Partida Rol por web

El doctor Simons está sentado frente a su escritorio, enfrascado en la lectura de unos expedientes.

Toc, toc.

Unos suaves golpes en la puerta le hacen alzar la vista. En el umbral del despacho aguarda una figura. Es un hombre alto y delgado, más bien consumido. Calza unas zapatillas y sobre la ropa viste una bata con la siguiente inscripción bordada: "Sanatorio Estatal River Side". Su mirada es aún lúcida, pero sus ojos están enrojecidos. Las ojeras contrastan con la palidez del rostro.

-Pase, agente Dwight -le dice el doctor-. Cierre la puerta y siéntese, por favor.

El hombre entra con un cansado arrastrar de pies, mientras el doctor vuelve a concentrarse en el expediente.
No es la primera vez que trata al agente John Dwight. Ya lo había hecho tres años atrás, tras la detención del asesino de la Polaroid. Fue una acción brillante, pero la pérdida de sus compañeros lo deprimió profundamente. Su situación actual, tras el caso del imitador de Ashville, es mucho peor...

Por fin, el doctor cierra el informe y apaga la luz de su escritorio. El despacho queda tenuemente iluminado por una lámpara de pie situada en la esquina de la consulta. Es una luz suave y acogedora. Por el hilo musical suena una leve melodía relajante.

-Bien. Durante estas semanas ha hecho usted grandes progresos. Hemos podido reducir drásticamente la dosis de tranquilizantes y, por lo que me ha dicho, duerme mejor y tiene más apetito. Sin embargo -añade reclinándose en su sillón- el núcleo del problema aún está ahí. Sigue sin ser capaz de recordar lo que sucedió durante sus últimas horas en Ashville. Su mente está reprimiendo esos recuerdos, sin duda traumáticos. Pero para que pueda recuperarse por completo debe afrontar los hechos. Es necesario que recuerde.

El doctor se levanta y se sienta junto al diván en que está tendido el agente Dwight.

-Ahora que se encuentra un poco mejor es el momento de probar con un nuevo método. ¿Ha oído hablar de la hipnoterapia? Vamos, no ponga esa cara, no le hablo de trucos de feria, es un método científicamente contrastado. La hipnosis regresiva ha demostrado en repetidas ocasiones su utilidad en casos como el suyo.

Bien, ahora relájese. Recuerde los ejercicios de respiración que le he enseñado. Deje la mente en blanco y concéntrese en la respiración. Inspire... espire... Siente como sus pulmones se llenan de aire, para liberarlo lenta, suavemente; note como se van relajando sus músculos. No siente su cuerpo, una sensación de ingravidez se extiende por sus brazos, sus manos, las piernas, hasta las puntas de los pies.

El doctor Simons se inclina y conecta un proyector situado en el suelo. Una imagen se proyecta en el techo, ante los ojos de Dwight. Es una espiral que gira sobre si misma y se ondula en un movimiento hipnótico.

Concéntrese en la espiral, déjese llevar por su movimiento y el tono de mi voz...

Sólo escucha mi voz, mi voz le guía, déjese llevar por mi voz...

Ahora va a recordar. Recuerde el caso del imitador de Ashville y cuénteme lo que sucedió. Cuéntemelo todo, desde el principio...

Tras un largo trayecto por carreteras secundarios, estrechas y mal asfaltadas, vuestro vehículo se adentra por la calle principal de Ashville.

A ambos lados podéis ver los viejos edificios que componen la parte más popular del pueblo. Aunque decir popular casi parece un eufemismo. La mayoría de los locales están abandonados, con sus ventanas tapiadas con maderos, y la única actividad comercial que veis por esta parte es una tienda de comestibles. Hay muy pocos vehículos aparcados, y la mayoría son rancheras desvencijadas. A su lado, vuestro ford metalizado parece una prototipo venido del futuro.

Unos metros más allá hay un pequeño edificio con las banderas nacional y estatal ondeando en la fachada, de lo que deducís que se trata del ayuntamiento. Al lado, tras un cruce, se alza la iglesia, una vieja estructura de madera. Su campanario debe ser el punto más alto en varias millas a la redonda.

En la acera de enfrente está vuestro objetivo: la oficina del sheriff. Su fachada parece sacada de un añejo western, uno casi espera ver a John Wayne saliendo por la puerta.

Aquí os detenéis. Al bajar del coche notáis cómo se clavan en vosotros las miradas de los pocos habitantes que pasean por la calle. Algunos se detienen y os observan desde cierta distancia, cuchicheando entre sí sin el menor disimulo. La mayoría son personas de edad avanzada que visten de forma rústica y anticuada.

Apenas habéis bajado del coche, una mujer de uniforme sale de la oficina y se acerca para saludaros. Es una mujer entrada en la treintena, de pelo moreno y rizado, y porte atlético.

-Bienvenidos. Supongo que ustedes son los agentes del FBI. Soy Joanne Baker, la sheriff del condado.

Encantado de conocerla sheriff - Mientras, me acerco y le doy la mano.

Soy el agente Dwight y - Me aparto para que tenga linea de visión y vea al resto del grupo. - estos son la agente Sparks y los agentes Sullivan y Jonhson.

Sí, hola que tal? - digo alargando la mano con una sonrisa.

Bonito lugar... - mientras me retoco el cuello de la camisa sin saber muy bien a donde mirar.

Sullivan se encuentra raro sin su bata y es algo que no puede evitar. Se entretiene en observar el lugar, los edificios, la calle, los lugareños e incluso los vehículos aparcados a lo lejos. Tan solo rompe su mutismo cuando su compañero Dwight dice su nombre, momento en el cual levanta la mano y se fija por primera vez en la sheriff. Su rosto no emite ninguna sensación como si fuera un busto de marmol en el cual solo hubiera un único semblante imperturbable.

- Soy Sullivan. ¿Están aquí los cadáveres?

Os sonríe cortésmente mientras os estrecha la mano a los cuatro. Su apretón es firme y sólo titubea un instante al oír las palabras de Sullivan. Mira a su alrededor, incómoda. Los curiosos están apostados a cierta distancia, pero en el espeso silencio de Ashville nunca se puede asegurar que no haya oídos indiscretos.

-Me alegra ver que vienen con ganas de trabajar -os responde en voz baja-, estoy deseando atrapar a ese bastardo. Pero será mejor que entremos para poder hablar con algo más de... tranquilidad -añade con una nueva mirada a su alrededor.

El interior de la comisaría es bastante modesto. Hay tres mesas (una de ellas muy desordenada), algunas sillas, un armario metálico y poco más. En esta misma habitación hay dos celdas con un camastro y un lavabo. También hay un par de puertas situadas a mano izquierda.

La decoración es igualmente escueta, con una bandera estadounidense en un rincón y otra del estado en otro rincón. En la pared hay una foto del presidente, un mapa de la región repleto de chinchetas de colores y un cuadro de punto de cruz en el que se lee: "Dios bendiga esta oficina".

Al entrar veis a una mujer mayor sentada tras una de las mesas. Parece entretenida haciendo punto de cruz. Al oíros entrar interrumpe su labor y os examina con detenimiento por encima de sus gafas. La sheriff os la presenta como la señora Wilson, su secretaria.

-Oh, pero llámenme Patty -tercia la mujer, que debe superar los sesenta-, todo el mundo me llama así. ¿Les apetece una tacita de café? Se lo prepararé en un segundo -continúa sin esperar vuestra respuesta-. Espero que aún nos queden de esas pastas tan deliciosas... -murmura entre dientes mientras desaparece por una de las puertas.

Joanne os invita a sentaros frente a su mesa (la más desordenada de las tres).

-Bueno, respondiendo a su pregunta, agente Sullivan, no tenemos los cuerpos aquí. Como pueden imaginar no disponemos de las instalaciones necesarias. Los han llevado al hospital St. Peter, en Joshua Tree, para practicarles la autopsia.

Sabéis que Joshua Tree es la única ciudad mínimamente digna de ese apelativo en los alrededores. Está a una hora en coche, aproximadamente.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudarles?

Dwight tiene un pequeño estremecimiento al oír a Sullivan preguntar por los cuerpos de las victimas - Tendré que tener una charla con el para que intente ser mas discreto y sutil. Aunque no se que me esperaba después del viaje en coche

A continuación sigue a la sheriff a su oficina donde se sienta y cruza sus manos sobre su regazo.

Si gracias, querría ver ver toda la información sobre el caso que tenga, informes sobre las victimas, los informes de las autopsias si dispone de ellos, listas de posibles sospechosos y me gustaría que nos llevara a las escenas de los crímenes. Supongo que el agente Sullivan querra disponer de nuestro vehiculo para ir a estudiar los cuerpos de las victimas en persona.

Seguidamente se gira hacia sus compañeros sin descruzar las manos de su regazo - ¿Alguna sugerencia?
 

Johnson camina hacia la oficina detrás de sus compañeros sin dejar de mirar a las personas que les observan. Aquello le retrae a su infancia, a Monroeville, a los insesates cotilleos entre viejas placenteras en mitad de aquellas tardes aburridisimas e interminables. Ahora veía todo aquello con cierta añoranza.

Tras limpiarse esmeradamente los zapatos entra a la oficina.

Aquella vieja haciendo punto de cruz le produce simpatía - Oh, muchas gracias Patty, pero no se moleste, creo que vamos a estar poco rato por aquí - y se vuelve para sentarse con sus compañeros.

Mientras Joanne habla no deja de alternar miradas a la mesa. No le gusta lo que ve.- Dios mio, cada vez está mas devaluada esta profesión...si no hay orden ni en su mesa, como va a quererlo implantar en el pueblo? - Las palabras de Dwight lo devuelven a la realidad. 

-No. Por ahora creo que es suficiente, por que supongo que no hay testigos ¿no?- dirigiendose a Joanne.

Sullivan se limitó a seguir a la sheriff a su oficina. No había venido aquí a hacer turismo sino a trabajar, y cuanto antes mejor. No sabía en que estado se iba a encontrar los cuerpos por lo que el paso del tiempo jugaba en su contra.

Una vez dentro de la oficina observó el lugar con ojo clínico. Y cuando les presentaron a la oficinista wilson no pudo evitar responderle.

- No me traiga nada, gracias. Por cierto, debería cuidarse más del frío ya que a su edad eso podría matarla.

Y tras esto tomo asiento junto a sus compañeros delante del escritorio de la sheriff y tomo la palabra de nuevo cuando hablo su colega.

- Como quieras Dwight. Puedo acompañaros a las escenas del crimen en calidad de forense pero lo cierto es que me gustaría examinar los cuerpos cuanto antes mejor. No sabemos en que estado estarán y cuanto antes les haga la autopsia mejor.

Salina camina lentamente y mira alrededor.

-Yo sí aceptaré ese café, Patty, gracias. Cargado y con un poco de leche. Ardiendo, gracias. Necesita algo que la despeje después del largo viaje. A simple vista el lugar le parece opresivo y el estado de ánimo de algunos de sus compañeros no hace más que empeorar la sensación. Escudriña los rostros de los presentes, sus gestos y actitudes. Se acomoda en una silla frente a la mesa de la sheriff. Su desorden da que pensar... Probablemente el caso le viene grande. No sabe ni por dónde empezar. Se habrá aprendido de memoria los pocos datos de que dispone.

-Sheriff, disculpe que se lo pregunte, ¿pero qué información les han dado al resto de los habitantes de Ashville? Porque imagino que este tipo de crímenes no serán muy habituales por lugares tan tranquilos como éste y probablemente los vecinos estén inquietos. En un pueblo pequeño es difícil ocultar secretos...

Joanne saca una carpeta de uno de los cajones de su escritorio y se lo tiende a Dwight.

-Ahí está todo lo que tenemos -os explica-. Me temo que no es mucho. No hubo ningún testigo directo, aunque algunos vecinos han declarado oir gritos la noche del primer asesinato.

Como ya sabrán, la primera víctima fue James Elmore, el dueño de una tienda local. Nuestro cartero descubrió el cuerpo al mirar por una de las ventanas de la casa. Eso fue hace una semana.

La segunda víctima, hace dos días, fue Robert Bale, el director del banco. Lo asesinaron en su jardín. Lo encontró Francis Bunch, un granjero local. Fue a su casa extrañado de que no hubiera ido al banco esa mañana.

En esencia esto es lo que viene en el informe, escrito a máquina y no muy extenso, aunque en él se pueden encontrar datos más concretos, como la hora exacta de los hechos y las declaraciones de los testigos.

-Algo así no se puede ocultar, naturalmente -continua la sheriff mirando a Salina-, pero nos han pedido que mantuvieramos en secreto... -se inclina hacia delante y baja aún más la voz- ... la posibilidad de que se trate de un imitador del asesino de la Polaroid.

La gente sólo sabe que ha habido dos asesinatos y, francamente, están bastante nerviosos. ¡Jesús! Ni siquiera sé cuando fue la última vez que hubo un asesinato en este pueblo. En los ocho años que llevo aquí les aseguro que lo más grave que hemos tenido es alguna que otra pelea o una discusión subida de tono por los lindes de las tierras.

Dwight ojea lentamenet el escueto informe mientras presta atencion a las palabras de la sheriff.

Sullivan, me gustaria que examinara hoy los cuerpos a ver que puede descubrir. Mañana analizaremos las escenas de los crimenes.

Mientras el agente Sullivan examina los cuerpos - volviendose hacia la sheriff - querria que nos acompañara a los agentes Sparks, Johnson y a mi a echar un vistazo preeliminar a las escenas de los crimenes, las cuales espero esten precintadas y no hayan sido alteradas. No es que no me fie de usted, sheriff, pero como bien ha dicho, aqui no ha habido ningun asesinato en los ultimos años. A continuacion me gustaria interrogar a los testigos - Ojea el informe -  el señor Bunch y el cartero. ¿Le importa si utilizamos su oficina para los interrogatorios y como base de operaciones?

Salina escucha atentamente a Dwight, mientras se pregunta por qué un asesino "imitador" escogería un pueblo como ése para llevar a cabo sus crímenes. Es un pueblo pequeño, de gente pequeña. No es fácil que un extraño pase desapercibido por aquí. Y la repercusión mediática sería ínfima, de no ser por el modus operandi del asesino. Pero, ¿por qué matar a dos personas del mismo pueblo? No tiene sentido.

-Sheriff, ¿sería tan amable de darme las fotografías encontradas en el lugar de los crímenes? Quisiera aprovechar para examinarlas atentamente cuando regresemos de los escenarios. Supongo que no habrán encontrado huellas en ellas, pero la calidad del papel, la impresión y el tipo de cámara utilizada podría ofrecernos nuevas pistas. Además, supongo que en el pueblo no es habitual ver a gente desconocida, ¿sabe si los residentes han visto a alguien nuevo rondando por aquí últimamente? ¿O han celebrado en el pueblo algún acontecimiento en el que la gente de fuera pudiera haberse mezclado con los habitantes sin despertar sospechas?

Se encoge de hombros en respuesta a la pregunta de Dwight.

-Sí, claro, mi oficina es suya. Aunque apenas tenemos espacio para nosotros tres... Cuando quieran les llevaré a la casa de James. Está todo como lo encontramos aquel día.

Ante las preguntas de Salina se queda pensativa un instante y niega con la cabeza.

-Por aquí pasan pocos forasteros, no hay mucho que ver en Ashville. Los fines de semana hay cierto movimiento en el restaurante Simpson, su carne a la parrilla ha conseguido bastante fama por los alrededores. Pero a parte de eso... Además, este es un país libre, yo no ando vigilando quien entra o sale del pueblo.
Sobre las fotos no sé nada -añade con un punto de resentimiento en la voz-. Todas las pruebas las enviamos a Joshua Tree, junto con los cuerpos, para su análisis. Supongo que les darán los resultados alli, a mi sólo me han dicho que cierre el pico y tranquilice a la gente.

A vuestras espaldas sentís el tintineo de la porcelana. Patty aparece con una bandeja cargada de tazas y una humeante cafetera. Empieza a servir el café a todos.

Un esbozo de sonrisa se dibujo momentáneamente en el rostro de Sullivan cuando Dwight lo envío a revisar los cadáveres.

- Ok, Dwight, ¿Me llevo yo el coche y os apañáis vosotros con el vehículo de la sheriff Joanne? En cuanto acabe volveré aquí. Por cierto, ¿Donde vamos a dormir? ¿Hay por aquí algún tipo de hotel? - sullivan formula la última pregunta directamente a la sheriff

Patty carraspea delicadamente para tomar la palabra. Ahora que la veis mejor, ante vosotros y sirviendo el café, os dais cuenta de que Patty es el prototipo de mujer... de los años 50. Incluso su ropa recuerda a esa época, aunque tiene un aspecto impecable y parece nueva.

-Oh, no deben preocuparse por el alojamiento. Aquí no hay hoteles, pero pueden quedarse en la casa de huéspedes de la señora Norm. Comprobarán que es una anfitriona excelente, aunque -y se inclina hacia delante para hablaros en un susurro cómplice-: es un poco maniática. ¿Seguro que no quieren una pastita? -añade volviendo a su tono normal y adelantado una caja redonda y metálica.

Tienes la sensación de que Patty te observa de reojo con cierta curiosidad.

Si Sullivan, llevese el coche, nosotros ya nos arreglaremos. Pero espere un momento antes de irse, me gustaria hablar antes con usted de una cosa.

Agente Sparks, ¿quiere acompañar al agente Sullivan para recoger los análisis de las pruebas y estudiarlos? Si prefiere quedarse con Johnson y conmigo, no pasa nada ya que de todas formas, me imagino que iremos mañana por la tarde, o pasado mañana, a la ciudad para estudiar las pruebas. Todo depende de lo que tardemos en estudiar las escenas de los crímenes.

Cojo un cafe y doy un pequeño sorbo.

Muchas gracias Patty, con el café es suficiente para mi.

¿Esta segura de que, la señora Norm, no pondrá problema en que nos quedemos los cuatro? ¿Tendra suficiente espacio libre para nosotros? No queremos ser ninguna molestia…

Johnson anda enfrascado en sus pensamientos después de escuchar a Sparks...cuando ve venir a Patty con el cafe. - Muchas gracias Patty, muy amable - Y continua con la mirada perdida en aquel café sin dejar de removerlo. - Es cierto, en este pueblucho cualquier forastero daría más el cante que Sullivan en el polo norte...seguramente el asesino no ande muy lejos de aquí. Además ha de tener un perfil determinado. Seguramente sea un varón entre 20 y 50 años, soltero,  poco sociable, con mucho tiempo libre y bastante precavido para ser capaz de hacer fotos a sus posibles victimas sin ser descubierto...pero cual es el movil¿? obviamente ninguno. Este tipo solo quiere la gloria. Llegar a ser tan conocido como el otro tarado de la Polaroid. Y seguramente si no lo cogemos pronto llegará a conseguirlo.-

Johson observa a Dwight. Lo que dice le parece bien. Cuando este termina suelta el café, mira el reloj y dice.- Bueno...pues parece que el deber nos espera.