Partida Rol por web

Lugar: Desconocido

Horario: Desconocido

El cobertizo o lugar donde estaban estaba hecho y recubierto con metal, las ventanas selladas con maderas donde se podía filtrar leves halos de luz que resaltaban con las partículas que se encontraban en el aire, el calor eran intenso y de algo estaban seguros… estaban solos en esto. Los ancianos como ellos se hacían llamar entre los suyos les habían dado la pauta de que esperasen el veredicto delos mismos para poder comenzar con su rito de iniciación.

Les habían hablado de ello era un momento en la vida de todo Cambia formas como en las antiguas culturas donde se ponían a prueba las capacidades físicas y mentales de los jóvenes que recientemente no habían sufrido el primer cambio para darles la posibilidad de pertenecer a la nación Garou

Allí estaban solos sumidos en la inseguridad y carcomidos por el hambre, hace cuantos días estaban esperando una puta respuestas de aquellos que a su parecer les habían secuestrado y apartado de sus vidas normales para tirarles en cara lo que realmente eran, algo brusco pero debían hacerlo ya que jóvenes descontrolados no causarían mas que nuevos números en las filas del Wyrm.  El sonido de la estática de la radio que no podía captar buena señal solo una música que sonaba una y otra y otra vez que quizás ya se habían aprendió la letra de memoria, cada uno se movía por el lugar no muy amplio… ya conocían sus nombres y sus rostros de forma escueta ya que la luz era poca y el estar famélico no venia nada bien al caso.

Dentro del lugar el piso era de concreto con algún que otro agujero y un pozo a medio hacer que les indicaba que no eran los primeros en pisar dicha estructura…. Había cajas de madera cerradas y otras abiertas que seguramente los inquilinos anteriores habían abierto en busca de comido o un método para salir de allí.

El aire estaba viciado por el olor del orín y las eses que intentaban cubrir con mas y mas tierra para que ese olor se disipara…. El silencio parecía reinar entre insultos mascullados y maldiciones a viva voz…

Cuanto mas estarían allí, por que les tocaba pasar por esto justo a ustedes… pronto quizás todo tendría respuesta…..

Sentado en el suelo, amargado de no saber nada y no saberlo me daba mucha rabia. las esperas no iban mucho conmigo. ¿porque tanta espera, porque siguen sin decirnos nada?

Aprete los dientes, el hambre y la sed, se atenazaban en mi ser como un hierro candente puesto en mi estomago.

Lo bueno de aquello, es que estaba con tres mujeres, en mi misma situacion.

¿Cuanto ha pasado, desde que nos encerraron?- Sonrei y me levante del suelo. Ya me dolia todo y no sabia como ponerme.

Mire a traves de alguna rendija de la ventana, intentando darme la esperanza de que pronto apareceria alguien....

¡bufff, que calor hace aqui!- me di la vuelta y observe a las chicas, dedicandolas una sonrisa.

¿vosotras entendeis algo?

Tsk... malditos incompetentes, mira que encerrarnos aquí mientras ellos toman sus estúpidas decisiones... Yo sé que sobreviviré, soy resistente... pero no creo que quieran cargar en su conciencia con la muerte de otras personas. Cuando salga de aquí se van a enterar, les voy a decir un par de cositas... Murmuraba para mis adentros. Desde que nos habían encerrado en ese sucio cobertizo, me había pasado la mayor parte del tiempo andando de un lugar para otro. Estaba harta de dar vueltas por ese lugar tan pequeño. Quería ver el sol y disfrutar, salir a correr un rato y olvidarme de todos los problemas que tenía en mi cabeza. Pero, en cambio, estaba aquí, encerrada con uno de los hombres más atractivos que había visto en mi vida, y con otras dos mujeres más.  Perfecto, y encima no hay ni un simple juego de mesa para pasar el rato. Esto es increíble, en serio.

Al cabo del tiempo me senté, observando al resto de personas que estaban conmigo. No me sonaban de nada, y no sabía si eso era bueno o malo. Por una parte, no tendrían conocimiento de mí, o eso esperaba, pero por otra no sabrían lo inestable que soy en determinados momentos del día, cuando me enfadan. Me entretuve pensando en las posibles contestaciones que podría darle a cualquiera de ellos si se dedicaran a criticarme, o a esos sabios si venían hasta aquí abajo con sus aires de superioridad. Realmente son molestos, joder.

En ese momento el chico habló. Tenía una voz carismática, al igual que el resto de su apariencia. Vaya, el guapo sabe hablar.

-Sí, bastante-respondí en un tono seco. Relájate, este es un buen momento para hacer amistades, y más si es un chico guapo. -Ciertamente no, no entiendo nada. Solo sé que acabé aquí dentro, mientras ellos se encargaban de tomar una decisión, y que todavía no sabemos nada. Ya ves, supongo que lo mismo que tú, ¿no?- Sonreí, no me interesaba hacer enemigos, no al menos en un lugar tan cerrado como este- Mi nombre es Emily, Emily Adams, encantada de conoceros. A pesar de haber dicho "conoceros" quería decir "conocerte", pero era mejor no enemistarme tampoco con las chicas, que no parecían tener culpa de algo.

Me llevé una de mis manos al estómago, que acababa de rugir. Venga ya, no me des el día, bonito. Yo tampoco tengo ganas de estar encerrada.

¡Ops! disculpad mi mala educacion- Sonrei a la rubia que se me habia presentado.- yo me llamo Ethan, encantado de conocerte Emily- Me acerque y la di dos besos y dedique una sonrisa.- Bueno, dentro de lo malo me han encerrado con estas bellas mujeres.- Si, Emily. esto es una mierda, pero por lo menos no estamos solos-  Sonrei y me fije en sus ojos claros.

hablemos un poco..¿No os parece? Asi haremos la espera un poco mas amena y de paso nos conocemos un poco. porque me da a mi que vamos a estar mucho tempo juntos....

Llevaba horas sin moverme de una de las esquinas de ese maldito lugar. De tanto estar sentada sentía que mi culo había dejado de existir, y las piernas me dolían una barbaridad. Aún así, no me apetecía moverme. Lo único de lo que tenía ganas es de que se abriera esa puerta y me dejaran salir. Esto parece una especie de tortura china ideada por alguien con muy mala leche.

En ese momento, mis compañeros de encierro comenzaron a parlotear entre sí, a presentarse y darse besos. Yo permanecí impasible en mi esquina, con los ojos clavados en la rubia y el guaperas. Quizás no estaría mal que te presentaras ahora. Puede que tu lengua se fusione con el paladar y desaparezca dentro de poco, Marion, no desaproveches una de las últimas posibilidades de tu vida para hablar.

Carraspeé un poco, visiblemente incómoda. Yo soy Marion Blake. Y enmudecí de nuevo, tan rápido como había abierto la boca. Genial. La mejor presentación que has hecho en tu vida.

Correspondí los dos besos del chico, Ethan. Su cara era bastante suave, a pesar de esa pequeña barba que tenía. Durante unos instantes, eso distrajo mi atención del cabreo que tenía, pero tampoco logró hacer que desapareciera.

Volví a la realidad, al escuchar la voz de Marion, o así decía llamarse. Parece que le cobran por palabras, vaya. Me reí al pensar eso, estaba ingeniosa. La miré durante unos segundos, examinándola. Tsk... solo una mosquita muerta que seguramente oculte todo tipo de pensamientos neuróticos. A continuación sonreí. Un placer, Marion. Supongo que por tus pocas palabras sabes de esto lo mismo que nosotros, ¿no? Volví a reír, la chica no tenía culpa de mi enfado- Es una broma, no te lo tomes a mal. Quizá si lo hiciera, o algo así pensaba yo: Una chica tan callada, que se había encerrado en la esquina de este maldito lugar... ¡Joder! No parecía que las cosas fueran a mejorar. No de momento.

-Pues yo espero que pasemos el mínimo tiempo aquí, Ethan. No te lo digo por la compañía, que parece ser agradable, sino porque necesito estirar las piernas y salir a correr. Cada segundo que paso aquí parece que voy quedándome sin aire, maldita sea...-murmuré eso último.

Encantado Marion, soy Ethan..-  me acerque y la di dos besos. Esa era mi costumbre y esperaba que no se molestara.

Sonrei a ambas.

Si, a mi tampoco me hace mucha gracia estar encerrados, aunque la compañia es muy agradable- sonrei con picardia.

Creo que me apuntaria a estirar las piernas y sentir el aire en la cara- Me estire un poco, sin duda notaba mis articulaciones recargadas de tantas horas en la misma postura.- No me acuerdo de como he llegado aqui....- Cai en la cuenta, pero quise saber mas de mis compañeras.

¿De donde sois?- Sonrei- Yo soy de Nueva York, concretamente de Manhathan...

Todo tenía su lado bueno y su lado malo y yo a aquello de que me secuestraran así de buenas a primeras ya le había encontrado dos cosas buenas. La primera era que me libraría de los éxamenes con una excusa, aunque decir " no me he presentado porque me han secuestrado " sonaba casi peor que " mi perro se ha comido mis deberes " y en la universidad no colaba ni una y la segunda, era que hasta que mi estómago me lo permitió, dormí tirada en una esquina durante muchas horas seguidas.

Cuando abrí los ojos el resto de personas que había en el lugar, dos tías y un tío, estaban charlando sobre qué coño hacíamos ahí.. pero yo sabía tanto como ellos y ahora que estaba despierta era peor, porque tenía hambre y me sentía presa, siendo esto último lo que menos me gustaba.

- Ya que sabían que iban a tener que deliberar durante tiempo, al menos nos podían haber dejado comida, un sofá o una tele.. - Negué con la cabeza mirando por todas partes y palpando un par de ventanas para volver a asegurarme de que no había ninguna salida. - Yo creo que nos están tomando el pelo y no nos van a dejar salir de aquí, que se han olvidado de nosotros y hasta se han llevado mi teléfono móvil!

Estaba dando vueltas mientras el sonido de mi estómago casi era perceptible por el resto y aunque no les miraba, pues me había ido hasta las cajas a ver qué había en ellas, hablé con los otros encerrados allí.

- Yo soy Brooke y odio estar quieta y encerrada, bueno odio estar encerrada y tener que estarme quieta y tengo hambre.. - Dije todo seguido sin apenas respirar entre palabras. - ¿ Qué creeís que hay en las cajas?

Vaya, ya estamos todos. Sonreí a Brooke, pensando que sería mejor dejar mi enfado para un momento en el que pudiera dedicarme a una actividad física para relajarme después de discutir.

-Ni idea, Brooke, pero también me interesa saberlo. Estoy deseando comer algo. Me acerqué hasta las cajas, sintiendo unas ganas de comer increíbles. No me había dado cuenta del hambre que tenía hasta que Brooke habló de ello.  Suspiré, maldiciendo a todos aquellos que nos habían encerrado aquí como a sucios animales. Aceptaba lo de animales, puesto que parte de ellos teníamos, pero al menos yo era una persona muy limpia, aunque desconocía los hábitos de los demás, y tampoco me importaban.

-Yo soy de Nueva Orleans, pero me mudé cuando era muy pequeña-Contesté a Ethan, sin mirarle. Sería muy guapo, pero dudaba que su belleza pudiera curar el hambre. Estoy deseando comer algo,  salir de aquí, dar un par de patadas a ciertos indeseables y luego hacer algo de deporte. Vaya mierda de planes que tenemos aquí-Notaba como mi cabreo iba en aumento, por lo que era mejor dedicarme a hacer algo para no estar lo suficientemente irritada como para insultar al primero que me hablara.

Mire a la chica que se presento como Brooke....sonrei y me acerque a ella para darla dos besos.

Me llamo ethan...- parecia un disco rallado, sonrei.y mire las cajas.-Encantado...

¿De donde eres Brooke?- Sonrei me coloque al lado de Emily, pero en otra caja y la mire un momento para guiñarla un ojo.

Abramoslas haber lo que hay....- Observe la manera de abrirlas sin hacer el borrico y busque alguna herramienta para que me ayudara a abrirlas.

Las cajas se abrieron con total facilidad, dentro de las dos primeras no habia gran cosa... mantas viejas y con el caracteristico olor a polvo. Cuando abrieron la tercera alli habia algo bueno....  Una hogaza de pan, parecia en buen estado entre la oscuridad, y tras revolver mas y mas entre la virua de madera pudieron encontrar una botella de agua.

Ahora si el festin estaba armado.... pero quien comeria mas, quien menos... alcanzaria?

- Hey inútil.... tu encontraste esas cosas, son tuyas... anda dale un buen bocado y que el resto se joda por no tener la iniciativa... menudos amiguitos te encontraste... - Fue como escuchar el chasquido de una lengua, todo esto estaba en tu mente… el resto parecía estar ajeno a la voz que te estaba hablando.

Que piensas hacer? Te quedaras aquí sentado como una puta roca?... sal de aquí…. Se libre…. Ven a mi… - Dijo aquella voz antes de quedar en silencio

Después de que Ethan me diera dos besos, me quedé paralizada durante un buen rato, sintiéndome más incómoda todavía de lo que ya lo estaba. Genial, ahora encima tenemos que darnos besos, pensé mientras le dedicaba una débil sonrisa un poco forzada.

Me dediqué a observar a la chica que acababa de hablar, Brooke, mientras ella también se dedicaba a besuquear al guaperas. Toda esta gente es demasiado activa para mi gusto... No dejan de moverse. ¿Por qué no se sentarán un rato y ya está?

Suspiré con impaciencia mientras golpeaba un poco el suelo con los dedos, rítmicamente. Ahora los demás se dedicaban a abrir cajas y sacar cosas polvorientas sin importancia. Sí que tienen que estar aburridos, los pobres. Y de repente... Empezaron a sacar comida. Instantáneamente el hambre se disparó en mi estómago. Alerta, alerta.

Me levanté de un salto, sintiendo que mis huesos se quejaban y me maldecían en muchos idiomas diferentes. En un par de pasos ágiles me acerqué a mis compañeros de encierro, y eché un vistazo a las cajas para sentir posteriormente una total decepción.

Nos encierran aquí... ¿y nos dejan una botella de agua y un trozo de pan asqueroso?, solté con voz muy ronca y sintiéndome estafada. ¿Qué clase de tratamiento mierda tercermundista es este? Se supone que somos gente civilizada. Me callé inmediatamente, porque ya había dicho demasiado. Pero es que no hay derecho, joder... No nos han dejado ni un libro para entretenernos, Marion, me quejé interiormente.

¿Y ahora qué hacemos?, dije mirando de reojo a los demás.

Me quede callado, se me borro la sonrisa de golpe y mi mirada se perdio en una nebulosa negra. Soltando la hogaza de pan y la botella, de nuevo dentro de la caja.

Me apoye contra la pared,dando la espalda a las chicas. creia que me iba a desmayar, notaba el sudor frio me perlaba el rostro...respiraba, pero me faltaba el aire...

¿Que es esto?- Me asuste y mi corazon queria salirse de mi pecho......

Mientras comenzaba a echar un vistazo por aquellas cajas, escuché aquella pregunta sobre mi procedencia y como si no me importara lo más mínimo dar detalles sobre mi vida personal, comencé a hablar.

- Soy de Santa Mónica, ya sabéis, surfistas macizorros, sol, naranjas, playas, tías operadas.. - hice un gesto de esos de llevarte las manos al pecho cuando quieres simular unos pechos enormes... - y ¿ os he dicho lo de los surfistas ?

Al menos el que no conservaba su humor era porque no quería, porque desde luego, ni el hambre había conseguido de momento mellar el mío, aunque sabía que del buen humor al cinismo y la ironía no había ni un paso.

Cogí el pan y miré la botella de agua, y entonces pensé en darle un bocado, pero antes de hacerlo miré al resto y negué con la cabeza.

- Igual es una especie de prueba tipo " Saw " y lo que quieren es que nos matemos para comer un cacho de pan, pues anda y que se jodan.

Sin preguntar qué les parecía a los demás partí el pan en cuatro trozos iguales, o todo lo igual que se puede cuando lo partes con las manos, y le di a cada uno un cacho.

- Joder ¿ esto no lo hacía Dios en la biblia? Podían haberme dejado vino en vez de agua.. ¿ alguien obra milagros? - A nadie debería sorprenderle a estas alturas que hablara tanto, pues no tardarían en empezar a pedirme que cerrara la boca por mis chácharas.

- Esto es lo que hay para comer y posiblemente para cenar, desayunar.. Así que que os aprobeche! El agua tendremos que repartirla también o acabaremos a palos entre nosotros y casi es mejor que acabemos a palos con los que nos han encerrado..

El único varón que nos acompañaba en aquel cautiverio, parecía estar pasando alguna especie de crisis y negué con la cabeza mientras le daba su parte.

- Vamos, por mi parte o salimos de aquí todos o ninguno. La unión hace la fuerza ¿ no?

Me estaba poniendo de los nervios no poder estirar las piernas como quisiera y llevarme una hora corriendo, como hacía a diario. Lo único que teníamos para alegrarnos la vista era Ethan, puesto que no veíamos ni paisaje. Me cago en mi p* madre, voy a reventar a alguien cuando salgamos de aquí, los muertos ya. Marion había vuelto a hablar, ¡Milagro!, la mosquita muerta era capaz de decir más palabras que su nombre, menudo avance. Respecto a Brooke, me había caido bien, no era la típica niñata repelente de esas que aparecían unas 100 cuando le dabas una patada a una piedra.

Me reí escuchando las palabras de Brooke, por fin algo bueno en el sitio. Parecía que su humor no se veía afectado por encontrarse en este sitio de mierda.

Observé el trozo de pan que Brooke había cortado, y después la botella de agua. Cogí el pan con rapidez- Gracias, Brooke. Una mujer con buenas ideas, como es lógico. Luego miré a Ethan- ¡Eh, hombretón!No vayas a desmayarte tan pronto, ¿eh? Que tienes pinta de fuerte. Te aseguro que no querrás perderte el darle un par de patadas a los que nos han encerrado cuando encontremos la salida.  Cuando salgamos de aquí nos iremos a Santa Mónica para que puedas ver a esas -imité el gesto de Brooke que se refería a las mujeres operadas-  y no querrás que les contemos que te desmayaste y que unas mujeres tuvieron que salvarte el culo. Venga, come algo.

Acepté el pan que Brooke me tendía y en agradecimiento le dediqué una sonrisa algo más natural. Eso sí, el continuo hablar y hablar de la chica me ponía nerviosa. Pero claro, tú siempre te pones nerviosa cuando alguien no es como tú. Vamos, con prácticamente toda la humanidad entonces.

Engullí con rapidez el pan y le di un corto trago al agua para evitar conflictos. El resto podían quedárselo los demás, no me importaba. Mi estómago se calló por un momento, aliviado al tener algo de sustancia en la barriga, aunque no iba a durar mucho tiempo. Al ver que el chico no parecía encontrarse bien, me acerqué a las ventanas con paso rápido. Examiné los tablones que las cubrían para ver si se podía abrir un poco y que entrase oxígeno, ya que aquello comenzaba a parecerse a un horno de alta tecnología.

¿A alguien le informaron sobre cuánto tardan normalmente los veredictos esos?, pregunté con un tono mucho más irónico de lo que había pensado que fuera en un primer momento.

Me recoste en la pared y me deje caer pesadamente hasta sentarme en el suelo.

Me apretaba el puente de la nariz mientras cerraba los ojos y veia chiribitas...

E-Es-Estoy B-Bien.....- Arrastre las palabras y levante la mano agradeciendo las atenciones....

Aunque seguia con la cabeza gacha y tapandome el rostro con el brazo izquierdo.

S-Sera el jodido calor, que me embota la cabeza.....Solo un poco de agua...Por favor....

La radio seguia con esa estatica y la misma musica monotona, paso el tiempo quizas unas cuantas horas... el sol habia bajado de los cielos pero aun su luz quedaba espiando la llegada de la noche, como todo desierto la temperatura comenzo a bajar poco a poco... habia separado la poca comida que tenian y cada uno habia dado algun que otro sorbo a la botella de agua.

Fue alli que escucharon el sonido de un motor... luego las puertas se abrieron y la luz de los faros los cegaron por algunos segundos... una figura se adentro en el lugar dejando un bolso con quien sabe que dentro.... Tras esto las puerta s se cerraron nuevamente dejandoles a oscuras...