Partida Rol por web

El laberinto del bufón

III - Hacia La Vieja Senda

Cargando editor
20/02/2016, 15:27
Avlin Tuercegris

- Bien- siguió el gnomo- aclarado esto, ahora pensemos. Si seguimos adelante y cumplimos con el encargo encomendado, ¿cómo cobraremos de Heinrich si no podemos ni acercarnos a la ciudad sin que quieran colgarnos? ¿Cómo podríamos limpiar nuestro nombre? ¿No sería más práctico poner leguas de por medio y alejarnos de la zona de influencia de Heinrich y los cazarrecompensas? Podemos conseguir oro y encargos lejos de aquí. ¿Qué beneficio nos supone rematar este encargo?

Ivvy se desenroscó, aparentemente aburrida por el cariz que estaba tomando la conversación y se acercó a un conjunto de piedras cercano al fuego que Balakar había encendido y que debían estar reteniendo el calor para gusto del reptil.

Cargando editor
20/02/2016, 16:18
Aldar

Escucho la información que va soltando Jake con suma atención, aunque sin disimular lo que opino de su forma de expresar ciertos asuntos. Aunque lo que realmente quiero es saber exactamente lo que sucede, contar con toda la información para tomar con ello las decisiones pertinentes. Y por fortuna para él, parece que está siendo completamente sincero. Al menos, en cuanto a compartir la información se refiere.

De modo que me cargan el muerto del asesinato de un noble, eso es genial...

Chantaje... jeje... -Río por lo bajo con ironía, negando con la cabeza. Este tipo no se entera de nada. Rata de ciudad, tampoco cabía esperar otra cosa. Me pongo en pie y doy la espalda al fuego, observando la calzada con las últimas luces del día, apenas un brumoso reflejo del sol en el cielo. O quizás ya sea la luna y las estrellas quienes bañen el paisaje con su tenue resplandor. No se ve gran cosa, pero sabiendo lo que se cuenta bastante no estar alerta- Por mi experiencia, Jake, hay dos tipos de exploradores. Los que asumen la "responsabilidad"... -Remarco la palabra, acentuándola con un tono más lento y elevado- ...de guiar a su compañía sana y salva, y los que dejan que otro sin su experiencia tome las decisiones y, cuando vienen mal dadas, que vendrán, se largan y los abandonan a su suerte para salvar el pellejo. Algunos tal vez sepáis perdonarme que decida formar parte del primer grupo. -Sonrío irónicamente, dedicando una mirada de soslayo al grupo- No es una cuestión de órdenes ni de egos, aunque tampoco esperaba que un tipo de ciudad como tú lo entendiera. Y, por cierto... -Vuelvo a mirar al camino- ...has tardado menos en explicar el asunto junto a este fuego que en discutir tu liderazgo junto a aquel establo. Ese es el tipo de decisiones que deciden la vida o la muerte de una compañía.

Órdenes. Sí, claro, me encanta mandar, ser el jefe. Cree el ladrón que todos son de su condición, me dijo Talaren en más de una ocasión, y sigue siendo tan cierto hoy como entonces. Eso, y lo que me dijo acerca de los cobardes.

Cobarde no es el que huye. Cobarde es el que opta por huir únicamente porque el miedo no le deja pensar en otra cosa.

Si hablas de la familia de ese guardia creyendo que voy a sentirme culpable por ello, ahórratelo. Hice lo que tenía que hacer. Cuando te ves rodeado por los lobos no piensas en que están buscando comida para sus hembras y cachorros, luchas por sobrevivir, y ese guardia trataba de cercenar mi cabeza. -Me encojo de hombros- Le advertí que no lo hiciera, y cuando se echó atrás no le perseguí para rematar el trabajo. Es todo lo que hay. Y no, no tuve nada que ver con la muerte de ese noble ni con ninguna otra. -Añado mirando a Asdra. Lo que pueda pensar Jake sobre eso me la trae al pairo, y estoy seguro de que los otros ya me conocen lo suficiente para saber que no soy de esos. Tan sólo me defendí de alguien que quería matarme, nada más.

Avlin expresa diversas dudas acerca de la misión, llegando a proponer incluso pasar de ella y poner millas de por medio. Es lo que deberé hacer yo, huir lo más lejos posible, pero nunca he dejado tirada a una compañía y no tengo intención de hacerlo en este día.

Ahora que sabemos esto, habréis de tomar una decisión. -Digo girándome serio de nuevo en dirección al fuego, dejando que sus brasas iluminen mi rostro y lo envuelvan de tonos anaranjados- Como bien ha dicho Jake, me estarán buscando, y si os relacionan conmigo os acusarán también. Si simplemente desaparecéis, entonces sí que se asumirá que sois culpables. Yo veo tres opciones, no se vosotros. La primera es que regreséis a la ciudad y tratéis de aclarar que no tenéis nada que ver conmigo ni con aquello de lo que se me acusa. Puede que Heinrich os echara una mano con ello, ya que, una vez limpios vuestros nombres, podríais reiniciar esta misión para él. Tendríais tiempo de buscaros otro explorador, o bien yo podría quedar con vosotros aquí mismo en una fecha previamente acordada, dentro de dos o tres días, por ejemplo, y reanudar la marcha. -Vuelvo a encogerme de hombros, pensativo- Si no queréis regresar ahora e interrumpir la misión, puedo guiaros mañana hasta Venatus y, con suerte, que encontréis a alguien allí capaz de guiaros el resto del camino, si no deseáis permanecer junto a un hombre buscado por más tiempo. Si ese guía regresa a Saduj con vosotros y atestigua que me habéis expulsado de la compañía por mis actos, debería bastar para limpiar vuestros nombres. -Una cosa es que no me arrepienta de lo que hice, y otra que no me sienta responsable de quienes puedan compartir mi castigo- La tercera opción, por supuesto, es que continuemos la misión normalmente. Eso sí, me temo que en el camino de regreso deberé abandonar la compañía antes de entrar en Saduj, donde mi cuello tiene un precio. Confío en que podríamos alcanzar un acuerdo para hacerme llegar mi paga, llegado el caso.

Al menos, por aquí hay gente a la que estimo con suficiente palabra como para confiar en que así sería.

Ahora bien, si finalmente optáis por la tercera opción, sí que tengo una pregunta, Jake. Dices que sólo sabes que hay que recuperar un objeto en esa montaña. Por los dioses de los bosques, espero que sepas algo más, como qué objeto es, y algunas indicaciones acerca de cómo encontrarlo. Una montaña no es pequeña, y o mucho me equivoco o no vamos a tener paz y tranquilidad para pasear buscándolo...

Cargando editor
20/02/2016, 17:09
Freya

Mi conversación con Aldar tuvo que verse obligadamente interrumpida al alcanzar el campamento, aunque su sonrisa, y aquella mirada, me decían que cuanto menos estaba conforme con mis palabras.

Me sorprendió la mirada furiosa de Balakar cuando regresamos junto a ellos, lo que hizo que me preguntara si había pasado algo más en nuestra ausencia. En seguida nos preguntó por la situación, y Aldar se encargó de relatar lo sucedido, tras lo cual cedió la palabra a Jake, yendo directamente al grano.

Este parecía dispuesto a retomar el tema, y ante las preguntas que lanzó Avlin fue lo que hizo. Escuché con atención a Jake, estupefacta por la forma en que contaba las cosas.

Increíble, esto es increíble…

No sólo adornaba la verdad, sino que se permitía tratar de crear culpabilidad en el explorador y dudar abiertamente de que fuera un asesino.

Joder, si Aldar fuera ese tipo de hombres ya le habría cortado el pescuezo por bocazas.

Y otra vez, salía a colación el tema del mandato, como si eso fuera lo importante. Apreté los dientes, tratando de calmar la furia que comenzaba a removerse en mi interior, mientras Avlin insistía en retomar los detalles de la misión. Pero el encapuchado no se hizo esperar, respondiendo a todo lo que Jake había manifestado, dejando clara su postura y dándonos nuevamente, distintas opciones.

Empezaba a estar harta de todo esto. Opciones y detalles sobre esa misión, ¿Por qué a todo el mundo le importaba tanto la dichosa misión?

Esto es un engaño, seguramente una trampa, cada vez estoy más convencida.

Había permanecido sentada con las piernas cruzadas, escuchando a unos y otros mientras las palabras de algunos me comían las entrañas, pero ya no pude más. Me puse en pie y miré a Jake, con el enfado presente en mi rostro.

- Déjate de euf… Euf…  ¿Eufemismos? – miré al resto, sin estar segura de si se decía así. - ¡Déjate de intentar colármela! – exclamé finalmente, furiosa. - ¿Nuestros perseguidores son toda la ciudad? ¿De la mano de quién? Gerard lo dijo claro, Heinrich estaba muy molesto y por eso decía que nos fuéramos cuanto antes hasta que se calmaran las aguas. ¡Llama a las cosas por su jodido nombre!

Les di la espalda, dando un par de pasos hacia atrás, tratando de mantener la calma con las manos en mi cadera; pero no lo logré, y volví a mirar al supuesto líder.

- Te atreves a mentar a la familia de ese guardia… Su mujer e hijos… En lo que a mí respecta, ese tipo era uno de mis carceleros. ¿Crees que a alguien en aquel lugar le importó mi marido o mis hijos? ¿Mi familia? ¡No mientras me torturaban, no mientras me mantenían allí engrilletada durante días y días! – grité, suspirando con desespero justo después. – Claro que no, a Heinrich y sus hombres no les importaba eso, y bueno, después de todo no tenían de qué preocuparse, ¿No? Otro tipo como él de despreciable o más se ocupó de aniquilar a todos los míos. Si, pensaré en la familia de cada uno que intente matarme… - escupí al suelo.

Miré entonces a cada uno de los presentes, dispuesta a decir tras ello una última cosa.

- No soy la más lista de los presentes, seguramente sea la que menos seso tiene. Mi cabeza está hecha para recibir golpes, no para pensar… Pero no sé si os habéis dado cuenta de que quien nos persigue, sabe perfectamente a dónde nos dirigimos…

Sin decir nada más, recogí mi arma y volví a darles la espalda, dispuesta a volver a internarme en el bosque.

- Volveré en seguida… - mascullé, continuando rumbo a la arboleda.

Cargando editor
20/02/2016, 18:00
Jake O'Sullivan "Sully"

Si oíste la conversación sabes cuáles fueron los hechos. Yo no sé con certeza si alguien nos sigue o no, sólo he dicho los posibles perseguidores. Puede que sean simples conjeturas pero no apostaría mi cuello en ello. - Jake miró al resto.

No os conozco, no sé quienes sois ni por lo que habéis pasado al igual que vosotros no sabéis nada de mi. Yo no soy Heinrich, sólo me ha encargado un trabajo, al igual que a vosotros. Me metí en la arena para ayudar a un enano loco y a una pelirroja desconocida, siguiendo los consejos de vuestro deforme amigo Nanocos di las pociones de curación, sane vuestras heridas, os invite a comer y a beber, os ofrecí un trabajo que, sin saberlo, debe estar bien remunerado, he sido sincero con vosotros, he tratado de salvaros la vida ante las noticias que trajo Gerard. Puede que las formas no fueran las correctas pero en mi mundo o te mueves o mueres y no entendía que no fuerais capaces de verlo. Creí que con deciros que había que salir ya sería suficiente.

Sinceramente no sé porqué me tratáis así, pero vale, asumo que no os caigo bien o lo que queráis que sea. Propongo que cumplamos la misión y así dejaremos que las aguas en la ciudad se calmen. Después volveremos y veremos cómo está la situación. Cada uno consigue su recompensa y después que cada uno siga su camino. 

Si Aldar no puede entrar en la ciudad yo me ocuparé de hacerle llegar su parte. Sé que mi palabra no es nada para ti, pero es lo que hay. Quizás Avlin pueda acompañarme, y se la daría a él. Puede que sea el más fácil de disfrazar para pasar inadvertido.

 

Cargando editor
20/02/2016, 20:10
Asdra

  Al parecer el fuego que se había iniciado en el establo horas antes nunca se había llegado a extinguir, en su lugar se había convertido en ascuas que acabaron por reavivar las llamas en cuanto O'Sullivan y el explorador volvieron a hablar. La joven estaba horrorizada por aquello, pero sabía que si no hacía algo con total seguridad la situación solo podría ir a peor. Así que sin nada que perder se puso en pie y con paso vacilante se adentró en el grupo para tratar calmar los ánimos.

  -Yo... yo se que tenéis vuestras diferencias, pero creo que estáis pasando por alto algo importante.- Tragó salvia, viendo el enfrentamiento acalorado temía que aquel comentario pudiera tomarse a mal y sus compañeros acabaran volviéndose contra ella, pero enseguida corrió a explicar su punto. -Me refiero a que se que Heinrich puede ser muchas cosas y aunque a primera vista resulte cruel y despiadado tampoco es estúpido. Puede que algunos de nosotros hayan cometido faltas que vayan en contra de sus intereses pero si nos ha contratado para un trabajo tan bien remunerado su prioridad será que lo completemos, de no ser así dudo mucho que hubiéramos sido capaces de tan si quiera salir de la ciudad o llegar hasta aquí sin que uno de sus grupos de caza nos hubiese dado alcance.- No sabía si aquello iba a calar bien entre esos hombres o si ayudaría a calmar los ánimos, pero estaba tratando de ser lo más sincera posible, ella había trabajado para Heinrich en el pasado y hasta cierto punto conocía su manera de hacer las cosas. -Dejo en vuestras manos el que queráis creerme o no pero creo que nos conviene terminar con esto antes que nada salvando las diferencias que podamos tener. Todos vosotros salvo Freya conocisteis a Longbert y como terminó cuando Heinrich decidió que el fracaso del trabajo anterior fue culpa suya. Esto no lo digo como una amenaza, solo trato de advertiros pues el se cree justo a su manera, si fracasamos seguramente corramos la misma suerte que él, especialmente si envía a Nimble tras nosotros, pero si por el contrario tenemos éxito os recompensará con lo prometido y cada uno podrá seguir su camino dejando atrás toda esta locura.- Esa última frase fue soltada con profundo pesar. -Solo diré una cosa más antes de dejar al resto que exprese su opinión, si proseguimos hasta Venatus y tenéis deseos de mantener un perfil bajo conozco a un hombre que podrá darnos refugio por el tiempo que pasemos allí lejos de miradas molestas, su nombre es Corum y vive a las afueras de la aldea en una cabaña como leñador.-

Cargando editor
20/02/2016, 20:39
Director oscuro

  Oír aquel nombre enseguida hizo caer en la cuenta del hombre al que se refería Asdra, se trataba del "Gran Oso", al menos en el pasado era conocido así, una especie de héroe local conocido por todos. Corum había ganado en más de una ocasión las competiciones de fuerza de la feria y ganado algún que otro torneo de las arenas, de hecho Jake lo había conocido en el pasado como uno de los hombres de confianza de Heinrich. Sin embargo, lo que ya no era de dominio público era que Corum en un momento dado se decidió a cortar toda relación con Heinrich por alguna clase de afrenta y desde entonces había desaparecido.

  Corum siempre tuvo fama de ser un hombre directo, orgulloso y a su manera honrado. Seguramente aquella mezcla había llevado a la ruptura frontal de las relaciones con su actual patrón para futuras "contrataciones". 

Notas de juego

  Te he editado el mensaje para poner el nombre de Nanoc que supongo que es a quien te referías.

Cargando editor
20/02/2016, 20:51
Director oscuro

  Con la cautela que caracterizaba a los de su clase, Amaranta borró todo rastro que pudiera señalar el camino que había tomado. Parecía que nadie la había seguido y en poco tiempo perdió de vista a los dos hombrecillos mientras el bosque se iba volviendo más y más oscuro. Aquello fácilmente podría haber asustado a alguien poco acostumbrado con la floresta, pero para los druidas ese era su hogar y todo aquello estaba muy lejos de asustarla o incomodarla.

  Cuando avanzó hasta una distancia que consideró prudencial se detuvo en medio del claro del bosque. Seguía sin haber rastro de perseguidores y el silencio que reinaba no hacía más que ayudar en reafirmar aquella idea, sus excompañeros no deberían tardar mucho más en irse a dormir y ella debería de empezar a planificar cual sería su manera de actuar a partir de ese momento.

Cargando editor
21/02/2016, 14:23
Avlin Tuercegris

- No sé que opináis los demás- suspiró- pero parece que la única forma de, con suerte, quitar el precio a nuestra cabeza, es contar con el beneplácito de Heinrich. A falta de un plan mejor, yo voto por concentrarnos en acabar la misión. Después, Sully y Asdra, que parece que podrían ser los más protegidos, irán a liquidar cuentas con Heinrich y confiaremos en su palabra para obtener nuestra paga en algún punto exterior en el que podamos defendernos en caso de sorpresas indeseables. Por el camino trataremos de averiguar exactamente quién está en busca y captura y porqué.

Cargando editor
21/02/2016, 15:19
Balakar

Asistí en silencio al pequeño contubernio que estabamos celebrando, ocupandome de hacer fuego, distribuyendo las raciones y aventando los sacos de dormir y las mantas sobre las pasariamos la noche, Moradin mediante.

No habia contribuido a la conversación más que para lanzar fulminantes miradas a Sully y a Aldar cada vez que se ponian gallitos el uno con el otro... y para partir ramas con las manos desnudas. El panorama que se estaba dibujando a medida que unos y otros era cada vez peor.

- Freya, aguarda un instante.- Pedí, que no ordené, con el severo tono que emplearía un padre severo y justo con el más discolo de sus hijos bienamados.- Aguardad un instante, todos.

Rebusque en mi mochila y saqué un odre de vino, al que le dí un buen tiento.

- Sully, te la han jugado... Y a todos nosotros... Por mi parte, no tengo nada que reprochar al viejo por matar a un guardia del coliseo.- Le dedico un cabeceo antes de continuar.- Entiendo que ya le acosará su fantasma si asi a de ser... Y te agradezco que nos sacases de allí a toda prisa, Sully.- Tambien le dediqué a él un gesto.- Pero eso no cambia el hecho de que nos la han jugado.

Volví a tomar un trago.

- Lo que nos lleva a preguntarnos el porque de todo este asunto... Sully, entiendo tu lealtad hacia tu jefe y la respeto. Mi gente tiene un largo historial de hazañas y estupideces en complimiento de la palabra empeñada. Y yo, al aceptar el trabajo, he empeñado mi palabra...

Un nuevo trago de la bota. Aproveché para secarme las barbas con el dorso de la mano.

- Pero nuestra Historia esta llena de hazañas fruto de la decisión de joder a quien trata de jodernos... Disculpad mi lenguaje... Y tengo la sensación de que alguien quiere jodernos y no tengo muy claro el porque...

Me levanté pesadamente, para aclararme un poco la cabeza.

- Mientras buscabamos leñas, Avlin y yo nos encontramos con una vieja amiga... Con Zafira, Sully... Que nos ha contado que Heinrich es bastante más cabronazo de lo que salta a la vista... Me importa poco lo que os pase a vosotros, los que caminais bajo el cielo... Pero si me importa que alguien no se responsabilice de los muertos fruto de su ambición... Me inclino a pensar que nuestro patrón necesita algo de la montañas para sus planes y que nos matará en cuanto le pongamos las manos encima.

Hice crujir mis nudillos.

- De hecho, es probable que sus mercenarios nos esten siguiendo, esperando para tendernos una emboscada.- Me giro hacia el grupo, sonriendo perversamente, mientras asentia en dirección a Avlin.- Odiaria mucho faltar a mis compromisos y me gustaria que me acompañarais... Cogemos lo que nos han mandado buscar y volvermos para meterselo a Heinrich por donde no da el sol... Me gusta el plan del gnomo...¿Que os parece a vosotros?...

Cargando editor
21/02/2016, 16:09
Aldar

Freya no tarda en reaccionar a la conversación con la furia que la caracteriza en el campo de batalla. No se corta un pelo, y acusa a Jake de ocultar información, dejando claro lo que opina de Heinrich. El asunto de la familia del guardia la hace saltar aún más, y me veo frunciendo el ceño sorprendido por sus declaraciones. ¿Su marido y sus hijos? ¿Es una forma de hablar, o...?

Joder, Freya, espero que lo sea...

Acto seguido, argumenta no ser la más inteligente de por aquí, pero al mismo tiempo hace una anotación importante. Si es Heinrich quien nos busca, sabe exactamente a donde vamos. Y eso es un jodido problema.

Freya... -Llamo la atención de la bárbara, lanzándole una significativa mirada cuando se gira para mirarme- No te alejes mucho. -La advierto. Y menos, en dirección al bosque. La noche es oscura y, más aún en un bosque como ese, alberga horrores.

Jake no tarda en responder, por fortuna en un tono bastante más conciliador. Puede que la fiereza de Freya le inspire más respeto, y no quiera jugársela como hace conmigo. El cabrón es listo o con suerte, sabe que no soy del tipo de gente que pierde los nervios con facilidad, o ya le habría metido una flecha entre los ojos.

Estoy de acuerdo contigo en una cosa, Asdra... -Digo cruzándome de brazos, pensativo- La prioridad de Heinrich será que cumplamos la misión. Eso significa que le interesa que consigamos ese objeto, por lo que no podrá trabas a nuestro camino de ida. -Recalco, pasando mi mirada de ella a Balakar- El problema vendrá luego, al regresar. Podría esperar a que le entreguemos lo que tanto ansía, y escudarse luego en nuestro presunto crimen para librarse de nosotros en lugar de pagarnos. O bien, como dice Balakar sabiamente, dejar que algunos de sus hombres nos esperen en el trayecto de vuelta y le lleven ellos esa cosa, dejando nuestros cuerpos a merced de los carroñeros. -Me encojo de hombros, con gesto contrariado- Siempre podemos tomar otra ruta para el regreso, pro sería larga y cansada, eso seguro. Un verdadero rodeo. O podemos simplemente extremar las precauciones, y ver si los hombres de Heinrich están a la altura. -Sonrío, guiñando un ojo a Balakar. Es el tipo de plan que parece elaborado por un enano- Me atrevo a augurar que, de tendernos una emboscada, lo harían entre Venatus y Saduj. De Venatus hasta nuestro destino hay diferentes rutas, no se arriesgarían a esperarnos en una y que volvamos por otra, si es que saben lo que hacen. Si no lo saben, esperarían en la calzada, de modo que es la ruta que NO tomaremos a la vuelta. Por si acaso. -Aunque, si la gente que envía Heinrich se deja burlar de esa forma, no tenemos gran cosa que temer- Asdra, una cabaña fuera de la aldea sería perfecto, sin duda. Y dejar algunas monedas en Venatus para que se nos avise a la vuelta si alguien ha pasado por allí después de nosotros tampoco estaría de más. -Añado, percibiendo algo parecido a un buen plan de acción- Entonces... estamos de acuerdo en seguir adelante, ¿no es así?

Cargando editor
21/02/2016, 16:36
Balakar

-¡¡HOORAY!!- Grito, a modo de aprobación, golpeandome el pecho con el puño.- Y, ahora, a cenar de una puñetera vez...

Las raciones de viaje no son gran cosa y la compañia tampoco es la mejor, aunque parece que los animos se serenan un poco.

"Todo el mundo gana... Sully comple con su jefe. Los demás, con nuestro patrón... Aldar lava su nombre. Freya venga a su familia. Avlin se divertirá un rato y saciará su curiosidad para un par de dias al menos... Y un servidor podrá hacer algo bueno para variar... Y recordarlo, al menos."

- A comer.

Cargando editor
21/02/2016, 17:04
Freya

Mientras me alejaba, escuché lo que Jake decía, cabreándome más si cabía. Ahora resultaba que él me había sanado las heridas, y hablaba como si le debiera algo. El enano sí se había jugado el pellejo por mí, sin entender aún por qué, la verdad. Y Aldar, que tuvo que enfrentarse a ese tipo en las gradas, después de tratar de socorrernos con sus flechas.

Y por eso nos persiguen… A lo mejor yo soy el problema aquí, y no Jake, Sully, o como quiera que se llame.

Quizás fuera hora de partir, no lo sabía. Antes de internarme en el bosque, Balakar me pidió que me detuviera, y así lo hice; permaneciendo aun así de espaldas a todos ellos. Asdra también había intervenido, de modo más conciliador, y también Avlin. Con su intervención, Balakar también dejaba claro que quería seguir adelante, del mismo modo que lo hacía también el explorador; después de advertirme sobre que no me alejara.

A mí todo esto me sigue oliendo a rancio…

Me llevé la mano al pecho, pensando en aquella historia que me había relatado Nanoc, tan presente en mi pensamiento que me aterraba que pudiera suceder algo parecido. Todos se mostraban muy confiados, a pesar de no saber lo que íbamos a buscar; cuando ese podría ser precisamente el problema.

Giré mi rostro un instante, mirando a Aldar.

- Tranquilo. – fue todo lo que le dije, en un tono realmente serio, continuando mi camino; necesitaba un momento sola para descargar mi furia.

¿Debería advertirles? De nada ha servido lo que he dicho hasta ahora…

Cargando editor
22/02/2016, 09:08
Avlin Tuercegris

- Ya era hora- sonrió el gnomo encantado dando pequeños botes sobre la pequeña roca en la que se sentaba- me muero de hambre. Siempre que me siento alrededor de un fuego recuerdo las historias que la abuela Nana nos contaba de pequeños, conozco una que nos viene al pelo en esta situación.

Avlin inició su cháchara mientras la muchacha pelirroja desaparecía entre las lindes del bosque, tratando de romper definitivamente el aura de tensión reinante, hilvanando sin mucho criterio unos acontecimientos con otros y mezclando historias y protagonistas según se le iban cruzando por la mente. Entre tanto, en lo más profundo, su innata curiosidad no dejaba de pensar y elucubrar acerca de ese misterioso objeto que tan importante parecía.

Cargando editor
22/02/2016, 20:44
Freya

Me adentré entre la vegetación, pero sin alejarme demasiado. No es que no tuviera ganas de marcharme de allí, pero aunque no fuera muy lista, tampoco era ninguna estúpida. Deseaba gritar, sacar toda la furia de mi cuerpo de un sonoro y desgarrado rugido, pero eso era impensable. Caminé unos cuantos metros, apretando mis puños y mis dientes, hasta dar con un intento de claro, que me permitiría descargar mi rabia.

Cerré mis ojos, haciendo girar mi hacha varias veces, despacio, valiéndome de ambas manos; para de forma repentina sujetarla con fuerza y alzarla hacia atrás, lanzando el más fiero de los golpes contra el suelo. Solté el hacha, dando un par de paso hacia atrás y dejándome caer al suelo de culo, inclinándome hacia atrás con mis piernas estiradas y con mis brazos apoyados sobre la hierba.

Ya era de noche, y mirando hacia arriba como me encontraba, pude adivinar entre las ramas de los árboles la claridad de la luna. Volví a cerrar los ojos y me tumbé del todo, solo un instante, con mis brazos bajo la cabeza; anhelando un pasado que ya quedaba demasiado lejos.

Finalmente me puse en pie y me dirigí hacia mi arma, desenterrando la afilada hoja haciendo uso de una de mis manos, y puse nuevamente rumbo al campamento, desde el cual no tardaron en llegarme voces. Sobretodo una voz, la de Avlin, que parecía estar narrando una de sus historias mientras algunos comían. Me senté junto al fuego, aunque algo más apartada de lo que lo hicieran los demás, intentando desenredar de mi pelo algunas hojas y pequeñas ramas que se habían quedado enmarañadas en él.

Cargando editor
24/02/2016, 15:09
Zafira 'Ithildin
Sólo para el director

 

Los he de seguir, así que a dormir mientras ellos duermen, y seguirlos cuando se levanten.   Por su ruta que toman, ¿a que zona parece que van? 

 

Cargando editor
25/02/2016, 02:03
Balakar

Seguí con la mirada a Freya, repentinamente preocupado por su cambio de humor y su expresión. Por un instante perdí el hilo de la conversación del gnomo y parpadee un par de veces antes de darme la vuelta y mirarle extrañado.

- Deja de decir idioteces y come de una vez...- Le espeté, molesto.- No puedo oír ni mis propios pensamientos, narices.

"Lo que, sinceramente, no era tan malo como quería hacer ver a estos..."

Arranqué un trozo de carne seca y lo mastiqué a conciencia, rumiandolo mientras mi propia mente navegaba por las negras y procelosas aguas de las agoreras premoniciones. De repente, a medio masticar, alcé  la vista y gire la cabeza, buscando el ahogado sonido que había llamado mi atención. Lanza una inquisitiva mirada a mis compañeros, mientras masticaba de nuevo con lentitud.

- ¿No habéis oído como un golpe?- Pregunté con la boca llena.- Por de se ha marchado Fre...

Como si la hubiese invocado la feroz mujer se adentró en el claro, con el pelo desaliñado con ramitas y hojas enmarañandolo y las mejillas súbitamente arreboladas.

"Si las circunstancias fuesen otras, habría jurado que venia de revolcarse en el henil, como dicen los humanos."

Sin querer, mi mirada vagó,  perezosa, hasta el rostro de nuestro guía a la vez que ese pensamiento cruzaba por mi cabeza a toda velocidad.

Me atraganté con la carne, levantandome de un brinco y jadeando y tosiendo hasta que alguien me dio una puerte palmada y pude escupir la masa masticada al fuego del campamento.

- Gra... Gracias... Se fue por donde no debía...- Jadee.- ¿Todo bien, niña?

Cargando editor
25/02/2016, 03:28
Aldar

Balakar reparte las raciones para cenar, justo cuando Freya, tranquilizándome escuetamente como sólo un bárbaro sabe hacer, decide alejarse del campamento un rato. La cháchara de Avlin no evita que la observe mientras se aleja, recordando sus palabras e imaginando sus motivos para desear alejarse.

¿Marido e hijos? ¿Y ellos... han...? No, también podría ser otra cosa...

Las montañas grises...

Aún en pie, comienzo a mascar con desgana un trozo de carne curada, observando de cuando en cuando la oscuridad en dirección a la calzada. Aún creo que Jake dirá algo al respecto del plan, pero parece sumido en un extraño mutismo.

De repente, se oye un golpe en la distancia, que hace que me gire. No sobresaltado, sino confirmando lo que ya esperaba. Es muy propio de las gentes de su pueblo necesitar desfogarse de ese modo de vez en cuando, más si tienen motivos sobrados para ello. Y sin duda ella los tiene. Eso los hace feroces guerreros, pero siempre he pensado que, por contra, los hace arrastrar un profundo sufrimiento.

Nada de lo que debas preocuparte, Balakar. -Tranquilizo al enano, justo antes de que Freya reaparezca de entre las sombras, con el fulgor de las llamas reflejándose en su piel.

Ni siquiera puedo imaginar por lo que estará pasando. ¿Cómo iba a hacerlo alguien como yo, que no tiene a nadie?

Balakar se pone súbitamente en pie, de un salto, tosiendo como si fuera a ahogarse. De un largo paso me sitúo junto a él, golpeando su espalda con fuerza. Un trozo de carne convertido en una bola informe sale despedido hacia el fuego, comenzando el enano a jadear. Le doy un par de palmadas en el hombro, mientras me da unas innecesarias gracias y pregunta a Freya por su estado. Me giro, atento a la respuesta pero poco inclinado a esperar demasiado de ella. Me agacho y cojo la silla de montar que le he retirado a mi caballo, cargándola al hombro de camino a la posición de la bárbara. Dejo caer la silla a su espalda y tomo asiento a su lado, ofreciéndole un trozo de carne. Se marchó antes del reparto de raciones.

Deja el pelo para luego y come algo, te estás quedando en los huesos. -Bromeo, sin sonreír, mordiendo yo de mi propio trozo y mascando con la vista en el fuego. Lo cierto es que su cuerpo bien musculado no da el aspecto de haber padecido los estragos del hambre, pero aún así debe de haber sido duro- Oye, lo que has dicho antes... -Susurro, tratando de que los demás no oigan la conversación, mirándola de reojo- Lo de tu marido y tus hijos... ¿Es por lo que tienes que ir a las montañas grises?

Cargando editor
25/02/2016, 10:08
Avlin Tuercegris

- Deja de decir idioteces y come de una vez... No puedo oír ni mis propios pensamientos, narices.

- ¿Idioteces?- rió con los brazos en jarras- tiene gracia que me diga eso un enano, probablemente una de las razas que más obsesión tiene por su pasado. Vuestra gente se pasa el día narrando historias de afrentas sufridas y héroes. 

- ¿No habéis oído como un golpe? Por de se ha marchado Fre...

Avlin cayó de golpe y agarró su bastón, saltando como un resorte. Vio entonces a Freya que regresaba del bosque con el aspecto de haberse revolcado en un zarzal y suspiró aliviado mientras volvía a colgarse el cayado a la espalda.

Balakar comenzó a toser entonces, y Aldar atento como un gato saltó a su espalda golpeando con fuerza y haciendo que un trozo de comida cayera cerca de los pies del gnomo que dio un ágil salto hacia atrás para mantener sus pies lejos del contacto de aquella masa no identificable.

- Ey- gritó- te agradezco la invitación pero me llega con mi parte.

 

Cargando editor
25/02/2016, 19:34
Freya

Sentada, separaba mechones de mi cabello, tratando de deshacerme del rastro de mi descanso en el bosque; pero cesé con mi labor en cuanto escuché al enano tosiendo y jadeando. Por fortuna Aldar le socorrió en seguida, ayudando a Balakar a deshacerse de aquel trozo de carne que parecía habérsele atragantado; perturbando la cena de Avlin como daño colateral.

- Soy yo la que debería preguntar eso. – respondí al enano tras el incidente, al interesarse por mí. – Mejor, gracias. – terminé por responderle, esbozando una ligera sonrisa, en la que aún podía apreciarse algo de amargura.

En aquel momento vi como Aldar tomaba la silla de montar y se dirigía hacia mí, sentándose finalmente a mi lado. Cogí la carne que me ofrecía mientras me instaba a dejar mi pelo y comer, alegando que me estaba quedando en los huesos.

- Pero son unos huesos bastante grandes. – respondí a Aldar a modo de broma, tratando de sonreír, aunque esto me resultó aún más complicado cuando me di cuenta de que él no lo hacía.

Entonces el explorador comenzó a susurrarme, mirándome de reojo mientras lo hacía. Sus palabras me dejaron perpleja. ¿Tan mal me había explicado? La palabra no era precisamente uno de mis dones, pero…

- Mis anchas caderas son perfectas para traer rollizos niños al mundo… - comencé a bromear, susurrando - O eso dicen, no lo he comprobado aún. – le sonreí, esperando que su semblante cambiara. – No tengo hijos, Aldar. – le dije con seriedad. – Y tampoco marido. No podría estar aquí sentada contigo si así fuera… - confesé, mirando el fuego. - ¿Era eso lo que te preocupaba? – pregunté, mirándole un instante de reojo, pero volviendo rápidamente la vista a la hoguera.

Cargando editor
25/02/2016, 19:44
Aldar

Ante mi comentario sobre la comida, replica bromeando acerca del tamaño de sus huesos. Apenas sonrío tenuemente, con la idea acerca de su presunta familia rondando mi cabeza. Y cuando al fin la formulo, me sorprende su expresión de perplejidad. ¿Es buena o mala señal? Varias opciones se agolpan en mi cabeza, si eso de su familia es cierto. Que murieran cuando ella fue capturada es, desde luego, la peor de ellas. Ya la vi sufrir una pérdida semejante una vez, ¿es que debe repetir la historia, padecer lo mismo una vez más? No, pero quizás no estén muertos, puede que fueran capturados también, y sigan prisioneros en alguna parte. Un destino horrible, pero no irremediable. Si alguien es capaz de encontrar y liberar a su familia, esa es Freya, sin duda. Nada la detendría, nada la haría desfallecer. Y los dioses son testigos de que mi arco no encontraría causa más justa a la que unirse. Claro que también podrían seguir siendo gente libre, ¿por qué si no su interés en llegar a esas montañas? ¿Acaso viven allí? Sin embargo, la explicación de Freya desmonta todas mis teorías.

Alzo las cejas, parpadeando sorprendido, y descendiendo brevemente mi mirada cuando habla de sus caderas. Confiesa no tener hijos ni marido. ¿Tan mal la he entendido? No me lo puedo creer, me siento completamente estúpido, hasta el punto de agachar mi rostro tapándome la cara con una mano, avergonzado· Pero, al mismo tiempo, sacudiéndome de encima la pesada capa de preocupación por el sufrimiento de Freya, me entran ganas de reír.

Jajaja, lo siento, lo siento... -Me disculpo entre risas, en voz baja, aún mirando al suelo, aunque en seguida miro a Freya a los ojos con una gran sonrisa y ganas de seguir riendo- Te he entendido fatal, jaja. -Confieso lo evidente, reconociendo mi error mientras agito la cabeza con humor- Y claro que me preocupaba. -Digo ya más serio, mirando el trozo de carne en mis manos, pensativo- No quiero verte sufrir... -Confieso, guardándome el segundo motivo de mi preocupación, uno que, en cualquier caso, era secundario con lo que pensaba que estaba sucediendo- ..."caderas perfectas". -Termino bromeando, mordiendo la carne y mascando con una sonrisa.