¡Jajaja!, español, esta si que es buena.- Will rió con fuerza y dio una palmada en la espalda de Thomas y bajó la pasarela. - Tomemos ese ron mientras nos contáis vuestra historia, quizás de camino a alguna taberna podamos comprar algunas cosas para nuestro viaje..- Le había estado dando vueltas y tampoco se le ocurría nada más que necesitara a parte de su pipa, el resto se lo proveería el barco, su contramaestre o la capitana, de manera que se encogió de hombros mientras dirigía sus pasos hacia el interior en busca de alguna posada donde charlar tranquilamente.
Sam trazó un camino bastante recto y en principio sin muchas dificultades para llegar a Tortuga. Tendrían que pasar por el estrecho entre Cuba y La Española pero llegarían facilmente en tres semanas con el viento a favor.
Tienen el mismo modificador que lo que ya tienes.
Cuatro si el viento no nos es muy favorable, tres semanas si todo sale bien. - Deja el compás y el resto de instrumentos a un lado y mira sonriente a Jane.
Pero una vez allí.. ¿qué haremos?
Jane suspiró profundamente, sabía que la tripulación solo estaría contenta con un buen botín y que podrían amotinarse si los llevaba a una isla vacia.
De todos modos hizó de tripas corazón y sonrió al muchacho.
Buscaremos el tesoro de ese mapa.
Al día siguiente Jane les esperaba a todos a la hora prevista en la cubierta del barco.
Uno tras otro los marineros del Saint George fueron llegando al barco tras aprobechar su ultima noche en tierra.
Jane les comentó que Sam había trazado un rumbo a la isla del mapa, una pequeña isla cerca de Tortuga.
Jack fue el primero en llegar al lugar. Espero que este viaje me lleve a donde quiero, dice en tono bajo espero a los demas apoyado en una pared cercana con los brazos cruzados.
Tras la noche de juerga llego por fin a nuestro navío. Buenos dias, gruño malamente dirigiéndome a de momento el único presente. Cuando por fin subo a cubierta saludo a la capitana y me acerco hacia Jack. Maldito ron... Esta vez lo digo en serio, no volveré a beber....
Permanece junto a Jane con cara somnolienta por la dura noche de trabajo. Asiente a sus palabras y añade
Seran tres semanas de viaje..
Dirigiendome a Thomas Seguro que nos es la primera vez que dices eso verdad? le dirijo una pequeña sonrisa. Debes aprender a beberte la bebida, no que la bebida te beba a ti. Me dirijo a la capitana pido permiso para subir a bordo mi capitana, quisiera instalarme y empezar cuanto antes.
*Entro cocn sueño pero decididido, arco en mano izquierda, voy diciendo mientras dirigo a las cuerdas...
Si me necesita, estare en las alturas, con mi arco, que tenga suerte en el primer dia de viaje.
*Sin mas agarra fuertemente la cuerda con el brazo izquierda y empieza a subir, demostrando su fuerza subiendo a una mano.
Por fin, el día de zarpar, llegó ansioso por salir al mar. Al llegar vió que estaban casi todos sus compañeros y la capitana.
Saludos capitana. Compañeros. dijo mirando primero a la capitana y luego a los demás acompañando con un saludo con la cabeza.
¿Tres semanas de viaje? mmm, no está mal, suerte que traje mi armónica. Dijo sonriéndole al joven timonel.
Después espero allí junto al resto esperando órdenes y nuevas palabras de la capitana.
Una pequeña sonrisa se dibujo en el rostro de la capitana.
Es la hora de partir, ¡todos a sus puestos! gritó enérgica moviendose de un lado para otro haciendo gestos e indicaciones. ¡Soltad amarras! ¡Arribad el ancla! ¡¡Qué cada uno ocupe su puesto en el velamen que le toque!! Jane saboreó ese momento, los marineros corriendo de un lado a otro. En cuestión de segundos subieron al palo de trinquete, mayor y mesana y el bauprés, ocupandose del aparejo de los palos, encargandose de las jarcias y soltando el velamen del barco. Tirando de cabos y cuerdas para ponerlo en funcionamiento. Jane caminaba por la cubierta procurando que su voz se escuchase entre todo el jaleo.
¡Timonel! gritó mientras subía las escaleras del puente de popa. ¡Catorce grados a estribor!
Una vez hubo subido al puente, contempló en el alcázar como los hombres se movían y como el barco iba moviendose poco a poco. En cuestión de segundos tuvo todo el velamen desplegado y el viento que soplaba del oeste agitando su larga melena ayudo a la labor.
Había llegado como le digiera su capitana con las primeras luces del alba, apenas había dormido y aunque había tratado de controlar su ingesta de alcohol, sentía un ligero dolor de cabeza, claro síntoma de su resacoso estado. Al subir había encontrado tanto al maestro carpintero como a su ayudante con los cuales habló recorriendo el barco y revisando cada tablón, habían realizado un buen trabajo y no había necesidad de reparaciones de modo que tras pedirle estopa y brea para calafatear a fondo la cubierta se despidió del carpintero y junto con su ayudante y otro grumete ocioso comenzaron el trabajo por el castillo proa.
- Trabajaremos con las primeras luces del día y las últimas para evitar el inclemente sol, aunque tardemos un par de días más no creo que tengamos problemas. Comenzad por el castillo de proa voy a hablar con el contramaestre y volveré a ayudaros.- Con paso tranquilo y silbando una sencilla tonadilla de taberna fue hacia el castillo de popa donde le pareció haber visto a Jerry junto con Sam, ellos le dirían cuanto tardarían y los puertos francos donde podrían re abastecerse.
Al llegar revolvió el pelo de Sam y saludó a Tom escuchando las últimas palabras.- Tres semanas entonces, ¿haremos alguna escala grumete?.- Estaba casi seguro de que en las bodegas había suficientes reservas para el viaje, pero no estaría de más saber si habría alguna parada. En ese Instante la capitana dio la orden de partir, la cubierta se llenó de movimiento al instante, los hombres tomaron sus puestos y comenzaron a soltar trapo. - Parece que tenemos destino y prisa, será mejor que tomemos nuestras posiciones.- Sus ayudantes tendrían que trabajar solos mientras ocupaba su puesto en el bauprés.