Había caído la tarde cuando llegaron al bosque. Ruru se sintió como en casa, se sintió tremendamente aliviado cuando sus manos y pies tocaron la hierba, la alfombra de hojas que cubría el suelo, y respiraba el aroma a resina de los árboles. Se llenó los pulmones de oxígeno mientras el resto del grupo desmontaba de los caballos y se adentraba en la foresta para encontrar la casa de retiro de Ignatius Lemaïtre.
Tassabra portaba el sello del mago. A su lado estaba su hijo, seguido de Ekarion y la sacerdotisa. Con ellos también iba Señor Pinckles. El enano se subió a su osa para avanzar por el bosque, sabía exactamente dónde se encontraba el lugar al que tenían que ir, de modo que abrió la marcha. Todavía había luz suficiente mientras avanzaban, los rayos de sol atravesando el techo de hojas como lanzas doradas. De vez en cuando, el sonido de las ramas agitadas por el viento, el perfume de las flores o el zumbido de los insectos. Los animalillos se escondían a su paso.
Mientras Ruru estaba como en su casa, los demás no se sentían tan cómodos. El suelo estaba húmedo, repleto de desniveles, enseguida se desviaron del sendero principal para adentrarse entre la floresta. Se tropezaron con todas las raíces posibles, se golpearon con todas las ramas y los caballos dejaron de obedecer. Era como si el bosque no los quisiera allí. Pero es que así se había sentido Ruru durante su estancia en la ciudad, tan fuera de lugar como ellos se sentían en el bosque.
Finalmente, cuando ya creían que se habían perdido y que no llegarían a ningún lado, el símbolo que llevaba Tassabra comenzó a reaccionar. Caminaron por la zona hasta que, casi sin darse cuenta, vieron una casita en mitad de un claro que antes no estaba. Habían pasado el velo mágico sin darse cuenta, porque en su lado estaba anocheciendo y allí, parecía que acabara de amanecer. A simple vista no se veía ni un alma, al menos humana. Los animalillos saltaba por allí con perezosos movimientos, el lugar estaba en calma y el sol calentaba el rostro.
Ruru no se sentía como en casa. ¡Estaba en casa! Pues ese enorme bosque era entero, de un extremo al otro, su hogar. Dejar atrás aquella apestosa y contaminada ciudad había sido todo un alivio. Además, por fin había podido pasar tiempo con su osa, la cual encajaba menos en la ciudad que el propio enano. Fuera como fuera, todavía no habían concluido aquella misión y solo una vez lograrán derrotar a Lemaître y sacarlo de su bosque, podría regresar a su bendita rutina.
- Ya hemos llegado. - Comentó el enano aquella obviedad. - Supongo que ahora al acercarnos con el símbolo pasará algo. Seremos teleportados a algún plano menor o algo por el estilo. - Se mesón su frondosa barba pensativo. - La primera vez que estuve aquí entré en la cabaña pero no encontré a nadie. Descubrí eso sí, que la cabaña en sí y todo lo que hay en su interior era mágico. Supongo que es otro cuadro. - Se encogió de hombros. - ¿Estamos listos? - Preguntó el enano sobre todo mirando a Ekarion. Podía ser que quisiera lanzar unos cuantos conjuros antes de acercarse más a la cabaña.
Entiendo que hemos descansado por lo que podremos cambiar conjuros.
Éstos son los conjuros que tenía memorizados. Alguna sugerencia?
Nivel 1 (4+2): instant power, Zancada prodigiosa, Impending stones, cimientos de piedra, rapidez de la serpiente, muro de humo
Nivel 2 (3+1): rapidez de la serpiente en grupo, piel robliza, frío creciente, escupitajo cegador,
Nivel 3 (2+1): tormenta de aguanieve, transformar la piedra, corazón de agua
Nivel 4 (1+1): Viento Boreal, disipar magia
Tassabra no dedicó un solo pensamiento a pensar si se sentía en casa o fuera de lugar. A decir verdad, solía ser el lugar el que tenía que lidiar con ella, y no al revés, y a Tassabra le importaba bien poco lo que el bosque o la ciudad opinaban de su presencia. Era una mujer con un propósito, y su propósito era arrestar a Lemaitre.
—Nací preparada, señor Sauceviejo —dijo Tassabra, tomando posición en la vanguardia—. Larga vida al Imperio y al Emperador.
Cerró la mano en torno a su bisarma al sentir el cosquilleo de la magia cuando atravesaron el velo y se hizo de día. Miró hacia Ekarion, Minvant y a su hijo para asegurarse de que estaban preparados antes de avanzar como un ariete contra las puertas de una fortaleza.
Ekarion se sentía a gusto en el bosque, aunque había olvidado mucho acerca de cómo moverse entre las ramas y raices . Y si bien había pasado gran parte de su vida intentando salir de él para estudiar magia en una ciudad, podía reconocer éste vergel gran parte de lo que había sido su hogar, y no era extraño ya que ambos bosques tenían un mismo guardián.
La transición de noche a día, la aparición de la casa en el claro, la inmutabilidad del paisaje... Lemaitre había elegido pintar para si mismo un momento eterno como refugio, una anomalía en el tiempo donde seguramente sus poderes serían mayores que en la realidad.
- Listo - dijo Ekarion revisando sus defensas, esperando que ese día terminara tan bien como había comenzado.
- Ha llegado el momento de jugar todas nuestras cartas. - Dijo el enano. - Acércate Tassabra.
El druida tocó a la soldado y se concentró para que los elementos de la naturaleza le cedieran su poder y así proteger a aquella mujer.
- Madre naturaleza, otórgale a esta mujer la dureza del roble, que su piel sea un muro infranqueable contra todo mal. - Recitó y la joven notó como en efecto, su piel se endurecía.
Justo después, volvió a concentrarse para pedir para él mismo otro de los dones de la naturaleza.
- Madre naturaleza, que mi corazón sea agua y así mi cuerpo sea libre de toda atadura. - Y en ese momento, parte del cuerpo de Ruru cambió y se tornó más líquido.
Conjuros Memorizados
Nivel 1 (4+2): Impending stones, cimientos de piedra, muro de humo
Nivel 2 (3+1): rapidez de la serpiente en grupo
Nivel 3 (2+1): tormenta de aguanieve
Nivel 4 (1+1): Viento Boreal, disipar magia
Cinturón curativo 1/3
Forma salvaje 1/3
El grupo se dirigió a la casa con Tassabra por delante. La Cazadora no esperó respuesta después de llamar a la puerta, al no recibir respuesta, embistió con todas sus fuerzas y la desencajó del marco, ofreciendo paso al interior. Ekarion echó un vistazo alrededor para comprobar que algunas de las protecciones mágicas, en especial la runa grabada en la misma entrada, no se había activado, gracias en buena parte al sello que Duallia les había ofrecido.
El interior era una agradable estancia con muebles muy sencillos, espaciosa y muy luminosa. Predominaba el color verde y tierra, aunque al contrario que la mansión en la que habían estado, el lugar no estaba muy ordenado y grandes pilas de libros se amontaban en las paredes. Localizaron una mesa de trabajo con pinturas, una gran cantidad de lienzos, pinceles y utensilios. Libros con dibujos y bocetos, mezclas de pigmentos y figuras esculpidas o a medio esculpir. También había una cocina y una habitación. Pero no había ningún sirviente.
Tras una inspección al piso superior, Alexandar llamó al grupo para señalar una puerta que conducía al sótano de la casita. Tassabra fue en cabeza y el grupo entero descendió a las profundidades. Enseguida empezaron a escuchar los sonidos que provenían del sótano. No tenían muy claro qué estaban oyendo, pero el ruido era desagradable, entre chirridos y gritos. Desconcertados, los cazadores imperiales bajaron las escaleras alerta, sin saber lo que se iban a encontrar.
Los ruidos extraños cesaron, pero luego regresaron. Tassabra comprendió que Lemaître estaba al otro lado e hizo una señal al grupo para que se preparasen. Mivant realizó entonces unas oraciones para proteger al grupo y Ekarion convirtió a la Cazadora en una gigante.
El sótano era una enorme cavidad bajo tierra y una bóveda altísima. Escaleras y pasarelas de madera en los muros laterales formaban diversos niveles, de suelo a techo unos paneles con runas inscritas brillaban con colores blancos y azulados. Al poner un pie en la sala, sintieron de inmediato la electricidad estática que cargaba el ambiente. Una serie de columnas envueltas en rayos azules chisporroteaban y rugían como una tormenta en mitad de la noche. Al fondo, a lo lejos, había una plataforma sobre la que descansaba un pequeño altar acolchado.
El cuerpo de una mujer descansaba sobre ese altar, bajo el incesante trajín de rayos y centellas. A su lado, un anciano entunicado trabajaba para dirigir los rayos. Entre dos columnas, una gran bola electrica flotaba y pulsaba. Una extraña cantidad de cuerdas y cables surgían de las columnas y estaban conectados a la mujer del altar. A todos les recordó la extraña colección de cables y artilugios que los magos de la Torre habían colocado en los cuadros. Era todo demasiado pintoresco como para asimilarlo de una sola vez.
El anciano los escuchó llegar y se giró hacia ellos. No se sorprendió al verles.
-No tengo tiempo para esto -dijo.
Detrás de una de las columnas de rayos apareció un guerrero en armadura completa y con una gran espada, interponiéndose en el camino de los cazadores y el mago. En su pecho brillaba un rubí rojo que centelleaba en miles de facetas, como un corazón incrustado en su torso de acero.
Motivo: Ini, Lemaitre
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+4)=22 [18]
Motivo: Ini, Guardian
Tirada: 1d20
Resultado: 8(+2)=10 [8]
Iniciativas
(22) Lemaitre (Cosas)
() Ruru (Corazón de agua, recitación)
() Tassabra (Agrandar persona, piel robliza, recitación)
() Ekarion (Corazón de tierra, recitación)
() Señor Pinckles (Recitación)
(8) Guardián (Cosas)
Efectos activos
Recitación (+3 CA, +3 ataque, +3 TS) (7 asaltos)
Corazón de agua (7 horas)
Piel robliza (+3 armadura natural) (70 minutos)
Agrandar persona (+2 Fue, -2 Des, -1 ataque, -1 CA) (7 minutos)
Corazón de tierra (7 horas)
Tassabra abrió la boca para anunciar a Lemaitre que estaba detenido, pedirle que se rindiera y leerle sus derechos.
Pero nunca se rendían, y eso era lo que más le gustaba a Tassabra. Esbozó una sonrisa que no auguraba nada bueno.
—¿No? Entonces no le haremos perder más tiempo del necesario, señor Leimatre y le preguntaré lo que necesito saber mientras le parto la cara.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 14 [14]
Iniciativa: 14.
Posición: H-I/27-28
Lemaitre quería dar guerra. Por una vez el malvado podría haber aceptado su destino, depuesto las armas o en su caso el grimorio, y haberse dejado detener, pero no, nunca era tan fácil y menos cuando se trataba de un demente. Su obsesión por Duallia era realmente enfermiza. En aquel laboratorio, por llamar de alguna forma a ese lugar, estaba experimentando con el cuerpo de una enésima Duallia. Debían pararle los pies.
- Mientras le partimos la cara... - Corrigió el enano mostrándole el puño cerrado a Tassabra con la clara intención de que se lo chocase.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+2)=9 [7]
No mal del todo la iniciativa. No podía superar a Lemaitre, pero he superado al gigantón.
Ruru M29
Señor Pinckles K-L / 28-29
Ekarion paseó la vista por el laboratorio, maravillado y horrorizado a un tiempo por lo que veía, ¿Realmente era el cadáver de Duallia el que descansaba sobre el altar? ¿Cual era el propósito de los cables? Imposible saberlo, aterrador imaginarlo, como fuera debían pararle los pies, y dudaba que se entregase alegremente para ser juzgado.
Motivo: ini
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+3)=21 [18]
Por 1...
N27
Si aplica, Tass recibe Transmutación endurecedora cuando le lanzo Agrandar persona, duraría hasta el final del asalto:
- Transmutación endurecedora: cuando lanzas un conjuro de transmutación, puedes hacer que tú o cualquier criatura elegida como objetivo del conjuro obtenga reducción de daño 5/magia. Si la criatura ya tiene reducción de daño (de cualquier tipo) con otro origen, en vez de eso aumentas esa reducción de daño en 5. Este efecto dura 1 asalto.
El arcano escuchó las palabras de Tassabra y dejó lo que estaba haciendo para mirarla como el que observa un insecto.
-No hay nada que necesites saber -dijo, ignorando la amenaza de la Cazadora. Ni la presencia de los demás ni de la gran osa hizo cambiar su gesto-. No deberíais estar aquí y vuestra presencia solo significa una cosa: mis hijas han traicionado su naturaleza. No permitiré que os entrometáis.
Las puertas se cerraron, dejando fuera de la habitación a Minvant y Alexander. El hijo de Tassabra empezó a golpearla para intentar abrirla, pero era obvio que algún tipo de mecanismo mágico la mantenía cerrada. En ese momento, Ignatius Lemaître echó mano de sus componentes y su voz tronó reverberando por toda la estancia. La magia arcana crepitó en el aire e incluso a aquella distancia a todos se les erizó el vello del cuerpo, una sensación tan desagradable como los rayos que chisporroteaban a poca distancia.
Ekarion comprendió que estaba convocando una bestia mágica y el término Ifrinn en mitad de la letanía provocó que se le secara la boca. Un círculo mágico brilló en el suelo, la apertura de un plano del que surgió una horrible bestia demoníaca, trepando como si surgiera de algún pozo infernal. Primero sus garras, luego su grueso cuerpo seguido de unas alas y finalmente, la enorme criatura se puso a mitad de camino entre el mago y el guardián.
Lemaître comenzó a hablar con el demonio y éste le contestó. La voz del mago sonaba persuasiva y la criatura estuvo de acuerdo en todo lo que el mago le dijo. Con una risa gutural, avanzó hacia la enorme Tassabra.
Motivo: Persuasión
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+20)=24 [4]
Motivo: Av. Intenciones
Tirada: 1d20
Dificultad: 24+
Resultado: 5 (Fracaso) [5]
Nota: aunque en la imagen no se aprecia, la criatura tiene alas.
Avanzó hacia Tassabra, pero todavía estaba lejos. Quizá lo peor no fue su presencia horripilante llenaba toda la habitación de maldad, ni su risa, ni su aspecto de proceder de algún plano donde solo moran las pesadillas. A su derecha apareció otra criatura similar. Y a su izquierda otra. Y como un mal sueño del que no puedes despertar, ahora había media docena de monstruos entre ellos y Lemaître.
Motivo: Demon Soul
Tirada: 1d4
Resultado: 4(+1)=5 [4]
Motivo: AdO, Tassabra
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+7)=21 [14]
Iniciativas
(22) Lemaitre (cosas) Convoca
(22) Demonio del averno misterioso (cosas) Hace sus cosas de demonio
>> (21) Ekarion (Corazón de tierra, recitación) TU TURNO
>> (14) Tassabra (Agrandar persona, piel robliza, recitación) TU TURNO
>> (9) Ruru (Corazón de agua, recitación) TU TURNO
>> (9) Señor Pinckles (Recitación) TU TURNO
(8) Guardián (Cosas)
Efectos activos
Recitación (+3 CA, +3 ataque, +3 TS) (7 asaltos)
Corazón de agua (7 horas)
Piel robliza (+3 armadura natural) (70 minutos)
Agrandar persona (+2 Fue, -2 Des, -1 ataque, -1 CA) (7 minutos)
Corazón de tierra (7 horas)
Ekarion observó al demonio y un escalofrío recorrió su columna cuando el mago le pidió que se quedara, sabía lo que podía hacer una de esas criaturas sueltas, por lo que decidió que no permitiría que se quedara en éste plano. El inicio de la recitación en dracónico dibujó un área de veinte pies de radio en su mente, donde toda la magia activa que involucraba al constructo y al demonio se presentaron como hilos enmarañados y atados al plano material.
Con una sonrisa dedicada al Ifrinn se dedico a soltar una a una las hebras que lo anclaban al pano material, y con un guiño cortó el último hilo, provocando que el portal que lo había traido se abriera bajo sus pies y se lo tragara nuevamente. Sus imágenes se desvanecieron con él, y completó el conjuro al comprobar que nada podía hacer contra el guardian de la armadura.
Motivo: Con Conj
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+21)=35 [14]
Motivo: Disipar magia (desconvocar)
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 16(+7)=23 (Exito) [16]
Motivo: Disipar magia (Conjuro Constructo)
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 20(+7)=27 (Exito) [20]
Muevo a H29
Tassabra no se arredró ante la aparición del demonio.
—Todos los megalomaníacos tienen algo inteligente que decir, hasta que les parto la cara. Entonces todo es...—dijo, y cambió el tono de voz para hacerlo plañidero—, "Ay, deja de pegarme" "ay, mi cara".
La antigua capitana de la guardia esbozó una sonrisa torva. Lo que más le gustaba de su trabajo era cuando se resistían al arresto.
Tassabra ignoró al guardián y corrió a paso ligero hacia Lemaitre, ignorando al guardián como si fuera un gusano moviéndose en el fango.
—¡Buen trabajo, Ekarion! —le dijo cuando el demonio se desmaterializó delante de ella.
Extendió su bisarma en dirección a Lemaitre.
—¡Estos son los términos! ¡Si te rindes, vives!
Tassabra corre en línea recta (movimiento x3) hasta I-J/15-16 provocando ado del guardián por el camino.
Como acción rápida utiliza Desafío de combate contra Lemaitre, obteniendo +1 de moral a su TS vol, ataque y daño (7 asaltos)
Ruru contempló como espectador de lujo como aquel horrible demonio aparecía de la nada materializándose con su pavorosa presencia en el centro de la sala. El dragón actuó rápido, antes de que aquel ser infernal pudiera hacer mucho más que multiplicarse ante ellos por acción mágica. Evidentemente se estaban enfrentando a alguien poderoso, alguien más poderoso que cualquiera con el que se habían batido en aquella gincana demencial en que cada pista les fue acercando más al loco de Lemaitre.
Por ello Ruru decidió que lo mejor que podía hacer era prepararse para contrarrestar el siguiente conjuro que aquel demente tratara de lanzar contra cualquiera de ellos. EL mejor arma en esos momentos para tratar de decantar el combate era simplemente evitar que el mago pudiera utilizar sus poderes arcanos y eso haría. Se concentró esperando a que el causante de todo aquel mal, lanzara alguno de sus conjuros y entonces actuaría.
Motivo: Disipar magia como contraconjuro
Tirada: 1d20
Dificultad: 18+
Resultado: 18(+7)=25 (Exito) [18]
Señor Pinckles cargó con un rugido hacia aquel enorme guardián. Su boca abierta y llena de dientes era pavorosa, pero el gesto de aquel constructo no varió ni un ápice, ni se inmutó. La enorme osa lanzó un zarpazo contra aquel sur de dura estructura y del mismo impacto, trató de agarrarlo para inmovilizarlo. Si, la osa tenía mucha fe, pero era su forma de combatir.
- ¡Grrrrrraw! - Rugió de nuevo.
Motivo: Zarpazo
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+12)=23 [11]
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 5(+9)=14 [5]
Motivo: Presa gratis
Tirada: 1d8
Resultado: 3(+16)=19 [3]
La osa se abalanzó sobre el enorme constructo y lo apresó.
Motivo: Ataque a Pinckels
Tirada: 1d20
Dificultad: 24+
Resultado: 20(+7)=27 (Exito) [20]
Motivo: Ataque a Pinckels
Tirada: 1d20
Dificultad: 24+
Resultado: 14(+7)=21 (Fracaso) [14]
Motivo: Ataque a Pinckels
Tirada: 1d20
Dificultad: 24+
Resultado: 19(+7)=26 (Exito) [19]
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+7)=15 [8]
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+7)=9 [2]
Motivo: Presa del oso
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+16)=32 [16]
Motivo: Sobrevivir a la presa
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+8)=27 [19]
Lemaitre observó como Tassabra se dirigía hacia él cargando como un bisonte enfurecido. No lo pensó demasiado, se movió por detrás de la mesa y comenzó a conjurar algo que detuviera a la Cazadora. Sin embargo, Ruru estaba esperando. En el momento en que las palabras arcanas salieron de los labios del mago, el enano contraatacó.
El margo miró airado Tassabra, pero no dijo una palabra.
Iniciativas
(22) Lemaitre (cosas)
>> (21) Ekarion (Corazón de tierra, recitación) TU TURNO
>> (14) Tassabra (Agrandar persona, piel robliza, recitación) TU TURNO
>> (9) Ruru (Corazón de agua, recitación) TU TURNO
>> (9) Señor Pinckles (Recitación) TU TURNO
(8) Guardián
Efectos activos
Recitación (+3 CA, +3 ataque, +3 TS) (6 asaltos)
Corazón de agua (7 horas)
Piel robliza (+3 armadura natural) (70 minutos)
Agrandar persona (+2 Fue, -2 Des, -1 ataque, -1 CA) (7 minutos)
Corazón de tierra (7 horas)
Ekarion observó el campo de batalla, Lemaitre podía seguir moviéndose por un tiempo hasta que Tassabra lo alcanzara, y él decidió que no permitiría eso.
Tomó un pedacito de tela de araña de su bolsa e hizo una bola pequeña mientras caminaba y recitaba las palabras en dracónico, y un momento después lanzo la bola hacia el ventanal detrás de el pilar de electricidad. La bola pareció manifestarse y comenzó a desenredarse, cubriendo las columnas, parte de la camilla y el pilar de electricidad de telarañas, envolviendo a Lemaitre en sus pegajosas hebras.
Muevo a G23
Telaraña en K5 esquina inferior izquierda