Partida Rol por web

Las Aves Corrompidas por El Laberinto te giran lentamente y te ponen de cara hacia las montañas, sus ales baten perfectamente en sincronía. Sólo ves las altísimas montañas en la distancia y hacia el norte, ves un destello en una de sus paredes. Una señal, de un guardapuertas que ha pasado por allí y ha indicado que la salida está por ahí.

Los ojos se te abren como platos. Era eso lo que el laberinto quería que vieras, casi ibas en la direccion correcta, sólo tenías que girar un poco hacia el norte y hubieras ido directa. Allí está la salida. Ahora sólo tienes...

Las tres aves a la vez te sueltan.

La visual era magnífica. Pude hacerme una imagen mental del pantano en forma completa... Pero... ¿qué es aquello? Ese brillo ¿que significaba?

Esforzándome para observar, noto al final que era una runa, y brillaba con fuerza. ¡¡¡ESA ERA LA SALIDA!!! ¡¡¡AHÍ ESTABA LA PUERTA!!!

Intenté separarme de las aves.. y casi lo consigo, pero son más inteligentes de lo que imaginé, tanto su vuelo como su respiración están perfectamente coordinadas. Debía imaginarme una forma de llegar hasta la puerta. Era imperante que llegue hasta allá. 

Comencé a moverme como pude, con tal de que las aves cambien su rumbo, y cuando pienso que lo estoy logrando comienzo a sentir viento sobre mi cara... las tres, al mismo tiempo, me habían soltado.

En un momento de desesperación, con mis manos manoteo el aire, tratando de agarrar, aunque sea una sola pata, de una de las aves para no caer y estamparme contra el piso.

Tu caída es grande, las runas se encienden hasta casi quemarte. Mientras caes sólo puedes pensar que has fallado a tu pueblo. Las runas que ellos inscribieron en ti, están apagadas. En esos momentos parece como si el tiempo se relentizara, miras con una mezcla de curiosidad y estrañeza. Algo te impulsa a activar una runa. La primera que te viene a la cabeza es la de tu compañero y hermano Niklaus, esa marca cerca de la runa de tu corazón. Sabes que tienes que activarla, pero algo te retiene, un séptimo sentido hace que bajes la mirada hasta la marca de Miro en la parte baja del abdomen. Miro es un Patryn que se encarga de despedezar la comida, es joven y muy activo, aunque tampoco has cruzado muchas palabras con él, sabes que siempre ha querido unirse a ti.

La runa de Miro empieza a brillar con una luz verde. De súbito te das cuenta que Miro está en tierra, observándote como sigues siguiendo girando a cámara lenta mientras manoteas. Ves como el Patryn empieza a crear runas de viento justo debajo de donde vas a caer. Una especie de entramado mucho más complicado que lo creías capaz a ese retoño, ¿Que está pasando? empieza a soplar hacia arriba un vendaval que choca contra tu cuerpo en bajada. Poco a poco te vas frenado hasta que aterrizas con un golpe duro que te saca el aire de los pulmones, pero nada más.

A tu lado el Patryn que una vez se llamó Miro te mira un largo momento tras lo que asiente con la cabeza, antes de difuminarse, como si nunca hubiera estado. La runa de tu abdomen no está.

En un enorme y muerto árbol en medio de un laberinto, un joven Patryn está limpiando un gran cocodrilo. No tiene muchas puertas, pero tiene todo su futuro por delante, y seguro que acaba escapando. Sin embargo un ojo experto podrá observar que le falta una runa, o más bien tiene un pequeño salto, como un vacío.

El Patryn detiene lo que está haciendo y se mira el hueco, en donde empieza a crecer la runa que faltaba. Con un suspiro, Miro, deja lo que tiene en las manos con lentitud y se separa de la mesa de trabajo. Está sólo así que no tiene tiempo de despedirse de nadie.

Su cuerpo explota hacia delante, las costillas se abren hacia fuera y la cabeza le revienta. No tiene tiempo ni de gritar. Es como si hubiera caído desde gran altura...

Al ver como se difumina mi compañero, el cual conozco desde hace mucho tiempo no puedo más que comenzar a llorar desconsoladamente. Sabía lo que había pasado, y ahora comprendía el porque del ritual que habían realizado. La desaparición de la runa que tenía a la altura del abdomen era un faltante que no olvidaría fácilmente.

A partir de ahora debía tener más cuidado, no podía poner en riesgo a nadie más de mi clan.

Miro al cielo esperando a que las aves no estén volviendo por mí y comienzo a correr desesperadamente hacia donde había visto aquel destello. 

Las lágrimas continuaban cayendo por mi cara, y el solo pensar en Niklaus hacía que mi estómago se vuelva un nudo por completo. No debía usar mis runas en ningún momento, por más que me se cobre mi vida el laberinto, no permitiría que ninguno de mis iguales sufra una muerte que no merecen por enfrentar a algo que no les corresponde.

Apenas tenga oportunidad me sentaré con tiempo, y por más que ya me imagino el dolor que sentiré, voy a talla nuevamente la runa de Miro donde iba. Puede que no signifique nada, ni tenga palabras de poder, pero es la única forma que me imagino para poder hacerle honor a su sacrificio hacia mi persona. 

Araen es una criatura rara. Los Patryn son una raza insensible, solitaria y egoista. Pero este ser es todo lo contrario y el laberinto está confuso, dentro de su miriada de pensamientos, muchos de ellos dedicados únicamente a la destrucción sistemática de esa raza hasta que no quede uno sólo respirando, algunos han desarrollado otros sentimientos. Ha crecido como unas personalidades dentro de otras. Es tan grande la extensión a vigilar que funciona como una mente colmena, desfragmentando su propio ser.

Esta parte siente como camina sobre sí este ser, que riega con lágrimas su tierra. Pero en vez de sentirse feliz, está confuso, casi con pena envía de nuevo a sus Aves corruptas contra ese ser. Están programadas para defender la zona y matar a cualquier intruso. Vuelan en grupos de tres. Sin embargo las aves parecen no verla. Está seguro que está sobre ella, pero las Aves han matado a esa criatura llamada Araen, no pueden asimilar que siga viva, por lo tanto la ignoran. El Laberinto, pone su atención durante un segundo sobre ese Patryn para solucionar el problema, pero hay algo que atrae su atención mucho más. Hay una gran guerra en ciernes y hay que preparase. ¿Que es eso? ¿Serpientes?

Araen sigue caminando, con Enormes Aves sobrevolando el cielo, y cadáveres de otros Patryns bajo sus pies. Sigue caminando hacia la siguiente puerta.