muertos, allí espera el jefe de la banda, por favor no me mates, te lo suplico nunca he visto al tipo te lo juro por lo mas sagrado. las manos del hombre estaban en alto a la altura de sus hombres y se sacudían temblorosas, por favor dejenme ir, no soy el hombre que buscan, dice tratando de mentir mientras un nuevo grupo de curiosos se acercan tras los aventureros.

de la multitud asoman 2 guardias con armaduras de cuero y lanzas, las miradas de estos muestran molestia: ¿vamos a tener problemas chicos? la pregunta no esconde la prevención de los dos hombres que miran el espadón del semielfo, ninguno de los 2 levanta la lanza pero el que se encuentras mas atrás si hecha mano de un cuerno de llamada pero no lo usa mientras espera la explicación de la situación.

- Maldita sea. – Blasfemó el enano al comprobar que en el barullo de la pelea se había escapado el que parecía ser el principal causante.

No tenía tiempo de responder las preguntas del clérigo ya que lo que le urgía era saber que había pasado con la persecución de los compañeros así que sin muchas explicaciones se dirigió hacia el exterior tratando de encontrar al resto del grupo.

- Luego te explico. - Fue toda la respuesta que obtuvo el sacerdote.

La arquera dió unos golpecitos con los dedos en el hombro del mestizo para avisarle.

- Hey Nathul, tenemos compañía... Mejor será que dejemos libre a este tipejo si no queremos problemas con esos guardias de ahí... Por cierto, ¿Qué es eso del pilar de los reyes? ¿Conoces ese sitio? - Preguntó por lo bajo a su camarada mientras esperaba a ver que optaba por hacer.

En efecto se estaban aproximando curiosos y guardias de manera que se había acabado el tiempo. Ya no habría más interrogatorios pero sabían algunas cosas nuevas. Desconocía la importancia de todo aquello pero al menos no volverían con las manos vacías.

El bárbaro miró hacia los guardias.

- Es miembro de una banda. Quiso engañarnos y entregar información a un compinche pero fuímos suspicaces y acertamos. Su camarada se alejó a caballo. Sus huellas estarán en esa dirección.

No tenía ni idea de lo que harían esos hombres. Por su experiencia usarían la violencia lo que suponía que quizás la chica y él tendrían que marcharse del poblado. Sin embargo, el entorno en el que se habíai criado Nathul era muy hostil y claramente atribuía el mismo patrón de comportamiento que ocurría en su tribu a estas gentes.

Ante de la pregunta de su compañera lo único que podía hacer esa subir un poco los hombros.

el pilar de lo reyes muertos

personalmente no conoces este lugar, sin embargo los hombres de tu padre de mayor confianza eran los unicos que lo acompañaban a este sitio, se trata un oasis que queda en la ruta del desierto y que es muy frecuentada por contrabandistas y bandidos, cualquier mercader que se precie de su honestidad se mantendría alejado de este lugar, ya que solo los mas fuertes viven allí donde donde la espada y el escudo son la única lengua.

sabes de la existencia del lugar pero nunca has tenido la oportunidad de visitarlo.

el enano sale apresurado de la taberna mientras que la druida y el hechicero se quedan revisando que sus ataques no lastimaran en demasía a los campesinos con los que habian batallado.

tanto el clerigo como el picaro no tardan nada en darse cuenta la ruta que habia seguido sus camaradas en la persecucion, ya que su paso era seguido por varios curiosos y miembros de la guardia, apresurandose en carrera les toma un momento avanzar por las tiendas hasta casi llegar al borde del campamento.

lo primero que ven al encontrar a sus compañeros es al semilefo con su imponente espadón desenfundado y el hombre que tan los había revelado el oficio esclavista de mercader tendido en el piso con la cara mas genuina de pánico que hubieran visto en su vida. por otro lado los guardias ya habían doblado en numero y con las manos en sus armas parecían mas preocupados que confiados ante la actitud del aventurero que intercambiaba miradas con la arquera humana.

la pregunta hace eco junto a yargez y niebo por parte de miembros de la guardia: que esta pasando aquí por que tanto jaleo?, nos dijeron que había unos asaltantes, en respuesta uno de los guardias que estaba mas cerca del sospechoso trió responde apresurado: -los dos de pie aseguran que este tipo es de alguna banda y que trato de engañarlos, sin embargo el grandulon* no guarda su espada, ¿que hacemos?, las miradas de los guardias parecen confundidas. en tanto el hombre en el piso no deja de vociferar aterrado: -vamos chicos no puedo darles nada,
dejen que me largue de aquí, solo fue una confusión, sin rencores cualquiera se equivoca, TIENEN AL TIPO EQUIVOCADO POR LOS DIOSES.

el numero de personas seguía creciendo y por lo visto algunos estaban presintiendo una pela con la guardia...

Nathul podía ver que más personas se congregaban incluyendo más guardias lo cual era mala señal. Ya no podía sonsacar nada más así que se apartó del hombre y procedió a guardar el espadón para no inquietar a los presentes.

- Iba a informar a un bandido del pilar de los reyes muertos. Lo vimos marcharse a caballo en esa dirección. Se merece un escarmiento o como mínimo un interrogatorio.

A ojos del bárbaro casi que era lo mismo porque lo segundo no dejaba de implicar una buena ración de golpes.

Ya con el arma guardada esperó que no les apresaran a ellos tampoco o se arruinaría su pretensión de marcharse de aquél lugar con celeridad.

Un poco sofocado entre la pelea y la carrera el enano llega donde se congregaba el, cada vez más nutrido, corro de curiosos, guardias y aventureros. Se tomó unos segundos para recuperar el resuello mientras evaluaba la situación.

El bárbaro parece que ya ha obtenido toda la información necesaria y no le importa que dejaran marchar al tipo, será mejor dejarlo así. Con la guardia aquí al final los que nos meteremos en problemas somos nosotros.

Yergez pensó que no era necesario que los guardias supiesen que estaban con los que habían montado la algarabía por lo que discretamente asintió con la miraba a Nathul indicando que estaban allí pero decidió no pronunciarse y esperar a ver si los guardias los dejaban marchar.

el gesto de guardar el espado es visto con buenos ojos tanto por la guardia como por varios de los presentes, esto se evidencia cuando los mismos guaridas bajaron ligeramente las armas, sin embargo el nuevo grupo de guardias parece bastante confundico por lo ocurrido.

¿lo que dice este hombre es cierto? pregunta uno de los guardias de manera abierta, sin embargo solo se escuchan murmullos y nadie niega ni afirma nada, por lo que uno de los guardias que llego primero a la escena interviene: se escucharon gritos de ayuda pro unos asaltantes, pero al llegar encontramos esto, por lo que a mi respecta, quizá deberíamos llevarlos al calabozo a los 3 y dejar que el capitán les haga las preguntas.

los guardias rodean a los aventureros y les hacen señas para que los sigan, incluso uno de lo guardias se acerca al hombre caido y le ayuda a levantarse para que los acompañe a las barracas. pero el hombre no parece dispuesto y en cuanto esta de pie trata de darse a la fuga, sin embargo el daño en si tobillo es mas de lo que puede soportar y se desploma tras un par de pasos, esta actitud hace que lo guardias desconfíen mas de el y le ponen una esposas, el estafador no para de gritar: QUE NO SOY EL HOMBRE QUE BUSCAN, YO NO SE NADA, NO SE NADA, DEJENME IR.

la multitud parece comenzar a disiparse, pero para sorpresa de yergez el mercader se encontraba junto a el y hace una seña a uno de los guardias el cual sonríe con evidente picarda, el mercader le susurra un par de cosas, el guardia se acerca a sus compañeros mostrando una bolsa a lo que varios de ellos asienten con la cabeza, parece que se trato de un mal entendido, sera mejor que beban tanto y regresen a sus campamentos, o pasara una semana en el calabozo, advierte el guardia que tiene el saco en la mano y que comienza a llevarse a sus hombres.

uno de los escoltas del mercader, toma por el brazo al estafador y antes de que este comience a gritar le da un tremendo golpe en el estomago, el mancillado escapista queda de rodillas y casi a rastras es llevado en dirección al campamento de los carros de carga.

No tenía intención de acabar preso porque a su modo de ver eso podía implicar la tortura y la muerte. Suerte que el mercader que les quería contratar estuviera cerca y contara con suficientes monedas, además de la buena voluntad de ayudarles.

El semielfo asintió a las palabras del guardia y enseguida se apartó de él. Se aproximó al mercader.

- Le agradezco el gesto, amigo.

Había sido de su total agrado pues pocas veces había recibido gestos de camadería.

- Ya he comentado todo lo que sabía, por suerte no ha informado a los bandidos. Ahora podremos descansar más tranquilos.

Decía a sus nuevos compañeros.

- Será mejor así. Tendremos que descansar esta noche para estar algo más frescos mañana si queremos estar en plenas condiciones para partir. - Comentó la arquera del grupo.

- Por cierto, tal vez deberíamos realizar guardias entre nosotros, para estar más seguros durante la noche. Aunque, como dice Nathul, podremos dormir más agusto esta noche, sigo con cierto temor a que "algunos" puedan tomar represalias. ¿Qué decís el resto? - Preguntó al grupo.

Yergez también se relajó al observar como los guardias bajaban las armas.

Parece que esto se resuelve sin que corra la sangre. Mejor. Aunque yo no iba a meterme. No por un orejas puntiagudas. No son de fiar.

Mientras la gente se dispersa el enano se hace el distraído, siguiendo el devenir de los acontecimientos sin delatarse como cómplice de los participantes en el altercado. No le hace mucha gracia ver cómo Bregal se “hace cargo” del estafador.

Sabiendo en los negocios que está metido no creo que le espere buen porvenir al tipo, pero el se lo ha buscado.

Cuando por fin parece todo solucionado y cada roc vuelve a su nido, como dice el refranero popular, se reúne con el resto del grupo.

- Es buena idea lo de hacer guardias, sí. Grrrr, y no hay confiarse no. – Dijo con mirada suspicaz a un lado y a otro. – Puede que nos hallamos librado de este rufián, pero la orejas puntiagudas mencionó algo de un mago vestido de verde. ¿Lo viste tú también Mishela? - Dijo, no solo pensando en lo que acababa de pasar si no también en los dos tipos que le habían estado siguiendo hacía un rato.

la gente se había dispersado en su mayoría, en tanto los aventureros parecían ultimar los detalles de su descanso, sin embargo a diferencia del semielfo, la humana y el enano no parecían estar del todo seguro de si ya estarían a salvo de la presencia enemiga.

niebo se matenía en silencio como una sombra y ensimismado en sus propios demonios, por lo que no aporta mayor estrategia a las dudas de sus compañeros. sin embargo la figura de los guardias y Brelgar ya habia doblado al rededor de alguna tienda en rumbo a su propio campamento, este pareció ignorarlos por completo durante la captura del desafortunado estafador.