Pos na, si quieres puedes ir a hablar con papi o cerramos escena, lo que prefieras
Vamos con papi, a ver que tiene que decirme. ;)
De regreso al casino después de un trabajo bien hecho, te sorprende encontrar a tu padre en las mesas de juego, agarrado a una botella de tequila y jugando a la ruleta. No parece irle muy bien pero está de buen humor, agarrado a una guapa joven hispana.
Me siento a su lado y decido jugar una mano junto a él.
- Hola viejo. - le digo en un susurro. ¿Como te va?
- Bastante bien, como puedes ver. Me has ayudado a patearle el culo a mis... "hermanos", y hay que celebrarlo. Pide lo que quieras, yo invito.
- Una Botella de Tequila. - digo levantando la mano. Y un par de vasos.
- Casi tengo problemas con una "prima" pero se solventó sin problemas. - comento. ¿Te gustó el "regalo"? - pregunto con una sonrisa en la cara a sabiendas de que el sacrificio fué totalmente de su agrado.
Fernando echa un trago de tequila
- Por supuesto; un cabrón corrupto y encima emparentado con el santurrón de mi hermano... Es un buen regalo. Pero dices que alguien te ha dado problemas. ¿Quien?
- Una zorra llamada Orlanda. - le digo. Quería cobrar mi premio la muy hijaputa.
- ¿Orlanda? ¿Una chamaca que se parece a Salma Hayek? -preguntó con curiosidad
- La misma zorra. - digo vaciando un chupito de tequila de una vez.
- Así que ese cabrón del maíz ha mandado a su zorrita a quitarme el premio... Espero que no te dejases engañar por esas tetas y le dieras una buena paliza.
- Se fué caliente. - le contesto con una sonrisa. No creo que se olvide de mi Desert Eagle en un tiempo.
- Así me gusta -dijo sonriendo- Ya sabes, a veces hay algo de competencia incluso entre "hermanos", y hay que dejar claro quien es el que manda. Si no tienes nada más que contarme, disfruta de la fiesta. Todo corre a mi cuenta
- Perfecto. - digo llenando el vaso de tequila. Gracias viejo. - añado levantando el vaso y bebiéndolo de un sólo trago.
Pues nada, pon si quieres un post de despedida y cerramos escena
- Si quieres algo estaré en la habitación. - digo agarrando la botella de tequila y un par de vasos.
Luego me acerco a una rubia con unos enormes pechos y tras susurrarle algo al oido nos alejamos, entramos en el ascensor y subimos a la habitación y nadie nos ve hasta el día siguiente, aunque si que nos oyen, o mejor dicho la oyen a ella gemir durante gran parte de la noche.